2. ¿Qué son los medicamentos?
• Un medicamento es una sustancia con propiedades para el
tratamiento o la prevención de enfermedades en los seres
humanos. También consideramos medicamentos a aquellas
sustancias que se utilizan con el objetivo de restaurar,
corregir o modificar funciones fisiológicas del organismo.
3. ¿ Qué son los medicamentos?
• Las diferentes maneras en que se
preparan (pastillas, supositorios,
inyectables, pomadas...) se
denominan formas farmacéuticas.
• Podemos distinguir dos tipos de
sustancias presentes en los
medicamentos:
– Principios activos: se trata de
las sustancias propiamente
medicinales.
– Excipientes: Son aquellas
sustancias necesarias en la
elaboración, almacenamiento o
liberación del principio activo.
4. Clasificación según el acceso
• Medicamentos que necesitan receta médica: Son aquellos que por
tener posibles consecuencias graves en la salud deben ser prescritos
por un médico. No está permitida su promoción.
• Medicamentos publicitarios: Son aquellos que aparecen anunciados
en los medios de comunicación. Tratan síntomas leves y no precisan de
prescripción.
• Medicamentos de uso hospitalario: se obtienen en el servicio de
farmacia de los hospitales.
5. Medicamentos genéricos y de
marca comercial.
• Hoy en día podemos encontrarnos en el
mercado medicamentos de tipo genérico o
medicamentos bajo una marca comercial.
– Los de marca comercial son aquellos
cuyo principio activo ha sido desarrollado
por la propia empresa, estando
normalmente protegidos por una patente.
– Los medicamentos genéricos, en cambio
son aquellos que utilizan principios
activos cuya patente ya ha caducado, por
lo que son más baratos ya que no se paga
por la investigación.
6. Clasificación según su origen
• M de síntesis o semisíntesis: Elaborados en un
laboratorio farmacéutico. Su origen es humano
(provienen de tejidos, de glándulas o sangre).
• Medicamentos extraídos de plantas
medicinales.
• Radiofármacos: Formados por isótopos
radioactivos. Tienen una finalidad tanto
terapéutica como diagnóstica.
• Medicamentos biotecnológicos: Elaborados
mediante ingeniería genética.
• Hemoderivados: Preparados industrialmente a
base de componentes de la sangre.
• Inmunologicos: Medicamentos relacionados
con vacunas, toxinas y alérgenas.
7. Automedicación
• Se considera automedicación a la utilización de
medicamentos por iniciativa propia, sin consejo
ni receta de un médico.
• En un principio, la automedicación puede
resultar beneficiosa si se trata de combatir
síntomas menores como el dolor, la fiebre o el
resfriado mediante medicamentos exentos de
receta médica. Sin embargo, cuando hacemos
uso de fármacos que si la precisan, podemos
incurrir fácilmente en errores de forma que,
contra todo pronóstico, nos perjudiquen. Un
ejemplo típico son los antibióticos.
8. Automedicación
• Entre las posibles consecuencias de
una automedicación irresponsable
observamos:
– Toxicidad: aparición de efectos
secundarios e intoxicaciones.
– Falta de efectividad (por su uso
en situaciones inadecuadas)
– Dependencia o adicción.
– Enmascaramiento de procesos
clínicos graves, lo que podría
complicar el diagnóstico de la
enfermedad.
– Interacciones con otros
medicamentos o alimentos.
– Resistencias a los antibióticos
9. Medicamentos biotecnológicos.
Gracias a las recientes técnicas que trabajan con el ADN y las
proteínas (sobre todo), se han producido considerables avances en el
campo de la medicina.
• Uno de ellos es la producción de sustancias (hormonas, etc) de las que
muchas personas carecen por razones genéticas.
Por ejemplo, la hemofilia es una enfermedad genética caracterizada por
el déficit del factor VIII, una sustancia que permite la coagulación de la
sangre.
Gracias a la biotecnología, podemos insertar el gen causante de éste
carácter en bacterias, de forma que al cultivarlas obtengamos esta
sustancia propiamente humana en grandes cantidades, cuando antes
era necesaria su extracción de animales o incluso cadáveres.
10. Medicamentos biotecnológicos
• Otra aplicación de la
biotecnología en la medicina es la
terapia génica, todavía en
proceso de investigación. Se trata
de una técnica revolucionaria en
la que, insertando genes
humanos en virus e
inyectándolos en el paciente se
consiga acabar con la
enfermedad genética que padece.
Si la terapia génica llega a buen
término, podríamos acabar para
siempre con una gran cantidad
de enfermedades, como la
diabetes o incluso el cáncer.