El documento define los elementos constitutivos de un contrato como las condiciones necesarias para su existencia y validez. Los tres elementos esenciales son: 1) consentimiento de las partes, 2) objeto cierto como materia del contrato, y 3) causa de la obligación establecida. El consentimiento requiere capacidad y voluntad de las partes. El objeto puede ser determinado o indeterminado. La causa debe ser verdadera, real y lícita.