16. Sólo existe una sola deidad verdadera. Y ésa es la vida definitiva: conocerte personalmente a ti, el único Dios verdadero , y a tu enviado, Jesús Mesías. (Juan 17:3 SM) Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón que Yahvé es el Dios allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; y no hay otro . (Deuteronomio 4:39 BJ3) Yo soy Yahvé, no hay ningún otro; fuera de mí ningún dios existe. Yo te he ceñido, sin que tú me conozcas, (Isaías 45:5 BJ3) para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre , del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y nosotros por él. (1 Corintios 8:6 BJ3)
17. Los dioses falsos o ídolos Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden . (Isaías 44:9 RV1960) Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará ; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte. (Isaías 57:13 RV1960) Y dijeron: Es en vano; porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón. (Jeremías 18:12 RV1960) Hijo de Adán, esos hombres se han puesto a pensar en sus ídolos y se han imaginado algo que les hace caer en pecado: ¿voy a permitir que me consulten? (Ezequiel 14:3 SM)
18. Los demonios como explicaciones de las enfermedades físicas o mentales. Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí ; ¿por qué le oís? (Juan 10:20 RV1960) Llegan junto a Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio , y se llenaron de temor. (Marcos 5:15 BJ3) Mira, un espíritu se apodera de él y de pronto empieza a dar gritos, le hace retorcerse echando espuma , y difícilmente se aparta de él y le deja magullado. (Lucas 9:39 BJ3)
19. Los demonios como explicaciones de las enfermedades físicas o mentales. Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre . Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó y se puso a servirle. Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados ; él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los enfermos , para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: Él tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades. (Mateo 8:14-17 BJ3) Sanad enfermos, limpiad leprosos , resucitad muertos, echad fuera demonios ; de gracia recibisteis, dad de gracia. (Mateo 10:8 RV1960)