Una tormenta en Tenerife dejó grandes cantidades de lluvia, con más de 180 litros por metro cuadrado en algunas zonas. Varios pueblos sufrieron inundaciones que obligaron a familias a pasar la noche fuera de sus casas, y en algunas áreas se cortó el suministro de agua o se prohibió su consumo. Escuelas tuvieron que cerrar al día siguiente.