El documento celebra la Ascensión de Jesús al cielo. Recuerda que Jesús prometió estar siempre con sus discípulos hasta el fin de los tiempos. La misa pide perdón por los momentos en que nos olvidamos de la presencia de Cristo y celebra la esperanza que da Jesús de vivir y morir.
1. ASCENSIÓN DEL SEÑOR, CICLO B. DÍA 17 DE MAYO DEL 2015
Monición de entrada
Celebramos, con alegría la Ascensión del Señor al Cielo; Jesús ha pasado de la muerte a
la plenitud total de Vida.
Si alguna certeza podemos tener los cristianos es la de la presencia de Dios en nuestras
vidas. Así nos lo prometió Jesús: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el final de
los tiempos”, estas palabras nos debe de animar a vivir de otra manera la fe.
Que esta Eucaristía nos ayude a confiar en Jesús que nos ofrece razones para vivir y
esperanza para morir.
Saludo
Que el Dios que en Jesús ha cumplido sus promesas y que quiere llenar de dicha
nuestros corazones esté con todos vosotros…
Pedimos perdón
Como no siempre actuamos como si Cristo estuviera presente en nuestra vida de cada
día, vamos a pedir perdón.
– Por pensar que el Señor nos abandona cuando le necesitamos, y no darnos cuenta de
que somos nosotros los que nos olvidamos de Él. SEÑOR, TEN PIEDAD…
– Por olvidarnos de Cristo en los momentos de alegría y felicidad y pensar que todo ello
es fruto de nuestro esfuerzo personal. CRISTO, TEN PIEDAD…
– Por rechazar a los que viven junto a nosotros y quedarnos tan tranquilos diciendo:
“Dios le ampare…”. SEÑOR, TEN PIEDAD…
Aspersión (Si no hay acto penitencial)
Nuestro bautismo ha sido la puerta de entrada en la familia de los hijos de Dios; pero
nuestra vida aún está llena de pecado y de egoísmo (Aspersión con el agua la pueblo…)
Que Dios todopoderoso nos purifique de nuestros pecados y que la celebración de estos
misterios santos nos hagan participar más plenamente de la vida divina, inaugurada por
Jesús al sentarse a la derecha del Padre. Amén.
Gloria:
Tú eres, Señor, nuestra esperanza y el guía que nos señala nuestra ruta. Que te
busquemos, noche y día, hasta encontrarte al final de nuestra vida. Mientras tanto todos
unidos te aclamamos y te bendecimos diciendo…
2. Oración
Danos, Señor, la gracia de percibir tu presencia
a través de la nube
que te oculta a nuestros ojos.
Concédenos encontrar hermanos
que vivan de tu Palabra
en fidelidad y perdón,
reconciliados y reconciliadores.
Entonces podremos anunciarte
presente en los testigos vivos de la resurrección
y siempre cercano.
Te lo pedimos a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMÉN.
Escuchamos la Palabra
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 1, 1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando
hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el
Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas
pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de
Dios.
Una vez que comían juntos, les recomendó:
«No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os
he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con
Espíritu Santo.»
Ellos lo rodearon preguntándole: - «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de
Israel?». Jesús contestó:
«No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su
autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.»
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban
fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les
dijeron:- «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha
dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 46, 2-3. 6-7. 8-9(W.: 6)
R/. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.
Pueblos todos batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y
terrible, emperador de toda la tierra. R/.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas; tocad para Dios, tocad, tocad
para nuestro Rey, tocad. R/.
Porque Dios es el rey del mundo; tocad con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se
sienta en su trono sagrado. R/.
3. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23
Hermanos:
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y
revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es
la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál
la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su
fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su
derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por
encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo,
plenitud del que lo acaba todo en todos.
Palabra de Dios.
Aleluya Mt 28, 19.20
Id y haced discípulos de todos los pueblos -dice el Señor-; yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo.
Conclusión del santo evangelio según san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre,
hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal,
no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba
confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
Palabra del Señor.
HOMILÍA
Oración de los fieles
Con el corazón lleno de alegría sabiéndonos del grupo de los amigos de Jesús,
presentémosle nuestra plegarias, diciendo: Que tu presencia sea nuestra fuerza
-Deseamos que tu Iglesia crezca cada día como casa de acogida para todos los hombres.
OREMOS…
-Necesitamos que nuestra fe se vivifique para que pueda iluminar a todo el mundo.
OREMOS…
-Queremos que los que sufren encuentren en nosotros tu mano tendida a ellos.
OREMOS…
-Nos ofrecemos a continuar tu misión de construir el reino de Dios que nos has
regalado. OREMOS…
-Nos gustaría poder transmitir a nuestros pequeños la alegría que supone creer en ti.
OREMOS…
-Ayúdanos a perder el miedo a la caducidad de nuestros días. OREMOS….
Tú lo sabes todo, porque caminas con nosotros tomándonos de la mano. Danos lo que
4. nos conviene, e incluso aquello que no nos atrevemos a pedir. Tu, que vives y reinas,
por los siglos de los siglos.
Presentación de ofrendas
PRESENTACIÓN DE UN LIBRO O UN MÉTODO DE CATEQUESIS
Señor, te traigo hoy, en respuesta al envío que haces de tus discípulos a la misión, estos
textos de nuestras catequesis de la Parroquia. Es el método que seguimos para
incorporar a los más pequeños y a los mayores a la experiencia del encuentro con tu
Hijo Jesucristo. Sin embargo, con él queremos expresar el compromiso evangelizador
de la comunidad y el de cada uno de los catequistas que, como yo, nos esforzamos no
sólo por transmitir unos conocimientos sobre Jesús, sino también nuestra vivencia de la
fe.
PRESENTACIÓN DE UN VASO CON ACEITE
Yo te traigo hoy este vaso con aceite. Es símbolo de nuestro compromiso por curar las
heridas de este mundo, víctima del egoísmo de los hombres. Queremos, Señor, que allí
donde hay una necesidad, estemos tus discípulos, para luchar por hacer de este mundo y
de los hombres un reflejo de la gloria que has concedido, hoy, a tu Hijo amado.
Oración
Señor Jesús, te has ido al cielo,
pero no te ausentas de la tierra
y has dejado tu huella entre nosotros
en el pan y el vino de la Eucaristía.
Al recibirlos, danos valentía
para acercar la tierra al cielo.
Por JNS…
Padre nuestro
Mientras esperamos disfrutar un día de la gloria a la que ha sido ascendido, hoy, Jesús,
digamos la oración que Él mismo nos enseñó: Padre nuestro…
Nos damos la paz
Solemos tener palabras bonitas a favor de la paz, pero a veces pocos gestos y hechos a
favor de la verdadera paz. Hablamos, pero no actuamos. Que el gesto de la paz que
vamos a repetir hoy sea para nosotros un reto sincero de paz y felicidad para todos los
que nos rodean.
5. Comunión
Después de pedir el pan y desearnos la paz, ya podemos acercarnos a comulgar.
Dichosos nosotros por haber sido invitados a la Mesa del Señor…
Oración de envío
Id por todo el mundo…
Estas palabras están dichas por nosotros.
Somos continuadores de su obra.
Somos compañeros en la misión.
Gracias, Jesús, por tu confianza.
La mies es mucha y los obreros pocos.
Queremos ser uno de ellos.
Muchas personas están caídas y pasamos de largo.
Queremos ser el buen samaritano.
Conviértenos primero a nosotros,
para que podamos anunciar tu Buena Noticia.
Danos audacia,
en este mundo escéptico y autosuficiente.
Danos esperanza,
en esta sociedad recelosa y cerrada.
Danos amor.
Bendición
El Señor está con nosotros. Su promesa es verdad. Vayamos, pues, y cumplamos la
misión que nos ha confiado. No es tiempo de quedarnos cruzados de brazos. Es tiempo
de anunciar con palabras y con la vida su Evangelio para esperanza del mundo.
Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros. R/ Amén.
6. Comunión
Después de pedir el pan y desearnos la paz, ya podemos acercarnos a comulgar.
Dichosos nosotros por haber sido invitados a la Mesa del Señor…
Oración de envío
Id por todo el mundo…
Estas palabras están dichas por nosotros.
Somos continuadores de su obra.
Somos compañeros en la misión.
Gracias, Jesús, por tu confianza.
La mies es mucha y los obreros pocos.
Queremos ser uno de ellos.
Muchas personas están caídas y pasamos de largo.
Queremos ser el buen samaritano.
Conviértenos primero a nosotros,
para que podamos anunciar tu Buena Noticia.
Danos audacia,
en este mundo escéptico y autosuficiente.
Danos esperanza,
en esta sociedad recelosa y cerrada.
Danos amor.
Bendición
El Señor está con nosotros. Su promesa es verdad. Vayamos, pues, y cumplamos la
misión que nos ha confiado. No es tiempo de quedarnos cruzados de brazos. Es tiempo
de anunciar con palabras y con la vida su Evangelio para esperanza del mundo.
Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros. R/ Amén.