Por qué somos seres sociales: la necesidad de los demás para sobrevivir y desarrollarnos
1.
2. El ser un humano es un individuo que puede pensar,
sentirse, esforzarse y trabajar por sí mismo, pero él
depende de la sociedad, pues es esta la que lo
provee de alimento, hogar, herramientas de trabajo,
lenguaje, formas de pensamiento y la mayoría del
contenido de su pensamiento, por lo cual aun
cuando el hombre puede ser solitario para procurar
proteger su propia existencia y satisfacer sus deseos
personales y así poder desarrollar su capacidades
naturales, es en gran medida un ser social, al
intentar ganar el reconocimiento y afecto de la
sociedad, para compartir, confrontar y mejorar sus
condiciones de vida. por lo tanto es un ser social
solo por ser parte de ella y regirse por las normas
que este conjunto de individuos (sociedad) ha
establecido, además de que aunque pueda hacer
cosas por el mismo siempre necesita de alguien
para subsistir.
3.
4. El ser con otros no es, recordemos, una
característica sobre-añadida, sino quel
hombre esta necesariamente orientado
hacia los otros. Solo con ellos pueden
cumplir con su destino de vivir
humanamente.
5. El hombre está dotado por naturaleza
de facultades y tendencias que lo llevan
a vivir en sociedad y lo hacen apto para
ello. Ejemplo son el lenguaje, como
medio de intercambiar sentimientos y
pensamientos; la diversión del sexo y su
atracción mutua etc.
6. El hombre se realiza en su dimensi6n de
ser-con-otros, en su
característica de ser social no en la simple
relación con los demás, no
en las simples relaciones humanas, sino
cuando a partir de éstas llega
a construir e integrar" comunidad".
7. Necesitamos de los demás para llegar a
la vida, para sobrevivir, para
educarnos, para progresar en todo
sentido y para trascender por el amor.
Necesitamos de los demás para ser
persona.
8. 1. Somos seres sociales
El ser humano es el animal más social de
todos los animales.
Nacemos en estado más inmaduro que
cualquier otro animal. Ello exige que el ser
humano necesite de los demás en un modo
absoluto. Necesita de los adultos, de los padres,
que le ayudarán a sobrevivir y a madurar. Y
hablamos no sólo de maduración psicológica,
sino evidentemente de maduración física. El
filósofo alemán Arnold Gehlen (1904-1976)
meditó sobre esta "naturaleza precaria" del ser
humano y señaló que, como nacemos poco
dotados anatómica y fisiológicamente para ser
autónomos, sustituimos nuestra falta de potencia
o de agilidad por los recursos de nuestra
inteligencia, que va madurando en sociedad,
paso a paso.