El documento describe tres tipos principales de relieve romano: 1) El relieve decorativo que adornaba templos y otros edificios con motivos alegóricos y de la naturaleza. 2) El relieve histórico conmemorativo que narraba victorias militares e historia imperial como en el Arco de Tito y la Columna de Trajano. 3) El relieve funerario que decoraba tumbas con retratos, escenas mitológicas o militares como en los sarcófagos.