Breve panorama del relato de ciencia ficción español en la década de 1970
ALBUM FILOSOFICO
1. Institución educativa TECNICO COMERCIAL
HERNANDO NAVIA VARON
NOMBRE Y APELLIDOS: Luisa Fernanda
sinisterra Quiñónez
Materia: filosofía
Tema de álbum filosófico: otras
caracterizaciones de Sócrates
Docente: emperatriz vielma balanta
Año lectivo: 2014
2. Introducción
Este proyecto fue desarrollado con el
fin de dar a conocer que Sócrates fue
un filósofo reconocido y un gran
investigador de la naturaleza que fue
muy hábil embaucador en su trabajo.
3. Otras caracterizaciones de Sócrates
Las características de Sócrates son:
Investigador de la naturaleza
Sofista hábil embaucador
Dice cosas sin sentido
Enseña a los jóvenes a confundir lo justo con
lo injusto
Hombre bueno y sencillo
Ciudadano que defiende el pragmatismo
Intereses fundamentales y éticos
Sócrates era una persona que investigaba la
naturaleza AEREA, ERA UN SOFISTA MUY
HABIL E EMBAUCADOR QUE ANDA EN
LAS NUBES DICE COSAS SIN SENTIDO Y
CONFUNDIA A SUS ESTUDIANTES.
PLATÓN ERA UN DISCIPULO DE SÓCRATES
Y LO PRESENTA COMO UN SENCILLO Y
BUENO Y QUE DEFIENDE EL PRAGMATISO,
4. ARISTÓTELES TAMBIEN DIO OUNA
OPINION DE SÓCRATES QUE LOS
INTERESES DE EL ERAN FUNDAMENTALES
Y ÉTICOS.
BIOGRAFIAS DE FILOSOFOS
ARISTOFANES
Biografía
Vivió durante la Guerra del Peloponeso, época
que coincide con el esplendor del imperio
ateniense y su consecuente derrota a manos
de Esparta. Sin embargo, también fue
contemporáneo del resurgimiento de la
hegemonía ateniense a comienzos del siglo IV
a. C.
Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una
idea de las HOMBRE
intensas discusiones ideológicas (políticas,
filosóficas, económicas y literarias) en la
Atenas de aquella época.
5. Su postura conservadora le llevó a defender la
validez de los tradicionales mitos religiosos y
se mostró reacio ante cualquier nueva
doctrina filosófica. Especialmente conocida es
su animadversión hacia Sócrates, a quien en su
comedia Las nubes lo presenta como un
demagogo dedicado a inculcar todo tipo de
insensateces en las mentes de los jóvenes. En
el terreno artístico tampoco se caracterizó por
una actitud innovadora; consideraba el teatro
de Eurípides como una degradación del teatro
clásico.1
Obra[editar]
Desde su juventud escribió comedias. Se
conservan once obras suyas, desarrolladas con
una estructura definida en la que alternan el
diálogo y el canto:
Los acarnienses, 425 a. C.
Los caballeros, 424 a. C.
6. Las nubes, 423 a. C. Una sátira contra los
nuevos filósofos, como Sócrates.
Las avispas, 422 a. C.
La paz, 421 a. C.
Las aves, 414 a. C. Una sátira del imperialismo
ateniense.
Lisístrata, 411 a. C.
Las Tesmoforias, 411 a. C.
Las ranas, 405 a. C.
Las asambleístas, 392 a. C.
Pluto, 388 a. C.
Aristófanes presenta su primera comedia a un
certamen siendo tan joven que no la puede
hacer con su nombre, esto es más por una
cuestión tradicional ya que era perfectamente
legal. Esta pieza, hoy desaparecida, se estrenó
en el año 427 a. C. y fue llamada Los
convidados. Su segunda obra es Los
babilonios, y fue representada en 426 a. C.
Esta comedia tampoco ha llegado hasta
nuestros días.
Miscelánea
7. En honor a Aristófanes se bautizó al asteroide
2934 con su nombre.
El gesto obsceno de levantar el dedo corazón,
que muchos creeríamos contemporáneo,
aparece ya en Las Nubes, escrita cuatrocientos
años antes de Cristo. En esa comedia un
rústico al que le hablan de un verso dáctilo (en
griego, dedo) yergue el mayor y pregunta:
"¿Cuál...? ¿Éste?", con lo que seguramente
despertó las risas del público
JENOFONTE
Biografía
Nació en las cercanías de Atenas, en la región de
Ática, durante la segunda mitad del siglo V a. C.,
en el seno de una familia acomodada. Su infancia y
juventud transcurrieron durante la Guerra del
Peloponeso (431-404 a. C.), en la que participó
formando parte de las fuerzas ecuestres.
8. Recorrido de Jenofonte y la Expedición de los Diez
Mil.
Fue discípulo de Sócrates y escribió diálogos
inspirados en su persona. Durante el gobierno de
los Treinta Tiranos, Jenofonte se unió a una
expedición de mercenarios griegos a Persia
conocida como la Expedición de los Diez Mil,
contratados por el príncipe persa Ciro el Joven
(con quien trabó amistad), que se enfrentaba con
su hermano mayor Artajerjes II, el rey de Persia. A
la muerte de Ciro en la batalla de Cunaxa, la
expedición quedó abandonada a su suerte, por lo
que se tuvo que abrir paso a través de 1.500 km de
territorio hostil hasta conseguir volver a Grecia.
El relato de Jenofonte sobre esta expedición lleva
por nombre Anábasis y es su obra más conocida.
Alejandro Magno consultó durante su invasión al
Imperio aqueménida este excelente escrito, que lo
ayudó incluso a tomar serias decisiones en el
9. ataque y asedio a diferentes ciudades y
fortificaciones.
Tras regresar a Grecia, Jenofonte entra al servicio
del rey espartano Agesilao II, que comandaba un
cuerpo expedicionario griego para proteger las
ciudades griegas de Asia Menor de los persas (396
a. C.).
Sin embargo, la alianza griega pronto se rompió y
en el 394 a. C. tuvo lugar la batalla de Coronea, en
la que Esparta se enfrentó a una coalición de
ciudades griegas de la que formaba parte Atenas.
Jenofonte tomó parte en la batalla, al servicio de
Agesilao, por lo que fue desterrado de su patria. En
cualquier caso, los espartanos le distinguieron
primero con la proxenía (honores concedidos a un
huésped extranjero) y más tarde con una finca en
territorio eleo, en Escilunte, cerca de Olimpia, en
la que comenzó a escribir parte de su prolífica
obra. Aquí se le unieron su esposa, Filesia, y sus
hijos, los cuales fueron educados en Esparta.
10. En el 371 a. C. se libró la batalla de Leuctra, tras la
cual los eleos recuperaron los territorios que les
habían sido arrebatados previamente por Esparta, y
Jenofonte tuvo que trasladarse a Corinto. Al
tiempo, el poder emergente de Tebas originó una
nueva alianza espartano-ateniense contra Tebas,
por lo que le fue levantada la prohibición de volver
a su patria. Sin embargo, no hay evidencia de que
Jenofonte retornara a Atenas.
Jenofonte es considerado por algunos autores,
entre ellos Jacob Burckhardt, como partícipe de la
idea del panhelenismo, ya que, a pesar de su
simpatía por Esparta en detrimento de Atenas,
apoyó la idea de unir políticamente todas las polis
griegas.
Obras
En sus obras se manifiesta hostil hacia la
democracia ateniense y se orienta hacia formas
11. más autoritarias, como las que conoció en Esparta
y en Persia.
Históricas y biográficas
Anábasis
Ciropedia, una semblanza del rey persa Ciro II el
Grande de intención moralizante.
Helénicas, historia de la Guerra del Peloponeso
que continúa la obra inacabada de Tucídides.
Agesilao1
Sobre la constitución de los atenienses (Περὶ τῆς
Ἀθηναίων πολιτείας); obra en contra de la
situación política de Atenas.2
Obras socráticas y diálogos[editar]
Memorables3
Económico
El banquete4
Apología de Sócrates
Hierón5
12. Tratados menores[editar]
Sobre la caballería o Sobre la equitación, en el que
sienta las bases de la doma clásica.6
Hipárquico, sobre el oficial de caballería.7
Cinegético8
Ingresos9
La Constitución de los lacedemonios o La
república de los lacedemonios.10
Estilo
Como historiador, Jenofonte tiene notables
defectos: no es exhaustivo en la recogida de datos,
es olvidadizo y margina hechos de primera
importancia. Cuenta las cosas desde su propia
perspectiva.
Sus escritos son un reportaje de sus propias
experiencias en el ejército. Su escritura es fresca,
precisa, rápida, tan sólo alterada por la longitud de
algunos discursos.
13. La claridad y sencillez de sus escritos hicieron que
ganara multitud de lectores.
SÓCRATES
Biografía
Nació en la Antigua Atenas, donde vivió durante
los dos últimos tercios del siglo V a. C.,1 2 3 la
época más espléndida en la historia de su ciudad
natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de
Sofronisco —motivo por el que en su juventud lo
llamaban Σωκράτης Σωφρονίσκου (Sōkrátēs
Sōfronískou, ‘Sócrates hijo de Sofronisco’)—, de
profesión cantero, y de Fainarate, comadrona,
emparentados con Arístides el Justo.
Según Plutarco, cuando Sócrates nació su padre
recibió del oráculo el consejo de dejar crecer a su
hijo a su aire, sin oponerse a su voluntad ni
reprimirle sus impulsos.4 5 No obstante, ni
Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención
14. del oráculo, lo que hace pensar que pueda ser una
tradición popular muy posterior.4
Desde muy joven, llamó la atención de los que lo
rodeaban por la
agudeza de sus razonamientos y su facilidad de
palabra, además de la fina ironía con la que
salpicaba sus tertulias con los ciudadanos jóvenes
aristocráticos de Atenas, a quienes les preguntaba
sobre su confianza en opiniones populares, aunque
muy a menudo él no les ofrecía ninguna
enseñanza. Tuvo por maestro al filósofo Arquelao
quien lo introdujo en las reflexiones sobre la física
y la moral.[cita requerida]
Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia
noble. Según una tradición antigua, trataba muy
mal al filósofo, aunque en realidad Platón muestra,
al narrar la muerte de Sócrates en el Fedón, una
relación normal e incluso buena entre los dos.
15. Su inconformismo lo impulsó a oponerse a la
ignorancia popular y al conocimiento de los que se
decían sabios, aunque él mismo no se consideraba
un sabio, aún cuando uno de sus mejores amigos,
Querefonte, le preguntó al oráculo de Delfos si
había alguien más sabio que Sócrates, y la Pitonisa
le contestó que no había ningún griego más sabio
que él (Apología 21a). Al escuchar lo sucedido,
Sócrates dudó del oráculo, y comenzó a buscar
alguien más sabio que él entre los personajes más
renombrados de su época, pero se dio cuenta de
que en realidad creían saber más de lo que
realmente sabían. Filósofos, poetas y artistas, todos
creían tener una gran sabiduría, en cambio,
Sócrates era consciente tanto de la ignorancia que
le rodeaba como de la suya propia. Esto lo llevó a
tratar de hacer pensar a la gente y hacerles ver el
conocimiento real que tenían sobre las cosas.
Asumiendo una postura de ignorancia,
interrogaba a la gente para luego poner en
evidencia la incongruencia de sus afirmaciones; a
esto se le denominó «ironía socrática», la cual
queda expresada con su célebre frase «Solo sé que
16. no sé nada» (Ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα, hèn oîda hóti
oudèn oîda). Su más grande mérito fue crear la
mayéutica, método inductivo que le permitía
llevar a sus alumnos a la resolución de los
problemas que se planteaban por medio de hábiles
preguntas cuya lógica iluminaba el entendimiento.
Según pensaba, el conocimiento y el autodominio
habrían de permitir restaurar la relación entre el ser
humano y la naturaleza.[cita requerida]
La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple
acumulación de conocimientos, sino en revisar los
conocimientos que se tienen y a partir de ahí
construir conocimientos más sólidos.
Esto le convierte en una de las figuras más
extraordinarias y decisivas de toda la historia;
representa la reacción contra el relativismo y
subjetivismo sofista, y es un singular ejemplo de
unidad entre teoría y conducta, entre pensamiento
y acción. A la vez, fue capaz de llevar tal unidad al
17. plano del conocimiento, al sostener que la virtud
es conocimiento y el vicio ignorancia.
El poder de su oratoria y su facultad de expresión
pública eran su fuerte para conseguir la atención
de las personas.
Sócrates no escribió ninguna obra porque creía
que cada uno debía desarrollar sus propias ideas.
Conocemos en parte sus ideas desde los
testimonios de sus discípulos: Platón, Jenofonte,
Aristipo y Antístenes, sobre todo. Tales
testimonios no son convergentes, por lo que no
resulta fácil conocer cuál fue el verdadero
pensamiento de Sócrates.[cita requerida]
Además de los discípulos mencionados, tuvo otros
discípulos y oyentes, entre los que pueden
recordarse a Euclides de Megara, Fedón de Elis y
Esquines de Esfeto.
18. Muerte[editar]
El envenenamiento por cicuta era un método
empleado habitualmente por los griegos para
ejecutar las sentencias de pena de muerte. Sócrates
fue juzgado y, declarado culpable, cumplió esta
pena en el año 399 a. C.
Murió a los 70 años de edad, aceptando
serenamente esta condena, método elegido por un
tribunal que le juzgó por no reconocer a los dioses
atenienses y corromper a la juventud. Según relata
Platón en la Apología que dejó de su maestro, éste
pudo haber eludido la condena, gracias a los
amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla
y morir.
A su muerte surgen las escuelas socráticas, la
Academia Platónica, las menores, dos de moral y
dos de dialéctica, que tuvieron en común la
búsqueda de la virtud a través del conocimiento de
lo bueno.[cita requerida]
19. Platón no pudo asistir a los últimos instantes y
éstos fueron reconstituidos en el Fedón, según la
narración de varios discípulos. Aquí está el paso
que describe los síntomas:
La muerte de Sócrates. Óleo de Jacques-Louis
David de 1787.
Él paseó, y cuando dijo que le pesaban las piernas,
se tendió boca arriba, pues así se lo había
aconsejado el individuo. Y al mismo tiempo el que
le había dado el veneno lo examinaba cogiéndole
de rato en rato los pies y las piernas, y luego,
apretándole con fuerza el pie, le preguntó si lo
sentía, y él dijo que no. Y después de esto hizo lo
mismo con sus pantorrillas, y ascendiendo de este
modo nos dijo que se iba quedando frío y rígido.
Mientras lo tanteaba nos dijo que, cuando eso le
llegara al corazón, entonces se extinguiría.
20. Ya estaba casi fría la zona del vientre, cuando
descubriéndose, pues se había tapado, nos dijo, y
fue lo último que habló:
—Critón, le debemos un gallo a Asclepio. Así que
págaselo y no lo descuides.
—Así se hará, dijo Critón. Mira si quieres algo
más.
Pero a esta pregunta ya no respondió, sino que al
poco rato tuvo un estremecimiento, y el hombre
lo descubrió, y él tenía rígida la mirada. Al verlo,
Critón le cerró la boca y los ojos.
Este fue el fin, Equécrates, que tuvo nuestro
amigo, el mejor hombre, podemos decir nosotros,
de los que entonces conocimos, y, en modo muy
destacado, el más inteligente y el más justo.
FILOSOFOS IMPORTANTES