La Revolución Rusa de 1917 derrocó al zar Nicolás II y estableció un gobierno socialista bajo el liderazgo de Lenin y los bolcheviques. Tras la abdicación del zar en febrero, los bolcheviques tomaron el poder en octubre mediante un golpe de Estado y establecieron la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, sentando las bases del primer Estado comunista del mundo.