El documento describe la complejidad de las universidades como organizaciones. Discuten varios modelos de organización universitaria en América Latina que tienden a ser compartimentados y fragmentados, con múltiples centros de poder negociando por recursos limitados. También analiza cómo los cambios sociales y tecnológicos han aumentado la complejidad de las universidades y llevado a nuevos paradigmas de aprendizaje y creación de conocimiento.