Algunos aspectos de las agrupaciones de electores 3
Chiloé Cómo Vamos: ciudadanía activa en Chiloé
1. Chiloé Cómo Vamos: Una experiencia de ciudadanía activa
Mauricio Bugueño
Director Ejecutivo Chiloé Cómo Vamos
Los bienes públicos son de todos
Las calles, veredas, plazas y esquinas de la ciudad, los caminos, carreteras, puertos, hospitales,
semáforos y playas nos pertenecen a todos. Pero también las instituciones públicas, el
Municipio, la Gobernación, la Intendencia y seremis, sus oficinas y edificios, sus recursos,
papeles y lápices. Más aún, incluso sus planes, su dirección, las prioridades de lo que se va a
hacer, todo eso no está en el ámbito de lo privado, sino que en el ámbito de la propiedad común.
Cada cierto tiempo, todos nosotros delegamos a algunas personas la gestión de esos bienes que
son de todos: ellos son nuestras autoridades. Elegimos democráticamente entre personas y
liderazgos; pero también, y sobre todo, entre propuestas y proyectos. Lamentablemente no
siempre tenemos la posibilidad de exigir el cumplimiento de esas promesas. Algunas
autoridades son rigurosas en prometer con responsabilidad y dar cuenta pública de los
compromisos contraídos, pero son la excepción, no la regla.
Crisis de la Política
La política ha entrado en una crisis de legitimidad, precisamente porque ha afectado la
confianza de los ciudadanos, sobre todo de los más jóvenes. La mayoría de ellos no se inscribe
en los registros electorales, poniendo en jaque la sustentabilidad de nuestra democracia. En este
sentido, aunque Chile exhibe un nivel de deterioro menor al que se observa en países vecinos;
es, sin embargo, lo suficientemente profundo como para declarar una alerta y un peligro.
Los partidos políticos se han desconectado del mundo y de las conversaciones ciudadanas, se
vinculan poco con la gente - salvo en período de elecciones - y sus líderes realizan promesas
ambiguas, que no establecen condiciones claras para su cumplimiento. Todo esto ha afectado su
credibilidad y, como ya señalamos, ha debilitado la confianza pública.
En este contexto, cuando se habla o se invita a la “participación ciudadana”, aparece
generalmente un razonable escepticismo: la gente no cree que su opinión será tomada en cuenta
en las decisiones finales sobre lo que se va o no se va a hacer.
Un mundo incierto nos obliga a la ayuda
Este panorama, sin embargo, contrasta con otra realidad: el mundo sigue mostrándose lleno de
peligros, y presenta un futuro incierto, que nadie es capaz de anticipar. La última crisis
económica mundial no fue prevista ni por los mejores expertos, y nos afectó a todos. Otras crisis
que sí fueron anticipadas, como la crisis del salmón en nuestra región, también nos golpeó.
Como éstas, muchas otras realidades mundiales, nacionales y locales, siguen afectándonos: la
basura descontrolada, la contaminación de nuestros mares, el desempleo, la delincuencia y la
pobreza, que –dicho sea de paso- creció en todas las comunas de nuestro Chiloé en los últimos
tres años.
Ante estos problemas y peligros, surge la pregunta: ¿podemos enfrentarlos solos, sin la ayuda, la
colaboración y cuidado de nuestros vecinos, amigos, o simplemente de los otros habitantes de
nuestro territorio? Nosotros creemos que no es posible, que necesitamos apoyarnos, cuidarnos,
conversar entre todos para potenciar nuestras capacidades.
2. Confianza, Colaboración, Ciudadanía
En nuestra opinión, hay tres cosas que tenemos que cultivar: la confianza, el valor de la
colaboración y la incidencia ciudadana.
La confianza requiere generar espacios de encuentro, en que podamos conversar y volver a creer
en los otros y no suponer que tenemos posiciones irreconciliables o que lo que siempre impera
es la mala fe. Requiere, además, restituir el valor de la palabra empeñada: hacer compromisos
públicos que podamos controlar y evaluar. Que nuestras autoridades ejerciten mejor la práctica
de cuentas públicas que no se limiten a una lista de cosas hechas, sino que se hagan cargo del
grado de cumplimiento de sus promesas, por las que la gente los eligió.
La colaboración surge de la convicción de que la ayuda, la suma de fuerzas y el cuidado de los
otros siempre paga más que la mera acción individual. Esto no quiere decir que no sea buena ni
deseable la iniciativa individual; pero sí que ésta puede hacerse mejor si protege y ayuda a su
entorno.
Por último, las personas cada vez entienden más que no es suficiente con elegir autoridades cada
cuatro años. Si los bienes públicos son de todos, queremos opinar y participar en las cosas que
se van a hacer. Creemos también que como ciudadanos podemos levantar iniciativas propias,
que colaboren en mejorar nuestras ciudades, nuestros barrios y nuestra calidad de vida.
Chiloé Cómo Vamos
Un grupo de amigos, vecinos y ciudadanos de Chiloé comenzamos hace algunos años a
conversar de estos temas. Nuestro propósito es promover una ciudadanía activa, que cultive la
confianza y la colaboración, organice redes ciudadanas en Chiloé, e impulse una experiencia de
participación e incidencia ciudadana en planes concretos de los municipios y a escala provincial.
Observamos, visitamos y aprendimos de otras experiencias de participación ciudadana en Chile
y Latinoamérica. Estas experiencias nos hablan de una tendencia más global, de gente “más
despierta” que aspira a una nueva manera para comprometerse con su propio futuro. La
Fundación Internacional AVINA nos ha ayudado en este aprendizaje, y ahora, la Unión Europea
nos está apoyando para poder llevar adelante esta iniciativa.
Chiloé Cómo Vamos es una red pluralista, es decir que valora la diversidad y la ve como una
fortaleza. En Chiloé Cómo Vamos coexisten liberales y conservadores, ciudadanos con
sensibilidad de derecha, centro e izquierda, dirigentes de organizaciones y vecinos que quieren
opinar, trabajadores y empresarios, estudiantes y profesores. Nos hemos dado cuenta que, sin
terminar con nuestras diferencias, cuando nos encontramos cara a cara y conversamos, aparecen
muchos acuerdos y propósitos comunes.
Chiloé Cómo Vamos es una red ciudadana que privilegia la colaboración antes que el reclamo o
la queja. No negamos que el reclamo es legítimo cuando una promesa no se cumple; pero
nuestra energía inicial es ayudar a resolver problemas y avanzar y no sólo a exigir y pedir
soluciones. Además, pensamos que sólo haciéndonos co-responsables en la solución de los
problemas seremos capaces de hacer de Chiloé un lugar mejor.
Nos hemos propuesto dos líneas de trabajo en esta primera fase.
En primer lugar, queremos promover, crear y organizar redes ciudadanas, que conversen sobre
el tipo de comuna que queremos y cuáles son los temas más relevantes que abordar junto a las
autoridades. Luego, es necesario que la ciudadanía construya su propia agenda, para instalar
3. temas y propósitos nuevos, levantar iniciativas propias y evaluar permanentemente los
resultados de la gestión pública.
En segundo lugar, queremos implementar experiencias de participación ciudadana en planes
municipales, que consideren el co-diseño de estos planes, la generación de compromisos
públicos vinculados a indicadores de logro, y un sistema de control de avances y evaluación de
sus resultados. Es decir, queremos ampliar el margen de incidencia de la ciudadanía en la
generación de políticas públicas. Para ello, debemos ocupar mejor la legislación vigente que
contempla mecanismos que no utilizamos en toda su potencialidad; pero también, podemos
abrirnos a nuevos mecanismos que ya han sido utilizados con éxito en otras regiones y en otros
países, como los presupuestos participativos o los plebiscitos. En el fondo, lo importante es
aprender a gestionar mejor nuestros compromisos, con apertura y disposición, para que
participen todos quienes quieran hacerlo.
Cuatro meses de trabajo y próximas acciones
Desde Junio de 2010, hemos avanzado y aprendido, con aciertos y errores. Hemos logrado
levantar redes ciudadanas en las tres comunas que definimos para iniciar este proceso: Quellón,
Curaco de Vélez y Castro. Estas redes tienen espacios de coordinación permanente donde se
avanza técnicamente en los temas acordados. Al mismo tiempo, han surgido iniciativas
ciudadanas que no anticipamos, pero que le dan fuerza e identidad al movimiento, que están
promoviendo temas ambientales, de ordenamiento urbano, responsabilidad social empresarial,
de promoción del uso de la bicicleta en Castro, de diseño de una estrategia de desarrollo
territorial en Rilán, de jóvenes en Quellón, y de reciclaje en distintas comunas, entre otras
iniciativas ciudadanas.
Paralelamente, hemos tenido conversaciones preliminares con los consejos comunales de estas
tres comunas. En ellas los gobiernos comunales han evaluado positivamente la potencialidad de
este proceso.
El diseño de conversaciones ciudadanas es un proceso abierto que recién comienza y que aún
requiere mucha maduración, desarrollo y aprendizaje. Implicará nuevos esfuerzos organizativos
y de innovación, además de la utilización de medios diversos, como equipos técnicos de trabajo
y el despliegue de un sistema de conversaciones en la web.
En lo inmediato, estamos preparando dos acciones de relevancia complementarias. Por una
parte, vamos a implementar una escuela de liderazgo en estas tres comunas, con el propósito de
dotar de instrumentos, herramientas y desarrollo de habilidades personales a 60 líderes locales,
en materias tales como trabajo en equipo, liderazgo, planificación, legislación, transparencia,
entre otras.
Por otra parte, estamos avanzando en un sistema de gestión de información, que nos permita
tener una línea base de información, y un sistema de generación de indicadores de logro y de
índices de satisfacción ciudadana.
Chiloé Cómo Vamos, en consecuencia, es una iniciativa que recién comienza, que está abierta a
la colaboración y participación de todos los ciudadanos de Chiloé y que quiere expandirse
pronto a las otras comunas. Estamos en disposición a escuchar y aprender. Pero sobre todo, de
ser un espacio de participación y ciudadanía activa, para hacernos cargo del destino de nuestro
Chiloé.