2. La revolución tecnológica del SENA
La revolución
tecnológica del SENA
Aprendices para una nueva sociedad
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3. La revolución tecnológica del SENA
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La revolución tecnológica del SENA
Director General del SENA: Darío Montoya Mejía
Edición: Ana Victoria Santamaría Gómez
Investigación y redacción: Fredy Moreno Martínez
Diseño y armada electrónica: Enrique Páaez Rodríguez
Colaboración especial: Sandra Beatriz León Tovar
Fotografías: Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA
Impresión: Imprenta Nacional, diciembre de 2010
4. La revolución tecnológica del SENA
Índice
Lineamientos estratégicos para el SENA 2010-2014 9
1. El horizonte: innovación y desarrollo tecnológico 19
Un SENA para el siglo XXI 23
Nuevo concepto de ‘Desarrollo tecnológico’ 25
El aprendiz, foco en la parábola del SENA 30
2. Aprendices: líderes y soñadores agentes de cambio 35
De la sombra al protagonismo 41
Un sistema ideado para líderes 43
Líderes comunicadores 44
Más participación para los jóvenes 47
Talentos competentes y competitivos 50 5
3. Un contrato histórico, base de la modernización 57
Creciendo a ‘tuerca y tornillo’ 61
Conectividad sin antecedentes 62
El positivo impacto del contrato 060 66
4. SOFÍA Plus, la plataforma del cambio 75
No más ‘universidad de los pobres’ 78
El camino es un pentágono 80
El surgimiento de SOFÍA Plus 84
SOFÍA para los aprendices 87
Los ambientes de SOFÍA 89
5. La revolución tecnológica del SENA
5. La virtual, una formación sin fronteras 95
De la cartilla a la pantalla 98
Certificación de papel da paso a la virtual 102
La mejor plataforma de E-Learning 104
Inglés de Colombia para el mundo 108
Televisión al servicio de la formación 111
Comunidad Educativa Virtual (CEV) 112
6. TecnoParque, tras los ‘diamantes’ del conocimiento 115
La expansión de TecnoPaque 120
Oasis de conocimiento y oportunidades 122
Una red que atrapa alianzas 123
Los primeros ‘diamantes’ 125
Cómo ser parte de TecnoParque 127
De ‘camping’ en el nodo 130
7. El SENA va al bachillerato 133
Inmersión en el mundo productivo 136
El pentágono, la figura 139
Modalidades de integración 141
Aulas Móviles en el colegio 142
6 Municipios, beneficiarios de aprendizaje útil 144
8. Fórmula SENA y el aprendizaje por proyectos 147
La estrategia PLM 151
Saltan a la pista 153
Vendrán más ‘Fórmulas SENA’ 155
El aprendizaje por proyectos 156
9. TecnoAcademia, espacio para la ciencia y la vida 161
¿Qué es TecnoAcademia? 165
Un modelo que no remplaza al colegio 169
Aprendiendo con proyectos 173
Germinan las TecnoAcademias 176
6. La revolución tecnológica del SENA
10. Aulas Móviles, por la autopista de la información 181
Vehículos para alianzas estratégicas 187
Apoyo a empresas 189
Parqueadas para ‘enamorar’ bachilleres 190
De las estrellas al Pacífico 191
11. Más campos de acción para los jóvenes rurales 195
Laboratorios empresariales en zonas específicas 200
Formación con proyectos para el campo 202
En busca de salidas 204
OVOP recuperación de tesoros escondidos
, 206
Internados en el conocimiento 208
12. Comunicaciones, el medio estratégico 213
Cambio hacia la proactividad y la dinámica 216
De lo análogo a lo digital 218
Comunicaciones internas y externas 221
13. Construcción de confianza y alianzas, la clave 225
Vitrina para los aprendices 228
Una permanente mirada al futuro 230
Alianzas, llave del SENA para el siglo XXI 233
Plan fronteras y desarrollo sostenible 235 7
14. Las obras del SENA también construyen país 243
Tecnologías blandas para obras duras 246
El SENA, proveedor de sí mismo 249
Fuentes documentales de consulta y direcciones web 253
8. La revolución tecnológica del SENA
LINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS PARA EL SENA
2010-2014
1. PREMISA GENERAL
El país necesita fortalecer una entidad de formación profesional y
para el trabajo, gratuita y pública, y debe mantener el crecimiento
y la cobertura alcanzada por el Servicio Nacional de Aprendiza-
je (SENA) con garantías de impacto en la competitividad del sec-
tor productivo y en la construcción de equidad y capital social en
todo el territorio colombiano. Así mismo, se preserva la prospectiva
como fundamento del quehacer tecnológico del SENA.
2. SISTEMA DE BUEN GOBIERNO
El SENA debe preservar la composición público-privada de sus
órganos de dirección y concertación: Consejo Directivo Nacional,
Consejos Regionales, Comités Técnicos de Centro y Mesas Secto-
riales, en los cuales confluyen empresarios, trabajadores y gobierno.
Para diseñar y proponer las políticas y estrategias y ser cuerpo
técnico y consultivo de alta calificación, que coadyuva en la gestión 9
de la entidad, el Comité de Dirección del SENA es un apoyo que
igualmente debe preservarse.
Y en este marco de buen gobierno, los administradores deben
garantizar las mejores prácticas de bienestar a los aprendices y a los
servidores de la entidad.
3. OPERACIÓN DE LA ENTIDAD
El SENA, a través de sus 116 Centros de Formación, sus más
de 3.700 alianzas con empresas, comunidades, gobiernos locales y
9. La revolución tecnológica del SENA
convenios con más de 80 entidades de otros países, hará presencia
con sus programas en todos los municipios colombianos, con crite-
rios que promuevan la respuesta concertada, oportuna y eficaz. Y
para ser eficientes, debe operar en un marco de funciones y tareas
desconcentradas y descentralizadas, donde los Centros de Forma-
ción y sus diversos aliados ejecuten autónomamente el mandato
operativo, sin perjuicio del permanente monitoreo de los Directores
Regionales y la propia Dirección General.
Los nuevos escenarios de aprendizaje deben promover, con la
responsabilidad del Servicio Nacional de Empleo, la disponibilidad
de un “banco de instructores y docentes” que, en la modalidad de
contratistas, sirvan a la formidable capacidad de respuesta flexible y
veloz que requieren las demandas de todos los colombianos. Estos
instructores, al igual que los vinculados a la planta, deben desem-
peñar cada vez más un papel de guías y tutores del aprendizaje y
mantenerse en constante proceso de actualización y especialización,
con énfasis en la apropiación de nuevos conocimientos y tecnologías
desde las mejores instituciones y empresas del mundo.
4. AUTONOMÍA Y TRANSPARENCIA
10 Es imperativo que el SENA preserve de forma amplia y transpa-
rente las convocatorias para la selección de sus aprendices, permi-
tiendo que los aspirantes surjan sin necesidad de acudir a ningún
tipo de recomendación o patrocinio. Lo anterior debe complemen-
tarse con programas concertados con los diferentes convenientes
que requieran respuestas muy específicas en las cuales se garantice
beneficio a sectores poblacionales vinculados a estos actores insti-
tucionales, como pueden ser trabajadores o comunidades cercanas
a un desarrollo empresarial o comunitario. Para la selección de
Subdirectores y ternas para Directores Regionales, deben conti-
nuar los procesos meritocráticos, garantizando la participación
amplia de postulantes.
10. La revolución tecnológica del SENA
En la contratación de bienes y servicios, y en general en todos los
procesos de ordenación del gasto, se deben preservar las prácticas
que permitan el ejercicio de veedurías ciudadanas en las cuales par-
ticipen igualmente los aprendices. Para las compras tecnológicas,
debe garantizarse que su adquisición sea liderada y coordinada por
el Grupo de Gestión para la adquisición y optimización tecnológica.
5. LA INNOVACIÓN EN LA TAREA
El pilar fundamental de la nueva estructura pedagógica de la en-
tidad deberá ser el aprendizaje por proyectos, con adquisición de
conocimientos enfocados al desarrollo de competencias para el des-
empeño laboral y profesional. En este marco disruptivo de la forma-
ción y la capacitación, el aprendiz o el trabajador, que se actualiza o
especializa, son los protagonistas principales del proceso, con pre-
lación de entregarle a la sociedad mejores ciudadanos, con valores
fundamentados en el libre pensamiento, la actitud crítica construc-
tiva, la solidaridad y el trabajo en equipo, el emprendimiento y el li-
derazgo. Los TecnoParques constituyen una estrategia para este fin.
El SENA pasa de una entidad que meramente reacciona a nece-
sidades que plantean pasivamente sus públicos, a una organización
que anticipa las respuestas y acelera y flexibiliza sus programas, con 11
especial fundamento en el uso de nuevas tecnologías que presen-
tan, entre otras herramientas, la simulación y la virtualidad. Todo
lo anterior, en un marco creciente de movilidad y plataformas que
privilegian el aprendizaje en red.
Es esencial profundizar y crecer la integración con la educación
media, con una estrategia de desarrollo de competencias básicas
en emprendimiento y formulación de proyectos a partir de manejos
tecnológicos y de principios científicos. En consecuencia con lo an-
terior, el SENA debe ser promotor principal de los espacios denomi-
nados TecnoAcademias, donde el salón de clase y la clase desapare-
11. La revolución tecnológica del SENA
cen para dar lugar a los espacios que, en modo de talleres o laboratorios,
pragmatizan el conocimiento en términos de soluciones a problemas.
Debe ser un objetivo permanente que se establezcan nuevos Tecno-
Parques o que los centros de formación desarrollen estos espacios o
tiendan a ellos. Su aporte debe mantener la convergencia de diversos
perfiles de talentos, donde el uso de las tecnologías y la experimentación
de proyectos y negocios puedan permitir conceptos que den lugar a
nuevas empresas.
Es necesario mantener en constante avance y actualización el sistema
de gestión integral denominado SOFÍA Plus, que permite que todos
los actores y públicos del SENA reciban con precisión los recursos y
facilidades necesarias, además de la administración y certificaciones re-
queridas y obtenidas en los diversos procesos.
Igualmente, el SENA debe continuar la tarea de modernizar los am-
bientes de aprendizaje y su infraestructura, atendiendo los criterios de
espacios abiertos y transparentes, en los cuales se desarrollen las cuatro
fuentes de aprendizaje. Todo en el marco del desarrollo sostenible y
arquitectura amable con la inclusión y el medio ambiente.
12 6.PROGRAMAS DE NIVEL SUPERIOR: TÉCNICOS, TECNÓLOGOS
Y ESPECIALIZACIONES
El SENA debe mantener el liderazgo en el país con una oferta
creciente de programas de nivel superior en las modalidades de Téc-
nicos y Tecnólogos. Profesionales que ingresen al mercado laboral
con un saber hacer inmediato y de alto valor agregado como ventaja
competitiva y con visión amplia de la información disponible. Bilin-
gües y con evidentes competencias que integren los cinco vectores
fundamentales del conocimiento profesional: sistemas de informa-
ción, diseño, materiales y herramientas, transformaciones y procesos
y atención de clientes.
12. La revolución tecnológica del SENA
Y las especializaciones tecnológicas, concebidas principalmente
para ser accedidas por los egresados del SENA a lo largo de toda
su vida laboral activa. Son programas cortos y que requieren una
certificación previa en un nivel superior de titulación.
7. PROGRAMAS COMPLEMENTARIOS
Con el objetivo de facilitar conocimiento disponible para el desem-
peño laboral de todos los colombianos, el SENA debe mantener una
oferta masiva y útil de programas complementarios, que incluirán
todas aquellas acciones que habiliten a desempleados y poblaciones
con grados evidentes de vulnerabilidad. Y con especial disposición
desde los programas virtuales, que, además de incrementar perma-
nentemente su cubrimiento de todas las áreas, deben llegar a todo
aquel ciudadano que requiera una actualización para mejorar su des-
empeño o en general un saber hacer laboral o profesional especifico
y eficaz, pero de nivel básico.
Debe darse especial importancia al Programa INGLÉS PARA TO-
DOS LOS COLOMBIANOS, tanto en el crecimiento de su cobertura
como en la profundidad de sus contenidos.
8. OTRAS TITULACIONES: JÓVENES RURALES EMPRENDEDORES 13
Los jóvenes campesinos podrán acceder a programas de formación
que en realidad surgen como respuesta a proyectos productivos y
empresariales que éstos formulan con la asistencia de tutores de-
dicados del SENA. La esencia metodológica consiste en adaptar el
aprendizaje a los ciclos de vida del proyecto en cuestión y definir la
participación del SENA más que por tiempos preasignados, en con-
cordancia con lo requerido para la puesta en marcha con certidum-
bre de éxito del proyecto. El programa JRE privilegiara su implemen-
tación en aquellos lugares donde alcaldes o actores institucionales
participen activamente.
13. La revolución tecnológica del SENA
Será crucial crecer el programa derivado de JRE denominado Jó-
venes Líderes del Desarrollo.
7. LA CONECTIVIDAD Y LA MOVILIDAD
El SENA mantendrá un convenio de servicios de conectividad y
de accesos a todas sus plataformas y redes mundiales de TIC, en la
modalidad del denominado contrato 060. Así mismo, prestarse a
migrar a nuevas arquitecturas tecnológicas, que para el caso presen-
te debe ser la computación en la nube, con accesos para todos sus
actores, con alta movilidad y altas capacidades de procesamiento y
almacenamientos remotos.
Es un imperativo para el proceso de aprendizaje y para la compe-
titividad y productividad del país la disminución de la brecha digi-
tal en millones de colombianos, independientemente de su estrato
socio-económico o su ubicación geográfica, para que en los centros
del SENA, desde el sector agropecuario o agroindustrial hasta los
centros de alto desarrollo tecnológico, tengan acceso integrado de
las telecomunicaciones en la Entidad.
8.POLÍTICA PARA LA INNOVACIÓN Y EL DESARROLLO
14 TECNOLÓGICO DE LAS EMPRESAS EN GENERAL
El SENA debe mantener las inversiones en IDT dando continuidad
a los programas de Formación Especializada y Actualización Tecno-
lógica del Recurso Humano Vinculado a las Empresas, las Unidades
de Investigación y Desarrollo Tecnológico en las Empresas, la mo-
dernización de la Oferta de Formación Profesional de los Centros
del SENA y el SENA Digital.
Tal y como se ejecuta en el Programa de Unidades de Investiga-
ción y Desarrollo Tecnológico en las Empresas, la Entidad requiere
implementar un esquema de asesoría y diagnostico de las necesida-
14. La revolución tecnológica del SENA
des de capacitación y actualización tecnológica de los trabajadores
vinculados a las Empresas.
9. SISTEMA NACIONAL DE FORMACIÓN PARA EL TRABAJO
La tarea de continuar aportando capacidades, conocimientos, tec-
nologías para la consolidación del Sistema Nacional de Formación
para el Trabajo, es fundamental para el país.
Y en esa tarea debe propiciarse el desarrollo del Sistema Nacional
de Recursos Humanos, que resulta de una concepción evolucionada
del actual y muy útil Servicio Nacional de Empleo. En éste deberá
confluir la información de las competencias y titulaciones de apren-
dices, emprendedores y trabajadores colombianos.
El SENA, más allá de los recursos que ejecuta con algunas excelen-
tes y acreditadas entidades de formación para el trabajo en el marco
del Programa de Ampliación de Cobertura, debe continuar transfirien-
do sus desarrollos curriculares y la metodología de aprendizaje por
proyectos con sus correspondientes capacitaciones a las diferentes
instituciones y docentes de formación para el trabajo del país.
10. EMPRENDIMIENTO Y CREACIÓN DE NUEVAS EMPRESAS 15
Los países que generan capacidades para crear nuevas empresas
tienen mayores probabilidades de ser competitivos en menor tiem-
po. Las políticas de emprendimiento en el SENA deben continuar
materializando un sello que destaque a los egresados del SENA. El
Fondo Emprender, las Unidades de Emprendimiento del SENA y de
las universidades y las incubadoras de empresas son herramientas
vitales para tales propósitos.
Las nuevas empresas y el fortalecimiento de miles de PYMES
que puedan integrarse como cadenas de proveedores o clusters, se
15. La revolución tecnológica del SENA
constituyen como pilar fundamental de una política exitosa y soste-
nible de generación de nuevo empleo.
11. INTERNACIONALIZACIÓN
La continuidad y generación de nuevas alianzas internacionales es
clave para la Entidad. El SENA debe continuar siendo un pilar en
la oferta de cooperación internacional del Gobierno Colombiano y
como Entidad referente de las instituciones de formación profesio-
nal que conforman la Red Internacional de OIT/CINTERFOR.
Las alianzas con empresas e instituciones internacionales para la
apropiación de conocimientos y tecnologías, de programas de for-
mación innovadores y dotaciones de punta, permitirán que la enti-
dad se mantenga competitiva y útil a los retos que se impone el país
en su crecimiento económico y su acceso a nuevos mercados. La
cooperación internacional en el SENA deberá migrar en su totalidad
en esta dirección.
Los aprendices e instructores del SENA deben continuar acce-
diendo a estas alianzas públicas y privadas internacionales.
16
DARÍO MONTOYA MEJÍA
Director General del SENA
2002-2010
SENA: CONOCIMIENTO Y EMPRENDIMIENTO
PARA TODOS LOS COLOMBIANOS
20. La revolución tecnológica del SENA
E
n el año 2002, los jóvenes que se formaban en el SENA todavía
apelaban a las fotocopias, quizá con mayor asiduidad que las de-
más personas que estudiaban en otras instituciones de educación
superior. Esa práctica, ya anticuada para la época debido al acelerado
avance de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC),
tenía, sin embargo, un gran arraigo en la entidad, y los cúmulos de papel
que circulaban entre los aprendices eran apenas uno de los picos so-
bresalientes del inmenso iceberg que constituía el atraso tecnológico en
que se encontraba toda la institución. También eran notorios aspectos
como la escasez de computadores, la falta de conectividad y la poca o
21
nula aplicación tecnológica en los procesos de formación. Eso era lo que
se podía ver, pero bajo la superficie, la realidad mostraba un panorama
preocupante: el SENA era un gigante necesario para el país, pero anti-
cuado, y de seguir así se desplomaría ante la magnitud y complejidad de
los retos que le planteaban las nuevas realidades.
El hábito de las fotocopias fue una de las cosas que llamó la aten-
ción de Darío Montoya Mejía, luego de asumir la Dirección General del
SENA ese año. Era un detalle sencillo, común y corriente para la comu-
nidad institucional, pero que, como otros aún más notorios, reafirmó la
certeza con que llegó el nuevo directivo: al SENA había que moderni-
zarlo y ponerlo a tono con las características del siglo que despuntaba y
21. La revolución tecnológica del SENA
prepararlo para enfrentar el avance mundial hacia la construcción de so-
ciedades del conocimiento1 como eje central del desarrollo económico.
Montoya Mejía observaba a los muchachos cargando fólderes con cien
y doscientas hojas de ‘evidencias’ de su aprendizaje, y le pareció absurdo,
en primera instancia, porque muchos de ellos pagaban fotocopias sin tener
siquiera con qué desayunar o almorzar. Pero el hecho también le pareció
un sinsentido como quiera que el mundo ya había entendido que no podía
seguir explotando los recursos por encima de su límite de renovación, y
la preocupación por que las generaciones actuales satisficieran sus nece-
sidades sin sacrificar las posibilidades de las generaciones venideras ha-
bía dado origen al concepto de sostenibilidad o sustentabilidad. Encargó,
entonces, a un especialista un estudio sobre cuántos árboles de la selva
colombiana ‘destruía’ el SENA cada año. “¡33.000!”, fue la respuesta.
Los muchachos, el desarrollo sostenible, la tecnología, el conocimiento,
el desarrollo económico, en fin, todo desembocaba, para Montoya Mejía,
en una misma idea que se debería multiplicar y aplicar: redefinir desde los
conceptos de ambientes de formación hasta las metodologías, los con-
tenidos y, en general, la noción de aprendizaje, pero con el uso masivo
de las tecnologías como común denominador. Su interpretación de cam-
bio sostenible se basaba en la idea de producir más (calidad, utilidades y
22 competencias a partir del aprendizaje), pero con menos (papel, recursos,
tiempo), y formar aprendices diferentes, que entendieran para qué sirve
lo que aprenden, pues ahí está el origen del éxito y la movilidad de los
jóvenes en el mundo actual.
1
De acuerdo con el informe de la Unesco ‘Hacia las sociedades del conocimiento’
(2005), la aparición de éstas obedece a condiciones creadas por las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación, y uno de sus elementos centrales es la “capaci-
dad para identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con
vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano” (esta
cita proviene del comunicado de la mesa redonda ministerial ‘Hacia las sociedades del
conocimiento’, organizada en el marco de la 32ª Conferencia General de la UNESCO,
en la Sede de la Organización, el 9 y el 10 de octubre de 2003). Informe ‘Hacia las
sociedades del conocimiento’, página 29.
22. La revolución tecnológica del SENA
Eso plantearía un reto para todo el sistema educativo en general, que
debería hacer esfuerzos en ese sentido desde la infancia. Así, empezaría
a quedar atrás la costumbre de tener sólo muchachos muy útiles, buenos
técnicos, hábiles para trabajar, y surgirían jóvenes conscientes y con-
vencidos de su función en la sociedad y el entorno. Ese es el papel que
deberían entender y asumir los aprendices del SENA. Ese era el papel
que debería circular con profusión en la entidad.
Un SENA para el siglo XXI
Si se comparan los dos momentos que están en los extremos de la his-
toria de un poco más de medio siglo del SENA, es decir su origen y los
comienzos del siglo XXI, se pueden encontrar circunstancias coincidentes
que parecen constantes en el tiempo, pero también hechos que demues-
tran fehacientemente la manera como la entidad entró en los últimos años
de ese lapso en una acelerada dinámica de cambio. Es cierto que todo en
el mundo transformó con rapidez debido al avance de las TIC, pero su
masiva implementación en todos los ámbitos de la institución, como me-
dio para hacer realidad una nueva filosofía que tuvo como razón de ser a
los aprendices, permite afirmar que si en 1957 nació el SENA para lo que
quedaba del siglo XX, en el año 2002 renació para servir a la sociedad
digitalizada y globalizada del siglo XXI.
23
En el caso de las coincidencias y constantes, basta recordar que la en-
tidad se creó cuando la industria del país pretendía conquistar nuevos
mercados y necesitaba más trabajadores mejor calificados, métodos mo-
dernos y cambios drásticos en la productividad. El SENA en esa época,
como ahora, no solo formaba técnicos, sino empresarios, y promovía las
pequeñas y medianas empresas. Era una prioridad institucional ayudar a
Colombia, nación que, como hoy, se movía al ritmo que imponían los vai-
venes de la economía mundial, en ese entonces gravemente afectada y en
proceso de franca recuperación tras la Segunda Guerra.
En la actualidad, el mundo, como ocurre periódicamente, soporta las
consecuencias de la tendencia cíclica de la economía. Los países desa-
23. La revolución tecnológica del SENA
rrollados vienen anunciando crisis y recesiones, y detrás de ellos,
a la manera de la cola de un cometa, las economías emergentes
sienten los sacudones. Igual que hace medio siglo, se impone a
las industrias la necesidad de buscar mercados –más aún por la
globalización–, emplear recurso humano altamente calificado e im-
plementar tecnologías de punta con miras a optimizar su produc-
tividad y competitividad. Y en eso, precisamente, puso su énfasis
el SENA, que además empezó a formar técnicos y tecnólogos con
un perfil emprendedor, en un esfuerzo por promover también la
creación de pequeñas y medianas empresas de base tecnológica.
La mirada retrospectiva presenta, así mismo, una imagen muy
diciente como base de la comparación entre el SENA de ayer y
el de hoy: la de los primeros aprendices recibiendo formación en
las aulas del Politécnico Central y de la Universidad Nacional y
hasta en carpas de circo. La brecha es enorme frente a la actual
plataforma tecnológica sobre la que la entidad desarrolla todas
sus actividades, tanto de formación como de administración. La
decidida implementación de las TIC dio un fuerte impulso hacia
adelante al SENA y lo puso a la vanguardia con la red virtual más
poderosa del país que cuenta más de 50.000 computadores, todos
24 conectados a Internet, y 12.500 portátiles con un sólido sistema
de conectividad y soporte. La mayoría de esos equipos, en manos
de los aprendices.
La nueva versión del SENA trascendió los edificios, los espacios
físicos y hasta las fronteras. Eso, a primera vista, podría parecer
una consecuencia lógica del desarrollo de las fuerzas productivas
de la sociedad en su conjunto, que evolucionaron de la mano de
los avances tecnológicos. Pero, en realidad, es el lapso entre 2002
y 2010 el que representa el salto cualitativo de mayor significación
en la historia de la institución, pues experimentó una verdadera
revolución. Ese período se caracteriza por una alta dosis de gestión
tecnológica que determinó el paso, en el ámbito de la formación
24. La revolución tecnológica del SENA
de aprendices, de la incomodidad de los espacios cerrados a la
amplitud, las facilidades y las posibilidades todavía insospechadas
que ofrece la virtualidad, incluso para que los jóvenes mismos ges-
tionen sus propias rutas de aprendizaje; y en el administrativo, de
la anquilosada estructura centralizada (para comprar un bombillo
en el sitio más lejano de Bogotá se necesitaba la autorización del
Director General) a una completa y ágil descentralización de la
administración en ambientes web, gracias a los cuales se puede
consolidar en tiempo real qué pasa en el nivel nacional con los
presupuestos, la contabilidad, la tesorería.
Con el uso de la banca electrónica, los cheques fueron elimina-
dos desde 2008. Todos los proveedores empezaron a pagar por
botón de pagos y código de barras. Y en el caso de los aportes,
con la implementación de la Planilla Pila y el trabajo de desarrollo
informático realizado por la Oficina de Sistemas, todo el recaudo
comenzó a manejarse desde la Dirección General. Ello implicó ra-
cionalización en los costos, pues en lugar de tener 33 oficinas (en
cada regional) se pasó a una en la Dirección General, con informa-
ción al día. Antes, en cada regional se cargaban los aportes a través
de las cajas de compensación y había personas dedicadas a eso.
Luego, todo el proceso era compilar esa información para hacer un
informe corporativo. A eso se sumó el desarrollo del concepto de 25
oficina sin papel: todo empezó a ser por correo electrónico, salvo
las cartas para el medio externo.
Nuevo concepto de ‘Desarrollo tecnológico’
Las evidencias del cambio surgen incluso si se coteja lo intangible, las
ideas que dan origen a las realidades. Por ejemplo, en un balance hecho
por el SENA al cumplir 20 años, en 1977, se aseguraba que el concepto
de desarrollo tecnológico “engloba todas las actividades encaminadas al
mejoramiento en los métodos de organización y ejecución de la activi-
dad productiva. (…) Por tecnología se entiende pues la manera específi-
25. La revolución tecnológica del SENA
ca de producir un bien o servicio, manera que resulta de la articulación y
aplicación de los conocimientos técnico-científicos disponibles y aplica-
bles dentro de un determinado ambiente económico y social”2.
Y se apelaba a lo siguiente en ese tiempo para ofrecer una mejor ex-
plicación: “El ladrillo común (…) puede fabricarse a partir de técnicas
físicas que van, desde el sistema utilizado por los chircales, con hor-
nos, elementos e instrumentos rudimentarios, hasta los procesos auto-
matizados y de exacto control térmico que emplean las ladrilleras más
modernas del país y, más todavía, algunas del exterior. Paralelamente,
la organización social del trabajo puede ser, como en los chircales, de
carácter artesanal, con predominio del trabajo familiar y remuneración
parcial en especie, o de tipo esencialmente capitalista, dentro de un
mercado laboral más o menos competitivo, con remuneración salarial
y esquemas sofisticados para la administración del trabajo”3.
Hoy, de esos conceptos no quedan rastros en la entidad que, con el
lema ‘SENA: conocimiento y emprendimiento para todos los colombia-
nos’, se trazó como meta reinventarse y formar a millones de personas
para que enfrentaran los grandes retos de la economía globalizada, como
empleados que aportan productividad y competitividad a las empresas, o
como emprendedores que llevan a cabo proyectos innovadores y generan
26 empleo. Ya en el Plan Estratégico 2002-2006 presentado por la nueva
administración, denominado ‘SENA: una organización de conocimiento’,
el concepto de desarrollo tecnológico se integró con los de innovación y
productividad en el vector estratégico4 del SENA ‘Contribución a la inno-
vación, la productividad y el desarrollo tecnológico’.
“Este vector hace énfasis en promover e incentivar a nivel nacional la
conformación de una cultura que propicie condiciones y capacidades
2
LUCIO, Ricardo, y Fedesarrollo. 20 años del SENA en Colombia 1957-1977. Página 235.
3
Ibid. Página 235.
4
En el SENA, vector estratégico es la unidad de actuación que reúne el conjunto de objetivos
estratégicos orientados al cumplimiento de la misión institucional y que direccionan el quehacer
de la entidad durante un lapso determinado.
26. La revolución tecnológica del SENA
locales y sectoriales para la incorporación, innovación y transferencia
tecnológica, en pro del desarrollo económico y social del país, incluyen-
do a todos y cada uno de los actores que lo hacen posible”, señala el
informe5. “El SENA debe generar e impartir estrategias y programas de
formación profesional integral, innovación y desarrollo tecnológico para
que las empresas, y en particular las PYMES, incorporen la capacidad
de innovar y gestionar el cambio técnico y tecnológico en sus procesos y
productos, y de esta forma incrementar su competitividad, crear nuevas
opciones de generación de empleo y posibilitar la regeneración de las
economías regionales”6.
El plan va más allá y establece unas tareas para que el desarrollo tec-
nológico y la innovación se trasladen no sólo al conjunto de la sociedad
colombiana sino que beneficien a los aprendices de la entidad. En el
primer caso, estipula que “para impulsar las políticas de innovación que
necesita el país, el SENA será facilitador y promotor de proyectos de
investigación aplicada para la Innovación y el Desarrollo Tecnológico
orientados a mejorar la productividad y competitividad de las empresas
y de los sectores productivos dinámicos, relevantes y promisorios, de
las regiones, articulados como clusters y como cadenas productivas”7.
Y agrega: “Uno de los factores que incidirá notablemente en la optimi-
zación del uso de los recursos que el SENA oriente para el fomento y
27
promoción del desarrollo tecnológico en los sectores productivos, será
la creación de canales de apropiación social de los resultados obtenidos
mediante el fortalecimiento de las capacidades para incorporar, innovar
y transferir tecnologías en las empresas”8.
En el segundo caso, señala que hacia el interior, “el SENA incorpo-
rará los resultados obtenidos en la orientación de sus programas de
formación profesional integral. A su vez, propenderá por la apropiación
5
Plan estratégico 2002-2006 SENA: una organización de conocimiento. Página 76.
6
Ibid. Página 76.
7
Ibid. Página 76.
8
Ibid. Página 76.
27. La revolución tecnológica del SENA
tecnológica de dichos resultados por los agentes del Sistema Nacional
de Innovación”9. Todo este espíritu se mantuvo en el Plan Estratégico
2007-2010, que “tiene sustento en todos y cada uno de los plantea-
mientos, vectores, programas y proyectos que aún son vigentes del Plan
Estratégico 2002-2006, razón por la cual este documento se sustenta
desde su filosofía en dicho plan y refleja una síntesis en su formulación
estratégica, con énfasis en los procesos misionales de la Entidad”10.
Así, desarrollo tecnológico pasó a ser en el SENA, por ejemplo, el
uso y masificación en sus programas de formación de la tecnología de-
nominada Gestión de Ciclo de Vida de Producto (PLM, por sus siglas
en inglés: Product Lifecycle Management), con la cual compañías líderes
de nivel mundial en fabricación de aviones y automóviles construyen sus
últimos modelos, y que el SENA empezó a incorporar en los procesos
de formación de sus aprendices, como una manera de anticiparse a las
necesidades futuras del sector productivo colombiano. La primera gran
prueba de la implementación de PLM en el SENA fue el proyecto Fór-
mula SENA11, en el que participaron doce equipos interdisciplinarios de
once regionales de la entidad, que construyeron doce carros de carreras.
Pero no sólo eso. El SENA también empezó a ofrecer servicios a
28 las empresas, entre los que se destacan Formación a la medida, Certi-
ficación de competencias laborales, Servicios tecnológicos, Formación
especializada y actualización tecnológica del recurso humano, Innova-
ción y desarrollo tecnológico, Apoyo a la investigación aplicada y desa-
rrollo tecnológico e innovación en las empresas, Alianzas estratégicas,
Contrato de aprendizaje, Servicio Nacional de Empleo y Fortalecimiento
empresarial.
9
Ibid. Página 76.
10
Plan estratégico 2007-2010 SENA: conocimiento para todos los colombianos. Pá-
gina 5.
11
Para ver lo relacionado con esta tecnología, consultar el capítulo 8, ‘Fórmula SENA
y el aprendizaje por proyectos’. Página 147.
28. La revolución tecnológica del SENA
Existan o no acuerdos formalmente establecidos con el SENA, la en-
tidad ofrece a todos los sectores productivos un portafolio de servicios
tecnológicos, en los que integra la innovación, el recurso humano es-
pecializado y sus modernos ambientes de formación con infraestructura
tecnológica avanzada. Esos servicios se prestan a través de la red de
centros y la red de 122 laboratorios que tiene la institución en todo el
país.
De esa manera, atiende los requerimientos del sector agropecuario en
áreas como biotecnología animal, vegetal e industrial, control de calidad
de alimentos, maquinaria agrícola, análisis de aguas y suelos, y plantas
agroindustriales. Al sector de la construcción y el mobiliario lo atiende
en las áreas de maderas y recubrimientos, topografía, desarrollo gráfico
de proyectos y guadua. En el caso del sector industrial, las áreas son
polímeros, metrología dimensional, diseño, materiales, artes gráficas,
minerales, textil, calzado y confección. Y en el campo de las unidades
productivas dedicadas a los servicios: gestión, informática y telecomu-
nicaciones.
Todo, con base en un moderno concepto de desarrollo tecnológico
que da cuenta no sólo de las condiciones presentes, sino que indaga y
explora el futuro con otra tecnología en la que trabaja con intensidad el
29
SENA: la prospectiva. Con ella, busca anticipar los cambios futuros que
caracterizarán la demanda de recurso humano y el mismo desarrollo e
implementación de nuevas tecnologías. De esa manera, la entidad pre-
tende, de un lado, que sus aprendices constituyan una fuerza a la que
se puede apelar para atender las necesidades actuales y venideras de las
regiones y del aparato productivo del país, y del otro, que en conjunto la
institución sea el referente de pequeños y medianos empresarios cuando
busquen apoyo para sacar adelante iniciativas y proyectos innovadores.
Así, todos los centros de formación diseñan sus planes tecnológicos
a partir de los avances en los procesos de Prospectiva y Vigilancia Tec-
nológica que adelanta el SENA. Esos planes también cuentan con un
29. La revolución tecnológica del SENA
insumo importante que son las orientaciones de las agendas internas
regionales, que permiten visibilizar algunos temas en los que Colombia
tendrá que avanzar con rapidez para poder integrarse sin dificultad a los
mercados de bienes y servicios que exigen como base el conocimiento
y que generan mayor valor y demanda y, por consiguiente, mayor creci-
miento económico.
Precisamente, de esa manera se identificaron distintas áreas que ofre-
cen ventajas para competir, entre las que están: los contenidos animados
(juegos y producción 3D), el diseño asistido (con herramientas de PLM),
la nanotecnología, la telemedicina, la biotecnología aplicada, la agronó-
mica (agricultura asistida por computador), la tercerización de negocios
a través de los servicios a distancia (Business Process Outsourcing &
Offshoring, BPO&O) la bioinformática para la actividad pecuaria, y el
diseño, programación y desarrollo de software.
Además de estas áreas establecidas por el mismo SENA, la entidad
también orientó sus esfuerzos hacia los ocho sectores denominados ‘de
talla mundial’ que identificó la empresa McKinsey & Company por en-
cargo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en el marco de
la política nacional de competitividad a largo plazo, para articular una
agenda de colaboración entre los sectores público y privado, y convertir
30 a Colombia en un país de ingresos medios en el año 2032.
El aprendiz, foco en la parábola del SENA
Otra de las evidencias más claras del rumbo definitivo que tomó el
SENA hacia la complejidad, la velocidad y la virtualidad que caracte-
rizan al siglo XXI, es la decisión de no comprar más computadores
convencionales en la entidad. En primer término, puede parecer pa-
radójico (¿sin computadores en una época determinada por el uso
masivo de las TIC?), pero se trata del paso siguiente y necesario del
proceso de virtualización en que se empeñó la institución para alcan-
zar mayor cobertura.
30. La revolución tecnológica del SENA
El aprovechamiento de una de las principales características de la
formación a través de Internet, que consiste en que no hay distancias
ni simultaneidad temporal ni espacial entre tutor y aprendiz, llevó al
SENA a diversificar y explorar más posibilidades para cumplir con su
misión de proporcionar conocimiento a todos los colombianos. Como
resultado, consiguió desarrollar desde proyectos como simuladores
y entrenadores remotos que trabajan en tiempo real, cualquiera que
sea la distancia que haya entre el aprendiz y el aparato o la máquina
sobre la cual actúa, hasta programas como el de ‘Inglés para todos los
colombianos’.
La movilidad y efectividad de estas herramientas hicieron que la enti-
dad incursionara, en el 2007, en el ámbito de los dispositivos móviles
para el acceso a sus programas y contenidos. Esta plataforma la desa-
rrolló el mismo SENA en TecnoParque Colombia con el propósito no
de que la gente aprendiera con dispositivos HTC, del tamaño de un
celular, sino que ese fuera otro punto más de contacto. A mediados
del 2010 continuaba la adquisición de esos aparatos para masificarlos
en la institución de tal forma que cualquier aprendiz o instructor pu-
diera desarrollar el proceso de formación sin necesidad de estar en un
ambiente de formación, en un centro del SENA, sino aprovechando
la red celular.
31
Pero nada de esto hubiera sido posible sin el cambio que consiguió
Montoya Mejía en la mentalidad de los aprendices. Porque la revolu-
ción del SENA no involucró sólo las tecnologías duras (instalaciones,
equipos, redes, etc.), sino las blandas (saberes organizacionales, ad-
ministrativos y pedagógicos) que tuvieron siempre presente el objetivo
de formar un nuevo aprendiz. De la posición a la que eran relegados
antes los jóvenes en su proceso de formación y aprendizaje –en la que
cumplían un papel de receptores pasivos de los conocimientos que les
transmitían los instructores– devinieron en muchachos protagonistas
de su formación: todos, libre pensadores con capacidad crítica, soli-
darios, líderes, emprendedores y creativos.
31. La revolución tecnológica del SENA
Y ese es, precisamente, el punto de partida de este trabajo, que no
pretende ser exhaustivo ni agotar el tema SENA, sino registrar unos
elementos que pueden enriquecer los conceptos de formación para
el trabajo en particular y de la educación misma en general. Después
de echar una breve mirada a las condiciones y el contexto general
que presentaba Colombia en el 2002, se destaca el perfil del nuevo
aprendiz, convertido en el foco de todo el quehacer de la entidad,
líder protagonista de su proceso de formación, y mejor ciudadano. A
partir de ahí, se aborda el contrato 060 con la empresa Telefónica,
que proporcionó las bases materiales de la transformación, tenien-
do como centro de atención a los jóvenes; la novedosa plataforma
SOFÍA Plus, que permite la dinamización y autogestión de la forma-
ción de los aprendices; la estrategia de formación virtual, que es el
aprovechamiento eficiente de las TIC para llegar a más colombianos;
y el TecnoParque Colombia, una red en donde la tecnología está
dispuesta para el desarrollo de proyectos novedosos y la solución de
problemas de las empresas.
También se expone el programa de Integración con la Educación
Media, que permite el acercamiento de la tecnología y el conoci-
miento, de manera práctica, a estudiantes de bachillerato; la estrate-
32 gia de aprendizaje Fórmula SENA, en cuyo marco se construyen ca-
rros de carreras; la TecnoAcademia, un espacio en donde la ciencia
se entiende y aplica desde inquietudes cotidianas de niños y jóvenes;
las Aulas Móviles, una flota de vehículos que superan las barreras
geográficas y las distancias para llevar formación a los sitios más
apartados; Jóvenes Rurales Emprendedores, que apuntala el renacer
del campo a través del desarrollo y consolidación de proyectos em-
presariales liderados por jóvenes campesinos; la Oficina de Comuni-
caciones, vital en la consecución del propósito del SENA; las alian-
zas estratégicas, sin las cuales el SENA no sería viable, mientras que
articulado con gobiernos locales y departamentales, con empresas
y hasta con gobiernos extranjeros, hace posible el cumplimiento de
su misión; y la infraestructura física de la entidad, que en ocho años
32. La revolución tecnológica del SENA
experimentó la construcción y remodelación de ambientes abiertos
en todo el país, con especial atención en las apartadas zonas de
frontera.
Todo eso permite reflejar, en primera instancia, el nuevo espíri-
tu que invade a los jóvenes colombianos que eligen al SENA para
mejorar sus condiciones de existencia, ampliar sus oportunidades y
cambiar su vida; y en segunda, los avances tecnológicos de una ins-
titución que recibió un especial impulso para direccionarla no sólo
hacia la satisfacción y anticipación de las necesidades reales del sec-
tor productivo, sino a la formación de amplias capas de la sociedad
que, de otra manera, no tendrían ninguna posibilidad de prepararse.
Ambos factores se fundieron para dar cuerpo a una de las con-
vicciones más profundas de Montoya Mejía: “Acá la gente viene a
cambiar la vida; y cuando sale del SENA, sale a cambiar el país”.
33
36. La revolución tecnológica del SENA
L
a historia reciente del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA)
–un período de ocho años que constituye un hito en la formación
para el trabajo y en la educación en general en Colombia por la
preponderancia y relevancia que esta entidad les otorgó a sus apren-
dices– está íntimamente ligada a las decisiones del Gobierno Nacional
que, en ese mismo lapso, cambiaron el rumbo del país. Se debieron
generar unas circunstancias especiales para que esta entidad pudiera
llegar al lugar que ocupa hoy y mostrar los resultados que presenta a
la sociedad.
37
Esas condiciones tuvieron que ver, inicialmente, con el reconoci-
miento y valoración que hizo la administración de Álvaro Uribe Vélez
de las potencialidades de la institución para sustentar buena parte de
su política social, y con el clima que irradió por todo el territorio
nacional la política de Seguridad Democrática, que permitió al SENA
llevar sus programas y beneficios hasta los rincones más apartados de
Colombia.
También hubo otros factores como el hecho de que el componente
social de ese gobierno estuvo estructurado en torno a la educación y la
salud, el fuerte impulso que recibió el emprendimiento para promover
la ampliación de la cobertura y la generación de nuevas pequeñas y
37. La revolución tecnológica del SENA
medianas empresas que fomentaran la redistribución de la riqueza en
el país, y las mejoras y avances en el ámbito de las Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones (TIC), clave para entidades como
el SENA, que basó su fortaleza y estrategias de formación en ellas
para cerrar la brecha tecnológica entre los diferentes estratos socio-
económicos.
Tres ejemplos muestran que el caso colombiano es destacable en ese
sentido: en el año 2008, el 83,3% de la población ya tenía acceso a
un teléfono móvil, el 47,1% de la población tenía un DVD y el 88,5%
de los hogares tenía un televisor a color. El acceso a programas de
formación virtual y otras plataformas de enseñanza de alta tecnología
también presentó saltos porcentuales importantes, porque del 11,2%
de hogares con computadores en 2003, se pasó al 22,8% en 2008.
Los hogares con Internet se incrementaron en 57%, al subir de 5,5%
en 2003 a 12,8% en 2008, según el DANE.
Como sucedió en el resto del mundo, los avances tecnológicos pro-
vocaron importantes cambios en los diferentes ámbitos de Colombia,
pero puntualmente revolucionaron la educación, un sector en el que
el SENA se constituyó como un importante exponente pues desarrolló
con sus planes, programas y estrategias de impacto nacional, efectivas
38
soluciones a problemáticas educativas que inciden directamente en
los aspectos económico y social. En las condiciones en que el país y
el SENA estaban en el 2002, la entidad alcanzó a ofrecer 1’142.798
cupos de formación titulada y complementaria a los colombianos. Pero
las nuevas circunstancias permitieron que el número de cupos ofreci-
dos en el 2010 superara los ocho millones. Eso representa un incre-
mento anual del 34%1.
1
La cifra incluye los cupos de formación titulada y complementaria, así como los que
se otorgaron en el marco del Plan de Ampliación de Cupos (250.000). Gestión del
SENA 2002-2009 y proyección 2010. Página 14. Fuente de información: Gestión
Académica de Centros, con informes a diciembre de cada año.
38. La revolución tecnológica del SENA
Los logros del SENA entre 2002 y 2010 fueron el resultado de
muchos factores, entre los cuales se destaca, primero, el trabajo y
compromiso de los funcionarios y contratistas de la entidad, que per-
mitieron ofrecerles alternativas a los aprendices y a los colombianos en
general. Pero, de otro lado, están las estrategias que planeó y ejecutó
ese mismo recurso humano, que repercutieron también en la cons-
trucción de más confianza del empresariado y de los colombianos en
el SENA. Eso se vio reflejado en encuestas como las de la firma Yan-
hass que, durante cinco años consecutivos, ubicó a la institución en
el primer lugar de favorabilidad en el país: en 2005, con el 86,20%;
en 2006, con el 88,70%; en 2007, con el 87,40%; en el 2008, con
el 92,81%, y en el 2009, con el 94%. En todos los casos, por encima
de instituciones como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
(ICBF), el Ejército Nacional, los medios de comunicación, la Iglesia, la
Presidencia de la República, la Fiscalía General de la Nación, Ecopetrol
y la Policía, entre otros.
Si bien todos los colombianos se benefician con las oportunidades
de formación y de trabajo que les ofrece el SENA, en condiciones
de igualdad, equidad y gratuidad, la juventud constituye uno de los
segmentos más favorecidos. Al cambiar las condiciones de Colombia,
se abrieron espacios que la entidad ocupó con conocimientos, tec-
nologías y oportunidades que capitalizan sus aprendices en provecho 39
propio, de su entorno, y del país.
Batalla contra el resentimiento
A comienzos de esta década, con los aprendices del SENA pasaba
lo mismo que con la entidad: evidenciaban un estancamiento, pero en
el caso de muchos de ellos manifiesto en lo socio-afectivo y personal.
En ocasiones, recibieron con insultos y agresiones en algunos centros
de formación de la institución a Darío Montoya Mejía poco después
de ser nombrado Director General. Cuando el funcionario fue por pri-
mera vez al Centro de Tecnología de la Manufactura Avanzada, antes
39. La revolución tecnológica del SENA
conocido simplemente como Centro Metalmecánico, en Medellín –en
donde no se esperaría ningún tipo de agravio contra él porque es su
ciudad natal–, lo estaba esperando un grupo de jóvenes encapucha-
dos. “Esto está muy complicado”, se dijo esa vez con preocupación el
directivo, y después se preguntó con inquietud: “¿Qué tipo de institu-
ción estoy recibiendo?”.
A su primer diagnóstico sobre la situación, Montoya Mejía le puso
nombre propio: resentimiento. Se trataba, según su apreciación, de un
antivalor generalizado que podría ser, a la vez, causa y consecuencia
de la actividad politiquera a la que estaban expuestos los muchachos,
que soportaban las tensiones provenientes de la costumbre de que a los
programas de formación titulada del SENA sólo podían entrar quienes
consiguieran la recomendación de un político, lo que los adscribía a
unas prácticas malsanas asociadas al tráfico de influencias, el pago de
favores y el clientelismo en general. De otro lado, las dos organizacio-
nes sindicales existentes en la entidad ejercían influencia sobre algunos
jóvenes y canalizaban insatisfacciones, en cumplimiento de sus funciones
y atribuciones, que fueron respetadas en el marco de la ley.
Había, además, otras circunstancias que enrarecían el ingreso de
40 los muchachos al SENA y que también avivaban su resquemor, como
el hecho de tener que ir a cualquiera de las sedes de la institución a
hacer largas filas para reclamar una ficha que les diera la posibilidad
de recibir un formulario. Sin embargo, esos papeles –que debían ser
gratuitos– llegaban primero, irregularmente, a manos de tramitadores
e intermediarios que se los vendían a los aspirantes a precios altos. Se
había conformado toda una mafia que fue derrotada, finalmente, en ju-
nio de 2004, cuando se hizo la oferta de cupos a través del centro de
contacto (call center) y no directamente en los centros de formación.
Como fue la primera vez en la historia del SENA que se hizo de
esa manera –en que no hubo reventa de formularios–, las llamadas
de miles de colombianos que querían cupos en los diferentes pro-
40. La revolución tecnológica del SENA
gramas de formación de la entidad desbordaron la capacidad del
call center y lo hicieron colapsar. Puntualmente, el 3 de junio de
2004, una central de Telecom, la del barrio Muzú (sur de Bogotá),
se ‘reventó’ porque no pudo procesar los tres millones de llamadas
que cursaban, sumadas las normales y las que se hacían para buscar
cupos de la institución. Los detractores de los avances tecnológicos
y quienes se beneficiaban con la reventa de formularios difundieron
el rumor de que se trataba de una muestra de la ‘privatización’ del
SENA y hubo hasta tutelas reclamando “el libre derecho a inscribirse
como se hacía antes”. El SENA tomó medidas, amplió el horario de
atención del call center y, en la siguiente convocatoria, tres meses
después, comenzó a hacer el proceso también por Internet. Así em-
pezó la democratización en el ingreso de los colombianos al SENA,
en igualdad de condiciones.
Por otra parte, los jóvenes que conseguían ingresar a la entidad
continuaban encontrando otras situaciones que acentuaban su resenti-
miento, como la paralización de la institución, manifestada en el retra-
so tecnológico y la pervivencia de una pedagogía anticuada en la que
la ‘dictadura’ de clases era el método privilegiado que no dinamizaba
ni potenciaba su presencia en las aulas, sino que los reducía a la inacti-
vidad, a la pasividad. Todo eso estaba adobado con permanentes ame-
nazas ficticias de cierre de la institución, cuando no de privatización. 41
De la sombra al protagonismo
Los aprendices, pues, vivían atenazados en una realidad que no les
permitía concentrarse en su formación ni proyectarse como personas
o profesionales. Los que realmente se dedicaban al estudio sólo pen-
saban en ser obreros, cumplir una labor de trabajo operaria. Algunos
tenían en mente dirigir, pero estáticamente, con funciones limitadas
que no respondían a las demandas de un mundo desde hacía ya varios
años globalizado. En realidad, todos encajaban bien en un SENA que
no había evolucionado de su estado parroquial, provincial.
41. La revolución tecnológica del SENA
¿Cómo deshacer esa red de circunstancias en la que estaban atrapa-
dos los jóvenes que llegaban al SENA y que no permitía su proyección?
Montoya Mejía llegó a la institución sabiendo que se le debía entregar
al país los mejores técnicos y tecnólogos, pero rápidamente entendió,
junto con su equipo de la Dirección General, que esa tarea era muy
pequeña comparada con otra en la que se tenía que comprometer la
entidad: entregar mejores ciudadanos. El equipo directivo pensó que
la solución era alinear los modelos metodológico y pedagógico con
una estrategia de construcción de valores, pero como resultado de
una metodología de educación, no de un discurso ni de una cátedra
ni de una predicación. Y entre todos esos valores, había que destacar
el liderazgo.
“El gran arte hoy en día en la educación de la juventud tiene que ser
convertir a cada joven en un líder. Cuando logremos eso en metodo-
logía de la educación, la tarea estará bien hecha”, asegura Montoya
Mejía, para quien, de esa manera, se romperá con el paradigma equi-
vocado de su generación según el cual para ejercer liderazgo había
que estar investido de autoridad. “Ahora cada joven del SENA se sien-
te un líder y no necesita la autoridad; simplemente, la responsabilidad
de aportar a su sociedad, de cambiar su vida y su país”, dice. Ese es
42 el modelo pedagógico del SENA, que pone al aprendiz como prota-
gonista y al instructor como una figura que, con toda su experiencia,
ayuda a hacer práctico el conocimiento, que ya no está exclusivamente
en sus manos, sino en miles de fuentes que se acercan al joven gracias,
entre otras, a las tecnologías y las redes de aprendizaje.
A partir de ahí, comenzó a tener preponderancia el liderazgo para
que los aprendices asumieran un papel determinante en todos los pro-
cesos de la institución y se empoderaran como veedores de la acción
de los directivos. Montoya Mejía les decía, por ejemplo: “Todos los
presupuestos están llegando a los centros de formación. Ustedes de-
ben velar por que sean bien ejecutados”. Después, dio la orientación
de que los subdirectores de centro empezaran a publicar, todos los
42. La revolución tecnológica del SENA
meses en las carteleras, los gastos que realizaban. También debían lle-
var un estricto control e invitar a reuniones a los aprendices. “Cuando
uno le dice a un muchacho que no va a ser más un actor pasivo, sino
un protagonista, lo dignifica. Cuando se le dice que es protagonista
de él mismo y de sus compañeros, lo dignifica y lo rescata del resen-
timiento”, es la razón filosófica y pedagógica en que está basada la
percepción de Montoya Mejía sobre la manera de formar a la juventud.
Un sistema ideado para líderes
Esas ideas condujeron al origen, a comienzos del 2008, del Sis-
tema Nacional de Liderazgo, que nació para coadyuvar el objetivo
institucional de entregar ciudadanos competentes y revolucionarios
que den respuesta a los cambios y demandas del mundo producti-
vo. El sistema busca consolidarse como un potenciador del perfil del
aprendiz SENA, que tiene como base cuatro premisas fundamentales:
liderazgo, emprendimiento creativo, capacidad crítica y solidaridad. La
tarea comenzó con un seguimiento y una investigación aplicada en los
centros de formación, que indagaba acerca de las necesidades de cada
uno de esos lugares y de su región.
El sistema funciona en cuatro dimensiones fundamentales: sentido
43
de pertenencia, amor a la tecnología, emprendimiento y medio am-
biente. Posteriormente, se plantearon líneas de trabajo que replicaban
buenas experiencias adquiridas en proyectos anteriores. El sistema
tuvo, desde su inicio, el fin de promover la construcción de cono-
cimiento propositivo que pudiera transformar el SENA, y el país. El
objetivo era que los aprendices se vincularan a clubes, grupos y activi-
dades que les permitieran desarrollar su liderazgo mientras trabajaban
en satisfacer las necesidades de los centros SENA y de las regionales
a las que pertenecían. Los jóvenes se preocuparon por identificar las
carencias, necesidades y problemas de sus comunidades y sus centros
de formación, para solucionarlos posteriormente mediante comuni-
caciones internas y externas, el fomento a la inversión en proyectos
43. La revolución tecnológica del SENA
innovadores, la consecución de equipos y herramientas tecnológicas y
las acciones sociales.
Actualmente, el Sistema Nacional de Liderazgo trabaja bajo el es-
quema de aprendizaje por proyectos, con Líderes Comunicadores,
Líderes Emprendedores y Líderes Sociales, en proyectos que buscan
el beneficio de su entorno, particularmente de las personas menos
favorecidas (madres cabeza de familia, recicladores, etc.), y el avance
y progreso de sus regiones por medio de convenios y alianzas con
empresas que apoyan estos objetivos en el marco de sus iniciativas de
responsabilidad social. También participan en eventos y concursos de
alta tecnología de talla mundial que son apoyados por el sistema para
fomentar el liderazgo, como Campus Party, Salón de Inventores, una
página web creada por la entidad para ‘gamers’ líderes y WorldSkills.
La red de liderazgo cuenta con 600 aprendices de base, aunque este
número fluctúa continuamente con el ingreso y la finalización de los
cursos de formación de parte de los jóvenes colombianos.
Líderes comunicadores
Para reforzar ese protagonismo de los jóvenes en todo el quehacer
44 del SENA, Montoya Mejía también planteó el concepto de ‘presen-
cialidad dinámica’, que define como la participación activa del joven
en el proceso de aprendizaje. Consiste en que el papel del aprendiz
involucra el desarrollo de contenidos, la innovación en la metodología
para aprender y en la promoción de la competencia sana. Para Mon-
toya Mejía, cada vez más el crecimiento del SENA va a depender del
compromiso que sientan los muchachos de participar en él. “Ellos
van a responder, más temprano que tarde, por los contenidos de los
programas de aprendizaje. La idea es que los muchachos participen
en la elaboración de videos: el que aprende torno, graba en video
cómo es, y ese material se convierte en ayuda didáctica del programa.
Más adelante, es él quien va a generar un proceso de innovación en la
metodología y en el contenido del programa”, explica. Esa idea generó
44. La revolución tecnológica del SENA
la estrategia de Líderes Comunicadores, a cargo de la Oficina de Co-
municaciones de la Dirección General del SENA2.
La iniciativa de Líderes Comunicadores se echó a andar a finales de
2008, con el fin de brindar a los jóvenes que se forman en la entidad es-
pacios de participación, de divulgación y también, como su mismo nombre
lo indica, de empoderamiento como líderes de comunicación. Para eso,
a los 115 centros de formación que tiene el SENA en todo el país fueron
enviados sendos kits de televisión (compuestos cada uno por cámaras de
video, trípode, luces, etc.). La idea es crear una red de conocimiento enca-
bezada por los mismos aprendices, en la que ellos producen y dan a cono-
cer materiales elaborados durante sus procesos de formación, consistentes
no sólo en el registro de cómo, por ejemplo, se maneja una máquina o
un equipo específico, sino también de conferencias de expertos, lo mismo
que de los proyectos de innovación, desarrollo tecnológico, emprendi-
miento y casos exitosos de vida que hay en los centros de formación y que
no siempre son conocidos en la Dirección General ni en los otros centros
ni en el medio externo de la institución. En esa actividad también dan a
conocer hechos relacionadas con la pintura, la danza, el deporte…
Toda esa información aporta a diferentes procesos de formación y se
difunde a través de los medios producidos para ese efecto por la Ofi-
45
cina de Comunicaciones, como el programa de televisión ‘SENA TV’,
el canal virtual de televisión, el programa de radio ‘SENA Al Aire’ y
la publicación impresa ‘Déjame Decirte’ (medio oficial para los apren-
dices). En el marco de la estrategia Líderes Comunicadores se han
creado programas que tienen amplia sintonía en toda la comunidad
SENA. Ese es el caso de ‘El Patio’, pensado para radio y televisión por
los aprendices de la regional Distrito Capital, que lo han mantenido
desde hace dos años, y de otras experiencias que tomaron fuerza pro-
pia como ‘La Huella’, en Valle, y ‘Zona SENA’, en Quindío.
2
Las actividades que desarrolla esta dependencia se pueden conocer en el capítulo 12
‘Comunicaciones, el medio estratégico’. Página 213.
45. La revolución tecnológica del SENA
Si bien es cierto que los jóvenes no tienen formación como comu-
nicadores, sí reciben capacitación en diferentes eventos. En el año
2009, hubo varias reuniones regionales que condujeron al Primer En-
cuentro Nacional de Líderes Comunicadores, efectuado en Bogotá;
y hasta junio de 2010 se realizaron siete encuentros zonales (varias
regionales), que precedieron al Segundo Encuentro Nacional de Lí-
deres Comunicadores, cuyo escenario fue ExpoSENA3, pero con una
novedad para dinamizar la estrategia y como un reconocimiento a la
gestión que los jóvenes que la integran: la creación del Premio Na-
cional de Líderes Comunicadores, conformado por dos categorías. La
primera, relacionada con la temática social: notas que evidencian el
trabajo de los aprendices sobre responsabilidad social y conservación
y preservación del medio ambiente; y la segunda es informativa-forma-
tiva: notas con casos de emprendimiento, innovación, programas de
formación, ambientes de aprendizaje y experiencias exitosas de vida.
Esta es una experiencia en la que los muchachos participan de mane-
ra voluntaria, y hay aprendices de todas las áreas en que trabaja la enti-
dad, es decir que la estrategia Líderes Comunicadores no está enfoca-
da únicamente a quienes tienen formación en temas de comunicación.
Los interesados, eso sí, deben surtir un proceso de selección, que se
presenta frecuentemente porque los equipos, que mínimo deben ser
46
de diez aprendices (como no hay límite, hay centros que cuentan con
equipos conformados hasta por 35 aprendices), están en permanente
renovación. Cuando se inició la estrategia, a la primera etapa se vincu-
laron 737 aprendices. A junio de 2010 había casi 400, y la meta para
el final del mismo año era llegar a 1.0004.
3
El SENA organizó por primera vez, a mediados de 2010, en un solo lugar, ExpoSE-
NA, para mostrar sus avances en materia de innovación y desarrollo tecnológico. Se
trató de una feria en la que hubo competencias, foros, muestras, seminarios y congre-
sos internacionales, en los que se evidenció el potencial de los aprendices.
4
Datos de la Coordinación de Comunicaciones Internas, de la Oficina de Comunica-
ciones de la Dirección General del SENA.
46. La revolución tecnológica del SENA
Más participación para los jóvenes
Conforme transcurrían las semanas y los meses, el equipo liderado
por la nueva Dirección General del SENA encontraba más aspectos
para ajustar si quería sostener y proyectar aún más el protagonismo
que estaba dándoles a los aprendices. Por ejemplo, identificaron que
el denominado ‘conducto regular’ estaba mal enfocado y devenía en
dispendiosos procesos, característicos de una pesada burocracia. Un
muchacho no podía decirle algo al subdirector de su centro sin antes
tener que contárselo al capellán, después al instructor y luego a la tra-
bajadora social. Su queja o solicitud se perdía, al final, en el laberinto
de las ocupaciones de esos funcionarios.
Todo se superó con la programación de las reuniones mensuales con
los aprendices en las que empezaron a ser escuchados, y la realiza-
ción de mesas de trabajo para buscarles solución a todos los proble-
mas. El Grupo de Ética, Desarrollo Humano y Bienestar al Alumnado
comenzó a hacer un seguimiento constante a las reuniones y a las
soluciones planteadas, verificando que estuvieran enmarcadas en po-
sibilidades reales. Además de las reuniones mensuales, se empezaron
a programar, cada cuatro meses, encuentros de los representantes de
los centros de formación, y desde entonces, unos 130 aprendices se
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reúnen tres veces al año en distintas partes del país y trabajan temas
como liderazgo, pertinencia de la institución, innovación, emprendi-
miento y desarrollo.
Otra dificultad para empoderar al aprendiz como veedor social tenía
que ver con el hecho de que antes había una inducción que se demora-
ba una semana, pero en algunos centros eran simples aproximaciones
generales a lo que era la entidad. Eso cambió y se empezó a dedicar
más tiempo con el propósito de que el aprendiz conociera no sólo las
cuatro fuentes del conocimiento definidas por la institución, sino que
tuviera una visión real sobre el programa en el que se iba a formar. En
la actualidad, cada joven que ingresa a un programa de nivel superior
47. La revolución tecnológica del SENA
del SENA, técnico o tecnólogo, tiene un proceso de inducción que
dura aproximadamente un mes, en el que estudia cuatro cosas: gestión
tecnológica, para conocer las tecnologías del momento y las que vie-
nen; conocimiento del entorno, para identificar los elementos que le
ayudarán durante su programa de formación, como bancos, entidades
de seguros, sistemas de uso de recursos de capital, y en general lo que
significa un Estado y una sociedad; formulación de proyectos, sobre
el cual se basa la estrategia pedagógica de todos los programas de la
entidad, y, por último, comunicación, que fue incluido por su impor-
tancia en las relaciones sociales, en el desarrollo del conocimiento y en
la consolidación de los liderazgos.
En esa inducción, que ayuda en la formación de aprendices más
comprometidos, se les dice, además, que hay varias instancias a través
de las cuales pueden hacer cualquier comentario o simplemente que-
jarse, como buzones para sus mensajes y los correos de todos los fun-
cionarios, incluso el de Montoya Mejía. Así, ya no hubo un Director
General lejano, sino cercano y amigo, que escuchó y buscó los medios
para que el aprendiz encontrara la satisfacción a sus solicitudes y pe-
ticiones. Entre esos medios estuvieron, claro está, la visita personal y
periódica de Montoya Mejía a los 115 centros de formación y más de
48 270 sedes de la entidad en todo el país, para hacer contacto directo
con los aprendices. Y, por supuesto, su cuenta en la red social Twitter,
a través de la cual los jóvenes estuvieron enterados, en tiempo real, de
las diferentes actividades que realizaba el funcionario, así como de sus
planteamientos sobre temas de interés para toda la comunidad SENA.
Por otra parte, se generaron estrategias para ayudar a los aprendi-
ces con deficiencias económicas en sus hogares. Si bien no se puede
atender a todos los jóvenes con contrato de aprendizaje5, se crearon
5
Sustentado principalmente con la promulgación de la Ley 789 de 2002 y sus decre-
tos reglamentarios 2585 y 933 de 2003, así como el decreto 1779 de 2009, me-
diante el cual las empresas pueden ampliar la cuota de aprendices establecida por ley.
48. La revolución tecnológica del SENA
apoyos de sostenimiento, convertidos en una fortaleza bien utilizada.
En cuanto al contrato de aprendizaje, en los últimos ocho años fue
notorio el aumento de la participación de los empresarios en la cofor-
mación de los aprendices. En el año 2002 fueron 33.337 jóvenes con
contrato de aprendizaje, pero en el 2003 esa cifra ascendió a 72.087.
En 2004, pasó a 74.265, mientras que en 2005 llegó a 75.494. Ya
en 2006 se ubicó en 79.394; en 2007 alcanzó los 89.081; en 2008
fueron 103.656, y en 2009 los muchachos con esa vinculación a las
empresas fueron 125.0116.
Se generaron otros apoyos como las monitorías en las que los aprendi-
ces empezaban a recorrer el camino para ser instructores del SENA. Con
el propósito de que eso fuera una alternativa de desarrollo para la misma
entidad, también se fortalecieron las pasantías y los viajes de aprendices
al exterior, un privilegio que antes estaba reservado para instructores y
funcionarios. Hasta diciembre de 2009, habían salido 402 jóvenes del
SENA a diferentes países. A lo anterior se suman todas las actividades del
Grupo de Ética, Desarrollo Humano y Bienestar al Alumnado orientadas a
la práctica del deporte, el desarrollo cultural y la interacción social.
Además, con la implementación masiva de las Tecnologías de la In-
formación y las Comunicaciones (TIC) también se desarrolló una estra-
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tegia que permitió disponer, a favor de los integrantes de la comunidad
institucional, las fortalezas y oportunidades de toda la entidad, inde-
pendientemente de la ubicación física o geográfica. La idea, denomi-
nada ‘El SENA es uno solo’, fue garantizar el acceso a la totalidad de
las áreas de aplicación de conocimiento a través de una oferta nacional
de programas de formación profesional por tecnologías.
En el caso específico de los aprendices, se buscó que se certificaran,
en cualquier lugar del país en donde estuvieran, con las mismas con-
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Gestión del SENA 2002-2009 y proyección 2010. Página 26. Fuente de informa-
ción: Dirección de Promoción y Relaciones Corporativas.