La Santa Inquisición fue una organización de la Iglesia Católica durante la Edad Media y la época moderna encargada de identificar herejías y aplicar castigos a herejes y brujas mediante métodos de tortura. Estaba formada por inquisidores, un fiscal y verdugos. Fue disuelta definitivamente en 1789 por Isabel II debido a que sus métodos de tortura para obtener confesiones eran ineficientes.