2. La isla del
TESORO
Rodeado de un
grupo de invitados
de lujo, Damon
Albarn firma Plastic
Beach, el tercer –¿y
último?– disco de su
creación cartoon pop
Gorillaz, un trabajo
audaz, sombrío,
inspirado por la
influencia del hip
hop y la electrónica.
Entrevista con
Murdoc, su alter
ego, único
sobreviviente de la
banda, solitario y
gruñón desde su isla
imaginaria.
Entrevista Johanna Seban
los inrockuptibles. 35
3. GORILLAZ
cansado de haber pasado los noventa
ocupando la portada de los semanarios
musicales ingleses con Blur, decide concebir, con la ayuda de su compañero
dibujante Jamie Hewlett (el de Tank
Girl), el cartoon pop Gorillaz. Aquello era
una pequeña banda de cuatro personajes
virtuales, ideal para llevar a su lugar las
composiciones del inglés y devolverle su
anonimato perdido, un concepto increíble en una sociedad fundada, más que
nunca, en la imagen y la encarnación.
Pero también se trataba de su escondite:
gracias a Gorillaz, Albarn pudo desarrollar sus fantasías musicales, multiplicar
las colaboraciones y los viajes, sin jamás
haber tenido que mostrar ni siquiera su
nariz. Solamente hay que recordar las
primeras actuaciones de Gorillaz, en las
‘‘
Smith de The Fall, Mos Def, Bobby
Womack, Mick Jones y Paul Simonon de
The Clash respondieron especialmente al
llamado), el disco está acompañado por
una historia imaginaria bastante simpática: luego de la destrucción de los estudios
Kong de la banda, el disco se grabó en una
isla construida sobre basura y desechos,
situada en el Point Némo, el lugar del océano Pacífico más alejado de todas las costas. De los cuatro personajes originales
(Murdoc, 2D, Russell y Nooddle), sólo queda el horrible Murdoc, contento de haberse librado finalmente de sus compañeros
invasores. Es de hecho él quien, por email, por supuesto, respondió a esta entrevista, con la gracia de un Capitán Haddock
burlón y borracho. Compra de pirámides,
tráfico de armas y burka: bienvenido al
mundo de plástico de Gorillaz.
¿Podés hablarnos de esta isla de plástico
en la que grabaron el álbum y que dio
nombre al disco?
Es un inmenso montón de plástico podrido
en medio de la nada. Lo gracioso es que
cuando lo vi por primera vez, de lejos, el
lugar me pareció idílico. A través de los
prismáticos, uno hubiera dicho… ¡un paraíso flotante! Pero al acercarme, me di cuenta de que no era más que un vertedero
hecho de grasa, basura, viejos tubos oxidados, pedazos de plástico tirados por los
hombres. No me molestó. Pinté todo de
rosa vivo, y listo: ¡mi propia playa de plástico! Estaba de nuevo como en casa. Tenía
ganas de estar en un lugar donde pudiera
llevar a las chicas y dejar todo patas para
arriba, reventar el estéreo. Lo primero que
hice fue construir una casa Playboy tipo
Playmobil. Ahí se encuentra absolutamen-
‘‘
>>> A comienzos del milenio, Damon Albarn,
Tengo un álbum de oro bajo el brazo, una
autorización para salir de la cárcel, una idea
simple para la inmortalidad.
que la banda tocaba siempre escondida
detrás de una cortina. Podemos preguntarnos además si Albarn no ha decidido
también camuflar su riqueza: su nombre
brilla por su ausencia en la muy oficial
Rich List establecida cada año en el Reino
Unido para censar las mayores fortunas
de la monarquía. Ahí, entre los “jóvenes”
músicos, aparecen Chris Martin de Coldplay y los hermanos Gallagher de Oasis.
Pero ningún Albarn. Algo que podría sorprender cuando sabemos que aquello que
inicialmente fue un proyecto paralelo y
lúdico se transformó rápidamente en
una verdadera gallina de los huevos de
oro, incluso de platino: más de quince
millones de ejemplares de los álbumes
Gorillaz (01) y Demon Days (05) fueron
vendidos en todo el mundo.
Plastic Beach, tercera parte de la saga
Gorillaz, permite a Damon Albarn continuar tomándonos el pelo: anunciado por
su autor como el álbum más pop hasta
hoy, se revela como el disco menos accesible de la banda, con pocos hits y bajo una
gran influencia de hip hop. Sombrío,
sinuoso y torcido, Plastic Beach es sin
embargo, a medida que se lo escucha, hipnótico. Haciendo alarde de un casting prodigioso (Lou Reed, Snoop Dogg, Mark E.
36. los inrockuptibles
ENTREVISTA> ¿Qué sensaciones te provoca
el lanzamiento de este tercer álbum?
Murdoc Nicalls: Me siento más o menos
como todos los días: no tengo nada por qué
preocuparme, las bebidas energizantes y el
alcohol que encargué en Internet harán
pronto su efecto… ¡Ya está! Organicen sus
preguntas, ¿qué quieren saber sobre la banda de pop más grande de la historia? Por
supuesto que estoy excitado con la idea de
esta salida, pero nada angustiado: tengo un
álbum de oro bajo el brazo, una autorización para salir de la cárcel, una idea simple
para la inmortalidad.
¿Qué esperás de Plastic Beach?
Lo mismo de siempre: la dominación planetaria y una cobertura mediática total.
Es el tercer acto de la epopeya en expansión que es Gorillaz. A partir de un simple
concepto, florecimos y nos convertimos en
una institución concreta. Hoy somos un
nombre, una marca, que se puede sellar
en un disco a modo de garantía. Si escuchás atentamente los tres discos, vas a ver
una evolución, un crecimiento que no
encontrarás jamás en otra banda. Así es
como pensé las cosas. Plastic Beach es el
tercer y más glorioso capítulo de mi magnífico tríptico.
te todo: habitaciones con un piso transparente que permite ver el mar, cuartos
secretos, faros. Al lado de todo esto, Real
World, el estudio de Peter Gabriel, ¡es una
gran mierda!
¿Leíste La posibilidad de una isla, de Michel
Houellebecq?
Nah… Pero aprendí que el álbum de mi tío
abuelo, Iggy Pop, fue inspirado por la novela. Tuve ganas de aislarme en una isla porque no podía más estar todo el tiempo acosado, perseguido por ridículas historias de
paternidad, o por criaturas del diablo que
exigen su parte de la torta (según la leyenda, Murdoc sería el padre de los miembros
de la banda inglesa The Horrors. Por haber
abandonado a sus hijos, habría sido perseguido en 2009 por la DASS, que le habría
reclamado 500 mil libras por cada chico
como atraso de pensión alimenticia). Para
ser totalmente honesto, me escapé porque
me indigesté de las inmundicias que impone la vida moderna. Vas a un centro comercial hoy, y es como si el edificio entero te
estuviera tirando productos encima: libros,
DVDs, juegos, remeras, accesorios, Ipods,
descargas, aplicaciones, herramientas, programas de tele, cable… La tierra está llena,
va a desbordar. Todo ya fue dicho, todo fue
4. dado vuelta en todos los sentidos. Entonces
tuve ganas de escaparme, de irme a un
lugar donde pudiera simplemente mirar
las estrellas, y analizar en total tranquilidad este mundo enfermo. La isla en cuestión está situada en Point Némo, el lugar
más alejado de todas las costas del planeta.
Nadie imaginaría encontrarme ahí, podría
hacer tanto quilombo como quisiera.
Sos ahora el único representante de Gorillaz. ¿Se preocuparon por el ego en la banda?
Con treinta mil voltios en la nuca te aseguro
que eliminás cualquier problema de ego. Lo
que pasa es que mi ego siempre fue enorme,
desde que salí del útero de mi mamá… También el éxito fue una confirmación de mi
genio. Y todas las bandas son iguales: una
luz y tres débiles que agitan sus cabezas. La
primera vez que pensé en embarcarme de
nuevo para una tercera maratón Gorillaz
hice el esfuerzo –sin entusiasmo, lo admito–
de encontrar a los otros. Creo incluso haber
pegado un afiche en un farol en el barrio de
Neasden, al norte de Londres: “Aviso de búsqueda: tres roqueros torpes, vistos por última vez en la banda itinerante Gorillaz.
Recompensa: 70 euros”. No tuve ninguna
respuesta… ¿Para qué los necesito? ¡Podría
programar las baterías yo mismo! Y además,
luego de su muerte, logré recuperar el ADN
de Noodle y creé su cyborg, una guitarrista
mejor. Ya no necesito aguantar la ciclotimia
y las maldiciones de un adolescente.
¿Nunca tuviste ganas de dejar Gorillaz?
Sí, cada vez que termino un disco. A veces
incluso antes de hacerlo. Pero creo cada
vez que una nueva grabación me abrirá
las puertas del reino privado de las elites
inmortales y que no tendré que trabajar
más con todos esos boludos. Y resulta que
no, al final siempre tenés que volver a
unirte. Aunque tu trabajo sea del temple
de un genio divino. No se puede privar al >>>
los inrockuptibles. 37
5. GORILLAZ
los tiempos, los lugares, los géneros, los
tipos y la religión, lo que podría hacer es
olvidar esta historia del tercer álbum de
Gorillaz y callejear con Girls Aloud. Pero
luego aclaré un poco las ideas y me di
cuenta de que eso iría en contra de todo lo
que había dicho antes. Así que tomé una
taza de té y volví al estudio.
¿Estás de acuerdo en afirmar que este álbum
simboliza el desorden, la destrucción?
Insisto en alejar todo malentendido. No es
un álbum verde o ecologista, es la banda
sonora de una playa de plástico. Es como
una serie de fotografías tomadas en un
montón de lugares diferentes del planeta y
después reunidas en una cartelera para ver
cómo pueden convivir. No es una manera
de juzgar al mundo, es una fotografía.
‘‘
‘‘
Es posible ser innovador haciendo
colaborar a viejos músicos geniales con
los más jóvenes. No todo tiene
que girar siempre alrededor
del shock de la novedad.
>>> mundo de una personalidad como la mía,
sería cruel. Los lunes a la mañana son
generalmente terribles para mí. En un
momento pensé en unirme al girlsband
inglés Girls Aloud. Tenía una terrible resaca, y empecé a leer el diario. Y encuentro
una enésima foto de Sarah Harding que
sale de un boliche, un poco desalineada…
38. los inrockuptibles
Vendiste millones de discos y sin embargo
te encontraste en la ruina. ¿Qué pasó?
Después de los recitales para Demon Days,
me fui de fiesta por todas partes, descontrolé en los cuatro rincones del planeta. Y
después, el dinero me empezó a faltar.
También invertí en un montón de cosas,
empresas de telefonía celular muy
malas… Sin contar esas historias de sistemas piramidales: compré muchas pirámides en Gizeh en Egipto. Pero resulta que el
tipo que me las vendió –Bernie Madoff–
era un depravado. Al final, los contratos
no valían ni siquiera los pergaminos sobre
los que habían sido escritos. Estaba sin un
peso, necesitaba nuevos financiamientos.
Intenté otros negocios, particularmente el
tráfico de armas amateur. ¡Mucha adrenalina! Compré un ejemplar de As Used On
The Famous Nelson Mandela de Mark
Thomas en un negocio de libros usados.
Genial. Muestra lo fácil que es desarrollar
las armas a través del mundo comprando
viejos stocks a los países en vías de desarrollo, para repintarlas y revenderlas a
otros grupos sacando beneficio. Desde el
momento en que se terminó el papelerío,
todo está encaminado, ¿no? Es lo que
hacen los gobiernos, de hecho. En todo
caso, seguro que la historia con Bernie
Madoff era una tontería. Me decía que con
esta crisis, y las fluctuaciones incesantes
de la economía, mi dinero estaría seguro
en una pirámide. Evidentemente no.
Dicho esto, me gusta pensar que un pedazo de mi corazón está enterrado en alguna
parte de una tumba egipcia. Al lado de
Tutankamón.
Me digo: “Eso parece cool”. Al menos más
cool que quedarme sentado en mi estudio
todo el día, maquinando módulos y efectos de sonido. Entonces pensé: antes que
intentar redefinir el concepto mismo del
álbum pop moderno, antes que fundir las
diferentes culturas musicales del planeta
en una nueva forma audaz que transgreda
6. Los rumores dicen que robaste pistas inédi tas de Blur…
No sé mentir: todo eso es verdad. “El talentoso pide prestado, el genio roba.” Es una de
mis citas. Damon y su pequeña puta de
Jamie Hewlett trabajan en ese proyecto de
Carousel y algunos elementos tuvieron
una resonancia muy particular en mi espíritu fangoso: la melancolía de los muelles
sobre el mar, con las ferias en ruinas y las
calesitas abandonadas… Entonces aproveché que Blur estaba muy ocupado con la
gira para colarme, robar las pistas de su disco rígido, destruir su copia y correr al estudio. Tomé lo que necesitaba, tiré el resto a
la basura e hice Plastic Beach. Lo que
Damon había hecho era muy sugerente,
muy conmovedor, pero sin embargo necesitaba huevos. No sé cómo reaccionaron los
miembros de Blur. A decir verdad, no los
frecuento mucho.
¿ Plastic Beach s e r á e l ú l t i m o á l b u m d e
Gorillaz?
Digamos que sí. No lloren mi desaparición.
Como las Destiny’s Child, I’m a Survivor. No
es el último capítulo de la historia de Murdoc Nicalls.
¿De qué estás más orgulloso con Gorillaz?
Logramos gobernar este imponente navío
que es la industria del disco lejos de las
rocas de la catástrofe. Quizás no cambiamos todo para todo el mundo sobre la tierra, pero seguro dibujamos una nueva
imagen, un nuevo modelo a partir del cual
se puede trabajar. Mostramos que es posible ser innovadores sin escrúpulos y siendo tramposos, haciendo colaborar a viejos
músicos geniales con los más jóvenes. No
todo tiene que girar siempre alrededor
del shock de la novedad. Todos esos grandes músicos, animadores, actores, grafistas que trabajan juntos para crear algo
REY MONO
De referente del brit
pop en Inglaterra a
estrella del pop
mundial, Damon
Albarn ha demostrado
durante esa evolución
vertiginosa ser una
persona humilde y respetuosa. Después de
todo, tras tantos años de pelear contra los
hermanos Gallagher por establecer quién la
tenía más larga, bien podría ir hoy a
refregarles su éxito por la cara mientras
Noel huye de Oasis y Liam se queda quieto
con un enorme signo de interrogación
flotando sobre la cabeza, como un dibujito
animado, como un personaje más,
humillado y con la cola entre las patas, de
esta aventura llamada Gorillaz. Pero no. Esa
soberbia es potestad exclusiva de Murdoc,
el personaje animado al cual le pone la voz y
las ideas –su avatar, diríamos hoy– desde
hace ya casi una década entera. “¿Qué
quieren saber sobre la banda de pop más
grande de la historia?”, pregunta desde lo
más alto del pedestal el muñeco
megalómano en estas mismas páginas.
Cambien “pop” por “rock” y… ¿No es acaso
el tipo de sentencia que hacía sin dudar el
menor de los Gallagher en sus épocas de
gloria? Quizás por la lección aprendida
después de aquellos años de berrinches y
acusaciones cruzadas, Albarn funciona hoy
de manera inversa, cultivando el bajo perfil
aun en la cima del mundo del
entretenimiento. Pensar que en algún
momento Gorillaz nos pareció apenas un
proyecto paralelo y temporal, un capricho,
una excentricidad. Tres discos más tarde,
Plastic Beach es uno de los lanzamientos
más esperados del año, tanto por el público
como por la industria, que le pone a Bruce
Willis a disposición para filmar un video clip
y, sin chistar, hace las gestiones para que un
puñado de consagrados se sumen a la lista
de colaboradores (incluidos dos miembros
de The Clash reunidos por primera vez en
veinticinco años: ¿hubieran Mick Jones y
Paul Simonon tocado en un disco de Blur?).
Lo bueno del caso es que, más allá de la
valoración que la industria haga de Albarn
como estrella merecedora de esos
encuentros, el inglés trata a todos sus
invitados por igual (desde los ignotos Little
Dragon hasta el mismísimo Lou Reed) y les
permite ser partícipes de un proyecto lúdico
y felizmente experimental, descubriendo así
una de las virtudes más grandes de Plastic
Beach: nadie hace más de lo mismo, pero
todos encuentran su lugar ideal. Ahí está
Snoop Dogg, campeón mundial de la rima
cansina, alejándose del hip hop y abriendo
el disco sobre una base de dub cargada de
sintetizadores oníricos, y, por una vez en su
vida, pronunciando la palabra “bitch” para
referirse a una playa (“beach”) y no a una
puta. O los raperos Bashy y Kano, dos de los
mejores exponentes del grime inglés,
poniendo su cerradísimo acento al servicio
de un dancehall infeccioso con el aporte de
la Lebanese National Orchestra for Oriental
Arabic Music. De la electrónica al hip hop,
Gorillaz siempre se inclinó hacia los géneros
más rítmicos, y en Plastic Beach su afán de
experimentación no parece tener límites. Es
cierto que no aparece un hit indiscutido
como lo fueron en su momento Clint
Eastwood o Feel Good Inc., pero tampoco lo
necesita, porque el disco se sostiene en la
capacidad de los músicos invitados para
adaptarse al universo sonoro que Albarn
–por primera vez oficiando él mismo como
productor– crea tema tras tema. Quizás lo
más cercano a eso sea Superfast Jellyfish,
tres minutos compartidos por De La Soul en
las estrofas y Gruff Rhys de los Super Furry
Animals en el estribillo, dos planetas que
están a años luz de distancia y sin embargo
coinciden en esta joya de synth pop
cósmico. Stylo, primer corte, por su parte,
tiene al legendario músico de soul y r&b
Bobby Womack luciéndose con su voz en un
tema que recuerda a Giorgio Moroder y
Gary Numan, otro link inesperado. ¿A quién
se le ocurre? La respuesta, por más que él se
oculte, ya la sabemos. Se le ocurre a Damon
Albarn, alguna vez referente del britpop,
hoy estrella del pop a secas.
Lucas Garófalo
que no es solamente un proyecto efímero
y desechable, únicamente destinado a
hacer dinero y controlado por un oscuro
gurú vanidoso (que no es otro que yo mismo), es pese a todo algo de lo que se puede estar orgulloso.
de maneras de reinventar la música y el
divertimento, se me pida todavía que justifique mi genio y mi autenticidad. Aparte de
eso, todo va a pedir de boca, nada que
lamentar. Bueno, ¿dónde está esa maldita
botella de rhum que había empezado?
______________________________________
¿Y cuál es la mayor decepción?
Probablemente el hecho de que después de
tantos álbumes de platino, incontables
colaboraciones, millones de innovaciones y
PLASTIC BEACH
(EMI)
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>> www.gorillaz.com
Suscribite este mes y llevate el disco de regalo (ver p.25)
Grabaste en Beirut con la National Orches tra of Arabic Music…
Fui de incógnito, me puse una burka
negra. Tenía ganas de que esa parte del
mundo figurara en el álbum, entonces
hice que se rompiera el helicóptero, dejé
Plastic Beach y me embarqué rumbo a Beirut y Siria. Es fundamental abrir las orejas
de las personas hacia esa parte del mundo. Porque si uno se contenta con lo que
lee en los diarios o ve en la televisión, se
tiene una imagen falsa de esa región.
¡Gorillaz es un servicio público!
los inrockuptibles. 39