El documento resume las características de la escultura y la pintura romanas. En la escultura, destaca el realismo del retrato. En la pintura, se describen los cuatro estilos pompeyanos, desde el primer estilo de incrustaciones hasta el cuarto estilo de ilusionismo arquitectónico. También se mencionan los mosaicos romanos y la técnica del opus tessellatum.
2. Escultura. Características generales
• Materiales: mármol, terracota, bronce y metales nobles para
las esculturas de pequeño tamaño
• Influencias: etrusca y griega
• Tipos: bulto redondo y relieve
• Temas: el hombre
• Históricos
• Religiosos
• Funerarios
• Alegóricos
• Realismo y captación de la psicología del personaje (se parte
de la mascarilla funeraria): el retrato romano, la gran
aportación de Roma a la Historia de la Escultura
3. El retrato
• Principal aportación romana
• Influencia de los retratos funerarios etruscos y la escultura helenística
• Realismo e individualidad
• Retrato republicano: fidelidad al modelo
• Alto Imperio:
– Pluralidad
– Estética helénica: se suaviza el modelo. Ejemplos:
• Augusto de Prima Porta
• Trajano y Tiberio, con semblante cansado, alejados del ideal griego
• Bajo Imperio:
– Sobriedad
– Pérdida de cánones
– Rigidez, hieratismo. Ejemplos:
• Constantino
• Tetrarcas
9. 1.-La Aurora guiando la cuadriga
del Sol.
2.- Caelus.
3.- Fósforo (Lucifer, estrella de la
mañana).
4.- El Rocío, junto a Fósforo,
precede a la Aurora.
5.- Hispania.
6.- Apolo sobre el grifo.
7.- La Tierra nutricia, con dos
niños y la Cornucopia.
8.- Diana sobre un ciervo.
9.- Galia.
10.- Marte y la Loba Capitolina
reciben las enseñas romanas que
devuelve un guerrero del
Imperio parto.
Interpretación de García y Bellido.
32. El relieve
El relieve romano se caracteriza por:
• Acusado sentido narrativo, pues describe
acontecimientos concretos, por lo general, grandes
hazañas históricas,
• Sobre frisos arquitectónicos, arcos de triunfo y
columnas
• Gran nivel técnico que permite expresar con detallismo
variadas escenas y múltiples tipos humanos, así como la
ficción del espacio en profundidad
• Se rige por esquemas compositivos de gran dinamismo,
variando los gestos y actitudes de los personajes.
46. Sarcófago de la orestiada.
Husillos (palencia)
Orestes
Egisto Clitemnestra
47. Sarcófago de los trabajos de hércules
El León de Nemea, la Hidra de Lerna, el Jabalí de Erimanto, la Cierva de Cerinia, las Aves
Estínfalas, el Cinturón de Hipólita, los Establos de Augías, el Toro de Creta y las Yeguas de
Diomedes (faltarían Gerión, las Manzanas del Jardín de las Hespérides y el Can Cerbero; que
presumiblemente estarían en los laterales del sepulcro).
50. La pintura
Primer estilo o de incrustaciones
• Tiene origen helenístico y corresponde al siglo II a. C., extendiéndose hasta principios del siglo I a. C. Destaca
por su decoración de paredes revestidas de mármol, donde la pared se divide normalmente en tres bandas
horizontales. La inferior juega el papel de zócalo, la zona media se descompone a su vez en diversas capas de
mármol, y la superior consta de un friso corrido generalmente blanco que completa la representación. Los
mejores ejemplos de este tipo de pintura se encuentran en la Casa del Fauno de Pompeya.
Segundo estilo o arquitectónico
• Corresponde al siglo I a. C., perviviendo hasta los comienzos del Imperio. Muestra un deseo de abrir los muros
a una cierta idea de la perspectiva con el propósito de ofrecer una sensación de profundidad. Para lograr esto
incluye las denominadas arquitecturas pintadas sobre entablamentos, columnas, ventanas o nichos, que conducen a
un paisaje imaginario. Los mejores ejemplos son la casa de Augusto y la de Livia.
Tercer estilo u ornamental
• Coincide con la primera mitad del siglo I. En esta fase desaparecen los efectos espaciales arquitectónicos, y la
decoración sigue enmarcando cuadros con figuras o paisajes, como los de la villa aparecida bajo la Farnesina en
Roma. Hay una menor preocupación por dar profundidad a las escenas, aumentando por el contrario los
elementos de carácter decorativo, como ocurre por ejemplo en la casa de Lucrecia. Por no pretender fingir el
espacio tridimensional, a este estilo también se le ha llamado de la pared real"
Cuarto estilo o del ilusionismo arquitectónico
• Corresponde a la segunda mitad del siglo I a. C., siendo una especie de síntesis de las tendencias anteriores,
dominadas por una escenografía fantástica donde se combinan los motivos imaginarios y las perspectivas
arquitectónicas, dentro de lo que podíamos llamar barroquismo conceptual, donde se acentúan los espacios y
fingimientos ópticos. A estas pinturas se les da relieve por medio de estucos. Dentro de este período se sitúa la
casa de los Vetti, donde se aprecian algunos rasgos del mundo egipcio, y en la que destacan sus pinturas por las
delicadas escenas con figuras de amorcillos. Pero sin duda, el mejor ejemplo lo encontramos en los frescos de la
Villa de los Misterios de Pompeya.
77. El mosaico
• Los romanos construían los mosaicos con pequeñas piezas llamadas teselas, de ahí que se refiriesen a ellos
también como opus tessellatum. Las teselas son piezas de forma cúbica, hechas de rocas calcáreas o material
de vidrio o cerámica, muy cuidadas y elaboradas y de distintos tamaños. El artista las disponía sobre la
superficie, como un puzzle, distribuyendo el color y la forma y aglomerándolas con una masa de
cemento.
• Los mosaicos eran para los romanos un elemento decorativo para los espacios arquitectónicos
• Al principio, cuando el arte del mosaico empezó a desarrollarse en Roma, se hacía sobre todo para
decorar los techos o las paredes y pocas veces los suelos. Pero más tarde, cuando este arte llegó a la
perfección, comenzó la moda de hacer pavimentos de lujo
• Dependiendo del tamaño de las teselas, de los dibujos y del lugar de destino del mosaico, los romanos
daban un nombre diferente a este trabajo:
– Opus vermiculatum era de origen egipcio y se hacía con unas piedras muy pequeñitas. El nombre
viene del diminutivo latino vermiculus (de vermis -is, gusano).
– Opus musivum, que se hacía para los muros. Este término empezó a emplearse a finales del siglo III.
– Opus sectile, cuyos dibujos estaban hechos con piedras más grandes y de diferentes tamaños. La
técnica era recortar placas de mármol de diversos colores para componer las figuras geométricas,
de animales o humanas.
– Opus signinum, de Signia (en la región del Lacio, en la Italia central junto al mar Tirreno). En este
lugar había fábricas de tejas y en ellas se obtenía con los desechos un polvo coloreado que al
mezclarlo con la cal daba un cemento rojizo muy duro e impermeable.