HOMILÍA PARA EL MIERCOLES DE CENIZA. CICLO B. DIA 18 DE FEBRERO DEL 2015 fortaleced vuestros corazones
1. “FORTALECED VUESTROS CORAZONES
(St. 5, 8).
MIÉRCOLES DE CENIZA.
Al inicio de la Cuaresma, la liturgia nos presenta un pasaje evangélico
invitándonos a la interioridad y a la autenticidad de vida.
El Papa Francisco nos invita a fortalecer nuestros corazones a través de la
oración, el ayuno, la limosna y el perdón, hechos con amor.
Orar con amor.
Enséñanos, Señor, a orar no por complacencia, ni por narcisismo,
sino por necesidad y para poder cubrir necesidades.
Enséñanos, Señor, a presentar en nuestra oración no sólo nuestras necesidades y
sufrimientos, sino también las de aquellos que no conocemos.
Enséñanos, Señor, a alabar, agradecer, ayudar y reconocer, que toda oración es
una forma de amor.
Ayunar con amor.
Señor: enséñanos a experimentar que el ayuno no solo ayuda a mantener la línea
y el equilibrio, sino que es un desprendimiento o renuncia para que otros puedan
estar mejor y adquirir un dominio sobre nosotros mismos.
Señor: enséñanos a entender que con el ayuno aprendemos a ser más solidarios y
menos consumistas.
Limosna con amor.
Enséñanos, Señor, a entender que la limosna es fruto de la misericordia y del
amor.
Convéncenos, Señor, de que el auténtico cristiano es el que abre su mano para
compartir, el que tiende su mano para ayudar, el que ofrece su mano para servir.
Ayúdanos, Señor, a descubrir tu presencia en los pobres, en los necesitados, en
los solos o abandonados.
La oración que Dios quiere, es que sea íntima y auténtica, “en espíritu y en
verdad”
El ayuno que Dios quiere, es que seamos solidarios y generosos.
La limosna que Dios quiere, es que veamos a Jesucristo en el necesitado.
La oración, el ayuno y la limosna “robustecen nuestros corazones”.(St. 5, 8)
Gabriel.