SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 51
Descargar para leer sin conexión
MATERNIDAD DIVINA, 1 A los cristianos del siglo V les resultaba familiar la palabra  Theotókos , que significa  Madre de Dios . El patriarca de Constantinopla,  Nestorio  (428), afirmaba que Cristo era un sujeto  humano , unido pero distinto al Verbo: un hombre extraordinario, pero no verdadero Dios. La Virgen sería entonces Madre de  Cristo , pero no Madre de  Dios . El concilio de  Éfeso  (431) declaró que la  Segunda Persona  de la Santísima Trinidad, consubstancial al Padre, ha asumido una naturaleza humana, de modo que la  única  persona en Cristo es esta Persona divina. Así la Virgen es Madre de esta Persona divina, y por eso verdadera  Madre de Dios . Ma 1 de 51
MATERNIDAD DIVINA, 2 La pregunta  “¿qué es?”  se refiere a una  naturaleza  (es un pino, un hombre, etc.), mientras que la pregunta  “¿quién es?”  se refiere a una  persona  (es Pedro). Yo no soy ante todo un “qué”, soy un “ quien”; no soy “algo”, soy “alguien”.  Tengo  una naturaleza y soy  una persona. Dios puede crear una naturaleza humana de tal modo que el  sujeto  de esa naturaleza sea un “Yo” divino , una Persona de la Trinidad. Jesús, engen- drado por obra del Espíritu Santo, es verdadero hombre  porque tiene una naturaleza real y perfec- tamente humana. Y es verdadero  Dios , porque la persona que sustenta esa naturaleza no es otra que la del Verbo divino. Ma 2 de 51
MATERNIDAD DIVINA, 3 Justa y  verdaderamente  se llama María Madre de Dios, por haber engendrado una persona divina . María da a Jesús, es decir, a Dios Hijo, todo lo que una madre da a su hijo. Ella es, en sentido propio,  Madre de Dios Hijo . El Concilio de  Éfeso  ( 431 ) define, frente a los errores de Nestorio: “ La Santa Virgen es Madre de Dios, pues dio a luz carnalmente al Verbo de Dios hecho carne ”. El Concilio de  Calcedonia  ( 451 ) añade que no puede llamarse a “la Virgen María Madre de Dios en sentido figurado”: hay que afirmarlo  en sentido propio . Ma 3 de 51
MATERNIDAD DIVINA, 4 En el  AT  hay  alusiones  al misterio de la Maternidad divina de María: preanuncios de María  son Eva (madre de los vivientes), Sara, Judit, Débora, Rut, Ester... Aparece también la figura de la  reina madre (Betsabé, madre de Salomón). Varios profetas hablan de una “ Hija de Sión ” que representa a Israel en los tres aspectos de Esposa, Ma- dre y Virgen, que se realizarán plenamente en el misterio de  María . En el  NT  la maternidad divina de María se afirma implícitamente  siempre que se habla de Ella como “ Madre de Jesús ”, el cual declaró sin lugar a dudas que es Dios (así lo entendieron su enemigos, que en ello vieron blasfemia).  Marcos  llama a Jesús “hijo de María” e “Hijo de Dios”. En  Mateo y Lucas  la palabra Madre se emplea en el relato de la Concep- ción y en el del Nacimiento. Ma 4 de 51
MATERNIDAD DIVINA, 5 El NT enseña también  explícitamente  el misterio El ángel dice a María: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por eso el hijo engendrado será santo, será llamado  hijo de Dios ”. Se llamará Emmanuel,  Dios con nosotros . En  Mt 1, 21 , el ángel anuncia a  José  que Jesús “salvará a su pueblo ”, expresión que en el AT se reserva a Dios; y que lo salvará “de sus  pecados ”, poder que se atribuye sólo a Dios. En  Lc 1, 43 , Isabel llama a María “ la madre de mi Señor ”. Los judíos llamaban a  Dios  “su Señor”. Ma 5 de 51
MATERNIDAD DIVINA, 6 Los  Padres  más cercanos a los Apóstoles, como San Ignacio de Antioquía (+ 107 ), hablan de la  maternidad  de María. Cabe des- tacar a San Justino (+ 165 ), San Ireneo (+ 202 ), Tertuliano (+ 220/ 230 ), San Hipólito (+ 235 ). Orígenes  (+  253 ) es el primero que nos da no- ticia de la fórmula “ Theotókos ” (Madre de Dios). Se encuentra luego en autores tan im- portantes como San Atanasio, San Dídimo, San Gregorio de Nisa, San Cirilo de Jerusalén, San Epifanio de Salamina, San Juan Damasce- no. El término  latino  equivalente se encuentra en San Ambrosio, San Jerónimo, etc. Ma 6 de 51
MATERNIDAD DIVINA, 7 Santo Tomás: “Por el hecho de ser Madre de Dios, tiene una  dignidad  en cierto modo  infinita , a causa del bien infinito que es Dios. (,,,) No puede imagi- narse una dignidad  mayor , como no puede imagi- narse cosa mayor que  Dios ” ( ST I, q. 25 ). “Ella es la  única  que junto con Dios Padre puede decir al Hijo de Dios:  Tú eres mi Hijo ” ( ST III, q. 103 ). No  se puede considerar a la Virgen revestida de una dignidad  divina . Pero “ más que Ella sólo Dios ” (cfr.  San Josemaría, Camino 496 ). Juan Pablo II ha insistido en la fórmula: “ Hija  de Dios Padre ,  Madre  de Dios  Hijo ,  Esposa  de Dios  Espíritu Santo ” ( Redemptoris Mater 8 ). Ma 7 de 51
INMACULADA CONCEPCIÓN, 1 Entre los privilegios de la Virgen María en atención a su dignidad de Madre  de Dios y en virtud de los  méritos  de su Hijo, es de destacar el de su  Inmaculada Concepción , reconocido por la Iglesia desde sus inicios y definido como dogma de fe el 8 de diciembre de 1854 por el Papa  Pío IX  en la Bula  Ineffabilis Deus . “ Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el  primer  instante de su Concepción fue, por singular gracia y privilegio del Dios omnipo- tente, en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada  inmune de toda mancha de culpa  original , ha sido revelada por Dios y, por tanto, debe ser firme y constante- mente creída por  todos  los fieles”. Ma 8 de 51
INMACULADA CONCEPCIÓN, 2 “ Inmune de toda mancha de culpa original”: la Iglesia confiesa que María en  ningún  momento y en modo alguno fue alcanzada por la culpa original que se transmite  por generación  a la humanidad desde nuestros primeros padres. Pío XII  añade que cuando se habla de María, ni siquiera “cabe plan- tearse la cuestión” de si tuvo o no  algún  pecado, por nimio que pu- diera pensarse, “puesto que lleva consigo la dignidad y santidad más grandes después de las de  Cristo . (...) Es tan pura y tan santa que no puede concebirse pureza  mayor  después de la de Dios” ( Fulgens corona, 08.09.1953 ). Sentencia cierta: libre de la  concupiscencia  desde su concepción. Ma 9 de 51
INMACULADA CONCEPCIÓN, 3 La inmunidad de María es una gracia del Dios todopoderoso que constituye un “ privilegio sin- gular ”. Dios se interpone entre María y el pecado para que éste ni siquiera le roce por un instante. Es un privilegio extraordinario concedido a la que había de ser  Madre de Dios . Esta verdad  no  se ha obtenido como una  conclusión  a partir de la Revelación, o por su  conexión  con alguna otra verdad revelada. Se trata de una verdad  formalmente revelada  por Dios. Ha habido progreso en el conocimiento y explicación, pero la verdad era cono- cida desde los  comienzos  de la Iglesia como divinamente revelada. Ma 10 de 51
INMACULADA CONCEPCIÓN, 4 Anunciación  ( Lc 1, 28 ): “La expresión ‘llena de gracia’ traduce la palabra griega ‘ kexaritomene ’, la cual es un participio pasivo. Así pues, para expresar con más exactitud el matiz del término griego, no se debería decir simplemente ‘llena de gracia’, sino ‘hecha llena de gracia’ o ‘ colmada de gracia ’, lo cual indicaría claramente que se trata de un don hecho por Dios a la Virgen. El término (...) expresa la imagen de una gracia  perfecta y duradera  que implica  plenitud ” ( Juan Pablo II, Audiencia general, 08.05.1996 ). Los  Padres  advierten que las palabras de Isabel a Ma- ría, en la  Visitación  (“bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”), dan a entender que Ma- ría fue la sede de  todas  las gracias divinas y que fue adornada con  todos  los carismas del Espíritu Santo, al extremo de no haber estado  nunca  bajo el poder del mal. Ma 11 de 51
INMACULADA CONCEPCIÓN, 5 Protoevangelio : “Pongo  perpetua enemistad  entre ti y la mujer, entre su descendencia y la suya. Ella te aplastará la cabeza, mientras tu le muerdes el talón” ( Gn 3, 15 ). En el texto hebraico, quien pisa la cabeza de la serpiente es la  descendencia  de la mujer. Pío XII, Fulgens corona : “Si en un momento deter- minado la santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contami- nada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese período de tiempo, por más breve  que fuera- la  enemistad eterna , de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien  cierta  servidumbre”. Ma 12 de 51
INMACULADA CONCEPCIÓN, 6 La doctrina de la Inmaculada encontró cierta resis- tencia en  Occidente . Hubo santos, como Agustín, Bernardo, Alberto Magno, Buenaventura y Tomás de Aquino, que al tiempo de afirmar la eximia santidad de María, se resistían a proclamar el pri- vilegio de la Inmaculada. No percibían cómo con- ciliarlo con la  universalidad  de la Redención ope- rada por Cristo. Solución : María no es una criatura exenta de redención. Es la prime- ra  redimida  por Cristo y lo ha sido de un modo eminente en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano. Duns Escoto distingue la “redención liberativa” de todos nosotros, de la “redención preventiva ” de María.  Ma 13 de 51
INMACULADA CONCEPCIÓN, 7 Hitos del Magisterio sobre la Inmaculada Sixto IV , en 1476 y 1483, aprueba la Fiesta y el oficio de la Concepción Inmaculada, prohibiendo calificar co- mo herética la sentencia inmaculista.  Inocencio VIII , en 1489, aprueba la invocación de la Concepción In- maculada.  Trento , en 1546, declara que “no es inten- ción suya incluir en este decreto, en que se trata del pecado original, a la bienaventurada e inmaculada Vir- gen María, Madre de Dios”.  San Pío V  incluye en el Breviario el oficio de la Inmaculada.  Paulo V , en 1616, prohíbe enseñar públicamente la sentencia antiinmacu- lista.  Gregorio XV , en 1612, lo prohíbe privadamente. Alejandro VII , en 1661, publica una constitución so- bre la Inmaculada.  Clemente XI , en 1708, extiende la Fiesta como de precepto a toda la Iglesia Universal. Ma 14 de 51
INMACULADA CONCEPCIÓN, 8 Los  Padres  descartan no sólo cualquier especie de pecado en la Madre de Dios, también la juzgan ajena a toda  imperfección  vo- luntaria, hasta el punto de negar en Ella cualquier acto imperfecto o remiso de  caridad . Entienden que, en modo alguno, ha estado inclinada al mal. La posibilidad de hacer el mal es un signo, pero también una  imperfección  de la libertad. El ver- dadero ejercicio de la libertad consiste en elegir el  bien  porque nos da la gana. La  gracia  sana la voluntad libre. Donde hay plenitud de gracia, hay plenitud de voluntad sana y, por tanto,  ple- nitud de libertad . Por eso la Santísima Virgen fue  libérrima  en todo momento. Privilegios incluidos en la plenitud de gracia, 1 Ma 15 de 51
INMACULADA CONCEPCIÓN, 9 Privilegios incluidos en la plenitud de gracia, 2 La Virgen María estuvo sujeta al  dolor . Santísima, sin sombra de pecado, pero pasible y mortal, partícipe de la  kénosis  de su Hijo, padeció al corredimir con Cristo. Una espada atravesó su alma (anuncio de  Simeón ). El privilegio de la Inmaculada, lejos de sus- traer el dolor de María,  aumentó  en Ella su capacidad de sufrimiento. Desde su  concepción  la Virgen es superior en gracia a  todas  las criaturas, incluidos los ángeles. Pero no era una gracia infinita:  creció  a lo largo de su vida, especialmente en la Encarnación, al pie de la Cruz y en Pentecostés. Además, el  amor recíproco  entre el Hijo y la Madre sería una causa ininterrumpida de incremento de  gracia  para Ella. Ma 16 de 51
VIRGINIDAD DE MARÍA, 1 Maternidad y virginidad  son alternativas de la mujer, excluyentes por naturaleza entre sí, que Dios  ha querido reunir por milagro en su Madre. Los textos más antiguos llaman a María “ La Virgen ”, y desde los primeros siglos, “La  siempre Virgen”. Tres aspectos del dogma: virgen  antes del parto,  en  el parto y  después  del parto. Antes del parto : El dogma afirma que Nuestra Señora concibió a Jesús,  no  por obra de  varón , sino por obra del Espíritu Santo. Se cumplió así la  profecía  de Isaías: “una  virgen  concebirá y dará a luz un hijo, y será su nombre Emmanuel (Dios con nosotros)” ( Is 7, 14 ). En el  Credo  rezamos así: “Creo en un solo Señor Jesu- cristo (...). Y por obra del  Espíritu Santo  se encarnó de la  Virgen María” (en latín: “ ex  Maria Virgine”). Ma 17 de 51
VIRGINIDAD DE MARÍA, 2 En el parto : Lejos de menoscabar la  integridad  del cuerpo de su Madre, Jesús la dejó intacta  al nacer . Este prodigio es un  milagro de la divina omnipotencia. Ilustración clásica: nació como la luz del sol que pasa a través de un cristal,  sin romperlo ni mancharlo . Después del parto : “Esta puerta ha de estar cerrada para siempre , no se abrirá ni entrará por ella hombre alguno, porque ha entrado por ella Yahvé” ( Ez 44, 1- 2 ). Los Padres aplican estas palabras a la virginidad perpetua  de María. San Agustín, Sermón 186 : María “fue Virgen al  concebir  a su Hijo, Virgen al  parir , (...) Virgen  después  del parto, Virgen  siempre ”. Ma 18 de 51
VIRGINIDAD DE MARÍA, 3 Los “hermanos” de Jesús en los Evangelios Hebreo y arameo  carecen  de términos  distintos  para designar grados diversos de parentesco. Lot llamado “hermano” de Abraham en Gn 13, 8  y  14, 14.16 , y “ sobrino ” en  Gn 12, 5  y  14, 12 . Labán llama- do “hermano” de Jacob en  Gn 29, 15 , cuando era hermano  de su madre  ( Gn 29, 10 ). Mc 6, 3  da una  lista  de hermanos de Jesús, entre ellos Santiago y José, quienes por  Mc 15, 40  y  Jn 19, 25  sabemos que eran hijos de  María de Cleofás . Si Jesús hubiera tenido otros hermanos, no se entende- rían bien sus palabras en la  Cruz  confiando su Madre a su discípulo  Juan . Ma 19 de 51
VIRGINIDAD DE MARÍA, 4 Se ha pensado también negar la virginidad de María porque Jesu- cristo es llamado “ primogénito ”, en  Lc 2, 7 . Pero esta palabra si- gnifica “hijo no precedido por otro”, y  prescinde  de la existen- cia de otros hijos. El primogéni- to estaba también vinculado con prescripciones de la  ley  judaica, y a cada hijo  único  se aplicaban estas prescripciones para el “ primogénito”. Ma 20 de 51
VIRGINIDAD DE MARÍA, 5 Mt 1, 18-25  hace la interpretación de  Is 7, 14 (“la  virgen  ha concebido y ha dado a luz un hijo, que será llamado  Emmanuel , esto es, ‘ Dios-con-nosotros’”). Y en la  genealogía  de Jesús,  Mt 1, 16 , en lugar de decir “José engen- dró a Jesús”, dice “José, esposo de María,  de la cual nació  Jesús, que es llamado Cristo” En la Anunciación ( Lc 1, 26-38 ), la pregunta de María “¿cómo se hará esto, pues no conozco varón?” es interpretada por los autores católicos como la voluntad de María de  permanecer virgen ya  antes  del anuncio del ángel. Mt 1, 20  afirma que el Ángel del Señor reveló a José que “lo con- cebido en Ella (María) es del  Espíritu Santo ”. Ma 21 de 51
VIRGINIDAD DE MARÍA, 6 San  Marcos  nunca menciona a José, el esposo de María, pero llama a Jesús “ el hijo de María ”. En el prólogo del evangelio de San  Juan , algunas voces autorizadas, como San Ireneo y Tertuliano, presentan  Jn 1, 13  en singular, es decir, “Él que  no  nació de sangre ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nació  de Dios ”, lo que sería testimonio de la generación  virginal  de Jesús. Las fórmulas de fe de los  Padres  postulan la afirmación del nacimiento virginal de Jesús; y a partir del siglo IV utilizan el título de “ siempre Virgen ” al hablar de María. Ma 22 de 51
VIRGINIDAD DE MARÍA, 7 La virginidad de María está presente en una larga serie de tes- timonios del  Magisterio  de la Iglesia, desde el Símbolo apos- tólico hasta la Lumen gentium de Vaticano II, y Juan Pablo II. Concilio de Letrán (649), c. 3 : “Si alguno, se- gún los Santos Padres, no confiesa que propia y verdaderamente es Madre de Dios la santa y siempre  virgen  e inmaculada María, ya que con- cibió en los últimos tiempos  sin semen , del Es- píritu Santo, al mismo Dios-Verbo (...) y que dio a luz  sin corrupción , permaneciendo indisoluble su virginidad  aún después  del parto, sea conde- nado”. Ver también  Pablo IV, Const. Cum quo- rundam (1555) . Ma 23 de 51
VIRGINIDAD DE MARÍA, 8 “ La mirada de la fe, unida al conjunto de la Re- velación, puede descubrir las  razones misteriosas por las que Dios, en su designio salvífico, quiso que su Hijo naciera de una virgen. Estas razones se refieren tanto a la persona y a la misión reden- tora de  Cristo  como a la aceptación por  María  de esta misión para con los hombres” ( CCE 502 ). CCE 503 : “La virginidad de María manifiesta la iniciativa absoluta de  Dios  en la Encarnación”.  CCE 504 : “Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María porque Él es el  Nuevo Adán  que inaugura la  nueva creación ”.  CCE 505 : “Jesús, el nuevo Adán, inaugura por su concepción virginal el nuevo na- cimiento de los  hijos de adopción  en el Espíritu Santo por la fe”. Ma 24 de 51
VIRGINIDAD DE MARÍA, 9 “ María es virgen porque su virginidad es el signo de su  fe  no adulterada por duda alguna y de su entrega total  a la voluntad de Dios. Su fe es la que le hace llegar a ser la madre del Salvador: ‘ Más bienaventurada es María al recibir a Cristo por la  fe  que al concebir en su seno la  carne  de Cristo’ ( San Agustín, De sancta virginitate 3, 3 )” ( CCE 506 ). CCE 507 : “María es a la vez virgen y madre porque ella es la figura y la  más perfecta  realización de la  Iglesia ”. La iglesia es  madre  ya que engendra para una vida nueva e inmortal a los hijos concebidos por el Espíritu Santo y nacidos de Dios. También es  virgen  que guarda íntegra y pura la fidelidad prometida al Esposo. Ma 25 de 51
ASUNCIÓN, 1 Pío XII, Munificentissimus Deus, 01.11.1950 : “Pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María,  cumpli- do el curso de su vida terrena , fue asunta  en cuerpo y alma  a la gloria celeste”. La asunción se produce  por virtud de Dios . El dogma significa que para la Virgen María  no se aplaza  hasta el fin de los tiempos la glorifi- cación de su cuerpo, como sucederá en los demás fieles, y que su cuerpo no sufrió la descomposición  cadavérica. Ma 26 de 51
ASUNCIÓN, 2 Pío XII quiso prescindir de la cuestión sobre la  muerte  de María en la fórmula definitoria: no  quiso definirla. Muchos  Padres  presentan la muerte de María como un  acto de amor  que la llevó hasta su divino Hijo para compartir con Él la vida inmortal. Gn 3, 15 : “Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer...”. Cristo, Nuevo Adán , obtiene el triunfo definitivo sobre la serpiente antigua, asociado íntimamente a la  Nueva Eva , María. El triunfo es triple: sobre el pecado, sobre la concupiscencia y  sobre la muerte . La pri- mera  redimida  fue liberada de la muerte a semejanza de Cristo. Ma 27 de 51
ASUNCIÓN, 3 Lc 1, 28 : “Llena de gracia”. La gracia redunda en  toda  la persona, unidad de alma y cuerpo. A la  plenitud de gracia  debe corresponder plenitud de gloria , en la persona entera. Ap 12, 1 : La Mujer vestida de sol. “Una mujer revestida por el  Sol , o sea,  inmersa  en la luz de Dios, que la inhabita porque Ella habita en Él. (...) Los  Cielos  y la  Tierra  se han fundido. Por debajo de los pies, la  Luna , como signo de que lo  efímero y mortal  ha sido superado, y que la transitoriedad de las cosas ha sido convertida en existencia  perdurable . Y la  constelación  que la corona significa  salvación ” ( Benedicto XVI, Angelus, 16.08.2006 ). Ma 28 de 51
ASUNCIÓN, 4 “ Como Cristo  resucitó de entre los muertos con su cuerpo glorioso y subió al cielo, así  también la Virgen santísima, a Él  asociada plenamente , fue elevada a la gloria celestial con toda su per- sona. También en esto la Madre siguió  más de cerca  a su Hijo y nos precedió a todos nosotros” ( Benedicto XVI, Angelus, 15.08.2005 ). La  participación  de la Virgen en la  victoria  de Cristo no podría considerarse  plena  sin la glorificación corporal anticipada de María. “ La  maternidad  divina, que hizo del  cuerpo  de María la morada inmaculada del Señor,  funda  su destino  glorioso ” ( Juan Pablo II, Audiencia general, 09.07.1997 ). Ma 29 de 51
ASUNCIÓN, 5 Si Adán y Eva introdujeron en el mundo la  muerte  del  alma (pecado) y la del  cuerpo , Cristo y María fueron causa de  vida para el alma ( gracia ) y para el cuerpo ( resurrección ). Armonía de la Asunción con el dogma de la  Inmaculada : si la re- surrección es el triunfo y el trofeo de la  redención , a una redención preventiva y anticipada corresponderá una  anticipada  resurrección. Armonía con la  Maternidad virginal : La verdad del parto virginal proclama el decre- to divino de preservar en absoluto la  integri- dad corporal  de la Madre de Dios. Ma 30 de 51
ASUNCIÓN, 6 Armonía con el amor de Cristo por su Madre “ ¿Cómo nos habríamos comportado, si hubiése- mos podido escoger la madre nuestra? Pienso que hubiésemos elegido a la que tenemos, llenán- dola de todas las  gracias . Eso hizo Cristo: siendo Omnipotente, Sapientísimo y el mismo Amor, su poder realizó  todo  su querer (...). Los teólogos han formulado con frecuencia un argumento semejante, destinado a comprender de algún mo- do el sentido de ese cúmulo de gracias de que se encuentra revestida María y que culmina con la Asunción  a los cielos. Dicen: ‘convenía, Dios podía hacerlo, luego lo hizo’” ( San Josemaría, Es Cristo que pasa, 171 ). Ma 31 de 51
ASUNCIÓN, 7 La Asunción de María es el argumento o prue- ba de que todos los fieles de los cuales la Virgen Santísima es  Madre , estarán un día con sus cuerpos  glorificados  junto a Cristo glorioso. Nuestro futuro  no es utópico . Es una realidad existente  en Cristo y María . Contemplando a María  Asunta , el cristiano aprende a descubrir el  valor  de su propio  cuerpo  y a custodiarlo como  templo de Dios , en espera de la resurrección y glorificación de la vida eterna bienaventurada. Ma 32 de 51
REALEZA DE MARÍA, 1 Lumen gentium 59 : “La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el curso de la vida terrena, en alma y cuerpo fue asunta a la gloria celes- tial y enaltecida por el Señor como  Reina del Universo , para que se asemejara más plena- mente a su Hijo, Señor de los que dominan, vencedor del pecado y de la muerte”. Lc 1, 43 : Isabel, al oír el saludo de la Virgen, exclama: “¿De dónde a mí que la madre  de mi Señor  venga a mi?”. Es tanto como decir “ la Señora”, “ la Reina ”. Los Padres vieron a  María  en la mujer “vestida de sol, con la luna ba- jo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” ( Ap 12, 1 ). Ma 33 de 51
REALEZA DE MARÍA, 2 Innumerables  Padres , como, por ejemplo, San Efrén, San Gregorio Nacianceno, Orígenes, San Juan Damasceno, San Jerónimo, San Andrés Cretense, San Epifanio, etc., proclaman a María “ Reina ”, “ Dueña”, “Señora”. Liturgia : La Iglesia latina entona la “Salve Regina”, las antífonas “Ave Regina caelo- rum” y “Regina caeli laetare”. Destacan las  Letanías  lauretanas con muchas invo- caciones a María como Reina, y el quinto misterio glorioso del  Rosario .  Iconografía . Muchos  Papas  llaman a María  Reina .  Pío XII  dedicó la encíclica Ad Coeli Reginam  (1954)  entera  a este misterio.  Juan Pablo II insiste en que María es  Reina universal  ( Redemptoris Mater ). Ma 34 de 51
REALEZA DE MARÍA, 3 Cristo es  Rey  no sólo porque es Hijo de Dios, sino  también  porque es  Redentor . María es  Reina  no sólo porque es Madre de Dios, sino también  porque, asociada como nueva Eva al nuevo Adán,  cooperó en la obra de la redención del género humano. María reina con el poder de la  oración . Con el amor de Hija de Dios  Padre , con el amor de Madre de Dios  Hijo  y con el amor de Esposa de Dios  Espíritu Santo , reunidos  en un solo corazón . María es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxi- liadora, Socorro, Mediadora. Y se la llama la  Omnipotencia Suplicante . Ma 35 de 51
COOPERACIÓN EN LA SANTIFICACIÓN, 1 Se puede hablar de la  corredención  de la Virgen María. La iden- tificación con su Hijo abarca desde el principio  todo  el plan de salvación. Fue junto a la  Cruz  de Jesús, donde con particular intensidad ejerció su misión corredentora. Arnaldo de Chartres (s. XII) : “ Una  fue la voluntad de Cristo y de María; ambos ofrecían a Dios  un mismo  holocausto: María, con sangre en el corazón; Cristo, con sangre en la carne”. “ Movida por un inmenso amor a nosotros, ofreció Ella misma a su Hijo a la divina justicia para re- cibirnos como hijos” ( León XIII, Iucunda semper ). Por nosotros muere Jesús y  por nosotros  sufre María. Colaboró con su Hijo en hacernos  hijos de Dios  y también (por designio divino)  hijos suyos . Ma 36 de 51
COOPERACIÓN EN LA SANTIFICACIÓN, 2 Cuando Dios dijo a la serpiente: “Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descen- dencia y la suya, que te aplastará la cabeza” ( Gn 3, 15 ), está situando  junto  al futuro Ven- cedor de Satanás a la Mujer, y esta Mujer es María . Dios pensó en la eternidad a María como “unum” con  Cristo  Cabeza de la Huma- nidad redimida. Satanás  se sirvió de la  mujer  para arrastrar a Adán y a sus hijos al abismo del pecado y de la perdición.  Dios  se servirá de una mujer  para realizar las maravillas de la Encarnación y de la Redención por medio de Cristo, Verbo encarnado en el seno de María. Ma 37 de 51
COOPERACIÓN EN LA SANTIFICACIÓN, 3 La  maternidad  divina justifica de raíz el principio de una participación de María en la  entera  vida y misión del Verbo encarnado. Esta asociación inserta a María en  toda  la historia de la redención y santificación. Cristo es la Cabeza  indiscutible y única  de la Iglesia por derecho propio, y lo es  inseparablemente  de María como Madre. Cristo es el  único Mediador , pero ha querido tener junto a sí, estre- chamente  unida , asociada en su quehacer  redentor y santificador , a la  Mujer . Y la Mujer ha sido  María , su Madre. Ma 38 de 51
MADRE Y MEDIADORA, 1 María es Madre nuestra no en un sen- tido natural, pero sí en un sentido  real, sobrenatural y místico , porque es Ma- dre de Cristo, no sólo de la Persona de Cristo, sino del  Cristo total  (Cabeza y miembros). María, cuando llevaba en su seno al Salvador, gestaba también a todos aquellos cuya vida estaba contenida  en la vida del Señor . Todos cuantos estamos unidos con Cristo, hemos salido del seno de María a semejanza de un  cuerpo unido con su cabeza . Así, en un sentido espiritual, somos  hijos de María  y Ella es  Madre  de todos nosotros. Ma 39 de 51
MADRE Y MEDIADORA, 2 María es Madre de los  bienaventurados  del Cielo de modo  exce- lente . Es Madre de las personas  en gracia  de modo  perfecto . Es Madre de los cristianos en  pecado mortal  de modo  imperfecto , porque estos no tienen vida sobrenatural completa, sino sólo la fe. Es Madre de los  no bautizados  de modo  potencial  o  de dere- cho , ya que está destinada a engendrarlos en la vida sobrenatural. No  es Madre de los  condenados  del infierno, pues ya no les cabe en absoluto la unión con Cristo. Por ser  Madre de la Iglesia , es miembro so- breeminente y del todo  singular  de la Iglesia. Ma 40 de 51
MADRE Y MEDIADORA, 3 La Madre de Dios, por querer y don de Dios,  pro- crea  en la vida de la  Gracia  a los hijos de Dios. María no es autora de la Gracia, pero hay un com- promiso  divino  asumido libremente por Dios con vista a la intervención de María en la obra de la santificación, que la erige en  verdadera Madre , dadora de la vida sobrenatural, crística, creada por la  Trinidad , desde el Padre en el Hijo por el Espíritu Santo. Los hombres pueden ser  mediadores  entre Dios y los demás. Es una mediación  subordinada , participada. En la Virgen se da  esencial- mente más  esa mediación participada, pues es de una naturaleza específicamente superior, por ser de una naturaleza  materna . Ma 41 de 51
MADRE Y MEDIADORA, 4 El Magisterio afirma que María es  Medianera  y Dispensadora de todas  las gracias: “Es lícito afirmar que de aquel grandioso tesoro que trajo el Señor (...),  nada  se nos distribuye sino por medio de María , por quererlo Dios así” ( León XIII, Octobri mense, 22.09.1891 ). A la Madre de Dios se le ha entregado to- da la gracia de la que es  Autor su Hijo , para que sea  Administradora  de Cristo, en favor de todos sus hijos.  Todas  las gra- cias se comunican por Cristo a María, y por María  a nosotros. Es una manifesta- ción de la inmensidad del  amor  de Dios hacia María y hacia nosotros. Ma 42 de 51
CULTO Y DEVODIÓN, 1 El  culto  es un honor que se tributa a una persona  superior  a nosotros. El culto rendido a los servidores de Dios honra a Dios  mismo, que se manifiesta por ellos y por ellos  nos atrae hacia Él. Al constituir Dios a su Madre en la cima de la santidad, llenándola de gracias, nos expresa  su voluntad  de que la honremos en cuanto nos sea posible. Alabar a María es alabar  al Hijo  y, por Él, a la Trinidad Santísima: ¿qué hijo no se goza en que honren a su madre? ¡Cuánto más Cristo que,  siendo Dios , ama a su Madre más que todos los hijos del mundo! Ma 43 de 51
CULTO Y DEVOCIÓN, 2 Se tributa a la Santísima Virgen un culto de veneración supremo  ( hiperdulía ), debido a su eminente dignidad de Madre de Dios, distinto del culto de  adoración  ( latría ) reser- vado a Dios, y del simple culto de  veneración ( dulía ) propio de los demás santos. La  verdadera  devoción no consiste, ni en un estéril y pasajero sentimentalismo , ni en una cierta vana  credulidad ; sino que pro- cede de la  fe , por la que reconocemos la  excelencia  de la Madre de Dios, por la que somos llevados a un  amor filial  hacia nuestra Madre, y a la  imitación  de sus virtudes. Ma 44 de 51
CULTO Y DEVOCIÓN, 3 “ Ante todo, es sumamente conveniente que los ejercicios de  piedad a la Virgen María expresen claramente la nota  trinitaria y cristoló- gica  que les es intrínseca y esencial. (...) En la Virgen María  todo es referido a Cristo y todo depende de Él: en vistas a Él, Dios Padre la eligió desde toda la eternidad como Madre  toda santa  y la adornó con dones del Espíritu Santo que no fueron concedidos a ningún otro” ( Pablo VI, Marialis cultus 24 ). “ Es necesario además que los ejercicios de piedad (...) ponga más  claramente  de manifiesto el puesto que ella ocupa en la Iglesia: el  más alto y más próximo  a nosotros después de Cristo. (...) El amor a la  Iglesia  se traducirá en amor a  María y viceversa; porque la una no puede subsistir sin la otra” ( Ídem 28 ). Ma 45 de 51
CULTO Y DEVOCIÓN, 4 La Iglesia, para  honrar  a la Virgen María, celebra a lo largo del año litúrgico diversas  fiestas  maria- nas.  Vaticano II  exhorta a que se promueva el culto, especialmente el litúrgico. El Magisterio ha subrayado de modo particular dos devociones marianas: el  Ángelus  y el  Rosario . Otras prácticas de  piedad mariana : Cofradías marianas, Escapulario del Carmen, Mes de María, Medallas, sábados dedicados a María, peregrinaciones a Santuarios, consagración a su Corazón Inmaculado, etc. Los frutos de esta devoción mariana son incontables. Ma 46 de 51
SAN JOSÉ, 1 El Magisterio sostiene que la Virgen y San José contrajeron un  verdadero matrimonio . Los Padres, al referirse a este matrimonio, ponen de relieve la  providencia y sabiduría  divinas al disponer que Jesucristo naciera virginalmente de una  Madre desposada . San José recibió una  plenitud  de gracia proporcionada a la preemi- nencia de su  misión  para la cual fue elegido eternamente por la Trinidad. En efecto, la misión de San José supera el orden mismo de la gracia y linda con el orden  hipostático , constituido por el misterio mismo de la Encarnación. Ma 47 de 51
SAN JOSÉ, 2 Juan XXIII , en 1962, lo proclamó “ilustre descendiente de David, luz de los Patriarcas, esposo de la Madre de Dios, guardián de su virginidad, padre nutricio del Hijo de Dios, vigilante defensor de Cristo, Jefe de la Sagrada Familia; fue justísimo, castísimo, pru- dentísimo, fortísimo, muy obediente, fidelísimo, espejo de pa- ciencia, amante de la pobreza, modelo de trabajadores, honor de la  vida doméstica, guardián de las vírgenes, sostén de las familias, consolación de los desafortuna- dos, esperanza de los enfermos, patrono de los moribundos, terror de los demonios, protector de la Iglesia Santa. Nadie es tan grande  después de la Virgen  María ”. Ma 48 de 51
SAN JOSÉ, 3 Parece que, después de la Anunciación, la Virgen guardó  para sí  el gran misterio que había aconte- cido en Ella, la Encarnación del Verbo. La  duda  de José  no  era sobre la  inocencia  de María, sino sobre  su propio papel  en el futuro de aquel misterio. El ángel no sólo le  confirma  que lo sucedido en su Esposa es obra divina ; además le comunica que él tiene también una  misión  en el misterio de la Encarnación:  poner el nombre  a Jesús, lo cual signi- fica, en el modo de hablar bíblico, que iba a ser el padre de Jesús según la ley . Ma 49 de 51
SAN JOSÉ, 4 “ ¿Cómo era padre José? Tanto más profundamente padre, cuanto más  casta  fue su paternidad. A José no sólo se le debe el nombre de  padre , sino que se le debe  más  que a otro alguno” ( San Agustín, Sermón 51, 20 ). Fiesta litúrgica  de San José: Sixto IV (1476). La eleva a mayor categoría Inocencio VIII (1486). La declara obligatoria para todo el  orbe  Gregorio XV (1621). Proclama a San José como “ patrono de la Iglesia universal ” Pío IX (1871), Juan Pablo II  le ha dedicado una Exhortación Apostólica,  Redemptoris custos  (1989). Ma 50 de 51
SAN JOSÉ, 5 “ Trato de llegar a la Trinidad del Cielo por esa otra  trinidad de la tierra : Jesús, María y José. Están como  más asequibles . Jesús, que es per- fectus Deus y perfectus Homo. María, que es una mujer, la más pura criatura, la más grande: más que Ella,  sólo Dios . Y José, que está  in- mediato  a María: limpio, varonil, prudente, entero” ( San Josemaría ). “ San José, que  no  te puedo  separar  de Jesús y de María. San José, por el que he tenido siempre devoción pero comprendo que debo amarte  cada día más  y proclamarlo a los cuatro vientos (...). San José,  nuestro Padre y Señor , intercede por nosotros” ( Ídem ). Ma 51 de 51

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

HIstoria de la Iglesia Católica Parte 1
HIstoria de la Iglesia Católica Parte 1HIstoria de la Iglesia Católica Parte 1
HIstoria de la Iglesia Católica Parte 1Juan Pena
 
Introducción al catecismo de la iglesia
Introducción al catecismo de la iglesiaIntroducción al catecismo de la iglesia
Introducción al catecismo de la iglesiaLudiana Altuve
 
Los Evangelios Sinópticos
Los Evangelios Sinópticos Los Evangelios Sinópticos
Los Evangelios Sinópticos mariarosa-2013
 
Introduccion a la mariología
Introduccion a la mariologíaIntroduccion a la mariología
Introduccion a la mariologíaAngela Cabrera
 
¿Quién es Jesús? Una presentación clásica
¿Quién es Jesús? Una presentación clásica¿Quién es Jesús? Una presentación clásica
¿Quién es Jesús? Una presentación clásicaCarlos Jardón
 
La realidad histórica de Jesús
La realidad histórica de JesúsLa realidad histórica de Jesús
La realidad histórica de JesúsSamuel Rodríguez
 
HEREJIAS CRISTOLÓGICAS
HEREJIAS CRISTOLÓGICASHEREJIAS CRISTOLÓGICAS
HEREJIAS CRISTOLÓGICASrorromc
 
Ppt El Espíritu Santo en los Hechos 2 (1)
Ppt El Espíritu Santo en los Hechos 2 (1)Ppt El Espíritu Santo en los Hechos 2 (1)
Ppt El Espíritu Santo en los Hechos 2 (1)FRANCISCO PAVON RABASCO
 
Los Hechos de los Apóstoles Clase 1
Los Hechos de los Apóstoles Clase 1Los Hechos de los Apóstoles Clase 1
Los Hechos de los Apóstoles Clase 1Juan Carlos Moreno
 
El Sacramento de la Reconciliación.
El Sacramento de la Reconciliación.El Sacramento de la Reconciliación.
El Sacramento de la Reconciliación.Gladys Chavez
 
La virgen maría
La virgen maríaLa virgen maría
La virgen maríaKelly Ponce
 
La Iglesia Y E L Laico En El Mundo
La Iglesia Y E L Laico En El MundoLa Iglesia Y E L Laico En El Mundo
La Iglesia Y E L Laico En El Mundojennifer
 

La actualidad más candente (20)

Catecismo de la iglesia católica
Catecismo de la iglesia católicaCatecismo de la iglesia católica
Catecismo de la iglesia católica
 
HIstoria de la Iglesia Católica Parte 1
HIstoria de la Iglesia Católica Parte 1HIstoria de la Iglesia Católica Parte 1
HIstoria de la Iglesia Católica Parte 1
 
Introducción al catecismo de la iglesia
Introducción al catecismo de la iglesiaIntroducción al catecismo de la iglesia
Introducción al catecismo de la iglesia
 
Los Evangelios Sinópticos
Los Evangelios Sinópticos Los Evangelios Sinópticos
Los Evangelios Sinópticos
 
La Revelacion
La RevelacionLa Revelacion
La Revelacion
 
8. eclesiología.
8. eclesiología.8. eclesiología.
8. eclesiología.
 
La Liturgia de las Horas
La Liturgia de las HorasLa Liturgia de las Horas
La Liturgia de las Horas
 
Introduccion a la mariología
Introduccion a la mariologíaIntroduccion a la mariología
Introduccion a la mariología
 
¿Quién es Jesús? Una presentación clásica
¿Quién es Jesús? Una presentación clásica¿Quién es Jesús? Una presentación clásica
¿Quién es Jesús? Una presentación clásica
 
Que es la Iglesia
Que es la IglesiaQue es la Iglesia
Que es la Iglesia
 
Revelacion divina
Revelacion divina Revelacion divina
Revelacion divina
 
La realidad histórica de Jesús
La realidad histórica de JesúsLa realidad histórica de Jesús
La realidad histórica de Jesús
 
HEREJIAS CRISTOLÓGICAS
HEREJIAS CRISTOLÓGICASHEREJIAS CRISTOLÓGICAS
HEREJIAS CRISTOLÓGICAS
 
Ppt El Espíritu Santo en los Hechos 2 (1)
Ppt El Espíritu Santo en los Hechos 2 (1)Ppt El Espíritu Santo en los Hechos 2 (1)
Ppt El Espíritu Santo en los Hechos 2 (1)
 
Maria discipula y misionera
Maria discipula y misioneraMaria discipula y misionera
Maria discipula y misionera
 
Devoción de María
Devoción de MaríaDevoción de María
Devoción de María
 
Los Hechos de los Apóstoles Clase 1
Los Hechos de los Apóstoles Clase 1Los Hechos de los Apóstoles Clase 1
Los Hechos de los Apóstoles Clase 1
 
El Sacramento de la Reconciliación.
El Sacramento de la Reconciliación.El Sacramento de la Reconciliación.
El Sacramento de la Reconciliación.
 
La virgen maría
La virgen maríaLa virgen maría
La virgen maría
 
La Iglesia Y E L Laico En El Mundo
La Iglesia Y E L Laico En El MundoLa Iglesia Y E L Laico En El Mundo
La Iglesia Y E L Laico En El Mundo
 

Destacado (20)

Mariología (1 Parte)
Mariología (1 Parte)Mariología (1 Parte)
Mariología (1 Parte)
 
Curso de mariologia. P. Antonio Rivero. l.c
Curso de mariologia. P. Antonio Rivero. l.cCurso de mariologia. P. Antonio Rivero. l.c
Curso de mariologia. P. Antonio Rivero. l.c
 
Mariología 2
Mariología 2Mariología 2
Mariología 2
 
Dogmas marianos
Dogmas marianosDogmas marianos
Dogmas marianos
 
Trabajo de mariología
Trabajo de mariologíaTrabajo de mariología
Trabajo de mariología
 
Dogmas marianos
Dogmas marianosDogmas marianos
Dogmas marianos
 
Dogmas marianos -esquema
Dogmas marianos -esquemaDogmas marianos -esquema
Dogmas marianos -esquema
 
Maria power point
Maria power pointMaria power point
Maria power point
 
Mariología
MariologíaMariología
Mariología
 
Mariologia
MariologiaMariologia
Mariologia
 
Los dogmas marianos
Los dogmas marianosLos dogmas marianos
Los dogmas marianos
 
Mariología 1
Mariología 1Mariología 1
Mariología 1
 
Dogmas Catolicos
Dogmas CatolicosDogmas Catolicos
Dogmas Catolicos
 
Tema 4 maria en la iglesia i ppt
Tema 4  maria en la iglesia i pptTema 4  maria en la iglesia i ppt
Tema 4 maria en la iglesia i ppt
 
Mariologia
MariologiaMariologia
Mariologia
 
Curso de mariología
Curso de mariologíaCurso de mariología
Curso de mariología
 
María en la historia de salvación
María en la historia de salvaciónMaría en la historia de salvación
María en la historia de salvación
 
Tolerância
TolerânciaTolerância
Tolerância
 
María en la historia de salvación
María en la historia de salvaciónMaría en la historia de salvación
María en la historia de salvación
 
PROGRAMA DE INCENTIVOS A LA MEJORA DE LA GESTIÓN MUNICIPAL
PROGRAMA DE INCENTIVOS A LA MEJORA DE LA GESTIÓN MUNICIPALPROGRAMA DE INCENTIVOS A LA MEJORA DE LA GESTIÓN MUNICIPAL
PROGRAMA DE INCENTIVOS A LA MEJORA DE LA GESTIÓN MUNICIPAL
 

Similar a Mariologia total

¿María fue una mujer cualquiera?¿Es realmente la madre de Dios?¿Fue siempre ...
¿María fue una mujer cualquiera?¿Es realmente  la madre de Dios?¿Fue siempre ...¿María fue una mujer cualquiera?¿Es realmente  la madre de Dios?¿Fue siempre ...
¿María fue una mujer cualquiera?¿Es realmente la madre de Dios?¿Fue siempre ...manu2002
 
La Maternidad Divina de Maria. El dogma mariano
La Maternidad Divina de Maria. El dogma marianoLa Maternidad Divina de Maria. El dogma mariano
La Maternidad Divina de Maria. El dogma marianoAvanzadaCatlicaChicl
 
curso-biblico-defensa-de-la-fe-tercera-sesion-La-virgen-maría.pdf
curso-biblico-defensa-de-la-fe-tercera-sesion-La-virgen-maría.pdfcurso-biblico-defensa-de-la-fe-tercera-sesion-La-virgen-maría.pdf
curso-biblico-defensa-de-la-fe-tercera-sesion-La-virgen-maría.pdfLuisGuevara759302
 
Inmaculada concepción de maría
Inmaculada concepción de maríaInmaculada concepción de maría
Inmaculada concepción de maríamonica eljuri
 
Mito 36 la_concepción_inmaculada_de_la_virgen_maría_fue_proclamada_por_el_pap...
Mito 36 la_concepción_inmaculada_de_la_virgen_maría_fue_proclamada_por_el_pap...Mito 36 la_concepción_inmaculada_de_la_virgen_maría_fue_proclamada_por_el_pap...
Mito 36 la_concepción_inmaculada_de_la_virgen_maría_fue_proclamada_por_el_pap...Angel Erazo
 
María doctrina y dogma
María   doctrina y dogmaMaría   doctrina y dogma
María doctrina y dogmaMartin M Flynn
 

Similar a Mariologia total (20)

Mariologia
MariologiaMariologia
Mariologia
 
Mariologia
MariologiaMariologia
Mariologia
 
¿María fue una mujer cualquiera?¿Es realmente la madre de Dios?¿Fue siempre ...
¿María fue una mujer cualquiera?¿Es realmente  la madre de Dios?¿Fue siempre ...¿María fue una mujer cualquiera?¿Es realmente  la madre de Dios?¿Fue siempre ...
¿María fue una mujer cualquiera?¿Es realmente la madre de Dios?¿Fue siempre ...
 
La Santisima Virgen Maria
La Santisima Virgen MariaLa Santisima Virgen Maria
La Santisima Virgen Maria
 
La maternidad divina
La maternidad divinaLa maternidad divina
La maternidad divina
 
La Maternidad Divina
La Maternidad DivinaLa Maternidad Divina
La Maternidad Divina
 
Maternidad_divina
 Maternidad_divina Maternidad_divina
Maternidad_divina
 
Dogmas Marianos
Dogmas MarianosDogmas Marianos
Dogmas Marianos
 
La Maternidad Divina de Maria. El dogma mariano
La Maternidad Divina de Maria. El dogma marianoLa Maternidad Divina de Maria. El dogma mariano
La Maternidad Divina de Maria. El dogma mariano
 
curso-biblico-defensa-de-la-fe-tercera-sesion-La-virgen-maría.pdf
curso-biblico-defensa-de-la-fe-tercera-sesion-La-virgen-maría.pdfcurso-biblico-defensa-de-la-fe-tercera-sesion-La-virgen-maría.pdf
curso-biblico-defensa-de-la-fe-tercera-sesion-La-virgen-maría.pdf
 
Los Dogmas de María
Los Dogmas de MaríaLos Dogmas de María
Los Dogmas de María
 
Inmaculada concepción de maría
Inmaculada concepción de maríaInmaculada concepción de maría
Inmaculada concepción de maría
 
Los dogmas de maría miriamguerra
Los dogmas de maría miriamguerraLos dogmas de maría miriamguerra
Los dogmas de maría miriamguerra
 
Los dogmas de la virgen maría miriamguerra
Los dogmas de la virgen maría miriamguerraLos dogmas de la virgen maría miriamguerra
Los dogmas de la virgen maría miriamguerra
 
Los Dogmas de María Santísima
Los Dogmas de María SantísimaLos Dogmas de María Santísima
Los Dogmas de María Santísima
 
0 mariolg
0 mariolg0 mariolg
0 mariolg
 
Mito 36 la_concepción_inmaculada_de_la_virgen_maría_fue_proclamada_por_el_pap...
Mito 36 la_concepción_inmaculada_de_la_virgen_maría_fue_proclamada_por_el_pap...Mito 36 la_concepción_inmaculada_de_la_virgen_maría_fue_proclamada_por_el_pap...
Mito 36 la_concepción_inmaculada_de_la_virgen_maría_fue_proclamada_por_el_pap...
 
María doctrina y dogma
María   doctrina y dogmaMaría   doctrina y dogma
María doctrina y dogma
 
Comunicación: La grandeza y gracia maternal de María
Comunicación: La grandeza  y gracia maternal de MaríaComunicación: La grandeza  y gracia maternal de María
Comunicación: La grandeza y gracia maternal de María
 
Credo
Credo Credo
Credo
 

Más de clasesteologia

Omnes Febrero 2022-4-5.pdf
Omnes Febrero 2022-4-5.pdfOmnes Febrero 2022-4-5.pdf
Omnes Febrero 2022-4-5.pdfclasesteologia
 
Omnes Febrero ratzinger III.pdf
Omnes Febrero ratzinger III.pdfOmnes Febrero ratzinger III.pdf
Omnes Febrero ratzinger III.pdfclasesteologia
 
Omnes Abril2022-4-5.pdf
Omnes Abril2022-4-5.pdfOmnes Abril2022-4-5.pdf
Omnes Abril2022-4-5.pdfclasesteologia
 
Omnes Marzo 2022-4-5.pdf
Omnes Marzo 2022-4-5.pdfOmnes Marzo 2022-4-5.pdf
Omnes Marzo 2022-4-5.pdfclasesteologia
 
Omnes Abril2022-1-3.pdf
Omnes Abril2022-1-3.pdfOmnes Abril2022-1-3.pdf
Omnes Abril2022-1-3.pdfclasesteologia
 
Omnes Marzo 2022-1-3.pdf
Omnes Marzo 2022-1-3.pdfOmnes Marzo 2022-1-3.pdf
Omnes Marzo 2022-1-3.pdfclasesteologia
 
Ratzinger i omnes 01 2022
Ratzinger i omnes 01 2022Ratzinger i omnes 01 2022
Ratzinger i omnes 01 2022clasesteologia
 
Kierkegaard y la teologia omnes 12 2021
Kierkegaard y la teologia omnes 12 2021Kierkegaard y la teologia omnes 12 2021
Kierkegaard y la teologia omnes 12 2021clasesteologia
 
Newman santo doctor para la iglesia del siglo xxi (palabra)
Newman santo doctor para la iglesia del siglo xxi (palabra)Newman santo doctor para la iglesia del siglo xxi (palabra)
Newman santo doctor para la iglesia del siglo xxi (palabra)clasesteologia
 
Claves teologicas san josemaria (palabra)
Claves teologicas san josemaria (palabra)Claves teologicas san josemaria (palabra)
Claves teologicas san josemaria (palabra)clasesteologia
 
Gustave thils palabra nov 2021
Gustave thils palabra nov 2021Gustave thils palabra nov 2021
Gustave thils palabra nov 2021clasesteologia
 
01 202006 francisco bxvi w
01 202006 francisco bxvi w01 202006 francisco bxvi w
01 202006 francisco bxvi wclasesteologia
 
02b 202007 jp ii salcantay wff
02b  202007 jp ii salcantay wff02b  202007 jp ii salcantay wff
02b 202007 jp ii salcantay wffclasesteologia
 
02 202006 jp ii salcantay wf
02 202006 jp ii salcantay wf02 202006 jp ii salcantay wf
02 202006 jp ii salcantay wfclasesteologia
 
03 202006 juan xxiii y pablo vi wf
03 202006 juan xxiii y pablo vi wf03 202006 juan xxiii y pablo vi wf
03 202006 juan xxiii y pablo vi wfclasesteologia
 
05 20200721 papa francisco wfinal
05 20200721 papa francisco wfinal05 20200721 papa francisco wfinal
05 20200721 papa francisco wfinalclasesteologia
 
03 mes de mayo guadalupe2020 w
03 mes de mayo guadalupe2020 w03 mes de mayo guadalupe2020 w
03 mes de mayo guadalupe2020 wclasesteologia
 
02 mes de mayo lourdes 2020 wf
02 mes de mayo lourdes 2020 wf02 mes de mayo lourdes 2020 wf
02 mes de mayo lourdes 2020 wfclasesteologia
 

Más de clasesteologia (20)

Omnes Febrero 2022-4-5.pdf
Omnes Febrero 2022-4-5.pdfOmnes Febrero 2022-4-5.pdf
Omnes Febrero 2022-4-5.pdf
 
Omnes Febrero ratzinger III.pdf
Omnes Febrero ratzinger III.pdfOmnes Febrero ratzinger III.pdf
Omnes Febrero ratzinger III.pdf
 
Omnes Abril2022-4-5.pdf
Omnes Abril2022-4-5.pdfOmnes Abril2022-4-5.pdf
Omnes Abril2022-4-5.pdf
 
Omnes Marzo 2022-4-5.pdf
Omnes Marzo 2022-4-5.pdfOmnes Marzo 2022-4-5.pdf
Omnes Marzo 2022-4-5.pdf
 
Omnes Abril2022-1-3.pdf
Omnes Abril2022-1-3.pdfOmnes Abril2022-1-3.pdf
Omnes Abril2022-1-3.pdf
 
Omnes Marzo 2022-1-3.pdf
Omnes Marzo 2022-1-3.pdfOmnes Marzo 2022-1-3.pdf
Omnes Marzo 2022-1-3.pdf
 
Ratzinger i omnes 01 2022
Ratzinger i omnes 01 2022Ratzinger i omnes 01 2022
Ratzinger i omnes 01 2022
 
Kierkegaard y la teologia omnes 12 2021
Kierkegaard y la teologia omnes 12 2021Kierkegaard y la teologia omnes 12 2021
Kierkegaard y la teologia omnes 12 2021
 
Newman santo doctor para la iglesia del siglo xxi (palabra)
Newman santo doctor para la iglesia del siglo xxi (palabra)Newman santo doctor para la iglesia del siglo xxi (palabra)
Newman santo doctor para la iglesia del siglo xxi (palabra)
 
Claves teologicas san josemaria (palabra)
Claves teologicas san josemaria (palabra)Claves teologicas san josemaria (palabra)
Claves teologicas san josemaria (palabra)
 
Gustave thils palabra nov 2021
Gustave thils palabra nov 2021Gustave thils palabra nov 2021
Gustave thils palabra nov 2021
 
01 202006 francisco bxvi w
01 202006 francisco bxvi w01 202006 francisco bxvi w
01 202006 francisco bxvi w
 
02b 202007 jp ii salcantay wff
02b  202007 jp ii salcantay wff02b  202007 jp ii salcantay wff
02b 202007 jp ii salcantay wff
 
02 202006 jp ii salcantay wf
02 202006 jp ii salcantay wf02 202006 jp ii salcantay wf
02 202006 jp ii salcantay wf
 
03 202006 juan xxiii y pablo vi wf
03 202006 juan xxiii y pablo vi wf03 202006 juan xxiii y pablo vi wf
03 202006 juan xxiii y pablo vi wf
 
05 20200721 papa francisco wfinal
05 20200721 papa francisco wfinal05 20200721 papa francisco wfinal
05 20200721 papa francisco wfinal
 
04 202006 pio xii wf
04 202006 pio xii wf04 202006 pio xii wf
04 202006 pio xii wf
 
03 mes de mayo guadalupe2020 w
03 mes de mayo guadalupe2020 w03 mes de mayo guadalupe2020 w
03 mes de mayo guadalupe2020 w
 
02 mes de mayo lourdes 2020 wf
02 mes de mayo lourdes 2020 wf02 mes de mayo lourdes 2020 wf
02 mes de mayo lourdes 2020 wf
 
01 mes de mayo fatima
01 mes de mayo fatima01 mes de mayo fatima
01 mes de mayo fatima
 

Mariologia total

  • 1. MATERNIDAD DIVINA, 1 A los cristianos del siglo V les resultaba familiar la palabra Theotókos , que significa Madre de Dios . El patriarca de Constantinopla, Nestorio (428), afirmaba que Cristo era un sujeto humano , unido pero distinto al Verbo: un hombre extraordinario, pero no verdadero Dios. La Virgen sería entonces Madre de Cristo , pero no Madre de Dios . El concilio de Éfeso (431) declaró que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, consubstancial al Padre, ha asumido una naturaleza humana, de modo que la única persona en Cristo es esta Persona divina. Así la Virgen es Madre de esta Persona divina, y por eso verdadera Madre de Dios . Ma 1 de 51
  • 2. MATERNIDAD DIVINA, 2 La pregunta “¿qué es?” se refiere a una naturaleza (es un pino, un hombre, etc.), mientras que la pregunta “¿quién es?” se refiere a una persona (es Pedro). Yo no soy ante todo un “qué”, soy un “ quien”; no soy “algo”, soy “alguien”. Tengo una naturaleza y soy una persona. Dios puede crear una naturaleza humana de tal modo que el sujeto de esa naturaleza sea un “Yo” divino , una Persona de la Trinidad. Jesús, engen- drado por obra del Espíritu Santo, es verdadero hombre porque tiene una naturaleza real y perfec- tamente humana. Y es verdadero Dios , porque la persona que sustenta esa naturaleza no es otra que la del Verbo divino. Ma 2 de 51
  • 3. MATERNIDAD DIVINA, 3 Justa y verdaderamente se llama María Madre de Dios, por haber engendrado una persona divina . María da a Jesús, es decir, a Dios Hijo, todo lo que una madre da a su hijo. Ella es, en sentido propio, Madre de Dios Hijo . El Concilio de Éfeso ( 431 ) define, frente a los errores de Nestorio: “ La Santa Virgen es Madre de Dios, pues dio a luz carnalmente al Verbo de Dios hecho carne ”. El Concilio de Calcedonia ( 451 ) añade que no puede llamarse a “la Virgen María Madre de Dios en sentido figurado”: hay que afirmarlo en sentido propio . Ma 3 de 51
  • 4. MATERNIDAD DIVINA, 4 En el AT hay alusiones al misterio de la Maternidad divina de María: preanuncios de María son Eva (madre de los vivientes), Sara, Judit, Débora, Rut, Ester... Aparece también la figura de la reina madre (Betsabé, madre de Salomón). Varios profetas hablan de una “ Hija de Sión ” que representa a Israel en los tres aspectos de Esposa, Ma- dre y Virgen, que se realizarán plenamente en el misterio de María . En el NT la maternidad divina de María se afirma implícitamente siempre que se habla de Ella como “ Madre de Jesús ”, el cual declaró sin lugar a dudas que es Dios (así lo entendieron su enemigos, que en ello vieron blasfemia). Marcos llama a Jesús “hijo de María” e “Hijo de Dios”. En Mateo y Lucas la palabra Madre se emplea en el relato de la Concep- ción y en el del Nacimiento. Ma 4 de 51
  • 5. MATERNIDAD DIVINA, 5 El NT enseña también explícitamente el misterio El ángel dice a María: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por eso el hijo engendrado será santo, será llamado hijo de Dios ”. Se llamará Emmanuel, Dios con nosotros . En Mt 1, 21 , el ángel anuncia a José que Jesús “salvará a su pueblo ”, expresión que en el AT se reserva a Dios; y que lo salvará “de sus pecados ”, poder que se atribuye sólo a Dios. En Lc 1, 43 , Isabel llama a María “ la madre de mi Señor ”. Los judíos llamaban a Dios “su Señor”. Ma 5 de 51
  • 6. MATERNIDAD DIVINA, 6 Los Padres más cercanos a los Apóstoles, como San Ignacio de Antioquía (+ 107 ), hablan de la maternidad de María. Cabe des- tacar a San Justino (+ 165 ), San Ireneo (+ 202 ), Tertuliano (+ 220/ 230 ), San Hipólito (+ 235 ). Orígenes (+ 253 ) es el primero que nos da no- ticia de la fórmula “ Theotókos ” (Madre de Dios). Se encuentra luego en autores tan im- portantes como San Atanasio, San Dídimo, San Gregorio de Nisa, San Cirilo de Jerusalén, San Epifanio de Salamina, San Juan Damasce- no. El término latino equivalente se encuentra en San Ambrosio, San Jerónimo, etc. Ma 6 de 51
  • 7. MATERNIDAD DIVINA, 7 Santo Tomás: “Por el hecho de ser Madre de Dios, tiene una dignidad en cierto modo infinita , a causa del bien infinito que es Dios. (,,,) No puede imagi- narse una dignidad mayor , como no puede imagi- narse cosa mayor que Dios ” ( ST I, q. 25 ). “Ella es la única que junto con Dios Padre puede decir al Hijo de Dios: Tú eres mi Hijo ” ( ST III, q. 103 ). No se puede considerar a la Virgen revestida de una dignidad divina . Pero “ más que Ella sólo Dios ” (cfr. San Josemaría, Camino 496 ). Juan Pablo II ha insistido en la fórmula: “ Hija de Dios Padre , Madre de Dios Hijo , Esposa de Dios Espíritu Santo ” ( Redemptoris Mater 8 ). Ma 7 de 51
  • 8. INMACULADA CONCEPCIÓN, 1 Entre los privilegios de la Virgen María en atención a su dignidad de Madre de Dios y en virtud de los méritos de su Hijo, es de destacar el de su Inmaculada Concepción , reconocido por la Iglesia desde sus inicios y definido como dogma de fe el 8 de diciembre de 1854 por el Papa Pío IX en la Bula Ineffabilis Deus . “ Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su Concepción fue, por singular gracia y privilegio del Dios omnipo- tente, en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original , ha sido revelada por Dios y, por tanto, debe ser firme y constante- mente creída por todos los fieles”. Ma 8 de 51
  • 9. INMACULADA CONCEPCIÓN, 2 “ Inmune de toda mancha de culpa original”: la Iglesia confiesa que María en ningún momento y en modo alguno fue alcanzada por la culpa original que se transmite por generación a la humanidad desde nuestros primeros padres. Pío XII añade que cuando se habla de María, ni siquiera “cabe plan- tearse la cuestión” de si tuvo o no algún pecado, por nimio que pu- diera pensarse, “puesto que lleva consigo la dignidad y santidad más grandes después de las de Cristo . (...) Es tan pura y tan santa que no puede concebirse pureza mayor después de la de Dios” ( Fulgens corona, 08.09.1953 ). Sentencia cierta: libre de la concupiscencia desde su concepción. Ma 9 de 51
  • 10. INMACULADA CONCEPCIÓN, 3 La inmunidad de María es una gracia del Dios todopoderoso que constituye un “ privilegio sin- gular ”. Dios se interpone entre María y el pecado para que éste ni siquiera le roce por un instante. Es un privilegio extraordinario concedido a la que había de ser Madre de Dios . Esta verdad no se ha obtenido como una conclusión a partir de la Revelación, o por su conexión con alguna otra verdad revelada. Se trata de una verdad formalmente revelada por Dios. Ha habido progreso en el conocimiento y explicación, pero la verdad era cono- cida desde los comienzos de la Iglesia como divinamente revelada. Ma 10 de 51
  • 11. INMACULADA CONCEPCIÓN, 4 Anunciación ( Lc 1, 28 ): “La expresión ‘llena de gracia’ traduce la palabra griega ‘ kexaritomene ’, la cual es un participio pasivo. Así pues, para expresar con más exactitud el matiz del término griego, no se debería decir simplemente ‘llena de gracia’, sino ‘hecha llena de gracia’ o ‘ colmada de gracia ’, lo cual indicaría claramente que se trata de un don hecho por Dios a la Virgen. El término (...) expresa la imagen de una gracia perfecta y duradera que implica plenitud ” ( Juan Pablo II, Audiencia general, 08.05.1996 ). Los Padres advierten que las palabras de Isabel a Ma- ría, en la Visitación (“bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”), dan a entender que Ma- ría fue la sede de todas las gracias divinas y que fue adornada con todos los carismas del Espíritu Santo, al extremo de no haber estado nunca bajo el poder del mal. Ma 11 de 51
  • 12. INMACULADA CONCEPCIÓN, 5 Protoevangelio : “Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer, entre su descendencia y la suya. Ella te aplastará la cabeza, mientras tu le muerdes el talón” ( Gn 3, 15 ). En el texto hebraico, quien pisa la cabeza de la serpiente es la descendencia de la mujer. Pío XII, Fulgens corona : “Si en un momento deter- minado la santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contami- nada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese período de tiempo, por más breve que fuera- la enemistad eterna , de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre”. Ma 12 de 51
  • 13. INMACULADA CONCEPCIÓN, 6 La doctrina de la Inmaculada encontró cierta resis- tencia en Occidente . Hubo santos, como Agustín, Bernardo, Alberto Magno, Buenaventura y Tomás de Aquino, que al tiempo de afirmar la eximia santidad de María, se resistían a proclamar el pri- vilegio de la Inmaculada. No percibían cómo con- ciliarlo con la universalidad de la Redención ope- rada por Cristo. Solución : María no es una criatura exenta de redención. Es la prime- ra redimida por Cristo y lo ha sido de un modo eminente en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano. Duns Escoto distingue la “redención liberativa” de todos nosotros, de la “redención preventiva ” de María. Ma 13 de 51
  • 14. INMACULADA CONCEPCIÓN, 7 Hitos del Magisterio sobre la Inmaculada Sixto IV , en 1476 y 1483, aprueba la Fiesta y el oficio de la Concepción Inmaculada, prohibiendo calificar co- mo herética la sentencia inmaculista. Inocencio VIII , en 1489, aprueba la invocación de la Concepción In- maculada. Trento , en 1546, declara que “no es inten- ción suya incluir en este decreto, en que se trata del pecado original, a la bienaventurada e inmaculada Vir- gen María, Madre de Dios”. San Pío V incluye en el Breviario el oficio de la Inmaculada. Paulo V , en 1616, prohíbe enseñar públicamente la sentencia antiinmacu- lista. Gregorio XV , en 1612, lo prohíbe privadamente. Alejandro VII , en 1661, publica una constitución so- bre la Inmaculada. Clemente XI , en 1708, extiende la Fiesta como de precepto a toda la Iglesia Universal. Ma 14 de 51
  • 15. INMACULADA CONCEPCIÓN, 8 Los Padres descartan no sólo cualquier especie de pecado en la Madre de Dios, también la juzgan ajena a toda imperfección vo- luntaria, hasta el punto de negar en Ella cualquier acto imperfecto o remiso de caridad . Entienden que, en modo alguno, ha estado inclinada al mal. La posibilidad de hacer el mal es un signo, pero también una imperfección de la libertad. El ver- dadero ejercicio de la libertad consiste en elegir el bien porque nos da la gana. La gracia sana la voluntad libre. Donde hay plenitud de gracia, hay plenitud de voluntad sana y, por tanto, ple- nitud de libertad . Por eso la Santísima Virgen fue libérrima en todo momento. Privilegios incluidos en la plenitud de gracia, 1 Ma 15 de 51
  • 16. INMACULADA CONCEPCIÓN, 9 Privilegios incluidos en la plenitud de gracia, 2 La Virgen María estuvo sujeta al dolor . Santísima, sin sombra de pecado, pero pasible y mortal, partícipe de la kénosis de su Hijo, padeció al corredimir con Cristo. Una espada atravesó su alma (anuncio de Simeón ). El privilegio de la Inmaculada, lejos de sus- traer el dolor de María, aumentó en Ella su capacidad de sufrimiento. Desde su concepción la Virgen es superior en gracia a todas las criaturas, incluidos los ángeles. Pero no era una gracia infinita: creció a lo largo de su vida, especialmente en la Encarnación, al pie de la Cruz y en Pentecostés. Además, el amor recíproco entre el Hijo y la Madre sería una causa ininterrumpida de incremento de gracia para Ella. Ma 16 de 51
  • 17. VIRGINIDAD DE MARÍA, 1 Maternidad y virginidad son alternativas de la mujer, excluyentes por naturaleza entre sí, que Dios ha querido reunir por milagro en su Madre. Los textos más antiguos llaman a María “ La Virgen ”, y desde los primeros siglos, “La siempre Virgen”. Tres aspectos del dogma: virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Antes del parto : El dogma afirma que Nuestra Señora concibió a Jesús, no por obra de varón , sino por obra del Espíritu Santo. Se cumplió así la profecía de Isaías: “una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y será su nombre Emmanuel (Dios con nosotros)” ( Is 7, 14 ). En el Credo rezamos así: “Creo en un solo Señor Jesu- cristo (...). Y por obra del Espíritu Santo se encarnó de la Virgen María” (en latín: “ ex Maria Virgine”). Ma 17 de 51
  • 18. VIRGINIDAD DE MARÍA, 2 En el parto : Lejos de menoscabar la integridad del cuerpo de su Madre, Jesús la dejó intacta al nacer . Este prodigio es un milagro de la divina omnipotencia. Ilustración clásica: nació como la luz del sol que pasa a través de un cristal, sin romperlo ni mancharlo . Después del parto : “Esta puerta ha de estar cerrada para siempre , no se abrirá ni entrará por ella hombre alguno, porque ha entrado por ella Yahvé” ( Ez 44, 1- 2 ). Los Padres aplican estas palabras a la virginidad perpetua de María. San Agustín, Sermón 186 : María “fue Virgen al concebir a su Hijo, Virgen al parir , (...) Virgen después del parto, Virgen siempre ”. Ma 18 de 51
  • 19. VIRGINIDAD DE MARÍA, 3 Los “hermanos” de Jesús en los Evangelios Hebreo y arameo carecen de términos distintos para designar grados diversos de parentesco. Lot llamado “hermano” de Abraham en Gn 13, 8 y 14, 14.16 , y “ sobrino ” en Gn 12, 5 y 14, 12 . Labán llama- do “hermano” de Jacob en Gn 29, 15 , cuando era hermano de su madre ( Gn 29, 10 ). Mc 6, 3 da una lista de hermanos de Jesús, entre ellos Santiago y José, quienes por Mc 15, 40 y Jn 19, 25 sabemos que eran hijos de María de Cleofás . Si Jesús hubiera tenido otros hermanos, no se entende- rían bien sus palabras en la Cruz confiando su Madre a su discípulo Juan . Ma 19 de 51
  • 20. VIRGINIDAD DE MARÍA, 4 Se ha pensado también negar la virginidad de María porque Jesu- cristo es llamado “ primogénito ”, en Lc 2, 7 . Pero esta palabra si- gnifica “hijo no precedido por otro”, y prescinde de la existen- cia de otros hijos. El primogéni- to estaba también vinculado con prescripciones de la ley judaica, y a cada hijo único se aplicaban estas prescripciones para el “ primogénito”. Ma 20 de 51
  • 21. VIRGINIDAD DE MARÍA, 5 Mt 1, 18-25 hace la interpretación de Is 7, 14 (“la virgen ha concebido y ha dado a luz un hijo, que será llamado Emmanuel , esto es, ‘ Dios-con-nosotros’”). Y en la genealogía de Jesús, Mt 1, 16 , en lugar de decir “José engen- dró a Jesús”, dice “José, esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo” En la Anunciación ( Lc 1, 26-38 ), la pregunta de María “¿cómo se hará esto, pues no conozco varón?” es interpretada por los autores católicos como la voluntad de María de permanecer virgen ya antes del anuncio del ángel. Mt 1, 20 afirma que el Ángel del Señor reveló a José que “lo con- cebido en Ella (María) es del Espíritu Santo ”. Ma 21 de 51
  • 22. VIRGINIDAD DE MARÍA, 6 San Marcos nunca menciona a José, el esposo de María, pero llama a Jesús “ el hijo de María ”. En el prólogo del evangelio de San Juan , algunas voces autorizadas, como San Ireneo y Tertuliano, presentan Jn 1, 13 en singular, es decir, “Él que no nació de sangre ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios ”, lo que sería testimonio de la generación virginal de Jesús. Las fórmulas de fe de los Padres postulan la afirmación del nacimiento virginal de Jesús; y a partir del siglo IV utilizan el título de “ siempre Virgen ” al hablar de María. Ma 22 de 51
  • 23. VIRGINIDAD DE MARÍA, 7 La virginidad de María está presente en una larga serie de tes- timonios del Magisterio de la Iglesia, desde el Símbolo apos- tólico hasta la Lumen gentium de Vaticano II, y Juan Pablo II. Concilio de Letrán (649), c. 3 : “Si alguno, se- gún los Santos Padres, no confiesa que propia y verdaderamente es Madre de Dios la santa y siempre virgen e inmaculada María, ya que con- cibió en los últimos tiempos sin semen , del Es- píritu Santo, al mismo Dios-Verbo (...) y que dio a luz sin corrupción , permaneciendo indisoluble su virginidad aún después del parto, sea conde- nado”. Ver también Pablo IV, Const. Cum quo- rundam (1555) . Ma 23 de 51
  • 24. VIRGINIDAD DE MARÍA, 8 “ La mirada de la fe, unida al conjunto de la Re- velación, puede descubrir las razones misteriosas por las que Dios, en su designio salvífico, quiso que su Hijo naciera de una virgen. Estas razones se refieren tanto a la persona y a la misión reden- tora de Cristo como a la aceptación por María de esta misión para con los hombres” ( CCE 502 ). CCE 503 : “La virginidad de María manifiesta la iniciativa absoluta de Dios en la Encarnación”. CCE 504 : “Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María porque Él es el Nuevo Adán que inaugura la nueva creación ”. CCE 505 : “Jesús, el nuevo Adán, inaugura por su concepción virginal el nuevo na- cimiento de los hijos de adopción en el Espíritu Santo por la fe”. Ma 24 de 51
  • 25. VIRGINIDAD DE MARÍA, 9 “ María es virgen porque su virginidad es el signo de su fe no adulterada por duda alguna y de su entrega total a la voluntad de Dios. Su fe es la que le hace llegar a ser la madre del Salvador: ‘ Más bienaventurada es María al recibir a Cristo por la fe que al concebir en su seno la carne de Cristo’ ( San Agustín, De sancta virginitate 3, 3 )” ( CCE 506 ). CCE 507 : “María es a la vez virgen y madre porque ella es la figura y la más perfecta realización de la Iglesia ”. La iglesia es madre ya que engendra para una vida nueva e inmortal a los hijos concebidos por el Espíritu Santo y nacidos de Dios. También es virgen que guarda íntegra y pura la fidelidad prometida al Esposo. Ma 25 de 51
  • 26. ASUNCIÓN, 1 Pío XII, Munificentissimus Deus, 01.11.1950 : “Pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumpli- do el curso de su vida terrena , fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste”. La asunción se produce por virtud de Dios . El dogma significa que para la Virgen María no se aplaza hasta el fin de los tiempos la glorifi- cación de su cuerpo, como sucederá en los demás fieles, y que su cuerpo no sufrió la descomposición cadavérica. Ma 26 de 51
  • 27. ASUNCIÓN, 2 Pío XII quiso prescindir de la cuestión sobre la muerte de María en la fórmula definitoria: no quiso definirla. Muchos Padres presentan la muerte de María como un acto de amor que la llevó hasta su divino Hijo para compartir con Él la vida inmortal. Gn 3, 15 : “Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer...”. Cristo, Nuevo Adán , obtiene el triunfo definitivo sobre la serpiente antigua, asociado íntimamente a la Nueva Eva , María. El triunfo es triple: sobre el pecado, sobre la concupiscencia y sobre la muerte . La pri- mera redimida fue liberada de la muerte a semejanza de Cristo. Ma 27 de 51
  • 28. ASUNCIÓN, 3 Lc 1, 28 : “Llena de gracia”. La gracia redunda en toda la persona, unidad de alma y cuerpo. A la plenitud de gracia debe corresponder plenitud de gloria , en la persona entera. Ap 12, 1 : La Mujer vestida de sol. “Una mujer revestida por el Sol , o sea, inmersa en la luz de Dios, que la inhabita porque Ella habita en Él. (...) Los Cielos y la Tierra se han fundido. Por debajo de los pies, la Luna , como signo de que lo efímero y mortal ha sido superado, y que la transitoriedad de las cosas ha sido convertida en existencia perdurable . Y la constelación que la corona significa salvación ” ( Benedicto XVI, Angelus, 16.08.2006 ). Ma 28 de 51
  • 29. ASUNCIÓN, 4 “ Como Cristo resucitó de entre los muertos con su cuerpo glorioso y subió al cielo, así también la Virgen santísima, a Él asociada plenamente , fue elevada a la gloria celestial con toda su per- sona. También en esto la Madre siguió más de cerca a su Hijo y nos precedió a todos nosotros” ( Benedicto XVI, Angelus, 15.08.2005 ). La participación de la Virgen en la victoria de Cristo no podría considerarse plena sin la glorificación corporal anticipada de María. “ La maternidad divina, que hizo del cuerpo de María la morada inmaculada del Señor, funda su destino glorioso ” ( Juan Pablo II, Audiencia general, 09.07.1997 ). Ma 29 de 51
  • 30. ASUNCIÓN, 5 Si Adán y Eva introdujeron en el mundo la muerte del alma (pecado) y la del cuerpo , Cristo y María fueron causa de vida para el alma ( gracia ) y para el cuerpo ( resurrección ). Armonía de la Asunción con el dogma de la Inmaculada : si la re- surrección es el triunfo y el trofeo de la redención , a una redención preventiva y anticipada corresponderá una anticipada resurrección. Armonía con la Maternidad virginal : La verdad del parto virginal proclama el decre- to divino de preservar en absoluto la integri- dad corporal de la Madre de Dios. Ma 30 de 51
  • 31. ASUNCIÓN, 6 Armonía con el amor de Cristo por su Madre “ ¿Cómo nos habríamos comportado, si hubiése- mos podido escoger la madre nuestra? Pienso que hubiésemos elegido a la que tenemos, llenán- dola de todas las gracias . Eso hizo Cristo: siendo Omnipotente, Sapientísimo y el mismo Amor, su poder realizó todo su querer (...). Los teólogos han formulado con frecuencia un argumento semejante, destinado a comprender de algún mo- do el sentido de ese cúmulo de gracias de que se encuentra revestida María y que culmina con la Asunción a los cielos. Dicen: ‘convenía, Dios podía hacerlo, luego lo hizo’” ( San Josemaría, Es Cristo que pasa, 171 ). Ma 31 de 51
  • 32. ASUNCIÓN, 7 La Asunción de María es el argumento o prue- ba de que todos los fieles de los cuales la Virgen Santísima es Madre , estarán un día con sus cuerpos glorificados junto a Cristo glorioso. Nuestro futuro no es utópico . Es una realidad existente en Cristo y María . Contemplando a María Asunta , el cristiano aprende a descubrir el valor de su propio cuerpo y a custodiarlo como templo de Dios , en espera de la resurrección y glorificación de la vida eterna bienaventurada. Ma 32 de 51
  • 33. REALEZA DE MARÍA, 1 Lumen gentium 59 : “La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el curso de la vida terrena, en alma y cuerpo fue asunta a la gloria celes- tial y enaltecida por el Señor como Reina del Universo , para que se asemejara más plena- mente a su Hijo, Señor de los que dominan, vencedor del pecado y de la muerte”. Lc 1, 43 : Isabel, al oír el saludo de la Virgen, exclama: “¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mi?”. Es tanto como decir “ la Señora”, “ la Reina ”. Los Padres vieron a María en la mujer “vestida de sol, con la luna ba- jo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” ( Ap 12, 1 ). Ma 33 de 51
  • 34. REALEZA DE MARÍA, 2 Innumerables Padres , como, por ejemplo, San Efrén, San Gregorio Nacianceno, Orígenes, San Juan Damasceno, San Jerónimo, San Andrés Cretense, San Epifanio, etc., proclaman a María “ Reina ”, “ Dueña”, “Señora”. Liturgia : La Iglesia latina entona la “Salve Regina”, las antífonas “Ave Regina caelo- rum” y “Regina caeli laetare”. Destacan las Letanías lauretanas con muchas invo- caciones a María como Reina, y el quinto misterio glorioso del Rosario . Iconografía . Muchos Papas llaman a María Reina . Pío XII dedicó la encíclica Ad Coeli Reginam (1954) entera a este misterio. Juan Pablo II insiste en que María es Reina universal ( Redemptoris Mater ). Ma 34 de 51
  • 35. REALEZA DE MARÍA, 3 Cristo es Rey no sólo porque es Hijo de Dios, sino también porque es Redentor . María es Reina no sólo porque es Madre de Dios, sino también porque, asociada como nueva Eva al nuevo Adán, cooperó en la obra de la redención del género humano. María reina con el poder de la oración . Con el amor de Hija de Dios Padre , con el amor de Madre de Dios Hijo y con el amor de Esposa de Dios Espíritu Santo , reunidos en un solo corazón . María es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxi- liadora, Socorro, Mediadora. Y se la llama la Omnipotencia Suplicante . Ma 35 de 51
  • 36. COOPERACIÓN EN LA SANTIFICACIÓN, 1 Se puede hablar de la corredención de la Virgen María. La iden- tificación con su Hijo abarca desde el principio todo el plan de salvación. Fue junto a la Cruz de Jesús, donde con particular intensidad ejerció su misión corredentora. Arnaldo de Chartres (s. XII) : “ Una fue la voluntad de Cristo y de María; ambos ofrecían a Dios un mismo holocausto: María, con sangre en el corazón; Cristo, con sangre en la carne”. “ Movida por un inmenso amor a nosotros, ofreció Ella misma a su Hijo a la divina justicia para re- cibirnos como hijos” ( León XIII, Iucunda semper ). Por nosotros muere Jesús y por nosotros sufre María. Colaboró con su Hijo en hacernos hijos de Dios y también (por designio divino) hijos suyos . Ma 36 de 51
  • 37. COOPERACIÓN EN LA SANTIFICACIÓN, 2 Cuando Dios dijo a la serpiente: “Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descen- dencia y la suya, que te aplastará la cabeza” ( Gn 3, 15 ), está situando junto al futuro Ven- cedor de Satanás a la Mujer, y esta Mujer es María . Dios pensó en la eternidad a María como “unum” con Cristo Cabeza de la Huma- nidad redimida. Satanás se sirvió de la mujer para arrastrar a Adán y a sus hijos al abismo del pecado y de la perdición. Dios se servirá de una mujer para realizar las maravillas de la Encarnación y de la Redención por medio de Cristo, Verbo encarnado en el seno de María. Ma 37 de 51
  • 38. COOPERACIÓN EN LA SANTIFICACIÓN, 3 La maternidad divina justifica de raíz el principio de una participación de María en la entera vida y misión del Verbo encarnado. Esta asociación inserta a María en toda la historia de la redención y santificación. Cristo es la Cabeza indiscutible y única de la Iglesia por derecho propio, y lo es inseparablemente de María como Madre. Cristo es el único Mediador , pero ha querido tener junto a sí, estre- chamente unida , asociada en su quehacer redentor y santificador , a la Mujer . Y la Mujer ha sido María , su Madre. Ma 38 de 51
  • 39. MADRE Y MEDIADORA, 1 María es Madre nuestra no en un sen- tido natural, pero sí en un sentido real, sobrenatural y místico , porque es Ma- dre de Cristo, no sólo de la Persona de Cristo, sino del Cristo total (Cabeza y miembros). María, cuando llevaba en su seno al Salvador, gestaba también a todos aquellos cuya vida estaba contenida en la vida del Señor . Todos cuantos estamos unidos con Cristo, hemos salido del seno de María a semejanza de un cuerpo unido con su cabeza . Así, en un sentido espiritual, somos hijos de María y Ella es Madre de todos nosotros. Ma 39 de 51
  • 40. MADRE Y MEDIADORA, 2 María es Madre de los bienaventurados del Cielo de modo exce- lente . Es Madre de las personas en gracia de modo perfecto . Es Madre de los cristianos en pecado mortal de modo imperfecto , porque estos no tienen vida sobrenatural completa, sino sólo la fe. Es Madre de los no bautizados de modo potencial o de dere- cho , ya que está destinada a engendrarlos en la vida sobrenatural. No es Madre de los condenados del infierno, pues ya no les cabe en absoluto la unión con Cristo. Por ser Madre de la Iglesia , es miembro so- breeminente y del todo singular de la Iglesia. Ma 40 de 51
  • 41. MADRE Y MEDIADORA, 3 La Madre de Dios, por querer y don de Dios, pro- crea en la vida de la Gracia a los hijos de Dios. María no es autora de la Gracia, pero hay un com- promiso divino asumido libremente por Dios con vista a la intervención de María en la obra de la santificación, que la erige en verdadera Madre , dadora de la vida sobrenatural, crística, creada por la Trinidad , desde el Padre en el Hijo por el Espíritu Santo. Los hombres pueden ser mediadores entre Dios y los demás. Es una mediación subordinada , participada. En la Virgen se da esencial- mente más esa mediación participada, pues es de una naturaleza específicamente superior, por ser de una naturaleza materna . Ma 41 de 51
  • 42. MADRE Y MEDIADORA, 4 El Magisterio afirma que María es Medianera y Dispensadora de todas las gracias: “Es lícito afirmar que de aquel grandioso tesoro que trajo el Señor (...), nada se nos distribuye sino por medio de María , por quererlo Dios así” ( León XIII, Octobri mense, 22.09.1891 ). A la Madre de Dios se le ha entregado to- da la gracia de la que es Autor su Hijo , para que sea Administradora de Cristo, en favor de todos sus hijos. Todas las gra- cias se comunican por Cristo a María, y por María a nosotros. Es una manifesta- ción de la inmensidad del amor de Dios hacia María y hacia nosotros. Ma 42 de 51
  • 43. CULTO Y DEVODIÓN, 1 El culto es un honor que se tributa a una persona superior a nosotros. El culto rendido a los servidores de Dios honra a Dios mismo, que se manifiesta por ellos y por ellos nos atrae hacia Él. Al constituir Dios a su Madre en la cima de la santidad, llenándola de gracias, nos expresa su voluntad de que la honremos en cuanto nos sea posible. Alabar a María es alabar al Hijo y, por Él, a la Trinidad Santísima: ¿qué hijo no se goza en que honren a su madre? ¡Cuánto más Cristo que, siendo Dios , ama a su Madre más que todos los hijos del mundo! Ma 43 de 51
  • 44. CULTO Y DEVOCIÓN, 2 Se tributa a la Santísima Virgen un culto de veneración supremo ( hiperdulía ), debido a su eminente dignidad de Madre de Dios, distinto del culto de adoración ( latría ) reser- vado a Dios, y del simple culto de veneración ( dulía ) propio de los demás santos. La verdadera devoción no consiste, ni en un estéril y pasajero sentimentalismo , ni en una cierta vana credulidad ; sino que pro- cede de la fe , por la que reconocemos la excelencia de la Madre de Dios, por la que somos llevados a un amor filial hacia nuestra Madre, y a la imitación de sus virtudes. Ma 44 de 51
  • 45. CULTO Y DEVOCIÓN, 3 “ Ante todo, es sumamente conveniente que los ejercicios de piedad a la Virgen María expresen claramente la nota trinitaria y cristoló- gica que les es intrínseca y esencial. (...) En la Virgen María todo es referido a Cristo y todo depende de Él: en vistas a Él, Dios Padre la eligió desde toda la eternidad como Madre toda santa y la adornó con dones del Espíritu Santo que no fueron concedidos a ningún otro” ( Pablo VI, Marialis cultus 24 ). “ Es necesario además que los ejercicios de piedad (...) ponga más claramente de manifiesto el puesto que ella ocupa en la Iglesia: el más alto y más próximo a nosotros después de Cristo. (...) El amor a la Iglesia se traducirá en amor a María y viceversa; porque la una no puede subsistir sin la otra” ( Ídem 28 ). Ma 45 de 51
  • 46. CULTO Y DEVOCIÓN, 4 La Iglesia, para honrar a la Virgen María, celebra a lo largo del año litúrgico diversas fiestas maria- nas. Vaticano II exhorta a que se promueva el culto, especialmente el litúrgico. El Magisterio ha subrayado de modo particular dos devociones marianas: el Ángelus y el Rosario . Otras prácticas de piedad mariana : Cofradías marianas, Escapulario del Carmen, Mes de María, Medallas, sábados dedicados a María, peregrinaciones a Santuarios, consagración a su Corazón Inmaculado, etc. Los frutos de esta devoción mariana son incontables. Ma 46 de 51
  • 47. SAN JOSÉ, 1 El Magisterio sostiene que la Virgen y San José contrajeron un verdadero matrimonio . Los Padres, al referirse a este matrimonio, ponen de relieve la providencia y sabiduría divinas al disponer que Jesucristo naciera virginalmente de una Madre desposada . San José recibió una plenitud de gracia proporcionada a la preemi- nencia de su misión para la cual fue elegido eternamente por la Trinidad. En efecto, la misión de San José supera el orden mismo de la gracia y linda con el orden hipostático , constituido por el misterio mismo de la Encarnación. Ma 47 de 51
  • 48. SAN JOSÉ, 2 Juan XXIII , en 1962, lo proclamó “ilustre descendiente de David, luz de los Patriarcas, esposo de la Madre de Dios, guardián de su virginidad, padre nutricio del Hijo de Dios, vigilante defensor de Cristo, Jefe de la Sagrada Familia; fue justísimo, castísimo, pru- dentísimo, fortísimo, muy obediente, fidelísimo, espejo de pa- ciencia, amante de la pobreza, modelo de trabajadores, honor de la vida doméstica, guardián de las vírgenes, sostén de las familias, consolación de los desafortuna- dos, esperanza de los enfermos, patrono de los moribundos, terror de los demonios, protector de la Iglesia Santa. Nadie es tan grande después de la Virgen María ”. Ma 48 de 51
  • 49. SAN JOSÉ, 3 Parece que, después de la Anunciación, la Virgen guardó para sí el gran misterio que había aconte- cido en Ella, la Encarnación del Verbo. La duda de José no era sobre la inocencia de María, sino sobre su propio papel en el futuro de aquel misterio. El ángel no sólo le confirma que lo sucedido en su Esposa es obra divina ; además le comunica que él tiene también una misión en el misterio de la Encarnación: poner el nombre a Jesús, lo cual signi- fica, en el modo de hablar bíblico, que iba a ser el padre de Jesús según la ley . Ma 49 de 51
  • 50. SAN JOSÉ, 4 “ ¿Cómo era padre José? Tanto más profundamente padre, cuanto más casta fue su paternidad. A José no sólo se le debe el nombre de padre , sino que se le debe más que a otro alguno” ( San Agustín, Sermón 51, 20 ). Fiesta litúrgica de San José: Sixto IV (1476). La eleva a mayor categoría Inocencio VIII (1486). La declara obligatoria para todo el orbe Gregorio XV (1621). Proclama a San José como “ patrono de la Iglesia universal ” Pío IX (1871), Juan Pablo II le ha dedicado una Exhortación Apostólica, Redemptoris custos (1989). Ma 50 de 51
  • 51. SAN JOSÉ, 5 “ Trato de llegar a la Trinidad del Cielo por esa otra trinidad de la tierra : Jesús, María y José. Están como más asequibles . Jesús, que es per- fectus Deus y perfectus Homo. María, que es una mujer, la más pura criatura, la más grande: más que Ella, sólo Dios . Y José, que está in- mediato a María: limpio, varonil, prudente, entero” ( San Josemaría ). “ San José, que no te puedo separar de Jesús y de María. San José, por el que he tenido siempre devoción pero comprendo que debo amarte cada día más y proclamarlo a los cuatro vientos (...). San José, nuestro Padre y Señor , intercede por nosotros” ( Ídem ). Ma 51 de 51

Notas del editor

  1. Convivencia Alcorce 2011
  2. Convivencia Alcorce 2011
  3. Convivencia Alcorce 2011
  4. Convivencia Alcorce 2011
  5. Convivencia Alcorce 2011
  6. Convivencia Alcorce 2011
  7. Convivencia Alcorce 2011
  8. Convivencia Alcorce 2011
  9. Convivencia Alcorce 2011
  10. Convivencia Alcorce 2011
  11. Convivencia Alcorce 2011
  12. Convivencia Alcorce 2011
  13. Convivencia Alcorce 2011
  14. Convivencia Alcorce 2011
  15. Convivencia Alcorce 2011
  16. Convivencia Alcorce 2011
  17. Convivencia Alcorce 2011
  18. Convivencia Alcorce 2011
  19. Convivencia Alcorce 2011
  20. Convivencia Alcorce 2011
  21. Convivencia Alcorce 2011
  22. Convivencia Alcorce 2011
  23. Convivencia Alcorce 2011
  24. Convivencia Alcorce 2011
  25. Convivencia Alcorce 2011
  26. Convivencia Alcorce 2011
  27. Convivencia Alcorce 2011
  28. Convivencia Alcorce 2011
  29. Convivencia Alcorce 2011
  30. Convivencia Alcorce 2011
  31. Convivencia Alcorce 2011
  32. Convivencia Alcorce 2011
  33. Convivencia Alcorce 2011
  34. Convivencia Alcorce 2011
  35. Convivencia Alcorce 2011
  36. Convivencia Alcorce 2011
  37. Convivencia Alcorce 2011
  38. Convivencia Alcorce 2011
  39. Convivencia Alcorce 2011
  40. Convivencia Alcorce 2011
  41. Convivencia Alcorce 2011
  42. Convivencia Alcorce 2011
  43. Convivencia Alcorce 2011
  44. Convivencia Alcorce 2011
  45. Convivencia Alcorce 2011
  46. Convivencia Alcorce 2011
  47. Convivencia Alcorce 2011
  48. Convivencia Alcorce 2011
  49. Convivencia Alcorce 2011
  50. Convivencia Alcorce 2011
  51. Convivencia Alcorce 2011