El tacto vaginal consiste en la introducción de los dedos en la vagina para explorar la posición del útero, el cuello uterino, la cabeza fetal y detectar posibles anomalías o pérdida de bienestar fetal. El especialista realiza también una palpación bimanual vagino-abdominal y vagino-rectal para evaluar el tamaño del útero y la presencia de quistes o gestación. El procedimiento requiere guantes lubricados y respetar la intimidad de la paciente explicándole lo que se hará y realizándolo de forma no
2. Prueba exploratoria que consiste en la
introducción de los dedos índice y medio
de la
mano del explorador en la vagina de la
paciente
para conocer:
Posición
Consistencia
Longitud
Dilatación
Descenso
Rotación
Cuello uterino
Cabeza fetal
Fuera de la gestación :
•Verifica el edo. de órganos
pélvicos
•Tamaño del útero
•Existencia de quistes
3. Situación.
Longitudinal
Transversal
Se trata de comprobar lo que la última ecografía pronosticó.
pronosticado.
Presentación.
• Cefálica
• Podálica
• Pélvica
Posición y actitud.
El especialista comprueba hacia dónde mira la cabeza del
bebé y lo flexionada que está.
Anomalías y pérdida de bienestar fetal:
• Prolapso del cordón
• Procúbito del cordón
• Incidencia del cordón
• Prolapso de extremidad
4. 1. Mano exploradora con guante fino y lubricado
2. Separar los labios y de inspeccionar
3. En el introito vaginal, se introduce el dedo índice y
medio de la mano derecha
4. Para la palpación del útero y anexos se utiliza la
palpación bimanual que sigue y complementa el tacto
vaginal y puede ser:
Palpación vagino - abdominal
Vagino –rectal
Recto -abdominal.
En la vagina analizar amplitud, longitud, estado de las
paredes – elasticidad.
5. • realizarse siempre previo
consentimiento
• Ser explicado el procedimiento a realizar
• Ejecutarse creando un clima de respeto
• Hacerse lo menos incómodo y doloroso
La OMS aconseja
realizarlos cada 4
hrs. o antes si hay
sensación de pujo.
La SEGO cada 2-4
hrs.
6. El examinador, con los
dedos
pulgar e índice, separará los
labios menores e
introducirá
los pulpejos de los dedos de
la mano enguantada. 1
Al quedar expuesta la abertura de la
vagina en la forma deseada,
situará la mano en actitud de
efectuar el tacto bimanual. 2
Este podrá ser realizado con 1 ó 2
dedos (índice y medio) según la
menor o mayor amplitud del
introito. 3
7. Para hacer el tacto bidigital, el médico
apoyará el borde cubital del dedo medio,
primero sobre la horquilla y después
sobre
la pared vaginal posterior. 4
Se van introduciendo los dedos en
vagina y se tiene en cuenta
amplitud,
la longitud, estado de las paredes,
elasticidad, temperatura y su
sensibilidad. 5
8. Exploración del cuello uterino y se
detecta por su orificio externo
y por su consistencia, su longitud es
de unos 3 a 4 cm. Se debe
precisar su posición, movilidad,
sensibilidad y alteraciones. 6
El cuerpo uterino se palpa, fundamentalmente, con la mano
que
se coloca en la porción baja del abdomen para valorar el
tamaño,
posición, consistencia, movilidad, regularidad o no de
superficie,
así como signos probables de gestación. 7
10. El tacto rectal consiste en la introducción del dedo índice a través
del canal anal, lo cual permite explorar el propio canal anal, la
ampolla rectal, las estructuras extrarrectales adyacentes y las
heces.
El tacto rectal está indicado en las siguientes situaciones:
Ante alteraciones del tránsito intestinal.
Ante la presencia de síntomas proctológicos: proctalgia,
tenesmo, rectorragia, prolapso, supuración, incontinencia fecal,
tumoraciones, prurito anal, etc.
Ante la presencia de síntomas urológicos (especialmente en el
varón)
Ante procesos en que se sospeche un origen ginecológico o
peritoneal, con el fin de valorar el fondo de saco de Douglas
(bolsa peritoneal ubicada entre el recto y el útero en la mujer y
entre el recto y la vejiga de la orina en el varón).
11. El tacto rectal está contraindicado ante la presencia
de cualquier proceso agudo ano-rectal (trombosis
hemorroidal, fisura anal, etc.).
12. Antes de llevar a cabo cualquier técnica hay que tener
preparado el material que se va a emplear, que en este caso
consiste en:
Guantes desechables.
Lubricante (con anestésico o no dependiendo de la
situación clínica). Si se está en un domicilio y no se
dispone de lubricante, éste se puede sustituir por aceite de
oliva.
Fuente de luz (para mejorar la visión de la zona explorada).
Biombo (para resguardar la intimidad del paciente).
Papel (para la higiene del paciente).
13. Separe las nalgas del paciente y enfoque la fuente de luz
sobre la zona.
Proceda a la inspección y palpación de la zona perianal y
sacrococcígea valorando la presencia de:
Tumoraciones: abscesos, hematomas, hemorroides,
prolapso rectal, etc.
Orificios fistulosos. En tal caso, proceda a la palpación
entre el orificio fistuloso y el ano, con el fin de descubrir las
induraciones que denotan el trayecto fistuloso.
Sinus pilonidales (en el periné posterior).
Procesos agudos como la trombosis hemorroidal o la fisura
anal, que contraindiquen el tacto rectal.
14. Lubrique abundantemente el ano y el dedo índice de la
mano dominante y comuníquele al paciente que va a
proceder al tacto rectal.
Con el dedo lubricado, ejerza una presión contra la
comisura anterior del orificio anal hasta que el esfínter
ceda (así se elude entrar directamente en el ano,
evitando su posible lesión).
Introduzca el dedo lentamente hasta la máxima
penetración posible.
15. Comuníquele al paciente que ya ha terminado la
exploración y que va a proceder a extraer el dedo del
canal anal.
Extraiga lentamente el dedo del canal anal y proceda a
su inspección. Observe si sale limpio o manchado con
heces (registre su color), moco, pus o sangre (roja o
melénica).
Desenfúndese, de los dos guantes que tienen puestos
en la mano dominante, el externo.
Facilítele al paciente el papel suficiente para que pueda
limpiarse la zona anal y ayúdelo si tiene dificultades
para realizar la higiene.
Quítese los guantes y lávese las manos.
16. El tapón vaginal es un método hemostático que se
utiliza en determinadas intervenciones como en la
histerectomía vaginal, cinta trans-obturadora
(TOT), así como en aquellas intervenciones en las que
se requiere una hemostasia a nivel vaginal.
Se realiza mediante la introducción de venda de gasa
a nivel vaginal, la cantidad la determina el
especialista, generando un tapón cuya presión favorece
la hemostasia postquirúrgica.