Biodiversidad y turismo sostenible en Ciudad Sostenible, número 21
1. AUTOR: ALBERT PUNSOLA Proyecto MEST
uando Ahmed Djoghlaf era se-cretario
ejecutivo del Convenio
sobre Diversidad Biológica, car-go
en el que se mantuvo hasta
2012, afirmó que “la conservación y uso
sostenible de la diversidad biológica y la
erradicación de la extrema pobreza son
los dos grandes desafíos de nuestro tiem-po.
La comunidad internacional ha reco-nocido
que ambos están estrechamente
conectados y por tanto para afrontarlos
hace falta una respuesta coordinada”.
La Organización Mundial del Turismo im-pulsa
32 33
diversas iniciativas que van desde
los estudios hasta la participación en pro-yectos
y programas para mejorar la pro-tección
de la biodiversidad a través de la
actividad turística. En paralelo gobiernos,
ONG, empresas y las poblaciones loca-les
de distintos lugares del mundo están
avanzando por el mismo camino. El pro-grama
europeo MEST (el futuro master
de ecoturismo y turismo sostenible de la
UE), desde su enfoque multidisciplinar de
la gestión turística, se alinea también con
estos objetivos.
Condiciones para el éxito
La presencia de biodiversidad en un lugar
determinado es un elemento necesario
para que el turismo cree riqueza, pero no
suficiente. Así lo pone de relieve la historia
de Bukit Lawang, una pequeña localidad
turística situada al norte de Sumatra en
Indonesia. En 1973 se creó allí un centro
para ayudar al mantenimiento de la po-blación
de orangutanes que rápidamente
se convirtió en un potente atractor de vi-sitantes.
Pero su número creció tanto que
en los años 90 el ecosistema se resintió del
exceso de actividad y de la falta de control
de algunas actitudes inadecuadas de los
BIODIVERSIDAD
La clave del turismo
sostenible
La educación de la
población local es
decisiva para acceder
a la etapa de toma de
conciencia del valor de
la biodiversidad y así
preparar a las personas
para rentabilizarla C
Con un enfoque adecuado el turismo puede dejar de ser un factor negativo para la bio-diversidad
y transformarse en su garantía. Cualquier estrategia de éxito en este campo
implica involucrar a la población local y debe tender hacia una gestión transversal.
2. turistas como alimentar sin criterio a
los simios. Esto dio como resultado el
cierre del centro para los orangutanes
y contribuyó a la degradación am-biental
34 35
del entorno. Desde entonces
Bukit Lawang ha continuado su activi-dad
de manera equilibrada, teniendo
en cuenta la experiencia previa. Este
caso constituye una lección sobre
cómo el desarrollo del turismo puede
ir más rápido que la capacidad para
gestionarlo.
Un destino turístico no debe ser sólo
un lugar donde se busca belleza, re-poso
o emoción, sino también un es-pacio
de vida cotidiana que, precisa-mente
con su desarrollo, hace posible
el atractivo del destino. “Sin paisanos
trabajando en la tierra no hay biodi-versidad”,
aseveró Eduardo Gil, abo-gado
ambientalista y promotor del
alojamiento rural Mirador de Babia
en el transcurso de la primera con-ferencia
europea sobre Ecoturismo y
Biodiversidad que tuvo lugar el pasa-do
mes de junio en Villablina (León)
en el marco del programa MEST. La
comarca de Babia fue declarada Re-serva
de la biosfera en 2004, pero
este reconocimiento puede servir de
poco si la zona no es capaz de rete-ner
población en el futuro. En la con-ferencia
también intervino Roberto
Hartasánchez, presidente del Fondo
para la Protección de los Animales
Salvajes (FAPAS), asociación que tra-baja
desde 1985 en la conservación
del oso pardo en la región, quién
afirmó que “la presencia del oso está
absolutamente ligada al ser humano
(…) la crisis socioeconómica y de-mográfica
es hoy la mayor amenaza
para este animal”.
Hartasánchez defendió un modelo
“en que la actividad humana sea el
eje del territorio frente al concepto de
parque nacional tematizado de Esta-dos
Unidos”. La comarca de Babia,
igual que buena parte de la monta-ña
leonesa, afronta su futuro con el
reto de que la población empiece a
transformar el enorme potencial de
la biodiversidad para hacer viable la
economía local teniendo en cuenta
que actividades tradicionales como la
minería se van reduciendo.
Cambiar la mentalidad
La educación de la población local
es decisiva para acceder a la etapa
de toma de conciencia del valor de
la biodiversidad y así preparar a las
personas para rentabilizarla. A finales
de la pasada década, un proyecto im-pulsado
por la Organización Mundial
del Turismo -con la colaboración de
una ONG y una asociación local en
Pangandaran (Indonesia) - logró que
los habitantes del pueblo de Sidomu-ylo
convirtieran su actividad cotidiana
en una fuente de ingresos adicional.
Acostumbrados a usar un gran nú-mero
de plantas medicinales, los lu-gareños
recibieron instrucción para
cuidar mejor sus jardines de hierbas
típicas, te y frutas. El segundo paso
fue comercializar estos productos con
un empaquetado atractivo para ofre-cerlo
a hoteles y restaurantes próxi-mos.
Finalmente el propio pueblo
se convirtió en un destino turístico
Un destino turístico no debe ser sólo un lugar
donde se busca belleza, reposo o emoción,
sino también un espacio de vida cotidiana que,
precisamente con su desarrollo, hace posible el
atractivo del destino
“El ecoturismo
no se desarrolla
desde la intuición”
Tres partners del proyecto MEST valoran el
papel de la biodiversidad en el desarrollo
turístico de sus países.
GEORGE ZAIMES
Instituto de Tecnología de Kavala (Grecia)
Cuando se piensa en Grecia lo prime-ro
que viene a la mente es el turismo
de playa y sitios arqueológicos, pero
tenemos lugares únicos llenos de
recursos naturales y la mayoría de ellos
están protegidos, como por ejemplo el
Monte Olimpo. El potencial es enorme
pero no se ha desarrollado aún. Algunas
personas -la mayoría extranjeros turistas-practican
el ecoturismo, pero son toda-vía
una pequeña parte del total de 20
millones de personas que visitan nuestro
país anualmente. Necesitamos aumentar
la conciencia de estas personas y sobre
todo el conocimiento con un proyecto
como MEST. Cualquier tipo de iniciativa
requiere de un entrenamiento. La intui-ción
puede ayudar hasta cierto punto,
pero el ecoturismo requiere de un enfo-que
integral de la gestión, las inversio-nes,
la comercialización, no se pueden
improvisar, ni dejar a la intuición.
HENN KORJUS
Universidad de Ciencias de la Vida (Estonia)
El ecoturismo está en pleno desarrollo.
Tenemos un país con muchas pequeñas
granjas que se están llevando a cabo este
tipo de actividades y lo hacen mediante el
aprovechamiento de los grandes espacios
naturales disponibles que son el 70% del
territorio de Estonia. Creo que tenemos un
futuro brillante en este campo, si somos
capaces de gestionarlo bien desde un pun-to
de vista económico. Por ahora creo que
vamos en la dirección correcta”.
IOAN VASILE
Universidad Transilvania de Brasov
(Rumanía)
El ecoturismo en Rumanía posee un
gran potencial que no se ha desarrollado
plenamente. Hay muchas zonas rurales del
país con tradiciones que se han mantenido
durante siglos, aunque por desgracia se
degradan rápidamente y las medidas de
apoyo que serían necesarias no llegan.
Áreas como el Delta del Danubio o los
Cárpatos son buenos ejemplos de este
inmenso potencial, pero no tienen ningún
apoyo financiero. Los fondos estructurales
europeos no ayudan mucho en este senti-do
por un exceso de burocracia.
Proyecto MEST
Babia
El Convenio sobre
Diversidad Biológica
recomienda realizar
un Plan de Destino,
un documento donde
deben confluir en
un todo coherente
las políticas, la
planificación y los
distintos instrumentos
de gestión
3. Proyecto MEST DELTA DEL
36 37
basado en la visita a los jardines, que
incluye explicaciones sobre las propieda-des
de las plantas. El nivel de protección
de la biodiversidad de la zona ha mejo-rado
con la experiencia.
Otro caso de cambio de mentalidad, si
cabe más radical, es el que se desarrolló
en la isla de Funzi en Kenia entre 2010
y 2011. Esta isla es conocida por alber-gar
especies de tortugas marinas, ani-males
en peligro que sufrían la pérdida
de hábitats y eran objeto de caza ilegal
en la zona. Ante estas circunstancias, y
en colaboración con otras asociaciones,
la organización local Kenya Sea Turtle
Conservation and Management Trust
(KESCOM) trasladó equipos de trabajo
a la isla para recuperar hábitats y habili-tó
patrullas de vigilancia. En paralelo se
explicó a los pescadores locales el sen-tido
de preservar las tortugas y se ofre-cieron
alternativas económicas a través
de la artesanía y el reciclaje. Hoy Funzi
está situada en el mapa del ecoturismo.
Este proyecto guarda similitudes con el
que está promoviendo Kobawunga, una
asociación española que se dedica a la
conservación de las tortugas marinas en
la costa del Pacífico mexicano.
Instrumentos legales
y de marketing
La intervención de la administración
pública es otra vía para lograr que la
biodiversidad sea preservada. Egipto
dio prioridad a la legislación para prote-ger
el frágil ecosistema del mar rojo que
alberga abundante vida y de manera
destacada arrecifes de coral. Hace 13
años la Autoridad Nacional de Desarro-llo
del Turismo inició un programa en
la parte sur del Mar Rojo que incluyó:
recogida y análisis de datos, clasificación
y zonificación de los hábitats en función
de la sensibilidad a la presión turística,
y desarrollo de regulaciones legales es-pecíficas
en cada zona que llegan a es-tipular
la tipología y densidad de aloja-mientos
requeridos. Estas regulaciones,
que combinan la sensibilidad ecológica
con la viabilidad económica, han tenido
como consecuencia en algún caso la
cancelación de inversiones por resultar
inapropiadas para la biodiversidad.
Por su parte, la Oficina de Turismo de
Costa Rica fue pionera en diseñar un
plan para recompensar los negocios
social y ambientalmente responsables
a través de las certificaciones. Estos
sellos de calidad son otorgados por
una comisión independiente después
de una auditoría que comprueba que
se cumplen al menos un 20% de los
resultados exigidos en cuatro áreas:
parámetros físicos y biológicos; infraes-tructura
y servicios; interacción con los
clientes, e interacción con la comuni-dad
local. La adscripción al plan no
tiene coste para las empresas y la con-secución
de la certificación se utiliza
luego para el marketing.
El Plan de destino
Aunque los instrumentos específicos
pueden dar resultados positivos, cabe
recordar que cualquier destino turísti-co
se caracteriza por una gran com-plejidad.
Hay que tener en cuenta
infraestructuras, productos y servicios,
inversiones, recursos, comunidades
locales, recursos naturales, etc. Por
todo ello, el Convenio sobre Diver-sidad
Biológica recomienda realizar
un Plan de Destino, un documento
donde deben confluir en un todo co-herente
las políticas, la planificación y
los distintos instrumentos de gestión.
El Plan de Destino debe ser implemen-tado
idealmente por una Organización
de Gestión del Destino, una autoridad
de carácter transversal y con poder de
ejecución que debe ser capaz de in-volucrar
al sector público y al privado,
a las ONG, a los habitantes del lugar
y a los propios turistas. Esta autoridad
puede mitigar los efectos negativos re-sultado
del choque de intereses entre
agentes, por ejemplo entre los proyec-tos
de los inversores y las necesidades
de la economía local. La experiencia
indica que estas tensiones, cuando no
se resuelven correctamente, acaban
en un aumento de la presión sobre los
ecosistemas y, por tanto, en claro de-trimento
de la biodiversidad.
• www.sustainablecotourism.eu
Delta del Danubio
DANUBIO
Biodiversidad,
esperanza de
futuro
El Danubio desemboca en el Mar Ne-gro
formando el delta más extenso
y mejor preservado de toda Europa.
Este santuario de la biodiversidad,
situado principalmente en Rumanía
y una pequeña parte en Ucrania,
alberga centenares de especies de
aves y decenas de especies de peces
de agua dulce en 12 hábitats muy
diversos que incluyen bosques, islas,
lagos y playas. El delta es crucial
para las aves en su ruta migratoria
entre Europa central y oriental, y
el Mediterráneo, Oriente Medio y
África. Desde 1991 es Reserva de la
Biosfera, lo que se ha traducido en
la creación de la Autoridad del Delta,
entidad que ejerce su poder sobre
el dominio público y los recursos
naturales. La economía del lugar
arrastra las consecuencias de errores
históricos como el intento forzado
(y fallido) de industrialización en la
época del dictador Ceaucescu. El
desarrollo incipiente del ecoturismo
en los últimos años apunta hacia un
futuro de esperanza en el difícil equi-librio
entre los imperativos ecológicos
y los económicos. Hoy la mayor parte
de los 15.000 habitantes del Delta
todavía viven mayoritariamente de
la pesca.
La Oficina de Turismo de Costa Rica fue pionera
en diseñar un plan para recompensar los
negocios social y ambientalmente responsables
a través de las certificaciones