1. 4.1. Identidad étnica del estudiante wayuu
En el marco de esta investigación nos orientamos hacia la búsqueda de factores
que producen ciertos valores comunes en la producción de las relaciones sociales
y representaciones que generan un sentido de pertenencia o de adscripción a un
grupo social específico. Esta adscripción se da por la congruencia entre un sentido
de auto-reconocimiento, el reconocimiento de los "otros" semejantes, y los "otros"
diferentes. La articulación entre estos elementos permite la configuración de la
identidad; en oposición, la pérdida de la identidad la interpretaremos como la
ausencia de todos o alguno de estos elementos, ausencia percibida por el sujeto
en sí mismo y por el "otro"; el grupo portador de una determinada identidad étnica
y el "otro" diverso-diferente.
Hablar de identidad plantea una dificultad siempre latente entre lo que somos de
manera indefectible e irrenunciable y lo que vamos siendo en el devenir histórico y
experiencial de nuestras vidas; por lo tanto, la identidad así entendida es un
concepto dialéctico que no puede formularse de una manera única y establecida,
sino que parte de coordenadas más o menos específicas para construirse en
sentidos muchas veces bastante diferentes, a partir del momento concreto en el
que se inscribe. (Pech y Romeu, 2006)
La identificación de los marcadores de una determinada identidad, se realiza a
través de la observación de marcos de referencia del campo de acción [...] que
pueden visualizarse como prácticas discursivas individuales que suelen incidir en
la realidad del mundo, en tanto el ser humano “comparte” porque “vive” (y
comunica en la propia interacción lingüística con los demás) parte de su realidad,
de su mundo con los otros (Pech y Romeu, 2006)
Según el trabajo de campo realizado en dos grupos de la Universidad Bolivariana
de Venezuela, uno perteneciente al Programa de Formación de Grado Gestión
Ambiental y el otro al Programa de Formación de Grado Arquitectura, pudimos
observar dos matrices de comportamiento y actitud de los estudiantes indígenas
respecto a su identidad étnica, a saber:
2. a) un proceso de identidad por: autorrepresentación-alteridad/otredad-dominio de
la lengua-bilingüismo;
b) una matriz de identidad por: adscripción-señalamiento del otro-características
parentales-disfrute de oportunidades; entre otros rasgos.
Dichas matrices se describen a continuación:
a) Identidad por autorrepresentación
El proceso de identidad por autorrepresentación la categorizamos en el contexto
del presente estudio, trascendiendo la limitación establecida a partir de la
representación estética que ha caracterizado los estudios de los imaginarios
sociales a partir de la producción de imágenes pictóricas o gráficas que diferentes
culturas han producido sobre sí mismas. En todo caso advertimos el discurso
construido como expresión de la imagen de sí y de los otros que producen las
identidades sociales.
De tal manera que la autorrepresentación la abordamos como un movimiento de
autopercepción por medio del cual un sujeto se constituye a sí mismo a partir de
sus relaciones en el ámbito familiar, la relación social, las experiencias de vida
individuales, y las maneras en que todo lo anterior incide en la construcción de su
subjetividad como sujeto concreto y único en un proceso de autoidentificación y
autorreflexión en constante movimiento. (Pech y Romeu, 2006).
La identidad por autorrepresentación implica que el sujeto se asume miembro vital
del grupo étnico, con el ejercicio cotidiano de las prácticas de relación del grupo de
origen; y hablante de su lengua materna:
"Soy de la etnia wayuu, soy wayuu".
"Nosotros los wayuu nacimos en un ambiente donde se habla el idioma
wayuunaiki, como uno tiene su idioma que uno lo aprende desde la
infancia, entonces uno está acostumbrado a las tradiciones conque a uno
lo enseñaron en el hogar".
3. Desde esta perspectiva se percibe al Yo como entidad atravesada por múltiples
relaciones que se relacionan con el otro (los otros), de manera que el Yo no es
algo aislado, sino algo que se concibe y comprende necesariamente en y a partir
de la realidad exterior. (Pech y Romeu, 2006).
La percepción del otro, se establece también a partir de la percepción de la
diferencia que en este caso se manifiesta de acuerdo a sensaciones de rechazo o
discriminación:
"La exclusión la he vivido siempre, desde la escuela, el liceo, hasta la
misma universidad. Usted sabe que el alijuna siempre ha hablado mal del
wayuu, que dice que nosotros los wayuu, que uno es bruto, que uno no se
desenvuelve en el estudio.
Las identidades observadas por la autorrepresentación de sí mismo, se
circunscriben a los sujetos que mantienen el uso permanente de su lengua
materna en su cotidianidad, participan activamente en la reproducción de las
pautas de crianza de su grupo étnico y establecen como núcleo de sus relaciones
sociales las relaciones familiares.
La organización de su vida cotidiana se corresponde con los itinerarios que
caracterizan el mundo de vida del wayuu que, en muchos casos no coincide con la
dinámica de la vida urbana e institucional, lo que implica en ocasiones la
interrupción de los ciclos cotidianos de la actividad académica. La no
correspondencia de los ritmos de ambos contextos, el étnico y el educativo,
genera con frecuencia que la ausencia de los estudiantes indígenas en las aulas o
ambientes educativos sea considerada por el docente como la interrupción de la
prosecución estudiantil del sujeto wayuu.
b) Identidad por adscripción
La denominación de identidad por adscripción la usamos en este estudio como
una manera de nombrar y caracterizar el proceso de revitalización de las
identidades étnicas a partir de los logros obtenidos en materia de derechos y el
4. reconocimiento de la lucha de los pueblos originarios por recuperar su patrimonio
cultural, económico y territorial. Situación que ha generado en muchos casos un
proceso de recuperación del sistema de valores que se han ido perdiendo en el
proceso de asimilación de las identidades indígenas a la sociedad nacional.
"Creo que aquí no hay lo que algunas personas llaman el racismo, porque
primero los wayuu, o los indígenas no somos de ninguna raza, no somos
animales de ninguna raza, somos de una etnia indígena, que gracias al
presidente Hugo Chávez ha sido reconocida. Tiene un capítulo de la
constitución que aparecen leyes que protegen los derechos de los
indígenas. Me he sentido bien aquí, el trato de los estudiantes, creo que
aquí hay igualdad, aquí sobra igualdad".
El significado que le damos a la identidad por adscripción implica el acto de
voluntad y consciencia con el que por diversas causas un sujeto reelabora la
construcción de su identidad, asumiendo de forma voluntaria y dirigiendo con un
fin en su plan de vida, elementos de su origen familiar y grupal, en un proceso de
reconstitución de su origen étnico. Desde esta perspectiva el sujeto problematiza
su situación como indígena y decide de manera consciente recuperar su memoria
o identidad étnica, ejerciendo un ejercicio crítico sobre el proceso de asimilación
propiciado por la dominación de los valores de la sociedad nacional frente a las
identidades étnicas:
"Algunos de nosotros los wayuu nos avergonzamos de nuestra cultura, ya
dejamos de usar la manta algunas de las mujeres, ya dejamos de
expresar nuestra lengua porque algunos padres ven eso como que ya no
es necesario porque ya hay civilización, que hay que andar como el
alijuna por decirlo así. Y creo que eso no es una buena manera de
abandonar la cultura, porque gracias a la cultura wayuu Venezuela ha sido
reconocida".
5. Las transformaciones ocurridas a partir de la década de los 90 en el ámbito de los
derechos indígenas tanto en las constituciones latinoamericanas como en las
organizaciones internacionales sobre Derechos Humanos, producto de las
movilizaciones indígenas que se dieron en diferentes países suramericanos en las
décadas anteriores, ha producido el posicionamiento cada vez más protagónico de
los pueblos indígenas como actores políticos. El reconocimiento de sus legítimas
luchas por reclamar y proteger sus sistemas culturales, económicos y territoriales,
ha hecho emerger un proceso de revitalización de las identidades étnicas por lo
que hoy se incorporan como factores significativos en el ámbito de la discusión
sobre las asimetrías generadas por el modelo de democracia "selectiva" aplicada
por el estado moderno.
En el campo de las identidades este nuevo escenario genera condiciones y
voluntades desde el propio seno de las organizaciones indígenas para recuperar
la dignidad y superar, en un acto de resistencia cotidiano, los sentidos y
significaciones de exclusión e invisibilización por las que fueron objeto de
discriminación, durante el desarrollo histórico de nuestras sociedades
latinoamericanas.
En el testimonio de los sujetos entrevistados se presentó la referencia de un tercer
grupo de indígenas que no se reconocía como tal, los estudiantes que
identificamos como portadores de la identidad por autorrepresentación lo
describieron de esta forma:
"Los que no se reconocen como indígena es por lo mismo, porque creen
que el alijuna es el mejor, que el alijuna es el que está en un lugar alto,
que el alijuna es que se desenvuelve de una manera impecable,
impecable en las palabras, en la forma de vestir, en la forma de hablar,
que el alijuna es el perfecto por sus ojos, por su color, por su estatura,
tanto por sus rasgos físicos y espiritual". Por eso muchas veces el wayuu
se avergüenza de ser wayuu, por eso ya el wayuu está buscando la
manera de desaparecer sus rasgos, su idioma, su todo pues; hasta su
6. vivienda, donde vivía, ya el wayuu dice que una casita de barro, que esa
es casa de pobre. Que el idioma, es un idioma innato, un idioma que no
existe pues, que el mejor idioma es el castellano. Las muchachas de hoy
en día ya no quieren buscar a un muchacho wayuu, ya no enamoran de
los wayuu, porque dicen que nosotros los wayuu somos feos, ¡no, ése
wayuu es feo!, que ellas quieren ya un alijuna que tenga los ojos verdes,
que tengan el color así blanco, que es el más bonito, que es el más bello.
No sabiendo que con esas actitudes, con ese propósito estamos
haciéndole daño a nosotros mismos, porque ya no queremos ser lo que
somos".
Mientras que el grupo que analizamos en la clasificación de identidad por
adscripción se refirió a este tercer grupo de la siguiente manera:
"Aquí en la universidad hay wayuu que no les gusta decir que son wayuu,
si a alguien le preguntan, ¿tú eres wayuu?, algunos responden, no, el que
es wayuu es mi abuelo, ellos dicen mi abuela es la que es wayuu, yo ya
no soy wayuu, dicen pues".
A través de un grupo focal integrado por estudiantes se discutió ambas
identidades y, con la participación de estudiantes indígenas y criollos se generó la
siguiente conversación:
1) Antes vivíamos un grupo de familias en las rancherías y veníamos a la ciudad a
comprar los que nos hacía falta, aunque era con frecuencia no era todos los días y
luego nos íbamos otra vez y volvíamos cuando la comida se acababa, o cuando
necesitábamos algo o a vender la mercancía. Ahora, tenemos que salir todos los
días a las 4 de la mañana para venir a la universidad, y regresamos a la casa ya
en la noche. Muchos nos quedamos con los familiares que viven aquí, y ellos
también salen para el trabajo desde la mañana y regresan en la tardecita. Yo
tengo unos animalitos que se los dejé a mi tío para que me los cuidara mientras
estoy aquí. A veces no puedo ir a verlos, porque los fines de semana tengo que
7. estudiar, creo que se los voy a dejar y me tocará buscar trabajo aquí para
mantenerme. Aquí no puedo mantener los chivitos. (Risas)
2)"Desde que comencé en la escuela, primero me costó mucho aprender
castellano, pero al pasar el tiempo lo aprendí bien y ya no quise hablar más en
wayunaiki, eso fue como a los seis años, de allá para acá, no lo hablé más, ahora
lo entiendo, bueno algunas cosas no; pero no lo hablo. Antes iba mucho cuando
estaba chiquita para la Guajira con mi abuela que me venía a buscar, ahora solo
voy una vez, en las vacaciones".
3) "Usted ve esas muchachas que van ahí, son como 9, todas parecen wayuu;
pero vaya y les pregunta y a que le dicen que no son wayuu; nada mas vea como
están vestidas, y el pelo pintado con mechas, es porque están buscando novio;
pero novio alijuna, así como les gusta a ellas".
4) "Nosotros le decimos "parrouja", a las personas que ya no hablan wayuunaiki.
Yo lo hablo y lo estoy aprendiendo a escribir con el profesor Rafael, en la clase de
Wayuunaiki. Hay muchos idiomas, como es que es dialectos del wayuunaiki, un
wayuu de aquí o de Sinamaica, no habla igual que el wayuu de la Guajira
colombiana, a veces ni uno mismo entiende lo que dicen".
5)"Cuando nos vinimos a Maracaibo y yo estaba chiquita mi mamá no quería que
hablara en wayuu, porque tenía que aprender el castellano y después se me hacía
más difícil estar en la escuela, ahora ya se me olvidó porque no lo practico y ahora
es muy difícil aprenderlo otra vez".
6)"Mi mamá y mi papá son wayuu, pero ya no hablan wayuunaiki, yo creía que no
sabían, pero en estos días vino un tío y unos familiares y con ellos hablaron en
wayuunaiki, yo no entendí nada".
7)"Aquí lo que hay es un mezclaje de gente, aquí hay muchos wayuu pero
también hay otros, colombianos también hay bastante, y chilenos, a veces
echamos bromas con ellos, entre todos, y haitianos también andaban por ahí,
pero a veces eso se nos olvida, y andamos todos igualitos" (estudiante no wayuu)
8. 8)"A mí me gusta oírlos hablar, se oyen bonito, a veces me quedo calladita
oyéndolos"(estudiante no wayuu)
9)"Yo he aprendido mucho, antes, cuando iba por la calle y me hablaban en
wayuunaiki, yo creía que me estaban insultando o diciendo una cosa fea; pero
ahora sé que no es así, he aprendido algunas palabras. Me gusta cuando me
cuentan como son ellos en su familia, hay cosas que no son como las familias de
uno" (estudiante no wayuu)
4.2. Relación con la universidad
En las entrevistas realizadas se manifestaron tres maneras de percibir la vida del
estudiante wayuu en la universidad. Una la percibe como hostil hacia las
identidades étnicas y como agente de alienación:
"Entonces cuando nosotros pasamos a la universidad tenemos que
adaptarnos a otro sistema. Aquí en esta universidad, por ejemplo, aquí en
la bolivariana, aquí enseñan a como uno desenvolverse en el medio éste y
en el trabajo del alijuna, del hombre blanco. Entonces muchos estudiantes
ingresan a la universidad y luego de tanta exclusión, de tanta
discriminación, ellos al ver ese rechazo, se rinden y buscan otro medio de
salida como es la albañilería, el buhonerismo, se meten a un trabajo como
decir de bachaquero para transportar gasolina".
Otra, pondera la experiencia desde la perspectiva de la dificultad en el desempeño
como estudiante indígena frente a otras identidades:
Los primeros días que vine a la universidad fue difícil, pues para nosotros
los wayuu, es difícil adaptarse a un medio donde uno nunca ha estado [...]
Adaptarnos a los compañeros alijunas que no son wayuu igual que uno,
es difícil por la manera de expresarse, por el idioma, por las costumbres.
Como es la manera de uno vestir, de andar, de compartir".
Una tercera forma percibe el espacio universitario con entusiasmo y optimismo:
9. "Creo que la Universidad Bolivariana se ha destacado más por los wayuu,
son los que se ven más aquí, usted mira de este lado y ve un wayuu, mira
del otro y ve un wayuu; siempre estamos nosotros los wayuu. Yo me he
sentido bien personalmente, no sé si otras personas se han sentido así, no
hay discriminación, aquí creo que todos somos iguales".
Estas tres perspectivas recogen en términos de sujetos concretos cómo percibe el
estudiante wayuu su incorporación al contexto universitario. Si bien creemos que
debemos desarrollar investigaciones futuras que nos permitan realizar un sondeo
de opinión con instrumentos adecuados para registrar cuál de estas situaciones
priva en la comunidad de estudiantes wayuu en la UBV, es un acercamiento que
nos permite proponer la transformación de las prácticas institucionales dirigidas a:
1) Diseñar estrategias que faciliten la inserción del estudiante indígena al contexto
universitario.
2) Revisar los planes académicos desde una perspectiva crítica y evaluar la
concepción del conocimiento que priva en ellos para determinar la coherencia
entre el deber axiológico de los postulados de la educación bolivariana y las
prácticas pedagógicas adecuadas para su desarrollo.
3) Considerar las oportunidades que tenemos en la actualidad con la participación
cada vez mayor de docentes wayuu para atender la formación del estudiante
indígena en su propia lengua.
4) Propiciar la organización estudiantil de los estudiantes wayuu para crear
círculos de estudios interculturales y ofrecer un servicio de acompañamiento en el
proceso de aprendizaje de los estudiantes indígenas.
5) Invitar a las organizaciones y comunidades indígenas a las mesas de discusión
curricular de nuestros planes de estudio e incorporar el patrimonio cultural
intangible como copartícipe en la tarea de formación de los estudiantes.
Para validar estas propuestas hicimos un muestreo de la opinión de los docentes
de la universidad bolivariana de Venezuela quienes afirmaron lo siguiente:
10. Luis Adolfo Pérez (Coordinador de la Maestría en Multiculturalismo e
Interculturalidad):
"En la cultura wayuu cuando una persona habla, por ejemplo, el que
escucha con mirar a la tierra o mirar al cielo, o mirar a un árbol, ya está
demostrando que está atento a lo sagrado de la palabra que se está
pronunciando; entonces bueno, esa falta de atención que nosotros
podemos notar en un estudiante, digamos que es una dificultad nuestra y
no del estudiante de esa etnia. Así podemos ir sumando algunas otras
dificultades, como por ejemplo que nosotros exijamos pruebas escritas o
demostración de conocimientos a través de la escritura a un pueblo que es
de tradición oral, un pueblo que sabe verbalizar y que sabe expresar sus
emociones, sus sueños, sus proyectos a través de la palabra y que se le
dificulta entonces las correcciones ortográficas y gramáticas que obliga el
castellano, entonces allí tenemos otra dificultad no podemos evaluar de la
misma manera como tabla rasa a grupo de estudiantes que pertenecen a
culturas diversas. En ese sentido, aquí en la UBV, estamos acumulando
una cantidad de experiencias que nos permiten seguir creciendo
profesionalmente creando nuevas metodologías de evaluación y de
transmisión de conocimiento desde otra perspectiva, la perspectiva que
recrea oportunidades de un saber compartido, construido
interculturalmente; en todo caso ese el reto".
"Básicamente la experiencia en aula tiene que ver con el respeto a la
diferencia, con enseñar a respetar la diferencia para que los estudiantes
criollos valoren el aporte que tiene la sola presencia del estudiante wayuu
en el aula de clase. Eso se logra básicamente con el conocimiento de la
etnohistoria del pueblo wayuu, es decir cuando nosotros empezamos a
explicar las lógicas que fundamentan las diferentes pautas, los diferentes
comportamientos culturales de una etnia, allí el estudiante criollo, si es
posible ajeno o que solamente tiene los prejuicios o las prenociones que
11. domina el común de la sociedad, muchas veces de manera peyorativa o
con una visión bastante negativa del otro, de la diferencia. Cuando
empezamos a dar los elementos etnohistóricos y los valores que esa
etnohistoria tiene para nuestro patrimonio como nación, como cultura. Por
ejemplo el que un estudiante criollo reconozca o conozca que los wayuu
son un pueblo que está en expansión económica, cultural, militar,
científico, demográfico en este continente; que además reconozcan que es
uno de los pocos pueblos de América que no entregó el oro a cambio de
espejitos y de cuentas de colores; y, que hoy todavía portan el oro y le dan
un valor comercial y simbólico, un valor sagrado al oro; entonces, por allí
empieza como a despertarse la estima, el respeto y la curiosidad. El hecho
de que el estudiante criollo conozca que el pueblo wayuu, es un pueblo
que no ha sido vencido, que todavía porta las armas, que mantiene una
organización familiar, que mantiene sus ritos funerarios, que mantienen su
lengua, que mantienen un sistema de justicia distinto, que son una nación
dentro de dos países: Venezuela y Colombia. Entonces ya eso digamos
empieza a generar situaciones de respeto entre los estudiantes, y, por
supuesto eso levanta la estima del estudiante wayuu. Muchas veces me
ha sucedido que ellos mismos desconocen esos mismos conocimientos,
esos mismos elementos de la etnohistoria. Cuando ellos se ven
reconocidos allí, pues se sienten personas importantes, tan importantes
como el otro".
.
Elpidio González (Docente de Idioma Wayuunaiki):
"Hay un proceso que es importante que es el tiempo, el tiempo de la
oralidad es el presente y el tiempo de las culturas indígenas es el
presente, mientras que el planteamiento del tiempo de donde se imparte el
conocimiento desde la cultura occidental o moderna, es un tiempo que
está principalmente en las referencias bibliográficas que a la final son
parte del pasado. Pienso que es un reto el cómo ir conciliando el proceso
12. de cómo conocer y cómo asumir un tipo de oralidad donde podamos
entrar todos, entrar las diferentes culturas que hacemos vida en la
universidad, y en el país y en esta realidad".
"Desde la universidad nosotros tenemos que buscar ese reconocimiento, y
cómo construir programas para plantear una manera de conocer tomando
en cuenta la manera como los indígenas también conocen. Por ejemplo,
los valores, para el wayuu existen dos valores principales el respeto y la
responsabilidad; y eso es lo que finalmente cuando hay un problema, hay
un conflicto es producto principalmente que se ha violado uno o ambos de
esos valores. O se ha irrespetado a una persona o ha habido una falta de
responsabilidad".
Desde la cosmovisión de los pueblos indígenas, la identidad surge como
consecuencia de la territorialización, entendida como las acciones en un
espacio–tiempo en el que interactúan todas las otras formas de vida,
inseparables de la existencia humana. Al confluir los ciclos de la
naturaleza de manera constante y sincrónica, sus interrelaciones e
interconexiones construyen las identidades, que le confieren a cada ser y
a cada comunidad, un sentido de existencia único e irrepetible [...] Pero lo
que hace surgir la identidad, hace que aparezca también la diversidad, ya
que la existencia de cada ser viviente es el producto del infinito e
irrepetible accionar de acontecimientos que confluyen para su aparición.
Esto nos hace afirmar que cada pueblo tiene una identidad y una visión
propia, que le confiere la capacidad de diseñar sus propios proyectos de
vida. La inconsistencia se presenta cuando se trata de imponer proyectos
desde el exterior que responden a otras concepciones de tiempo y
espacio.