Si recordamos nuestra niñez era diferente a la niñez de hoy en día en muchos aspectos, los juegos, juguetes, las fiestas, todo lo que realizábamos eran muy distinto a la realidad de hoy en día. Las niñas hasta cierta edad todavía jugábamos arroz con leche, muñecas, la casita entre otros, los niños, el policía y el ladrón, escondido y muchos más. Estas actividades todavía se conservan en algunos hogares pero con la salvedad que a más temprana edad la dejan de hacer comparado la edad en la que dejamos nosotros de hacerlo. De ahí la necesidad de rescatar todas esas actividades que mantienen los niños ocupados pero menos estresados que lo que producen los juegos de hoy en día. De igual manera los problemas en el hogar de cualquier índole producen en los niños un estrés que lo reflejan en la escuela, ya en un aislamiento total o una hiperactividad incontrolable, el bajo autoestima que genera los problemas familiares ahondado a el estrés producen cambios de conductas notables en los niños, sobre todo los de la primera etapa que son lo que menos comprenden los problemas. Es necesario que se considere prudente alejarlos de ciertas situaciones que afecten y evitar el impacto emocional que esto genere en ellos, tratar en los posible que los niños no observen peleas, discusiones, o conversar sobre problemas familiares delante de ellos, ” ojos que no ven corazón que ni sienten”, enfocarse en lo que verdaderamente es importante para los niños, retomar juegos, caminatas familiares, ir al parque, visitas familiares entre otras actividades que generen tranquilidad y el bienestar emocional del niño. En cuanto al estrés que genera el exceso de actividades escolares, se debe reconsiderar la cantidad que se estipule para el hogar y asignar actividades que en realidad ellos puedan realizar y no sean los padres y representantes que en oportunidades son las que las elaboran por la dificultad que tienen. La finalidad de las actividades para el hogar es reforzar junto a los padres y representantes lo que se realiza en el aula y al mismo tiempo exista el acercamiento entre padres e hijos. Los padres y representantes tienen el deber de participar en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus hijos, colaborar, orientar en sus actividades más no hacérselas para quedar bien ante el docente y no se dan cuenta que no les están ayudando. Si bien es cierto que los docente en oportunidades asignamos para el hogar una cantidad exagerada de actividades de igual forma con un grado de dificultad que los padres y representantes se ven en la obligación de” hacérselas o buscar a terceras personas”, debemos tomar conciencia que solo es para reforzar lo realizado en clase. Es necesario buscar alternativas para que los niños no lleguen a estresarse, que los niños vivan de acuerdo a su edad, disfruten su niñez, su inocencia, para que su bienestar emocional en el futuro sea estable, todo tiene su tiempo y momento.