Celestina visita a Melibea para venderle hilo y aprovecha para hablarle de Calixto y su amor por ella. Más tarde, Celestina visita a Calixto y le cuenta que logró entrar a la casa de Melibea y que ella ama a Calixto. Celestina acuerda organizar un encuentro entre los dos esa noche a las 12 en la casa de Melibea.
1. Calixto: En esto veo la
grandeza de Dios
Melibea: En que Calixto?
Calixto: Porque te ha dado
gran hermosura, nadie goza
más que yo mirándote, ni
siquiera los gloriosos santos
en la visión divina.
2. Melibea: De verdad?
Calixto: Sí, más sería la felicidad
que tendría si tu fueras mía.
Melibea: No lo tendrás sino
perseveras, que atrevido eres pues
no tendrás ninguna de tus
intenciones con esas palabras. Vete
torpe, no tolero que un hombre
como tu haya dicho esas palabras.
3. Calixto:
Sempronio, Sempronio.
¿Dónde estas?
Sempronio: Aquí estoy
señor.
Calixto: Cierra la venta pues
mis pensamientos no son
dignos de luz.
4. Sempronio: ¿Qué cosa te
pasa?
Calixto: Vete!
Sempronio: Sufrirás solo.
Calixto: Vete al
diablo, Sempronio.
5. Calixto: Sempronio!
Sempronio: Señor?
Calixto: Dame el laúd.
Sempronio: Acá esta.
Calixto: Que dolor tan profundo.
Sempronio SUSURRANDO: Está
loco.
Calixto: ¿Qué haz dicho?
6. Sempronio: Que estas
exagerando, señor.
Calixto: No estoy
exagerando, es la verdad.
Mayor es mi dolor que el
que quema cien cuerpos.
Prefiero irme al purgatorio
que al cielo mismo.
7. Sempronio
SUSURRANDO:
Confirmado, está loco.
Calixto: ¿Pero que haz
dicho, Sempronio?
Sempronio: Contradices
la religión cristiana.
8. Calixto: Ajá, y?
Sempronio: ¿No eres Cristiano?
Calixto: Melibeo soy.
En Melibea creo, a Melibea
adoro y amo.
Sempronio: Yo trataré de
sanarte, ciego.
Calixto: Imposible, primero tú
con tu amiguita Elicia.
9. Sempronio: Sigo sin creerme
que te deprimes por tan
flaca mujer.
Calixto: ¿Haz dicho mujer?
No es una mujer común, es
mejor que Dios.
Sempronio: Blasfemia!
Ciego!
10. Calixto: De todos modos, no la
alcanzaré.
Sempronio: Deja de sufrir por
una tonta mujer, no sabes nada
sobre ellas. Muchos dicen que
es un desperdicio sufrir como
tú, señor.
Calixto: Entre más me
dices, más la amo.
11. Sempronio SUSURRANDO: Que
locuras dirá mi
amo, adivinemos.
Calixto: Sus hermosos ojos
verdes, sus pestañas
hermosas, sus cejas
delicadas, su nariz mediana, la
boca pequeña con sus blancos
dientes y su pecho alto.
12. Sempronio: Ella es
imperfecta, lo que es poco es
mucho y lo que es pequeño es
grande. Aunque, sé como
ayudarte.
Calixto: A ver
Sempronio: Conocí a una
hechicera muy astuta, Celestina.
Ha ayudado a muchos acá. Yo te
la traeré.
14. Celestina:
Sempronio!
Elicia: Que va!
Celestina: Me lo he
abrazado antes que
tú.
15. Elicia: Maldito
seas, traidor.
Sempronio: Que
haces, mi Elicia
adorada?
Elicia: Tres días sin
verme!
16. Sempronio: Calla, la
distancia no separa nuestro
amor. Espera.. ¿Qué suena
arriba?
Elicia: Ah? Un mi
enamorado!
Sempronio: A ver!
17. Elicia: De verdad, sube
y míralo.
Sempronio: Voy!
Celestina: No, anda
acá. Le ha ido mal que
no la hubieses
visto, está loca.
18. Sempronio: ¿Quién está arriba?
Celestina: Una moza de un
fraile.
Sempronio: ¿Cuál fraile?
Bueno, eh olvidarlo, a ti madre
te quiero hablar sobre algo que
nos beneficiará a los dos.
19. Celestina: Ah si? Elicia, cierra la
puerta y quédate aquí.
Sempronio: Madre
mía, escucha. Calixto ama a
Melibea, y de eso nos tenemos
que aprovechar los dos. Pero no
hablemos más, que al parecer
las paredes tienen oídos.
21. Sempronio: Mi
compañero
Pármeno, quien muere
por Areusa. Pero Areusa
pica más alto.
Celestina: Dejamelo a mí.
22. Calixto: Sí, por fin ha
llegado. Curará mis males
y mi dolor. Traeme salud.
Celestina SUSURRA: Dile
que se calle y que venga
con el dinero.
Sempronio: Señor.
23. Calixto con una bolsa:
Recibe, madre.
Celestina: Volveré, hasta
luego y que dios quede
contigo.
Calixto: Y el te me
guarde.
24. Pármeno: No te
acuerdas de mí? Me
cuidaste cuando era
niño.
Celestina: ¡Pármeno!
Pármeno: Eso
mismo, puta vieja.
25. Celestina: Puta tu
suerte, fuego malo te
queme. Te acuerdas de todo
cuando eras niño? A
ver, porque vas en contra de
mí.
Pármeno: Quiero mucho a
mí amo, no quiero verlo
sufrir.
26. Celestina: Hablemos.
Sientate. ¿A ti que te
importa tu amo? Lo
único que importa es el
dinero.
Pármeno: No quiero
dinero.
27. Celestina: Yo sí. Sempronio y
tu están iguales. Por
cierto, ¿qué me dices de
Areusa? No digas nada, aquí
tienes quién te la
conseguirá.
Pármeno: No, no me fio de
ti.
29. Celestina: Claro que sí, no es
mi primer caso. He vuelto
vírgenes a muchas, y todos
acá me conocen. Aquí
nací, aquí me crie, y
mantengo mi honra. En eso
estoy.
Sempronio: Seguro de que..?
30. Celestina: Claro que
sí, iré a su casa a
analizar la situación.
Sempronio: Cuidado.
31. Celestina: Te
conjuro, Plutón.
Yo, Celestina, tu más
conocida clienta conjuro que
vengas sin tardanza a mi
voluntad para que Melibea
haga caso. Sino lo haces, me
tendrás por enemiga mortal.
32. Celestina: Ya está
el negocio en
buenas
manos, pero si sale
mal todo se
arruinará.
33. Celestina: Quiero
vender un poco de
hilado. ¿Está tu ama?
Sirvienta: Ha venido
Celestina.
Celestina: Paz en esta
casa.
34. Melibea: Madre, bienvenida.
Que te ha traído?
Celestina: Te vengo a vender
este hilado.
Melibea: Está bien, le diré a
mi madre que te lo pague
bien.
35. Celestina: Mira, dios te
deje gozar de tu
juventud y deleites.
Melibea: Que vieja te
haz puesto, cuanto
tiempo.
Celestina: Lo sé.
36. Melibea: Toma este dinero y
vete con Dios. Pero dime, dime
para que vienes.
Celestina: Tu, tan delicada
doncella. Hay alguien que tiene
necesidad de ti. Tendrás noticia
de un caballero y gentil hombre
de clara sangre que llaman
Calixto.
37. Melibea: Maldita
bruja, alcahueta
falsa, hechicera, enemiga
de la honestidad.
Jesús, Jesús.
Celestina: Me habían
dicho que tenías una
oración.
38. Melibea: En que
tiempo?
Celestina: 23?
Melibea: No, me
refiero a su mal.
39. Celestina: Ocho días, pareciera
un año. No hace nada más que
cantar y tocar sobre sus dolores.
Oh, ya sé, tu cordón.
Melibea: A ver, mira mi cordón
pues es por buena intención.
Cuida a los enfermos.
41. Sempronio: O yo no veo
bien, o aquella es Celestina.
Celestina: Sempronio
Sempronio: Nunca te había
visto así, quizás ninguno.
Dime con que vienes.
42. Celestina: Acompáñame y oye
toda la historia junto a Calixto.
Tal vez tengas una partecilla del
provecho.
Sempronio SUSURRANDO: Me
va a engañar, más vale que no le
arriende ganancia.
Celestina: Calla bobo, deja hacer
a tu vieja.
43. Calixto: Que dices, señora y
madre mía?
Celestina: Buena esperanza
te traigo.
Calixto: Oh! ¿Qué hacia?
¿Cómo entraste? ¿Cómo
vestía?
44. Celestina: Escucha bien.
Calixto: Dilo, yo estaré atento.
Cual fue la causa de tu entrada?
Celestina: Vender un poco de
hilado. Le dije que tu pena era
mal de muelas y que la palabra
que de ella quería era una
oración.
45. Calixto: Maravilloso!
Celestina: Ojo, podría
tener algún mal
encuentro en irme a casa.
Sempronio: Yo la
acompañaré, esta muy
oscuro.
46. Celestina: Me dio un cordón
que siempre trae ceñido.
Calixto: Dámelo, que tales
miembros fue digno de
ceñir.
Celestina: Ah? La haz
tocado?
47. Calixto: Entre sueños todas las
noches.
Celestina: Toma este
cordón, que si yo no muero, te
daré su dueña. A cambio, dame
un manto.
Calixto: Oh, muchas gracias
madre. Tengo muchos mantos..
48. Celestina: No, para.
Calixto: Está bien.
¡Sempronio!
Sempronio: Señor.
Calixto: Acompaña a esta
señora hasta su casa.
Celestina: Que el señor este
contigo.
49. Celestina: Paz sea en esta
casa.
Melibea: Vieja sabia y
honrada, tú seas bienvenida.
Comen este corazón
serpientes ¿Sabes alguna
causa? Por amor de
Dios, dame algún remedio.
50. Celestina: Tu dolor es menos
peligroso. Para yo dar, es
necesario saber de ti tres cosas.
La primera, que parte de tu
cuerpo aqueja el
sentimiento, segundo, si la
sientes otra vez y tercero, si
procede de algún cruel
pensamiento de aquel lugar.
51. Melibea: Especificaré mi
mal, mujer experta. Mi mal
es de corazón, segundo, sí es
nuevamente nacido en mi
cuerpo. La última no te la
sabré decir, salvo que la
alteración que tu me
causaste por Calixto.
52. Celestina: Su nombre trae
ponzoña, no creas que es la
causa. Lo primero es traer más
clara medicina y el más
saludable descanso de casa de
aquel caballero.
Melibea: Oh por dios, que me
matas! Te he dicho que no me lo
nombres.
53. Celestina: Yo conozco una
flor de que todo esto te
libere.
Melibea: ¿Cómo se
llama?
Celestina: No te lo oso
decir.
55. Celestina: Por Dios, Melibea.
Si mueres me han de
matar, abre tus ojos claros te
lo ruego.
Melibea: No escandalices la
casa.
Celestina: Háblame como
sueles.
56. Melibea: Calla, no me
fatigues. Calixto, mi señor y
dulce alegría. Si tu corazón
siente lo que ahora es
mío, maravillada estoy.
Madre, haz de manera que
le pueda ver.
Celestina: Ver y hablar.
57. Melibea: Imposible.
Celestina: Yo lo tengo
pensado, por tu casa a las
12.
Melibea: Ve, y habla con
aquel señor.
Celestina: Adiós, que viene
hacia acá tu madre.
58. Celestina: Buenas
noticias te traigo
Calixto: Oh, señora por
favor dímelas
Celestina: Melibea
muere por ti
59. Calixto: Oh por
Dios, no lo puedo
creer! Toma esta
cadena, sigue con tu
historia y mi dicha.
60. Celestina: Melibea te ama, y
por eso quiere verte
Calixto: Oh.
Celestina: Melibea está
esclava, ve esta noche a las
12 a su casa.