2. Hace mucho tiempo, la zona del Gran Charco
siempre estaba inundada. Tanta agua había que
ni siquiera se veían los bosques ni los montes.
Esto ocurría porque allí habitaba Lluvia, que era
un hombre de agua. Su cuerpo acuoso mojaba y
empapaba todos los lugares por los que pasaba.
3. Entre otras cosas, a Lluvia le encantaba
divertirse y bailar. Por eso se la pasaba
organizando fiestas. A una de ellas fue invitado
Tokjuaj, un importante héroe del pueblo wichi.
4. En el transcurso de la fiesta, Lluvia, que no tenía
precisamente buenos modales, no le ofreció a
Tokjuaj nada de comer ni de beber. El
héroe, enojado por esa actitud, comenzó a
pelearse con el hombre del agua y terminó
ganando la lucha.
5. Lluvia, asustado, se fue corriendo de la fiesta y
tanto corrió que llegó hasta la cima de un cerro
y saltó al cielo donde se quedó a vivir para
siempre.
Y ya no hubo inundaciones en la zona
pero, cada vez que Lluvia llora porque extraña a
su antigua casa, sus lágrimas caen sobre la
Tierra.
6. Cuando Lluvia viaja de estrella a estrella, se
sube una vieja mula, que al patear hace unos
ruidos muy fuertes, que nosotros conocemos
como truenos.
Y los reflejos de la atemorizada mirada de
Lluvia, que a veces asoma entre las nubes para
observar a su querido Chaco, llegan a la Tierra
en forma de relámpagos.
7. Las leyendas son narraciones anónimas, que
generalmente relatan el origen de algún
elemento.
Surgen en la oralidad, y fueron transmitidas de
generación en generación.
Son muy interesantes, y también lo es la
posibilidad de que los niños puedan inventar sus
propias leyendas…