El documento discute cómo las teorías del aprendizaje como el conductivismo, cognitivismo y constructivismo pueden usarse en el diseño instruccional. Sugiere que el diseñador instruccional debe entender las fortalezas y debilidades de cada teoría y integrar los elementos que funcionen mejor según la situación, manteniendo un enfoque sistémico y buscando soluciones ajustadas al ambiente.