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1. Conocimientos para tener un oficioSegún el libro “Ética para amador” de Fernando Savater existen tres tipos de righttopsaberes: los que se estudian por simple interés de saber cosas nuevas, los que sirven para obtener un oficio y los que son imprescindibles para vivir. En él se afirma que el ser humano solo necesita saber lo que le conviene y lo que no para poder vivir (conocimiento imprescindible), y que es libre de decidir qué aprende y qué no. Además, éste plantea que el hombre no tiene la capacidad de saberlo todo y, por consiguiente, debe resignarse y aceptar lo mucho que desconoce. También estipula que existen demasiados y muy diferentes criterios de cómo se vive mejor.<br />Dependiendo de lo que quiera cada persona, ella lleva un estilo de vida diferente al de los demás, por ejemplo: si se quiere llevar una vida emocionante puede dedicarse a los coches de fórmula uno o al alpinismo; pero si se prefiere una vida segura y tranquila, será mejor buscar las aventuras en el videoclub de la esquina. Algunos aseguran que lo más nobles es vivir para los demás y otros señalan que lo más útil es lograr que los demás vivan para uno. <br />Conocimientos por el simple interés de saber cosas nuevasSegún ciertas opiniones lo que cuenta es ganar dinero y nada más, mientras rightcenterque otros arguyen que el dinero sin salud, tiempo libre, afecto sincero o serenidad de ánimo no vale nada. Médicos respetables indican que renunciar al tabaco y al alcohol es un medio seguro de alargar la vida, a lo que responden los fumadores y borrachos que con tales privaciones a ellos desde luego la vida se les haría mucho más larga, entre otros.<br />No tirarse del precipicio es un conocimiento imprescindibleDe acuerdo con la obra la manera de ser, de comportarse y de hacer las cosas 35966406320790depende de los motivos que muevan a la persona a tener dicha conducta. Estos motivos se dividen en tres clases: las órdenes, las costumbres y los caprichos. La primera tiene sus bases en el miedo y la segunda en la comodidad, pero ambas son impuestas por factores externos; mientras que los caprichos surgen del interior de cada quien. Es recomendable, según el autor, establecer hasta qué punto pueden ser obedecidas las ordenes, y saber que las costumbres sirven exclusivamente para aspectos de rutina.<br />También se habla de que la libertad no es sólo decidir sino darse cuenta qué se está decidiendo, y que por ello solo es válida cuando se ha pensado dos veces: con la primera se descubre el motivo y con la segunda se cuestiona él mismo. <br />Además, dice que para tomar una buena decisión se necesita del razonamiento ya que con éste se determina si nos conviene algo o no. De esta manera se construye un propio estilo de vida sin depender de otros.<br />Ejemplo de trabajo decente para tener una vida más cómodaNos queda claro que solamente se necesitan de los conocimientos righttopimprescindibles para poder vivir, sin embargo, hay saberes que aunque no sean estrictamente necesarios deben mantenerse para tener un estilo de vida mas cómodo y agradable, por ejemplo: Una persona puede vivir teniendo los conocimientos básicos como no tirarse de un sitio demasiado alto, mirar que sea seguro a la hora de pasar una calle, comer para subsistir, entre otros (de manera que le tocaría mendigar para obtener beneficios); pero si esta persona tuviera conocimientos adicionales como tejer o arreglar zapatos tendría un trabajo que le diera los ingresos necesarios para realizar sus actividades de una manera más confortable, pues ya no tendría que recurrir a la mendicidad para suplir sus necesidades básicas. De igual manera, sin un individuo adquiere conocimientos por un simple interés de llenar un vacío mental podría pasar que en algún momento estos saberes le permitirían concretar algo trascendental. Sustentamos lo planteado anteriormente con base en un posible avance tecnológico, un descubrimiento científico o una innovación, lo cual le permitiría hacer cosas que beneficiarían en gran medida al progreso de la sociedad.<br />Con esto planteamos que sería monótono el hecho de sobrevivir cada día solo por no morir, pues sería mejor existir teniendo conocimientos que lograran hacer mucho mas cómodas nuestras vidas y la de los demás.<br />También nos queda claro que dentro de nuestra libertad debemos decidir pensando en mayor parte en lo que nos conviene y en lo que no, es decir, debemos actuar de acuerdo a nuestra moral, pero aquí consideramos que hay dificultades y problemas: la moral de una persona pude diferir de la de sus pares, pues lo que para una puede considerarse beneficioso o pasivo, puede ser de preocupación para otra y, por consiguiente, habría un choque entre los individuos con una mentalidad distinta. Pensamos, entonces, que lo mejor que se puede lograr en estas situaciones es guiarnos por una ética OBJETIVA, pues a través de ella se establecen qué acciones son favorecedoras o perjudiciales dentro de un grupo social, se crea la moral de toda una comunidad en donde la mayoría está de acuerdo con lo que se establezca, y de esta manera, se evitaría el preocupante enfrentamiento ideológico.<br />En el texto “ética para amador” encontramos que nos dan las pautas y razones para obtener un mejor estilo de vida: cultivando relaciones sociales con otros seres humanos y tratándolos como tales pues aunque nuestra realidad biológica nos mencione como humanos y la sociedad como personas, para llegar a ser llamados como tales debemos tratarnos como seres pensantes, sensibles y civilizados.<br />Para lograr tener un estado mental estable o ser felices nos urge pertenecer y ser miembros de algún grupo social (como una familia, una comunidad educativa, un club, etc.), nos vemos en la necesidad de crear un lazo recíproco con las personas que nos rodean; al tratarles amigablemente esperamos una respuesta igual o similar.<br />También nos plantea que debemos mirar qué hacer para que nuestra vida sea cada vez más placentera, más provechosa, más productiva, es decir, debemos llevarla por un camino aceptable de modo que sirva para hacer el bien tanto en condiciones personales como grupales.<br />Otro punto expuesto en el libro es que somos libres para decidir, pero ya sea positivo o negativo lo que se decida debemos “tener los pantalones” para asumir las consecuencias que nuestros actos traen consigo.<br />Para que una decisión sea provechosa debe cumplir, según Savater, dos condiciones: que estén acordes a nuestros deseos, para que no se sobreponga el remordimiento, y procurar no actuar con fines egoístas.<br />Se puede afirmar que la aceptación a nivel social depende de unas normas ya estipuladas y creadas dentro de la comunidad. Éstas son una serie de características y aptitudes que debe poseer un individuo “normal”, tales como la sociabilidad, la higiene, la amabilidad, el buen trato, etc. Ellas facilitan nuestra permanencia en este mundo, nos dan sorpresas de todo tipo, entretienen nuestras vidas y nos dan un propósito para despertar día a día. Si viviéramos solo por la necesidad de hacerlo, porque no hay vuelta atrás, ya nada tendría sentido: el pasar del tiempo sería eterno y solo pensaríamos en cada instante mientras acaba. Las personas viven de esta serie de cualidades y normalmente éstas son adaptadas por cada ser humano naciente.<br />Podríamos decir que estas normas son los valores, ya que nos permiten vivir en paz y armonía dentro de una sociedad. Éstos se dividen en varias clases pero los que tienen que ver con vivir dentro de una colectividad son los siguientes: los valores sociales, antropológicos y culturales.<br />Los valores sociales son aquellos criterios que rigen el comportamiento de las personas dentro de un conjunto colectivo, tales como la paz, el respeto, la igualdad, la fraternidad, la solidaridad, la dignidad, la cooperación, la honestidad, la honradez, la libertad, la responsabilidad, el amor y la sinceridad.<br />Los valores antropológicos son los relacionados con la imagen que proyectamos en los demás. Tienen que ver con la personalidad y consta de una identidad física y una mental, tales como la autoestima, la asertividad, la presentación personal y la autonomía. Estos valores son necesarios porque para vivir en comunidad se necesita que cada persona se valore a sí misma y de esta forma valore a los demás, fuera de que debe tratar de mostrar una apariencia física y psicológica agradable a sus compañeros, de modo que todos se sientan a gusto. Por ejemplo: muchas veces la unión familiar o entre amigos se ve destruida porque los miembros no se preocupan de que sus actos no ofendan a los otros.<br />ComunidadSe consideran valores culturales aquellos que tienen que ver con las righttopcostumbres de un pueblo como las tradiciones, los ritos, el lenguaje, el arte, la culinaria y vestimenta. El principal valor es la sensibilidad: sentimiento de respeto que se tiene hacia cualquier cultura del mundo siendo, de este modo, tolerante.<br />Sin embargo, aunque las personas pertenezcan a comunidades con el objetivo de vivir bien, se olvidan que también deben tratar a cada uno de sus integrantes como uno de sus iguales, es decir, con respeto, tolerancia y amor, y es por ello que actualmente se ven tantos casos de homicidios, maltrato, intolerancia y violencia. Todo esto se debe a que las personas están ignorando su condición de igualdad, o sea, se creen más importantes que los demás, piensan que su opinión es la única que cuenta y así se van volviendo cada vez más y más soberbias, generando una situación preocupante pues se pone en riesgo la integridad de la comunidad. <br />Según Savater, para vivir bien se necesita de las relaciones sociales con otras personas y tratarlas como seres humanos; ahora bien, si los individuos de ahora solo cumplen la primera parte de la condición quiere decir que no están viviendo correctamente pues no están tratando a los demás con fraternidad.<br />Todos los seres humanos tenemos diferentes visiones acerca de cómo deberá ser nuestro comportamiento ya sea en público o en privado para que la sociedad nos mire desde un punto de vista asertivo o erróneo. En realidad no podemos clasificar “algo” en lo beneficioso o perjudicial, pues no somos lo suficientemente objetivos para evaluarlo, así que la sociedad nos deberá encasillar en un perfil según nuestras acciones y pensamientos. <br />A la visión de la comunidad, seguimos siendo humanos aunque en nuestro historial pesen casos o situaciones inaceptables. Todos somos humanos y lo que nos conduce a nuestras acciones son nuestros propios pensamientos y sentimientos. Éstos son inherentes del común denominador y gracias a esto seguiremos siendo tomados como seres humanos, pues no solo son nuestras características físicas quienes nos vuelven humanos.<br />La imitación es una forma de observar, aprender y aplicar. No necesariamente involucraremos estas acciones a nuestras vidas con formas de positivismo y motivación ya que a lo largo de nuestro recorrido probamos de todo un poco: vamos recogiendo de la experiencia ajena, según nuestro estado de ánimo y punto de vista en aquel instante (generalmente imitamos actitudes, gestos, pensamientos, convicciones, etc.). Lo anterior se da, por ejemplo, cuando nuestros padres nos enseñan su lenguaje, su forma de trasladarse, de comer y demás tareas cotidianas, y cuando la comunidad nos implanta valores o por el contrario, se deshace de ellos.<br />Lo más valioso que logramos obtener de nuestros semejantes es su compañía, aprecio y buen trato, de esta manera vemos reflejado un principio de complicidad entre nuestros pares y nos alentamos día a día. <br />Dependemos de la libertad propia y la ajena, ya que necesitamos de más individuos que gocen de su libertad para compartirla. Si un individuo externo a nosotros no goza de su libertad (de cualquier tipo) sería casi imposible mantener contacto con éste y cerraría todo modo de interacción.<br />Debemos aceptar las diferentes aptitudes y rasgos psicológicos de quienes se relacionan de alguna manera con nosotros, a pesar de ser diferentes en la mayoría de aspectos y que sea muy complicado tener relación con un ser con características tan distintas. Pese a los defectos en la personalidad ajena, estamos en la labor de comprender que la diferencia de actitudes no hace a la persona desmerecedora de aprecio, pues no somos iguales, estamos a un mismo nivel y debemos valorar que pese a la imitación, seamos tan dispares los unos de los otros.<br />Debemos ocupar una posición en la cual no tengamos en cuenta el punto de vista propio, pero tampoco podemos acoplarnos al ajeno, éste ha de ser imparcial o sea, ver las cosas objetivamente. Necesitamos en gran medida un conocimiento de la justicia para no revelar una posición desfavorecedora que posiblemente afecte, o traiga consigo efectos perjudiciales. <br />La forma de desarrollar correctamente estos puntos impuestos no es cumpliendo paso a paso las normas, habremos de llenarnos de sentimiento, así se nos hará más fácil cumplir con la labor de ponernos en el lugar ajeno: amándolos. <br />Existe una especie de tabú alrededor del placer corporal, en algunos lugares es mal visto, es preferible no tocar esta clase de temas en público o con personas con quienes no tengamos una estrecha relación. Por lo general, las personas implicadas se muestran avergonzadas e intentan ocultarlo ¿No se supone que es algo normal en nuestras vidas? No nos hemos tomado el trabajo de quebrantar esta serie de vetas alrededor del tema incluso al notar que parte de una vida “buena” por así decirlo, la cual se compone en buena parte de los diferentes placeres corporales que podamos recibir. Disfrutar no se puede declarar como algo negativo a menos que cause efectos contrarios en otro. Esta manera de pensar y ver las cosas, más aun en relación al sexo, logra crear una barrera de diferencias entre humanos y animales, sin embargo, el sexo con el fin único de la procreación nos acerca más que nunca a este concepto. Existen muchas formas de disfrutar, de hecho muchas son muy bizarras.<br />Como ley de vida, debemos aprender a separar los placeres del resto de nuestra cotidianidad. Han de permanecer en ámbitos separados para no menospreciar demás aspectos aunque menos satisfactorios, también útiles. Brindarle a todo una prioridad, un espacio, un tiempo y un lugar. Sin embargo su carácter excluyente hace que disfrutemos menos de nuestras acciones cotidianas o esporádicas.<br />El placer perjudicial no es placer, es solo una confusión en nuestra personalidad y otros trastornos.<br />Pese a todas las características positivas de los placeres, se puede optar por abandonarles, eso significa abstinencia: desconfiar de todo aquello que gusta, quizás para no sentir remordimientos una vez sacie el deseo. También hay que aclarar que si un placer es llevado fuera de contexto o no ha sido muy bien planeado antes de su comienzo, generará consecuencias para el individuo.<br />No podemos ver la política como algo moralmente aceptado, ya que la persona que es ascendida al poder, en la mayoría de los casos, busca un bien propio y se despreocupa por lo que acontece a los demás, son puestos en un cargo, donde el motor es el salario, así que sus intenciones son oscurecidas, solo ocuparán el puesto para su sostenimiento y el familiar, olvidando sus propósitos (si es que los tuvo). De una manera u otra, logran desilusionar a quienes les han elegido.<br />La política y la ética están estrechamente relacionadas, claro está con el objetivo inicial de la política. Se supone que éste es crear un orden social cuya base sea la igualdad humana donde las injusticias sean casi nulas, una organización para el mejor desarrollo de actividades y mejoramiento de las ciudades. Así, con la ética el individuo comenzará a pensar en lo que más le conviene. La política debería darnos las alternativas claro está. Con nuestro aporte y bajo nuestro propio mando, idealizar qué escoger y de qué manera.<br />Aunque llega un punto en el que política y ética son paralelas, la ética habla de que los medios para lograr concretar algo, deben ser morales, y la política (no lo plantea, pero lo aplica) hace ver como si el fin justificara los medios.<br />Se puede afirmar que actualmente la política (en Colombia) está muy alejada de la ética pues los gobernantes no están imponiendo el orden como debe ser, ya que la violencia generada por los diferentes actores del conflicto armado no permite que las personas puedan hacer libremente lo que decidan. Por ejemplo, la inseguridad que hay en las calles de las ciudades no deja que el pueblo pueda expresar abiertamente sus pensamientos u opiniones.<br />