Domingo xxviii del to. ciclo b. 14 de octubre del 2012.
1.
2. MONICIÓN DE ENTRADA
Las llamadas de Jesús son de dos tipos. Dice al
joven rico: “Ve, vende todo lo que tienes y
sígueme. No llevarás bagaje, no te servirán,
proveeré Yo de ti. Yo seré tu Bien”.
A Zaqueo, en cambio: “Hoy debo quedarme
contigo”. Esta última llamada no es más fácil
que la primera. A Zaqueo, en efecto, le
desbarajusta todo su modo de ser y de vivir.
Cuando Jesús dice que quiere vivir con nosotros
y nosotros le recibimos en nuestra casa,
entonces muchas cosas cambian dentro de
3. nosotros y nuestro modo de vivir se
revoluciona.
Cuando acogemos a Jesús en nuestra vida,
Él nos libera de todo cuanto no es Dios.
Cuenta una sola cosa: ¡Acogerle! Y para
esto hay que estar siempre dispuestos y
vigilantes: en el momento en que recibes su
llamada, tienes la posibilidad de convertirte
en una persona libre, capaz de disponer de ti
mismo para poner tu vida a su servicio y al
de los demás.
4. CANTO DE
ENTRADA
Ven, ven Señor no tardes,
Ven, ven que te esperamos.
Ven, ven Señor no tardes
Ven pronto Señor.
El mundo muere de frío
El alma perdió el calor
Los hombres no son hermanos
Me interesa…
El mundo no tiene amor. Queremos
ver qué nos
Ven, ven Señor no tardes… dice
5. Al mundo le falta vida,
Al mundo le falta luz
Al mundo le falta el cielo,
Al mundo le faltas Tú
Ven, ven Señor no tardes,
Ven, ven que te esperamos.
Ven, ven Señor no tardes
Ven pronto Señor. Buscamos a
Jesús.
¡Queremos
verle!
7. Lectura del libro de la Sabiduría.7,7-11.
Por eso pedí y se me concedió la
prudencia; supliqué y me vino el espíritu
de Sabiduría. Y la preferí a cetros y
tronos y en nada tuve a la riqueza en
comparación de ella. Ni a la piedra más
preciosa la equiparé, porque todo el oro a
su lado es un puñado de arena y barro
parece la plata en su presencia. La amé
más que la salud y la hermosura y preferí
tenerla a ella más que a la luz, porque la
8. claridad que de ella nace no conoce
noche. Con ella me vinieron a la vez
todos los bienes, y riquezas
incalculables en sus manos.
Palabra de Dios
9. Salmo responsorial 89, 12-13. 14-15. 16-
17.
R/ Sácianos de tu misericordia y toda nuestra
vida será alegría y júbilo.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos.
R/ Sácianos de tu misericordia y toda nuestra
vida será alegría y júbilo.
10. Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo;
danos alegría por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas.
R/ Sácianos de tu misericordia y toda nuestra
vida será alegría y júbilo.
Que tus siervos vean tu acción
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
R/ Sácianos de tu misericordia y toda nuestra
vida será alegría y júbilo.
11. Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12-13.
Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y
eficaz, y más cortante que espada
alguna de dos filos. Penetra hasta las
fronteras entre el alma y el espíritu,
hasta las junturas y médulas; y escruta
los sentimientos y pensamientos del
corazón. No hay para ella criatura
invisible: todo está desnudo y patente a
los ojos de Aquel a quien hemos de dar
cuenta.
Palabra de Dios
12.
13. Lectura del santo Evangelio según San
Marcos. 10, 17-27
Se ponía ya en camino cuando a su encuentro
y arrodillándose ante él, le preguntó:
“Maestro bueno, qué he de hacer para tener
en herencia vida eterna?” Jesús le dijo: “Por
qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino
sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No
mates, no cometas adulterio, no robes, no
levantes falsos testimonio, no seas injusto,
14. honra a tu padre y a tu madre.” El, entonces,
le dijo: “Maestro, todo eso lo he guardado
desde mi juventud.” Jesús, fijando en él su
mirada, le amó y le dijo: “Una cosa te hace
falta: anda, cuánto tienes véndelo y dáselo a
los pobres y tendrás un tesoro en el cielo;
luego, ven y sígueme.” Pero difícil, abatido
por estas palabras, se marchó entristecido,
porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus
discípulos: “Qué difícil es que los que
15. tienen riquezas entren en el Reino de Dios!”
Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle
estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la
palabra, les dijo: “Hijos, que difícil es entrar en
el Reino de Dios! Es más fácil que un camello
pase por el ojo de la aguja, que un rico entre en
el Reino de Dios.” Pero ellos se asombraban
aún más y se decían unos a otros: “Y quién se
podrá salvar?” Jesús, mirándolos fijamente,
dice: “Para los hombres, imposible; pero no
para Dios, porque todo es posible para Dios.”
Palabra del Señor
17. CANTO DE OFERTORIO
Como grano de trigo que al morir da mil frutos,
resucitó el Señor.
Como ramo de olivo que venció la inclemencia,
resucitó el Señor.
Como el sol que se esconde y revive en el alba,
resucitó el Señor.
Como pena que muere y se vuelve alegría,
resucitó el Señor.
El amor vence al odio y el sencillo al soberbio,
resucitó el Señor.
La luz vence a la sombra y la paz a la guerra,
resucitó el Señor.
18. HASTA LA COMUNION
Sí, pero si alguien
encuentra un
tesoro, ¿no vende
todo para
comprarlo?
19. CANTO DURANTE LA COMUNION
Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.
SEÑOR, ME HAS MIRADO A LOS OJOS
SONRIENDO HAS DICHO MI NOMBRE.
EN LA ARENA HE DEJADO MI BARCA:
JUNTO A TI, BUSCARÉ OTRO MAR.
Tú sabes bien lo que tengo,
en mi barca no hay oro ni espada,
tan sólo redes y mi trabajo.
(Estribillo)
20. Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.
(Estribillo)
Tú, pescador de otros lagos,
ansia eterna de hombres que esperan.
Amigo bueno que así me llamas.
SEÑOR, ME HAS MIRADO A LOS OJOS
SONRIENDO HAS DICHO MI NOMBRE.
EN LA ARENA HE DEJADO MI BARCA:
JUNTO A TI, BUSCARÉ OTRO MAR.
21. ORACION: TODOS
Señor, me pongo en tus
manos enteramente.
Tú me has creado para
Ti.
No quiero pensar más en
mí, sino sólo Seguirte.
22. ¿Qué quieres que haga?
Permíteme hacer el camino contigo,
acompañarte siempre,
en la alegría y en el dolor.
Te entrego deseos, placeres,
debilidades, proyectos, pensamientos
que me entretienen lejos de Ti
y me repliegan continuamente sobre mí.
¡Haz de mí lo que quieras!
No discuto sobre el precio.
No trato de saber con anticipación
tus designios sobre mí.
Quiero lo que Tú quieras para mí.
23. CANTO DE DESPEDIDA
Hoy quiero cantarte, Señora de
los ángeles,
reina soberana, Madre celestial.
Yo soy una alondra que ha
puesto en ti su nido.
Viendo tu hermosura, te reza su
cantar:
24. Luz de la mañana, María,
templo y cuna,
mar de toda gracia, fuego, nieve
y flor.
Puerta siempre abierta, rosa sin
espinas,
yo te doy mi vida, soy tu
trovador.
25. 2. Salve, surco abierto donde
Dios se siembra.
Te eligió por madre Cristo el
Redentor.
Salve, esclava y reina, Virgen
nazarena,
casa, paz y abrazo para el
pecador.
26. El océano es inmenso y lleno de peligros
Pero Jesús va
con nosotros.
Nuestra barca es
pequeña y frágil