3. PRÓLOGO
SE DA UNA VETA de creación muy especial
en Neruda, como ocurre frecuentemente
en él. Las odas, todas las odas, constituyen
un increíble manantial de fuerza creadora,
dentro de una vitalidad propia y una lúcida
coherencia.
Es un gran inventario, un nombrar
y replantear objetos, oficios, aves, peces e
infinidad de elementos. Hay odas a per-
sonajes, a ciudades, sin desdeñar odas tan
simples como la “Oda al hilo” y las muy
famosas “Oda al caldillo de congrio” y “Oda
al hombre sencillo”.
El primer libro de odas, titulado
Odas elementales, fue publicado por prime-
ra vez en julio de 1954, y este ejemplar que
usted, lector, tiene en su mano, corresponde
a esa versión, corregida directamente por el
poeta.
Nota del Editor
4. ODAS ELEMENTALES 9
EL HOMBRE INVISIBLE
Yo me rió
me sonrió
de los viejos poetas,
yo adoro toda
la poesía escrita,
todo el rocío,
luna, diamante, gota
de plata sumergida,
que fue mi antiguo hermano,
agregando a la rosa,
pero
me sonrió,
siempre dicen “yo”,
a cada paso
les sucede algo,
es siempre “yo”
por las calles
sólo ellos andan
o la dulce que aman,
nadie más,
no pasan pescadores,
ni libreros,
no pasan albañiles,
nadie se cae
de un andamio,
5. 10 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 11
nadie sufre, es decir,
nadie ama, contra la poesía,
sólo mi pobre hermano, y mi hermano
el poeta, el poeta
a él le pasan estaba enamorado,
todas las cosas o sufría
y a su dulce querida, porque sus sentimientos
nadie vive son marinos,
sino él solo, ama los puertos
nadie llora de hambre remotos, por sus nombres,
o de ira, y escribe sobre océanos
nadie sufre en sus versos que no conoce,
porque no puede junto a la vida, repleta
pagar el alquiler, como el maíz de granos,
a nadie en poesía él pasa sin saber
echan a la calle desgranarla,
con camas y con sillas él sube y baja
y en las fábricas sin tocar la tierra,
tampoco pasa nada, o a veces
no pasa nada, se siente profundísimo
se hacen paraguas, copas, y tenebroso,
armas, locomotoras, él es tan grande
se extraen minerales que no cabe en sí mismo,
rascando el infierno, se enreda y desenreda,
hay huelga, se declara maldito,
vienen soldados, lleva con gran dificultad la cruz
disparan, de las tinieblas,
disparan contra el pueblo, piensa que es diferente
6. 12 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 13
a todo el mundo, y de sus alegrías,
todos los días come pan todos pasan y todos
pero no ha visto nunca me dicen algo,
un panadero y cuántas cosas hacen!
ni ha entrado a un sindicato cortan maderas,
de panificadores, suben hilos eléctricos,
y así mi pobre hermano amasan hasta tarde en la noche
se hace oscuro, el pan de cada día,
se tuerce y retuerce con una lanza de hierro
y se halla perforan las entrañas
interesante, de la tierra
interesante, y convierten el hierro
ésta es la palabra, en cerraduras,
yo no soy superior suben al cielo y llevan
a mi hermano cartas, sollozos, besos,
pero sonrío, en cada puerta
porque voy por las calles hay alguien
y sólo yo no existo, nace alguno,
la vida corre o me espera la que amo,
como todos los ríos, y yo paso y las cosas
yo soy el único me piden que las cante,
invisible, yo no tengo tiempo,
no hay misteriosas sombras, debo pensar en todo,
no hay tinieblas, debo volver a casa,
todo el mundo me habla, pasar al Partido,
me quieren contar cosas, qué puedo hacer,
me hablan de sus parientes, todo me pide
de sus miserias que hable,
7. 14 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 15
todo me pide de noche y de día
que cante y cante siempre, debo anotar lo que pasa,
todo está lleno y no olvidar a nadie.
de sueños y sonidos, Es verdad que de pronto
la vida es una caja me fatigo
llena de cantos, se abre y miro las estrellas,
y vuela y viene me tiendo en el pasto, pasa
una bandada un insecto color de violín,
de pájaros pongo el brazo
que quieren contarme algo sobre un pequeño seno
descansando en mis hombros, o bajo la cintura
la vida es una lucha de la dulce que amo,
como un río que avanza y miro el terciopelo
y los hombres duro
quieren decirme, de la noche que tiembla
decirte, con sus constelaciones congeladas,
por que luchan, entonces
si mueren, siento subir a mi alma
por qué mueren, la ola de los misterios,
y yo paso y no tengo la infancia,
tiempo para tantas vidas, el llanto en los rincones,
yo quiero la adolescencia triste,
que todos vivan y me da sueño,
en mi vida y duermo
y canten en mi canto, como un manzano,
yo no tengo importancia, me quedo dormido
no tengo tiempo de inmediato
para mis asuntos, con las estrellas o sin las estrellas,
8. 16 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 17
con mi amor o sin ella, la soledad no tiene
y cuando me levanto flor ni fruto.
se fue la noche, Dadme para mi vida
la calle ha despertado antes que yo, todas las vidas,
a su trabajo dadme todo el dolor
van las muchachas pobres, de todo el mundo,
los pescadores vuelven yo voy a transformarlo
del océano, en esperanza.
los mineros Dadme
van con zapatos nuevos todas las alegrías,
entrando en la mina, aun las más secretas,
todo vive, porque si así no fuera,
todos pasan, cómo van a saberse?
andan apresurados, Yo tengo que contarlas,
y yo tengo apenas tiempo dadme
para vestirme, las luchas
yo tengo que correr: de cada día
ninguno puede porque ellas son mi canto,
pasar sin que yo sepa y así andaremos juntos,
adónde va, qué cosa codo a codo,
le ha sucedido. todos los hombres,
No puedo mi canto los reúne:
sin la vida vivir, el canto del hombre invisible
sin el hombre ser hombre que canta con todos los hombres.
y corro y veo y oigo
y canto,
las estrellas no tienen
nada que ver conmigo,
9. 18 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 19
ODA AL AIRE una cosa te pido,
no te vendas.
Andando en un camino
El agua se vendió
encontré al aire,
y de las cañerías
lo saludé y le dije
en el desierto
con respeto:
he visto
“Me alegro
terminarse las gotas
de que por una vez
y el mundo pobre, el pueblo
dejes tu transparencia,
caminar con su sed
así hablaremos”.
tambaleando en la arena.
Él incansable,
Vi la luz de la noche
bailó, movió las hojas,
racionada,
sacudió con su risa
la gran luz en la casa
el polvo de mis suelas,
y levantando toda de los ricos.
su azul arboladura, Todo es aurora en los
su esqueleto de vidrio, nuevos jardines suspendidos,
sus párpados de brisa, todo es oscuridad
inmóvil como un mástil en la terrible
se mantuvo escuchándome. sombra del callejón.
Yo le besé su capa De allí la noche,
de rey del cielo, madre madrastra,
me envolví en su bandera sale
de seda celestial con un puñal en medio
y le dije: de sus ojos de búho,
monarca o camarada, y un grito, un crimen,
hilo, corola o ave, se levantan y apagan
no sé quién eres, pero tragados por la sombra.
10. 20 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 21
No, aire, por eso eres
no te vendas, transparente,
que no te canalicen, para que vean
que no te entuben, lo que vendrá mañana,
que no te encajen por eso existes,
ni te compriman, aire,
que no te hagan tabletas, déjate respirar,
que no te metan en una botella, no te encadenes,
cuidado! no te fíes de nadie
llámame, que venga en automóvil
cuando me necesites, a examinarte,
yo soy el poeta hijo déjalos,
de pobres, padre, tío, ríete de ellos,
primo, hermano carnal vuélales el sombrero,
y concuñado no aceptes
de los pobres, de todos, sus proposiciones,
de mi patria y las otras, vamos juntos
de los pobres que viven junto al río bailando por el mundo,
y de los que en la altura derribando las flores
de la vertical cordillera del manzano,
pican piedra, entrando en las ventanas,
clavan tablas, silbando juntos,
cosen ropa, silbando
cortan leña, melodías
muelen tierra, de ayer y de mañana,
y por eso ya vendrá un día
yo quiero que respiren, en que libertaremos
tú eres lo único que tienen, la luz y el agua,
11. 22 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 23
la tierra, el hombre, una pequeña cúpula,
y todo para todos se mantuvo
será, como tú eres. impermeable
Por eso, ahora, bajo
cuidado! sus escamas,
y ven conmigo, a su lado
nos queda mucho los vegetales locos
que bailar y cantar, se encresparon,
vamos se hicieron
a lo largo del mar, zarcillos, espadañas,
a lo alto de los montes, bulbos conmovedores,
vamos en el subsuelo
donde esté floreciendo durmió la zanahoria
la nueva primavera de bigotes rojos,
y en un golpe de viento la viña
y canto resecó los sarmientos
repartamos las flores, por donde sube el vino,
el aroma, los frutos, la col
el aire se dedicó
de mañana. a probarse faldas,
el orégano
a perfumar el mundo,
ODA A LA ALCACHOFA y la dulce
alcachofa
La alcachofa
allí en el huerto,
de tierno corazón
vestida de guerrero,
se vistió de guerrero,
bruñida
erecta, construyó
como una granada,
12. 24 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 25
orgullosa, no le teme,
y un día la examina, la observa
una con otra contra la luz como si fuera un huevo,
en grandes cestos la compra,
de mimbre, caminó la confunde
por el mercado en su bolsa
a realizar su sueño: con un par de zapatos,
la milicia. con un repollo y una
En hileras botella
nunca fue tan marcial de vinagre
como en la feria, hasta
los hombres que entrando a la cocina
entre las legumbres la sumerge en la olla.
con sus camisas blancas Así termina
eran en paz
mariscales esta carrera
de las alcachofas, del vegetal armado
las filas apretadas, que se llama alcachofa,
las voces de comando, luego
y la detonación escama por escama
de una caja que cae, desvestimos
pero la delicia
entonces y comemos
viene la pacífica pasta
María de su corazón verde.
con su cesto,
escoge
una alcachofa,
13. 26 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 27
ODA A LA ALEGRÍA sobre la boca amada
un triste beso.
Alegría,
Aún es temprano.
hoja verde
Déjame arrepentirme.
caída en la ventana,
Pensé que solamente
minúscula
si quemaba
claridad
mi corazón
recién nacida,
la zarza del tormento,
elefante sonoro,
si mojaba la lluvia
deslumbrante
mi vestido
moneda,
en la comarca cárdena del luto,
a veces
si cerraba
ráfaga quebradiza,
los ojos a la rosa
pero
más bien y tocaba la herida,
pan permanente, si compartía todos los dolores,
esperanza cumplida, yo ayudaba a los hombres.
deber desarrollado. No fui justo.
Te desdeñé, alegría. Equivoqué mis pasos
Fui mal aconsejado. y hoy te llamo, alegría.
La luna
me llevó por sus caminos. Como la tierra
Los antiguos poetas eres
me prestaron anteojos necesaria.
y junto a cada cosa
un nimbo oscuro Como el fuego
puse, sustentas
sobre la flor una corona negra, los hogares.
14. 28 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 29
Como el pan A las islas iremos,
eres pura. a los mares.
A las minas iremos,
Como el agua de un río a los bosques.
eres sonora. No sólo leñadores solitarios,
pobres lavanderas
Como una abeja o erizados, augustos
repartes miel volando. picapedreros,
me van a recibir con tus racimos,
Alegría, sino los congregados,
los reunidos,
fui un joven taciturno,
los sindicatos de mar o madera,
hallé tu cabellera
los valientes muchachos
escandalosa.
en su lucha.
No era verdad, lo supe
Contigo por el mundo!
cuando en mi pecho
Con mi canto!
desató su cascada.
Con el vuelo entreabierto
de la estrella,
Hoy, alegría, y con el regocijo
encontrada en la calle, de la espuma!
lejos de todo libro, Voy a cumplir con todos
acompáñame: porque debo
contigo, a todos mi alegría.
quiero ir de casa en casa,
quiero ir de pueblo en pueblo, No se sorprenda nadie porque quiero
de bandera en bandera. entregar a los hombres
No eres para mí solo. los dones de la tierra,
15. 30 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 31
porque aprendí luchando Amor,
que es mi deber terrestre con una gota,
propagar la alegría. aunque caiga
Y cumplo mi destino con mi canto. durante toda y toda
la nocturna
primavera
ODA AL AMOR no se forma el océano
Amor, hagamos cuentas. y me quedé desnudo,
A mi edad solitario, esperando.
no es posible
engañar o engañarnos. Pero, he aquí que aquella
que pasó por mis brazos
Fui ladrón de caminos,
como una ola,
tal vez,
aquella
no me arrepiento.
que sólo fue un sabor
Un minuto profundo,
de fruta vespertina,
una magnolia rota
de pronto
por mis dientes
parpadeó como estrella,
y la luz de la luna
ardió como paloma
celestina.
y la encontré en mi piel
Muy bien, pero, el balance?
desenlazándose
La soledad mantuvo
como la cabellera de una hoguera.
su red entretejida
Amor, desde aquel día
de fríos jazmineros
todo fue más sencillo.
y entonces
Obedecí las órdenes
la que llegó a mis brazos
que mi olvidado corazón me daba
fue la reina rosada
y apreté su cintura
de las islas.
y reclamé su boca
16. 32 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 33
con todo el poderío de interminable luz, el hilo de oro,
de mis besos, el pan de su fragancia
como un rey que arrebata que son sencillamente, Amor, mi vida.
con un ejército desesperado
una pequeña torre donde crece
la azucena salvaje de su infancia. ODA AL ÁTOMO
Por eso, Amor, yo creo Pequeñísima
que enmarañado y duro estrella,
puede ser tu camino, parecías
pero que vuelves para siempre
de tu cacería enterrada
y cuando enciendes en el metal: oculto,
otra vez el fuego, tu diabólico
como el pan en la mesa,
fuego.
así, con sencillez,
Un día
debe estar lo que amamos.
golpearon
Amor, eso me diste.
en la puerta
Cuando por vez primera
minúscula:
ella llegó a mis brazos
era el hombre.
pasó como las aguas
Con una
en una despeñada primavera.
descarga
Hoy
te desencadenaron,
la recojo.
viste el mundo,
Son angostas mis manos pequeñas
saliste
las cuencas de mis ojos
por el día,
para que ellas reciban
recorriste
su tesoro,
ciudades,
la cascada
17. 34 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 35
tu gran fulgor llegaba y entonces
a iluminar las vidas, el guerrero
eras te guardó en su chaleco
una fruta terrible, como si fueras sólo
de eléctrica hermosura, píldora
venías norteamericana,
a apresurar las llamas y viajó por el mundo
del estío, dejándote caer
y entonces en Hiroshima.
llegó
armado Despertamos.
con anteojos de tigre
y armadura, La aurora
con camisa cuadrada, se había consumido.
sulfúricos bigotes, Todos los pájaros
cola de puerco espín, cayeron calcinados.
llegó el guerrero Un olor
y te sedujo: de ataúd,
duerme, gas de las tumbas,
te dijo, tronó por los espacios.
enróllate, Subió horrenda
átomo, te pareces la forma del castigo
a un dios griego, sobrehumano,
a una primaveral hongo sangriento, cúpula,
modista de París, humareda,
acuéstate espada
en mi uña, del infierno.
entra en esta cajita, Subió quemante el aire
18. 36 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 37
y se esparció la muerte Así, de tu refugio,
en ondas paralelas, del secreto
alcanzando manto de piedra
a la madre dormida en que el fuego dormía
con su niño, te sacaron,
al pescador del río chispa enceguecedora,
y a los peces, luz rabiosa,
a la panadería a destruir las vidas,
y a los panes, a perseguir lejanas existencias,
al ingeniero bajo el mar,
y a sus edificios, en el aire,
todo en las arenas,
fue polvo en el último
que mordía, recodo de los puertos,
aire a borrar
asesino. las semillas,
a asesinar los gérmenes,
La ciudad a impedir la corola,
desmoronó sus últimos alvéolos, te destinaron, átomo,
cayó, cayó de pronto, a dejar arrasadas
derribada, las naciones,
podrida, a convertir el amor en negra pústula,
los hombres a quemar amontonados corazones
fueron súbitos leprosos, y aniquilar la sangre.
tomaban
la mano de sus hijos Oh chispa loca,
y la pequeña mano vuelve
se quedaba en sus manos. a tu mortaja,
19. 38 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 39
entiérrate a la velocidad de la alegría,
en tus mantos minerales, vuelve al recinto
vuelve a ser piedra ciega, de la naturaleza,
desoye a los bandidos, ponte a nuestro servicio,
colabora y en vez de las cenizas
tú, con la vida, con la agricultura, mortales
suplanta los motores, de tu máscara,
eleva la energía, en vez de los infiernos desatados
fecunda los planetas. de tu cólera,
Ya no tienes en vez de la amenaza
secreto, de tu terrible claridad, entréganos
camina tu sobrecogedora
entre los hombres rebeldía
sin máscara para los cereales,
terrible, tu magnetismo desencadenado
apresurando el paso para fundar la paz entre los hombres,
y extendiendo y así no será infierno
los pasos de los frutos, tu luz deslumbradora,
separando sino felicidad,
montañas, matutina esperanza,
enderezando ríos, contribución terrestre.
fecundando,
átomo,
desbordada
copa
cósmica,
vuelve
a la paz del racimo,
20. 40 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 41
ODA A LAS AVES DE CHILE de aterradora altura,
silenciosas estirpes
Aves de Chile, de plumaje negro, asesinas,
nacidas estrellas sanguinarias.
entre la cordillera y las espumas, En la costa
aves hambrientas, la espuma sube al ala.
pájaros sombríos, Acida luz
cernícalos, halcones, salpica
águilas de las islas, el vuelo
cóndores coronados por la nieve, de las aves marinas,
pomposos buitres enlutados, rozando el agua cruzan
devoradores de carroña, migratorias,
dictadores del cielo, cierran de pronto
aves amargas, el vuelo
buscadoras de sangre, y caen como flechas
nutridas con serpientes, sobre el volumen verde.
ladronas,
Yo navegué sin tregua
brujas del monte,
las orillas,
sangrientas
el desdentado litoral, la calle
majestades,
entre las islas
admiro
del océano,
vuestro vuelo.
el grande mar Pacífico,
Largo rato interrogo rosa azul de pétalos rabiosos,
el espacio extendido y en el Golfo de Penas
buscando el movimiento el cielo
de las alas: y el albatros,
allí estáis, la soledad del aire y su medida,
naves negras la ola negra del cielo.
21. 42 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 43
Más allá, el queltehue
sacudido que al elevar el vuelo
por olas y por alas, despliega su abanico
cormoranes, de nieve blanca y negra,
gaviotas y piqueros, el canastero y el matacaballo,
el océano vuela, el fringilo dorado,
las abruptas el jacamar y el huilque,
rocas golpeadas por el mar se mueven la torcaza,
palpitantes de pájaros, el chincol y el chirigüe,
se desborda la luz, el crecimiento, la tenca cristalina,
atraviesa los mares hacia el norte el zorzal suave,
el vuelo de la vida. el jilguero que danza sobre el hilo
de la música pura,
Pero no sólo mares el cisne austral, nave
o tempestuosas de plata
cordilleras andinas y enlutado terciopelo,
procreadoras la perdiz olorosa y el relámpago
de pájaros terribles, de los fosforescentes picaflores.
eres, En la suave cintura de mi patria,
oh delicada patria mía: entre las monarquías iracundas
entre tus brazos verdes se deslizan del volcán y el océano,
las diucas matutinas, aves de la dulzura,
van a misa tocáis el sol, el aire,
vestidas con sus mantos diminutos, sois el temblor de un vuelo en el verano
tordos ceremoniales del agua a mediodía,
y metálicos loros, rayos de luz violeta en la arboleda,
el minúsculo campanitas redondas,
sietecolores de los pajonales, pequeños aviadores polvorientos
22. 44 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 45
que regresan del polen,
Y en las ollas
buzos en la espesura de la alfalfa.
chilenas,
en la costa,
Oh vivo vuelo!
nació el caldillo
Oh viviente hermosura! grávido y suculento,
provechoso.
Oh multitud del trino. Lleven a la cocina
Aves de Chile, huracanadas el congrio desollado,
naves carniceras su piel manchada cede
o dulces y pequeñas como un guante
criaturas y al descubierto queda
de la flor y de las uvas, entonces
vuestros nidos construyen el racimo del mar,
la fragante unidad del territorio: el congrio tierno
vuestras vidas errantes reluce
son el pueblo del cielo ya desnudo,
que nos canta, preparado
vuestro vuelo para nuestro apetito.
reúne las estrellas de la patria. Ahora
recoges
ajos,
ODA AL CALDILLO DE CONGRIO acaricia primero
En el mar ese marfil
tormentoso precioso,
de Chile huele
vive el rosado congrio, su fragancia iracunda,
gigante anguila entonces
de nevada carne. deja el ajo picado
23. 46 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 47
caer con la cebolla lentamente
y el tomate entregar el tesoro
hasta que la cebolla hasta que en el caldillo
tenga color de oro. se calienten
Mientras tanto las esencias de Chile,
se cuecen y a la mesa
con el vapor lleguen recién casados
los regios los sabores
camarones marinos del mar y de la tierra
y cuando ya llegaron para que en ese plato
a su punto, tú conozcas el cielo.
cuando cuajó el sabor
en una salsa
formada por el jugo ODA A UNA CASTAÑA EN EL
del océano SUELO
y por el agua clara
Del follaje erizado
que desprendió la luz de la cebolla,
caíste
entonces
completa,
que entre el congrio
de madera pulida,
y se sumerja en gloria,
de lúcida caoba,
que en la olla
se aceite, lista
se contraiga y se impregne. como un violín que acaba
Ya sólo es necesario de nacer en la altura,
dejar en el manjar y cae
caer la crema ofreciendo sus dones encerrados,
como una rosa espesa, terminando en secreto
y al fuego entre pájaros y hojas,
24. 48 PABLO NERUDA ODAS ELEMENTALES 49
escuela de la forma, Caíste
linaje de la leña y de la harina, golpeando
instrumento ovalado el suelo
que guarda en su estructura pero
delicia intacta y rosa comestible. nada pasó,
En lo alto abandonaste la hierba
el erizado erizo siguió temblando, el viejo
que entreabrió sus espinas castaño susurró como las bocas
en la luz del castaño, de toda una arboleda,
por esa partidura cayó una hoja del otoño rojo,
viste al mundo, firme siguieron trabajando
pájaros las horas en la tierra.
llenos de sílabas, Porque eres
sólo
rocío
una semilla,
con estrellas,
castaño, otoño, tierra,
y abajo
agua, altura, silencio
cabezas de muchachos
prepararon el germen,
y muchachas,
la harinosa espesura,
hierbas que tiemblan sin reposo,
los párpados maternos
humo que sube y sube.
que abrirán, enterrados,
Te decidiste,
de nuevo hacia la altura
castaña,
la magnitud sencilla
y saltaste a la tierra,
de un follaje,
bruñida y preparada, la oscura trama húmeda
endurecida y suave de unas nuevas raíces,
como un pequeño seno las antiguas y nuevas dimensiones
de las islas de América. de otro castaño en la tierra.