2.
Se cita con poca frecuencia.
Secuestro en la actualidad.
Reacciones contrastantes.
Las personas hablan con indiferencia.
Desprecio.
Verdadero odio.
El SE conexión afectiva positiva.
El SE es una forma de reacción y de conducta.
El SE no es considerado un proceso morboso.
3.
Fenómeno o proceso de forma singular.
Reacción o conducta individual
No generalizada ni generalizable.
Mecanismos de defensa.
Proceso de regresión.
Identificación proyectiva.
4.
Kristin y Patricia Hearst, las jóvenes
secuestradas en Estocolmo y mantenidas
como rehenes por grupos de delincuentes
comunes, las cuales a lo largo del encierro
parece que se «enamoraron» de su
secuestrador, llegando a solidarizarse con sus
ideales y objetivos hasta el extremo de
participar posteriormente, una de ellas, en
uno de los atracos que aquél llevó a cabo.
5.
Estados emocionales puedan producirse
desencadenarse sentimientos, reacciones
conductas peculiares, cuando no patológicas.
y
y
Otras veces, más que de sensaciones o simples
sentimientos, se trata de pautas más o menos
patológicas y complejas de conducta.
6.
La persona secuestrada por el miedo o en busca de
ventajas, se identifica con su secuestrador.
Frecuentemente tienen una personalidad débil
cuyos sentimientos de miedo y de amenaza
prolongados y propios de la situación de secuestro
le imposibilitarían afrontar los hechos.
7.
Dicho proceso se completaría, a su vez, con una
secundaria racionalización.
El protagonista explicaría y daría razón de su
comportamiento,
cayendo
en
valoraciones
fundadas en argumentos morales o de justicia
social.
Sentimientos «amorosos», ante las palabras y las
«cualidades» del secuestrador, llegando en algunos
casos a salir en su defensa.
8.
La conducta que nos ocupa corresponde más a una
vertiente psicológica que médica y psiquiátrica.
El síndrome de Estocolmo no figura en las
clasificaciones vigentes de los trastornos mentales y
del comportamiento.
Prácticamente no aparece en tratados de psiquiatría
y psicopatología.
Se cita de forma marginal y muy escueta.
“Relaciones Traumáticas”
9.
Lo dicho subraya, a nuestro entender, el interés psicológico
de estas conductas -campo todavía pendiente de estudio por
quienes se ocupan de la victimología.
Conductas determinadas por un complejo proceso
psicodinámico individual y que se producen en el marco de
unos perfiles culturales y sociales en cada caso distintos, sin
olvidar las influencias de contenidos axiológicos y morales
que pueden encontrarse en cada persona.
11.
Condición psíquica que afecta a un turista o un habitante
de Jerusalén.
Tiene el carácter de una psicosis y se exterioriza con
signos de delirios.
El afectado se identifica completamente con un personaje
de la historia sagrada del Antiguo o del Nuevo Testamento
y actúa como tal.
Muchos personajes de la Biblia son objeto de una
identificación de este tipo, como por ejemplo Moisés o el
rey David del Antiguo Testamento, o Jesús de Nazaret y
Juan el Bautista del Nuevo Testamento.
12.
Habitualmente los hombres emulan personajes
masculinos de la Biblia y las mujeres, personajes
femeninos.
La confesión religiosa también es importante, puesto
que los judíos imitan a personajes del Antiguo
Testamento, y los cristianos suelen imitar a los del
Nuevo.
No se han dado casos entre musulmanes.
La identificación es completa y suele ir acompañada
por prédicas públicas y plegarias con enfermos.
Muchos de los afectados acostumbran a pasearse
vestidos con túnicas o sábanas.
14.
El síndrome de Stendhal (también denominado Síndrome
de Florencia o "estrés del viajero") es una enfermedad
psicosomática que causa un elevado ritmo cardíaco,
vértigo, confusión , temblor, palpitaciones, depresiones e
incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a
obras de arte, especialmente cuando éstas son
particularmente bellas o están expuestas en gran número
en un mismo lugar.
Más allá de su incidencia clínica como enfermedad
psicosomática, el síndrome de Stendhal se ha convertido
en un referente de la reacción romántica ante la
acumulación de belleza y la exuberancia del goce artístico.
15.
Aunque ha habido muchos casos de gente que
ha sufrído vértigos y desvanecimientos mientras
visitaba el arte en Florencia, especialmente en la
Galleria degli Uffizi desde el principio del siglo
XIX en adelante, no fue descrito como un
síndrome hasta 1979, por la psiquiatra italiana
Graziella Magherini.
Ella observó y describió más de 100 casos
similares entre turistas y visitantes en Florencia,
la cuna del Renacimiento, y escribió acerca de él.
17.
Es un trastorno psicológico transitorio encontrado en
algunas personas que están de visita o vacaciones por
la capital francesa París.
Se caracteriza por una serie de síntomas psiquiátricos
tales como una aguda desilusión, (alucinaciones,
sentimientos de persecución, la percepción de ser
victima de algún perjuicio, agresión, o hostilidad de
los demás), desrealización, despersonalización,
ansiedad y también psicosomática, manifestaciones
tales como mareos, taquicardia, aumento de la
sudoración y muchos otros mas síntomas.