El documento discute cómo Yeshúa (Jesús) es la Palabra de Dios y la espada del Espíritu mencionada en Efesios 6:17. Explica cómo, según las Escrituras, Yeshúa venció al diablo, al mundo, al pecado y a la muerte. Concluye que Yeshúa pelea por nosotros y nos protege, y que debemos permanecer en él.