El documento argumenta que enseñar competencias para la vida requiere crear un área común específica para todos sus componentes metadisciplinarios, ya que la sobrecarga de contenidos disciplinarios inhibe la integración de nuevos contenidos. Propone que las escuelas analicen qué competencias son alcanzables y utilicen estrategias apropiadas para adquirir procedimientos y actitudes a través del ejercicio sistemático en todas las áreas. Finalmente, sugiere que en lugar de introducir nuevos temas, cada asignatura debe aplicar