Desarrollo de la identidad y la autoestima en la adolescencia
1. UNIVERSIDAD DE MONTEMORELOS
FAPSI
Psicología Educativa
Segundo Semestre
“Desarrollo de la identidad y la autoestima en la
adolescencia”
Psicología del Adolescente
Aidé Ortega
1130532
Mayo 7, 2014
2. La identidad se define como el conjunto de rasgos propios de un individuo o de
una comunidad. Estos rasgos caracterizan al sujeto o a la colectividad frente a los
demás. La conciencia forma parte de esta identidad, que tanto se respeta una persona
a sí misma, lo que la diferencia del resto de la gente. Se dice que la identidad es
hereditaria pues la personalidad y valores de los padres se verán reflejadas en el
individuo. No solo la familia tiene influencia en la identidad de un individuo, el entorno
ejerce una gran influencia en la forma que cada sujeto construye su identidad. Dado
que en la adolescencia es cuando se da la mayoría de los cambios y la madurez, es en
esta etapa cuando también se forja y desarrolla la identidad del individuo.
En la adolescencia es el momento donde la persona busca y necesita un lugar
en la sociedad que se encuentra. Al encontrar su identidad este le permitirá llegar a ser
un adulto con un papel importante en la vida. Generalmente la identidad hace su
primera aparición cuando se hace la elección de una carrera profesional. El individuo
busca alternativas para solucionar la confusión de su identidad de acuerdo con sus
objetivos, funciones y creencias sobre el mundo y esta elección le proporciona a la vida
del individuo una dirección y propósito. Las situaciones que ayudan al adolescente a
forjar su identidad, son las decisiones que comienza a tomar, tales como la selección
de una ocupación, rol de género, la amistad, la pertenencia al grupo, cuestiones
morales y religión, entre otros.
La aparición del sentido del yo y la sensación de exclusividad que se da en la
adolescencia son una fuerza motivadora que los ayuda a ir en busca de su propia
identidad. En la adolescencia también se da la comprensión de uno mismo, para este
proceso se implican diversos aspectos del yo. Los procesos que se dan al pasar de la
infancia a la adolescencia provocan que desarrollo de la conciencia de sí mismo. Esta
consideración hacia uno mismo provoca muchos cambios. El adolescente comienza a
enfrentar sus propias descripciones contradictorias, ya que resuelve las contradicciones
termina con una teoría más integrada del yo, a lo que se le llama identidad.
El adolescente construye su identidad por medio de preguntas como: ¿Quién
soy yo? O ¿Qué hago en la vida? Es en la adolescencia cuando el individuo comienza
3. a adoptar nuevos roles propios de los adultos. Es aquí cuando se pasa de la seguridad
propia de la infancia a la autonomía propia de la edad adulta. Es por esto que en esta
etapa se experimenta la construcción de la identidad. El momento por el que está
atravesando el adolescente se relaciona a la crisis de identidad y la asunción de
compromisos y se les sitúa en alguno de los cuatro estados de la identidad que son:
1. La crisis de identidad:
a. se define como un periodo de desarrollo de la identidad en el cual
el adolescente debate entre diferentes alternativas significativas. El
compromiso es un componente de gran importancia en el
desarrollo de la identidad ya que el adolescente realiza una
inversión personal en lo que va a hacer.
2. La difusión de identidad:
a. se refiere a aquellos adolescentes que aún no ha experimentado
una crisis de identidad, aquellos que aún no exploran diferentes
alternativas significativas, ni han asumido compromisos.
3. La delegación de identidad:
a. se refiere a los adolescentes que ha asumido un compromiso sin
pasa por la crisis de identidad. Eso suele suceder cuando los
padres imponen compromisos a sus hijos adolescentes, la mayoría
del tiempo de una forma autoritaria. En estos casos al adolescente
no se le da la oportunidad de explorar los distintos enfoques
ideológicos y vocacionales por sí mismo.
4. La moratoria de la identidad:
a. adolescentes que están en plena crisis de identidad pero su
compromiso esta completamente ausente o solo esta vagamente
definido.
La mayoría de las veces las identidades bien desarrolladas son las de aquellos
adolescentes que atravesaron por una crisis de identidad y han asumido correctamente
un compromiso. Los padres son de gran importancia en el desarrollo de identidad del
adolescente. Varios estudios han comprobado que los padres democráticos que
4. ayudan a los adolescentes a participar en las decisiones familiares favorecen la
delegación de la identidad. Los padres permisivos, aquellos que guían poco a poco a
los adolescentes y permiten que tomen sus propias decisiones, favorecen la difusión de
la identidad.
Al mismo tiempo que la identidad, se desarrolla la autoestima de la persona. La
autoestima se define como la idea que se tiene a cerca de la valía propia como persona
y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que se
van recogiendo durante la vida. El problema de la autoestima está en la capacidad
humana de juicio. Al juzgarse y rechazarse a sí mismo se pueden dañar grandemente
las estructuras psicológicas que mantienen vivo al ser humano. La autoestima se va
desarrollando a lo largo de la vida por medio de las experiencias por las que el
individuo pasa. Las amistades juegan un gran papel aquí, ya que del modo que ellos te
traten se forjara cómo te sientes de ti mismo.
Siendo la adolescencia uno de los periodos más críticos para el desarrollo de la
autoestima, es necesario que la persona de afirme con una identidad, es decir, que
este sepa que es distinto a los demás, conocer sus posibilidades, su talento y sentirse
valioso como persona que avanza hacia un futuro. En la adolescencia se manifiestan
cambios socio-afectivos, físicos y cognoscitivos, además se desarrolla la capacidad de
reflexionar y pensar sobre uno mismo y de aceptar la imagen corporal. Al hacer esto el
adolescente se formula preguntas de cómo lo ven los demás. Es aquí cuando deja la
confianza de la infancia y comienza a separar lo que cree que es verdad sobre sí
mismo y lo que considera erróneo y así se formula sus propios conceptos sobre su
persona.
En esta etapa es cuando al adolescente más le importa la aceptación que sienta
de su familia y compañeros, entre más alta, mayores serán las posibilidades de tener
una buena autoestima. En la adolescencia tanto la familia como la escuela, los amigos,
los medios de comunicación contribuyen a moldear la autoestima. Una buena
autoestima es uno de los recursos más valiosos que puede tener un adolescente, y aun
así es uno de los recursos más escasos. Un adolescente con una buena autoestima
aprende a desarrollar relaciones gratas, está más capacitado para aprovechar
5. oportunidades que se le presenten, trabaja productivamente, sabe ser autosuficiente y
posee una mayor conciencia del rumbo que sigue. Cuando el adolescente llega a la
adultez con una buena autoestima tiene los cimientos necesarios para llevar una
existencia productiva y satisfactoria.
Aunque los adolescentes tienden a utilizar la comparación social para evaluarse
a sí mismos les cuesta trabajo admitir que la utilizan, pues consideran que es algo
indeseable. Sienten que sí reconocen su tendencia a usar la comparación social ponen
en peligro su popularidad. Basarse en la comparación social crea confusión debido la
gran cantidad de grupos de referencia que existen actualmente. El adolescente no
puede definir exactamente con quien debería compararse, con sus compañeros de
clase, adolescentes de su mismo sexo, alumnos populares, los atractivos, los atléticos.
Considerar todos estos grupos termina confundiendo al adolescente, poniendo en
riesgo su autoestima.
La autoestima es la dimensión global mediante la que se evalúa el yo.
Actualmente se ha encontrado en estudios que hay ciertos rasgos en el estilo educativo
de los padres que ayudan a los adolescentes a tener una mejor autoestima, tales
como: expresión de afecto, preocupación por los problemas del hijo, armonía en el
hogar familiar, participación en actividades familiares conjuntas, establecimiento de
normas claras y jutas y cumplimiento de las normas. En la mayoría de los
adolescentes, la baja autoestima provoca un malestar emocional temporal, pero en
algunos puede ser permanente y derivar problemas graves. La baja autoestima puede
ser causa de problemas como la depresión, suicidio, anorexia nerviosa y delincuencia.
La gravedad de la baja autoestima del individuo dependerá de condiciones difíciles en
la escuela, la vida familiar, o acontecimientos estresantes.