2. Su nombre real era María Antonia Josefa Juana de Habsburgo-Lorena. Nació el 2 de Noviembre de 1755 en el Palacio Imperial de Hofburg en Viena (Austria). Es la decimoquinta y penúltima hija de Francisco de Lorena y María Teresa I de Austria. Se encargaban de ella las ayas, gobernantas de la familia real Pasa su infancia entre los palacios de Hofburg y Schonbrunn, en Viena.
3.
4. Su infancia fue alegre en la corte de Austria. Sus padres, a diferencia de otras parejas reales europeas, se habían casado por amor, y el ambiente familiar era realmente cálido.
10. Hacía una dupla terrible con su hermana mayor predilecta María Carolina con la que se llevaba apenas dos años, ambas jugaban y corrían por el palacio, se burlaban de todos, chismoseaban, y se divertían.
11. Cuando María Antonieta tiene ocho años conoce a Wolfang Amadeus Mozart que está tan nervioso que tropieza con sus zapatos y cae. María Antonieta se precipita rápidamente y auxilia al pequeño. Este le dice: “Cuando se grande quiero casarme contigo”
12. El 18 de agosto de 1765 recibe un tremendo golpe, su padre el Emperador Francisco Esteban de Lorena muere de un ataque de apoplejía y María Antonieta se vuelve rebelde a toda enseñanza, incluso llega a imponer silencio a sus profesores.
13. Dos años más tarde fallece su hermana María Josefa y es separada de María Carolina, que parte hacia Nápoles para contraer nupcias. Estos episodios entriostecen mucho a María Antonieta.
14. Tenía un carácter de tipo medio: una mujer en realidad vulgar ; ni demasiado inteligente ni demasiado necia ; sin especial tendencia hacia el bien y sin la menor inclinación hacia el mal; sin afición hacia lo demoníaco ni voluntad de heroísmo , y, por tanto, a primera vista, apenas personaje de tragedia.
15. Nunca tuvo a su marido en gran estima, y mucho menos estuvo enamorada de él.
16.
17. Convierte la moda en arma de lucha. Su primer golpe consiste en "vestirse como un hombre", es decir con pantalones, para montar a caballo con Luis XV.
18. Lo más llamativo de su atuendo en adelante serán sin duda los pouf o extravagantes peinados-sombreros con reproducciones hasta de pequeños barcos que serán imitados desde aristócratas hasta plebeyos.
19. Tras su imagen guillotinada con una especie de collar de sangre adornando su cuello, las damas en París comenzaron a llevar piedras rojas alrededor de los suyos en recuerdo de lo que les podía suceder.