Los sacerdotes jesuitas tienen muchos conocimientos sobre la curación de las enfermedades con medicina natural y el cloruro de magnesio, uno de ellos el padre José Chorr, de Brasil, profesor de Física y Biología, quien a sus 61 años experimentó en su propio cuerpo las propiedades milagrosas de este mineral para superar una lesión en la columna vertebral, incurable para la ciencia médica, y que lo tenía incapacitado de caminar, por lo que oficiaba las misas en silla de ruedas.