2. Terminada la Primera Guerra Mundial,
Italia era un país de unos 40.000.000 de
habitantes con un territorio nacional que
ocupaba la Península Itálica, Sicilia y
Cerdeña , además de las colonias en
África de Somalia, Libia y Eritrea, las
islas del Dodecaneso en Grecia y la
ciudad de Tientsin en China.
Políticamente Italia era una monarquía
constitucional bajo el reinado del Rey
Víctor Manuel III de la Casa Saboya. Su
forma de Estado era una democracia con
Parlamento elegido por sufragio
universal masculino. Sin embargo Italia
era un país todavía joven, su
independencia se había producido en
1866 tras una serie de interminables y
cruentas guerras a lo largo de todo el
siglo XIX en un periodo conocido como
la “Unificación Italiana”.
3.
4. LÍDERES:
Alemania: Adolf Hitler
Italia: Benito Mussolini
Japón: Hideki Tojo
Eslovaquia: Jozef Tiso
Estados Unidos: Franklin
Delano Roosevelt
Unión Soviética: Iósif Stalin
Gran Bretaña: Winston
Churchill
Francia Libre: Charles De
Gaulle
China Comunista: Mao Tse-
Tung
Sudáfrica: Jan Smuts
Etiopía: Haile Selassie
JEFES Y MILITARES:
Alemanes: Jefes:
Josef Goebbels
Hermann Goering
Heinrich Himmler
Joachim Von
Ribbentrop
Reinhard Heydrich
Martin Bormann
Rudolf Hess
Alfred Rosenberg
Baldur Von Schirach
Albert Speer
Hans Frank
Adolf Eichamnn
Theodor Oberlander
5. Militares:
Albrecht Kesselring
Gerd Von Rundest
Heinz Guderian
Erich Von Manstein
Walther Model
Ewald Von Kleist
Wilhelm Keitel
Alfred Jodl
Günther Von Kluge
Walther Von Reichenau
Oskar Von Niedermayer
Josef Kammhuber
Werner Mölders
Hans Langsdorf
Friedrich Guggenberger
Albert Kerscher
Estadounidenses:
Douglas MacArthur
George Patton
Dwith Eisenhower
Chester Nimitz
George Marshall
Omar Bradley
Ernest King
Marc Mitscher
Raymond Spruance
Walter Bedell Smith
Maxwell Taylor
Carl Spaatz
6. Otro problema añadido de la postguerra fue la aparición del comunismo que tanto
miedo causó a gran parte de la población por su sangriento triunfo en la Revolución
Bolchevique de 1917 en Rusia. Numerosas personas en Italia adoptaron esa forma de
pensar y sus ideas como solución a los problemas políticos del mundo en los países
occidentales. Tal aumento de grupos marxistas en Italia provocó que otra gran parte
de la sociedad empezase a decantarse por los sectores más conservadores y
tradicionales. Con este pretexto la fractura en el país estaba garantizada.
Durante la inmediata postguerra la política tomó un carácter disgregatorio. Los
parlamentarios, ministros e incluso la burguesía liberal se habían dividido unos con
otros. Nuevas ideas revolucionarias y radicales como el comunismo y el anarquísmo
hicieron su aparición violenta en las calles, ya fuese atacando a grupos
conservadores o realizando atentados. Los partidos de masas poco a poco cada vez
crecieron más, mientras que los mayoritarios tradicionales descendieron
notablemente.
El Partido Socialista Italiano (PSI) de Giacinto Mennoti Serrati era la fuerza política
que gobernaba en Italia en 1919. En la oposición se encontraba la derecha del Partido
Popular Italiano (PPI) de Luigo Sturzo. Como era de esperar las elecciones de 1919
dieron la victoria a los socialistas con 156 escaños, mientras que los conservadores
obtuvieron 99 escaños. El resto de partidos de masas, la mayoría de izquierda radical
o católicos, obtuvieron 179 diputados.
7. Italia en la I Guerra Mundial. Tropas italianas en Caporetto marchan al frente para expulsar a los
astro-húngaros y alemanes. La zona norte del país quedó destruida tras el conflicto y además la
economía hundida.
Inevitablemente las luchas sociales se multiplicaron tras las eleccones italianas porque la situación
de los obreros era pésima. Los trabajarores y braceros pidieron aumentos de sueldo, reducción de
las largas jornadas laborales, reparto justo de las cosechas y la división de los latifundios rurales.
Pero el Gobierno lo único que hizo fue empeorar la situación aumentando los impuestos,
adquiriendo una política proteccionista en la metalúrgia y la mecánica o subiendo las nóminas de
las acciones, medidas que culminaron en una tasa de desempleo muy alta y en el paro.
La pobreza estaba tan acentuada en Italia tras la Primera Guerra Mundial que muchos niños como
los de esta fotografía tomada en 1918 tenían que vivir en la calle.
Todos aquellos fracasos políticos acabaron como resultado en una revolución social de grandes
dimensiones. La Confederación General del Trabajo (CGdL), la Liga Roja y la Confederación
Católica Italiana del Trabajo, promovieron agitaciones revolucionarias por todo el país. La más
importante fue la huelga de Septiembre de 1919 en la cual se produjo un amotinamiento en la
fábrica automovilística Fiat de Turín. Le siguieron encierros en las empresas, ocupación de los
obreros en las industrias y el ataque a 160 establecimientos. Ni los empresarios, ni el Partido
Socialista Italiano, ni la Confederación General de la Industria aceptaron aumentar los salarios. El
resultado fue el abandono de las fábricas por parte de los obreros mediante la fuerza o mediante
el engaño, este último auspiciado por una falsa mentira que propagó el Partido Socialista Italiano
diciendo que las empresas pasarían a estar bajo control obrero.
La crisis económica, el malestar general y sobretodo el aumento del marxismo más radical derivó
en que la gente de todas las clases apoyase a una nueva idea revolucionaria alternativa al
capitalismo y al comunismo, en este caso el fascismo.
8.
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10. Todos aquellos fracasos políticos acabaron como resultado en
una revolución social de grandes dimensiones. La
Confederación General del Trabajo (CGdL), la Liga Roja y la
Confederación Católica Italiana del Trabajo, promovieron
agitaciones revolucionarias por todo el país. La más importante
fue la huelga de Septiembre de 1919 en la cual se produjo un
amotinamiento en la fábrica automovilística Fiat de Turín. Le
siguieron encierros en las empresas, ocupación de los obreros en
las industrias y el ataque a 160 establecimientos. Ni los
empresarios, ni el Partido Socialista Italiano, ni la Confederación
General de la Industria aceptaron aumentar los salarios. El
resultado fue el abandono de las fábricas por parte de los
obreros mediante la fuerza o mediante el engaño, este último
auspiciado por una falsa mentira que propagó el Partido
Socialista Italiano diciendo que las empresas pasarían a estar
bajo control obrero.
La crisis económica, el malestar general y sobretodo el aumento
del marxismo más radical derivó en que la gente de todas las
clases apoyase a una nueva idea revolucionaria alternativa al
capitalismo y al comunismo, en este caso el fascismo.