3.1 Conocimiento científico y juicio de valor.
-La revolución cognitiva.
-Del estudio de la mente al estudio del cerebro.
-Educación y cerebro.
-Distancia entre ciencia y práctica.
1. 3.1 Conocimiento científico y juicio de valor.
3.2 La revolución cognitiva.
3.3 Del estudio de la mente al estudio del
cerebro.
3.4 Educación y cerebro.
3.5 Distancia entre ciencia y práctica.
2. “Cualquiera puede hacer historia.
Solamente un gran hombre puede
escribirla”. Oscar Wilde
3. A mediados del siglo XX se hallaban en camino de
ser develados dos de los mayores misterios de la
época antigua: la naturaleza de la materia física y
de la materia viva. Pero aún debía alcanzarse una
elucidación semejante para un tercer misterio que
también fascinó a los antiguos: el enigma de la
mente humana. (Gardner, 1996).
Aquí comienza un camino que data de épocas
antiguas, de ideas innatas, que asociamos con los
griegos. Ya a comienzos de la Edad Moderna,
Descartes se presenta como el antecedente
filosófico de la ciencia cognitiva, quien otorgó un
lugar de privilegio a la mente, la cual concebía las
ideas de los individuos (Carpio, l974). Como vemos,
este interés por el estudio de la mente no es tan
reciente, sin embargo, se vio retrasado por diferentes
causas.
4. La actividad cognitiva es un proceso
múltiple e interactivo que involucra
armónicamente a todas las funciones
mentales, como percepción, memoria,
pensamiento, lenguaje, creatividad,
imaginación, intuición ,interés ,atención,
motivación, conciencia e incluso
creencias, valores, emociones, etc. El
sujeto matiza de significado a las partes
de la realidad que más le signifiquen e
interesen.
6. Lóbulo Occipital (rojo). En
el lóbulo occipital reside la
corteza visual y por lo tanto
está implicado en nuestra
capacidad para ver e
interpretar lo que vemos.
Lóbulo Parietal (amarillo). El
lóbulo parietal tiene un
importante papel en el
procesamiento de la
información sensorial
procedente de varias
partes del cuerpo, el
conocimiento de los
números y sus relaciones y
en la manipulación de los
objetos.
Lóbulo Temporal (verde). Las
principales funciones que residen
en el lóbulo temporal tienen que
ver con la memoria. El lóbulo
temporal dominante está
implicado en el recuerdo de
palabras y nombres de los
objetos. El lóbulo temporal no
dominante, por el contrario, está
implicado en nuestra memoria
visual (caras, imágenes,…).
Lóbulo Frontal (azul). El lóbulo
frontal se relaciona con el control
de los impulsos, el juicio, la
producción del lenguaje, la
memoria funcional (de trabajo,
de corto plazo), funciones
motoras, comportamiento sexual,
socialización y espontaneidad.
Los lóbulos frontales asisten en la
planificación, coordinación,
control y ejecución de las
conductas
7. La parte derecha está
relacionada con la expresión
no verbal. Está demostrado
que en él se ubican la
percepción u orientación
espacial, la conducta
emocional (facultad para
expresar y captar emociones),
facultad para controlar los
aspectos no verbales de la
comunicación, intuición,
reconocimiento y recuerdo
de caras, voces y melodías. El
cerebro derecho piensa y
recuerda en imágenes.
Diversos estudios han
demostrado que las personas
en las que su hemisferio
dominante es el derecho
estudian, piensan, recuerdan
y aprenden en imágenes,
como si se tratara de una
película sin sonido. Estas
personas son muy creativas y
tienen muy desarrollada la
imaginación.
Es el hemisferio del caos, no
del orden; es el hemisferio de
la poesía, no de la prosa; es el
hemisferio del amor, no de la
lógica. Tiene una gran
capacidad para la belleza,
tiene una gran penetración
para la originalidad; pero no
es eficiente, no puede ser
eficiente.
8. Si esta zona se daña se
produce una dificultad
para expresar y
comprender el lenguaje..
Además de la función
verbal, el hemisferio
izquierdo tiene otras
funciones como
capacidad de análisis,
capacidad de hacer
razonamientos lógicos,
abstracciones, resolver
problemas numéricos,
aprender información
teórica, hacer
deducciones...
El hemisferio izquierdo es el de
la mente no creativa.
Es muy capaz técnicamente
pero en lo que se refiere a la
creatividad es absolutamente
impotente.
Sólo puede hacer algo una
vez que lo haya aprendido: y
lo puede hacer todo de un
modo muy eficiente,
perfectamente; es mecánico.
El hemisferio izquierdo es el
hemisferio racional, lógico,
matemático. Es el hemisferio
del cálculo, el ingenio, la
disciplina, el orden..
9. En 1999, la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) puso en marcha el
proyecto “Learning Sciences and Brain Research”
con el propósito de fomentar la colaboración entre
neurólogos y educadores.
El cerebro es nuestro gran órgano de aprendizaje y
conviene aprovechar con fines educativos lo que la
ciencia descubra. Podemos considerar que educar
es, ante todo, ayudar a que el niño desarrolle y
organice bien su cerebro. Dicho así, parece una
descripción tosca y poco poética de la educación,
pero no hay que olvidar que la memoria, los hábitos,
los sentimientos, tienen su sede en el cerebro
10. Al nacer, el cerebro del niño no es una
página en blanco, en la que podamos
escribir cualquier cosa. Nace con una
serie de predisposiciones genéticas,
sobre las cuales actúa la educación.
Las experiencias que el niño recibe van
configurando su cerebro, y, con ello, su
manera de sentir, pensar, y actuar.
11. El cerebro del niño tiene una
gran plasticidad. Se acomoda a las
circunstancias, a la situación, a las
experiencias. Aunque durante los
primeros años esta plasticidad es mayor,
el cerebro nunca la pierde del todo. Por
eso podemos seguir aprendiendo
siempre. Cada vez que aprendemos
algo, nuestro cerebro cambia.