1. Sacrificios humanos en la
América prehispánica
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2. Sacrificios humanos en la América prehispánica 1
Sacrificios humanos en la América prehispánica
El sacrificio humano en el mundo prehispánico fue una práctica religiosa que se realizaba en el contexto de ciertos
cultos de los pueblos indígenas de América.
Está documentado tanto por los
códices como la iconografía
precolombina en general. Aunque los
casos más conocidos son los
correspondientes al área
[1]
mesoamericana, su existencia está
probada también en el incario y otras
partes del continente. La práctica del
sacrificio humano en las religiones
indígenas fue una cuestión condenada
por los europeos a su llegada a
América en el siglo XVI. La corriente
mayoritaria y más aceptada en la
historiografía y la arqueología de
América no niega la existencia de estas
prácticas. Aunque hay quienes Sacrificios humanos mostrados en el Códice Magliabechiano.
sugieren que esta práctica es una
leyenda de origen etnocéntrico europeo.[2] [3] Lo cierto es que hay abundante evidencia arqueológica e histórica que
da cuenta de ella.[4] Un punto de acuerdo entre ambas posturas es que el sacrificio humano debe ser entendido en su
contexto histórico y cultural, y no de modo sensacionalista, especialmente por el hecho de que sacrificios humanos
hubo en otras partes del mundo, no sólo entre los pueblos indígenas precolombinos.[5]
Los sacrificios en contexto
Los sacrificios humanos han sido practicados en muchas culturas, especialmente en el Mundo Antiguo. Se mataba a
las víctimas ritualmente de una forma que pretendía apaciguar a los dioses. Los sacrificios fueron practicados en las
religiones celtas de la edad de bronce y en los rituales relacionados con la adoración de los dioses en Escandinavia.
Roma realizó sacrificios humanos hasta 97 a. C. Para los habitantes de la antigua Cartago, el sacrificio de infantes
era también una manera de aplacar a sus dioses. Los primeros hebreos también practicaron el sacrificio. La historia
de Abraham y su hijo Isaac sugiere una ruptura con la práctica. Excavaciones en el palacio de Cnosos muestran que
también los primeros griegos sacrificaban. En la India contemporánea, el ritual llamado sati (ritual), en que la viuda
de un difunto tiene que arrojarse a la pira funeraria, aún ocurre ocasionalmente, especialmente en las áreas rurales.[6]
3. Sacrificios humanos en la América prehispánica 2
En Mesoamérica
Los historiadores conocen mejor el Posclásico del altiplano que de otras regiones. La práctica de exponer los cráneos
de los sacrificados ya se observa en Huamelulpan (Oaxaca) a principios de nuestra era; y en sitios de períodos
posteriores como Copán, Honduras y Uxmal. Estos tzompantli alcanzaron grandes proporciones, mayores incluso
que las de los posteriores tzompantli de la gran capital azteca Tenochtitlan.[7]
Sacrificios olmecas
Los olmecas fueron la primera gran civilización mesoamericana. Aunque no existe evidencia irrefutable de sacrificio
de infantes en esta cultura, se han encontrado esqueletos completos de recién nacidos, así como fémures
desmembrados y calaveras, en un sitio olmeca en el estado de Veracruz llamado El Manatí. Estos huesos han sido
asociados con ofrendas sacrificiales, particularmente, unos bustos de madera. Aún no se sabe cómo murieron los
infantes.[8]
Algunos investigadores también han asociado el sacrificio de
infantes con el ritual olmeca que muestra a bebés laxos o flácidos,
siendo el más famoso la enorme piedra labrada que se encuentra en
el Altar 5 de La Venta, o la figura del monumento de Las Limas.[9]
Respuestas definitivas sobre este asunto tendrán que esperar a
ulteriores investigaciones.
Sacrificios teotihuacanos
En Teotihuacan, la gran metrópoli del Clásico, el sacrificio por
extracción del corazón fue una práctica importante, como se observa
en la pintura mural. Muy poco se sabe de Teotihuacan. No se conoce
el nombre de un solo rey y el mismo nombre de Teotihuacan es una
invención mesoamericana posterior. Los huesos encontrados en las
Pirámide del Sol y de la Luna hacen suponer que se realizaban
sacrificios a Tláloc.[10] En 2007 análisis del ADN confirmaron que
las víctimas eran traídas de pueblos muy distantes.[11] El Señor de Las Limas
Sacrificios mayas
El sacrificio de prisioneros recreaba el mito cósmico y fue clave en la ideología de los señoríos mayas. Michael Coe
explica el gran cambio producido por los nuevos estudios de la civilización maya, a partir de que descifraron los
jeroglíficos:
Ahora es sorprendentemente claro que los mayas de la época clásica, y sus antecesores del Preclásico, eran
gobernados por dinastías hereditarias de guerreros, para quienes el autosacrificio y el derramamiento de la sangre, y
el sacrificio de la decapitación humana eran obsesiones supremas.[12]
La extracción del corazón aparece en algunos cuantos casos del arte maya. Los sacrificados casi siempre parecen
niños. La extracción de corazones de niños se ve en la cerámica pintada. Otro caso conocido es la Estela 11 de
Piedras Negras en Guatemala, en que se ve la cavidad pectoral de un niño sacrificado.
En el sacrificio de adultos, existe una imagen pintada sobre una vasija en que se ve el sacrificio ritual de un
prisionero atado a un cadalso y un grotesco personaje que le saca las entrañas con una lanza, mientras los músicos
tocan tambores y trompetas —«una de las escenas más terribles del arte maya».[13] En los muros de Bonampak
también hay terribles imágenes de tortura ritual.
Otra forma de sacrificio era arrojar a la víctima al interior de un cenote.
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Sacrificios toltecas
En 2007 los arqueólogos anunciaron que
habían analizado los restos de dos docenas
de niños, de cinco a quince años,
encontrados enterrados con figurillas de
Tláloc. Los niños, encontrados cerca de las
viejas ruinas de Tula, la capital tolteca,
habían sido decapitados. Los restos fueron
fechados de 950 a 1150 EC.
«¿Cómo explicar que existan 24 cuerpos
reunidos en un mismo espacio? Pues la
única forma es pensar que hubo un sacrificio
humano», afirmó el arqueólogo Luis
Gamboa, responsable del rescate de los
restos en Tula.[14] Tzompantli asociado al Templo Mayor, Códice Ramírez.
Sacrificios totonacas
Los totonacas en ocasiones sacrificaban niños para extraerles la sangre, la cual era mezclada con semillas para hacer
una pasta la cual era comida entre los adultos.[15] La Isla de Sacrificios, actualmente en el estado de Veracruz y
descubierta por el español Juan de Grijalva, recibió ese nombre debido a que en ella se hallaron cuerpos sacrificados
de indígenas durante una ceremonia de ofrenda a sus dioses.[16]
Sacrificios Aztecas (mexicas)
En Xochimilco, al sur de la Ciudad de México se encontraron los restos de un niño de tres a cuatro años cuyos
huesos presentaban una coloración naranja o amarilla traslúcida; texturas tersas o vítreas, y compactación del tejido
esponjoso, además de estrellamiento del cráneo. Dado que después de sacrificarlos los mexicas solían hervir algunas
de las cabezas, los arqueólogos concluyeron que el cráneo fue hervido y que se estrelló debido a la ebullición de la
masa encefálica. Fotografías del cráneo han sido publicadas en revistas especializadas.[17]
En Tuly, los toltecas asociaban la práctica de sacrificios humanos a la veneración de Tezcatlipoca. En la mitología
mexica, a partir de las reformas de Tlacaélel el sacrificio era el recurso humano para salvar al universo de su
destrucción, asegurando la supervivencia del sol, y con ello la vida misma. Un ciclo de 18,980 días se repetía cada
52 años, al término del cual el «Quinto Sol» (Nahui Ollin) corría el riesgo de extinguirse para siempre, y la tierra de
ser dominada por seres de la noche. Un enemigo debía entonces ser sacrificado en el monte Huixachtépetl para hacer
brotar el fuego nuevo, después de lo cual sangre y corazones humanos debían, periódicamente, nutrir al dios en los
siguientes 52 años. La práctica servía también a una estrategia de dominación: garantizar los privilegios de las clases
dominantes.
Para interpretaciones más modernas como la de Lloyd deMause, resulta significativo que las víctimas fueran
investidas de un profundo significado cosmológico. Según los psicohistoriadores el sacrificio era una forma
inconsciente de vengar los métodos brutales de puericultura en la América precolombina (a la vindicación sobre
chivos expiatorios los psicólogos denominan desplazamiento).[18]
Las ceremonias ligadas a la Guerra Florida o Xochiyáoyotl también fueron formas sacrificiales. Los prisioneros
capturados podían ser guerreros enemigos de poblaciones aledañas a Tenochtitlan.
Los sacrificados a Xipe Tótec eran desollados después de muertos. Su piel era utilizada por los sacerdotes que,
poniéndosela encima, personificaban al dios.
5. Sacrificios humanos en la América prehispánica 4
Bernardino de Sahagún, autor de documentos valiosos
para la reconstrucción de la historia del México
antiguo, cuenta que los sacrificadores se extraían
sangre a ellos mismos durante los cinco días anteriores
al rito. En la víspera se organizaba la solemne «danza
de los cautivos», donde la víctima era forzada a bailar.
Las personas condenadas a morir y sus sacrificadores
pasaban la noche en vela juntos. Éstos cortaban a
aquéllos una mecha de cabellos para conservarlos como
trofeo y objeto mágico portador del «tleyotl» (fuego
interior de la víctima). Al amanecer, el sacrificador
llevaba a la víctima al templo. Antes de subir, se le
retiraba parte de la vestimenta para descubrirle el pecho
y, acto seguido, los sacerdotes la subían a la pirámide
trunca, donde se le atrapaba de las extremidades y se le
extirpaba el corazón.
Códice Tudela. Anualmente se acostumbraba realizar el sacrificio de un
músico, por lo que se debía elegir a un prisionero joven
para educarlo en las artes musicales, principalmente en tocar una especie de flauta cerámica. Era cuidadosamente
alimentado y ricamente vestido como si se tratara de la divinidad Tezcatlipoca. Un mes antes del sacrificio era
casado con cuatro doncellas las cuales lo acompañaban hasta el día de su inmolación cuando era llevado por una
barca por el lago hasta llegar a una isla donde había un cu, donde éstas lo abandonaban. El músico se dirigía al
templo y subía cada peldaño (rompiendo las flautas que había tocado durante su consagración) y al llegar a la parte
superior era tomado por sus victimarios que lo sujetaban de sus extremidades y uno de ellos, que era el sacerdote, le
abría el pecho con un cuchillo de sílice, le arrancaba el corazón y lo decapitaba. Su sangre era recogida cuauhxicalli,
su cabeza clavada en un tzompantli, su corazón era quemado como ofrenda a los dioses y el resto de su cuerpo era
despeñado por la escalinata del templo.[19]
Además de la extracción del corazón, había otras formas de sacrificio que se aplicaban en rigurosa conformidad al
calendario azteca: decapitación, despeñamiento desde un templo, flechamiento, encerramiento en cuevas,
ahogamiento, asamiento y «rayamiento» (lucha ritual).
Canibalismo
El sacrificio y el canibalismo inició en Mesoamérica hace 2,500 años o tal vez antes. El Conquistador Anónimo nos
dice que a los prisioneros de guerra a quienes los mexicas no canibalizarían los esclavizaban.
Bernal Díaz del Castillo dice que el tlatoani mismo compartía el canibalismo de su época. "Oí decir que le solían
guisar carnes de muchachos de poca edad" para Moctezuma, y en esa misma página se lee que "nuestro capitán le
reprendía el sacrificio y comer carne humana, que desde entonces mandó que no le guisasen tal manjar".[20]
En Historia de Tlaxcala Diego Muñoz escribió: "Ansí había carnicerías públicas de carne humana, como si fueran
de vaca y carnero como en día de hoy las hay".
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Los rituales del calendario mexica
El siguiente calendario está confeccionado a partir de la información proporcionada por Bernardino de Sahagún en
su obra Historia general de las cosas de Nueva España.[21]
N° Nombre mexica del mes Deidades y sacrificios humanos
y equivalentes
gregorianos
I Atlacaualo (del 2 de Tláloc, Chalchitlicue, Ehécatl Sacrificio de niños en diversos montes. Extracción de
febrero al 21 de febrero) corazones y antropofagia ritual. Sacrificio de prisioneros.
II Tlacaxipehualiztli (del Xipe Tótec, Huitzilopochtli, Tequitzin-Mayáhuel Sacrificio de cautivos: hombres, mujeres y niños.
22 de febrero al 13 de Extracción de corazones y desollamiento.
marzo)
III Tozoztontli (del 14 de Coatlicue, Tlaloc, Chalchiuhtlicue, Tona Sacrificio de niños.
marzo al 2 de abril)
IV Hueytozoztli (del 3 de Centéotl, Chicomecacóatl, Tláloc, Quetzalcóatl Continúa el sacrificio de niños (hasta la llegada de lluvias
abril al 22 de abril) abundantes).
V Toxcatl (del 23 de abril Tezcatlipoca, Huitzilopochtli, Tlacahuepan, Sacrificio de un joven cautivo escogido y criado con lujos
al 12 de mayo) Cuexcotzin durante un año. Extracción de corazón.
VI Etzalcualiztli (del 13 de Tláloc, Quetzalcóatl Sacrificio de prisioneros ataviados como tlaloques.
mayo al 1 de junio) Extracción de corazones.
VII Tecuilhuitontli (del 2 de Huixtocíhuatl, Xochipilli Sacrificio de prisioneros y de una mujer ataviada como
junio al 21 de junio) Huixtocíhuatl.
VIII Hueytecuihuitl (del 22 de Xilonen, Quilaztli-Cihacóatl, Ehécatl, Sacrificio de una mujer ataviada como Xilonen.
junio al 11 de julio) Chicomecóatl Decapitación y extracción del corazón.
IX Tlaxochimaco (del 12 de Huitzilopochtli, Tezcatlipoca, Mictlantecuhtli Sacrificio por inanición en cueva o templo[cita requerida]
julio al 31 de julio)
X Xocotlhuetzi (del 1 de Xiuhtecuhtli, Ixcozauhqui, Otontecuhtli, Sacrificio de prisioneros. Quemados vivos y extracción de
agosto al 20 de agosto) Chiconquiáhitl, Cuahtlaxayauh, Coyolintáhuatl, los corazones antes de la muerte.
Chalmecacíhuatl
XI Ochpaniztli (del 21 de Toci, Teteoinan, Chimelcóatl-Chalchiuhcíhuatl, El sacrificio a Toci culminaba con el sacrificio de una
agosto al 9 de Atlatonin, Atlauhaco, Chiconquiáuitl, Centéotl mujer, decapitada por sorpresa: después era desollada y un
septiembre) joven vestía su piel. Sacrificio de cautivos. Extracción de
los corazones y desollamiento.
XII Teotleco (del 10 de Xochiquétzal Sacrificio de prisioneros, quemados vivos.
septiembre al 29 de
septiembre)
XIII Tepeihuitl (del 30 de Tláloc-Napatecuhtli, Matlalcueye, Xochitécatl, Sacrificio de cuatro mujeres y un hombre. Extracción de los
septiembre al 19 de Mayáhuel, Milnáhuatl, dioses del pulque, corazones y decapitación. Canibalismo.
octubre) Napatecuhtli, Chicomecóatl, Xochiquétzal
XIV Quecholli (del 20 de Mixcóatl-Tlamatzíncatl, Coatlicue, Izquitécatl, Sacrificio de esclavos, y hombres y mujeres ataviados como
octubre al 8 de Yoztlamiyáhual, Huitznahuas los dioses citados. Extracción de corazones y decapitación.
noviembre)
XV Panquetzaliztli (del 9 de Huitzilopochtli Sacrificio de cuatro esclavos en el juego de la pelota. Otros
noviembre al 28 de sacrificios en procesión. Combates rituales a muerte entre
noviembre) los esclavos. Sacrificio de prisioneros y esclavos.
Extracción de corazones.
XVI Atemoztli (del 29 de Tlaloques Sacrificios de niños, y esclavos por
noviembre al 18 de decapitación.[cita requerida]
diciembre)
7. Sacrificios humanos en la América prehispánica 6
XVII Tititl (del 19 de Tona-Cozcamiauh, Ilamatecuhtli, Yacatecuhtli, Sacrificio de una esclava ataviada como Ilamatecuhtli.
diciembre al 20 de enero) dios del infierno, Huitzilncuátec Extracción de corazón y decapitación.
XVIII Izcalli (del 8 de enero al Ixcozauhqui-Xiuhtecuhtli, Cihuatontli, Sacrificio de prisioneros y esclavos representando a
27 de enero) Nancotlaceuhqui Xiuhtecuhtli y sus mujeres (solo cada cuatro años).
Sacrificios de esclavos cebados a cuenta de devotos que
querían ganar prestigio.
Nemontemi (del 28 de Cinco días baldíos, aciagos. No hay rituales; ayuno general.
enero al 1 de febrero)
Sacrificio en los juegos
En la «Lápida de Aparicio» (250-900) que actualmente se
encuentra en el Museo de Antropología de Xalapa, México, los
borbotones de sangre de un decapitado brotan en líneas rectas en
alusión a Chicomecóatl, «siete serpiente». En un panel de un juego
de pelota de Chichen Itzá en el Posclásico Temprano, también se
ve un decapitado del que brotan serpientes de su cuello (chorros de
sangre) como símbolo de la fertilidad.
En Mesoamérica el juego de pelota aparece como una de las
formas de juego sacrificial. En principio los jugadores no deben
tocar la pelota sino con las caderas y las nalgas. En cuanto al
número de víctimas ejecutadas al terminar una partida de pelota,
Sahagún indica que en Tenochtitlan eran cuatro. «Y cuando les
habían dado muerte, arrastraban sus cuerpos por todo el terreno, y
era como si pintaran el suelo con su sangre».[22]
En Sudamérica
Las serpientes de la Lápida de Aparicio (250-900 AD)
provienen de El Tajín. Representan chorros de sangre
Los sacrificios muiscas de una víctima decapitada. Museo de Antropología de
Xalapa.
En la región que actualmente se denomina Colombia, un niño era
criado por los sacerdotes muiscas como persona sagrada y a los quince años era llevado a un templo y atado a un
poste de piedra para luego hacerlo morir a flechazos, arrancarle el corazón y ofrecérselo al sol.[23]
Los sacrificios mochica
Los arqueólogos también han descubierto evidencia física de sacrificios humanos en el área andina, sobre todo en
Perú. Los Mochica, sociedad agrícola como todas las culturas precolombinas, adoraban las fuerzas de la naturaleza.
Consideraban necesarios los sacrificios humanos para mantener el orden del mundo y frenar desastres, como por
ejemplo los causados por el Fenómeno de El Niño. El estudio de las imágenes en el arte Mochica ha permitido
reconstruir la más importante secuencia ceremonial. Ésta se iniciaba con un combate ritual y culminaba en el
sacrificio de los vencidos en combate:
- El Combate Ritual: Se enfrentaban guerreros armados, con finos vestidos y adornos, expresando el carácter ritual
de este combate. Éste consistía en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, en el que había que quitarle el tocado de la
cabeza al contrario pero no matarlo. El objetivo del combate era conseguir víctimas para el sacrificio.
- El Sacrificio: Los vencidos eran desvestidos y atados, y luego trasladados en procesión a la zona de sacrificio. Los
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cautivos son mostrados desnudos, aun fuertes y potentes sexualmente. En el templo, sacerdotes y sacerdotisas
preparaban a las víctimas para el sacrificio. Las maneras de morir eran variadas, pero al menos uno de ellos moría
desangrado. Su sangre era ofrecida a los dioses mayores para complacerlos y aplacarlos.[24]
Los sacrificios inca
«Capacocha» era la práctica Inca de sacrificio humano, generalmente usando niños. Los sacrificios se hacían en o
después de eventos importantes, como la muerte del Inca o durante una hambruna. Se escogía a los niños para
ofrecérselos al Inca para esta ocasión. Se cree que los niños usados tenían que ser físicamente perfectos: lo mejor que
se le podía ofrecer a los dioses. Los niños eran adornados con ropa fina y joyería, para ser escoltados al Cusco a fin
de reunirse con el emperador, donde se realizaría un banquete en honor de los niños. Entonces, el sumo sacerdote
llevaría a las víctimas a la cumbre de la alta montaña, donde los sacrificaría ya sea por estrangulación o por golpes
en la cabeza. Los misioneros escribieron copiosamente sobre el ritual, pero hasta muy recientemente no se había
hallado evidencia arqueológica.[25]
Abolición
Los rituales de sacrificios humanos en Tenochtitlan fueron prohibidos por los españoles desde que cayó la ciudad en
1521, pero continuaron en la clandestinidad en otras partes de Mesoamérica, aunque de manera esporádica.[26]
Objeciones e historicidad
Una corriente minoritaria de autores, entre los que se encuentra Pablo Moctezuma Barragán pone en tela de juicio la
práctica del sacrificio humano en América.[2] A pesar de ello, en la mayoría de las fuentes predomina la aceptación
de esta práctica ritual en varias partes de América antes de la llegada de los españoles; con base en las crónicas
europeas, los informes indígenas y la evidencia arqueológica. Miguel León-Portilla —conocido por su trabajo sobre
la Conquista española de Tenochtitlan vivida desde el punto de vista de los conquistados— afirma con frecuencia la
existencia del sacrificio humano entre los mesoamericanos.[27] En sentido similar, la Enciclopedia Británica, en su
edición de 2007, también habla de la historicidad de los sacrificios en la América prehispánica como un hecho
establecido:
El ofrecimiento sacrificial de humanos a un dios ha sido bien establecido sólo en pocas culturas. En lo que hoy es
México la creencia de que el sol necesitaba de alimento humano condujo al sacrificio de miles de víctimas
anualmente en los rituales del calendario azteca y nahua del maíz. Los incas restringían sacrificios masivos a la
ascensión de un soberano.[28]
En algunos textos del siglo XVI, los europeos hicieron consideraciones muy negativas sobre el asunto, juzgándolo
desde el punto de vista europeo y cristiano. Esta posición ha perdurado como expresión muy reducida en los círculos
académicos, como muestra un artículo de Matthias Schulz publicado en 2003 en la revista El País Semanal. Como
respuesta, un grupo de académicos mexicanos hicieron críticas importantes a la posición adoptada por Schulz. Por
ejemplo, el antropólogo Miguel León-Portilla ha destacado, frente a un enfoque "amarillista" de los sacrificios
humanos en las culturas precolombinas, que el propio cristianismo "tiene como base un sacrificio humano y a la vez
divino, el de Jesús crucificado", y que ello debe ser tenido en cuenta cuando se pretende "profundizar un poco en la
significación que ese tipo de ritual ha tenido en muchas otras culturas".[5]
Son muchos los investigadores que se manifiestan a favor de un tratamiento meticuloso de las fuentes
historiográficas, especialmente cuando hablan del sacrificio humano y el canibalismo entre los pueblos indígenas de
la América precolombina. En un artículo publicado en internet, James Jacobs señala que en los medios escolar y
popular, suele ser lugar común "afirmar que el sacrificio humano y el canibalismo eran practicados a gran escala",
sin analizar críticamente las fuentes históricas y los juicios que, sobre aquéllas prácticas de los pueblos
precolombinos de América, fueron formulados por autores de épocas posteriores a la Conquista.[3] El estudio erudito
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más reciente sobre el sacrificio mesoamericano es del profesor David Carrasco, City of Sacrifice: The Aztec Empire
and the Role of Violence in Civilization. En septiembre de 2007 tuvo lugar un seminario internacional en el Museo
del Templo Mayor de la Ciudad de México, donde participaron 28 especialistas de diversos países. Ninguno negó la
historicidad de los sacrificios mesoamericanos.[29]
Véase también
• Mitología azteca
• Religión en la civilización azteca
• Sacrificios humanos en la Europa Antigua
Referencias
[1] Jornada.Unam.mx (http:/ / www. jornada. unam. mx/ 2006/ 08/ 02/ a04n1cul. php) (artículo de La Jornada)
[2] Moctezuma Barragán, Pablo (2004). Moctezuma y el Anahuac: una visión mexicana. México, D. F.: Noriega Editores. ISBN 968-18-6596-0.
[3] Jacobs, James Q (2004). The Cannibalism Paradigm: Assessing Contact Period Ethnohistorical Discourse (http:/ / jqjacobs. net/ anthro/
cannibalism. html)
[4] (http:/ / www. arqueomex. com/ S8N5SacrificioEsp63. html) – artículo de Michel Graulich
[5] (http:/ / www. jornada. unam. mx/ 2003/ 07/ 18/ 02an1cul. php?origen=cultura. php& fly=2) – artículo de La Jornada
[6] In India, case links mysticism, murder: John Lancaster, Washington Post, 29 de noviembre de 2003).
[7] Graulich, Michael (2003). «El sacrificio humano en Mesoamérica». Arqueología mexicana XI, 63: pp. 16-21.
[8] Ortíz C., Ponciano; Rodríguez, María del Carmen (1999) "Olmec Ritual Behavior at El Manatí: A Sacred Space" (http:/ / www. doaks. org/
Social/ social09. pdf) en Social Patterns in Pre-Classic Mesoamerica, edición a cargo de Grove, D. C.; Joyce, R. A., Dumbarton Oaks
Research Library and Collection, Washington, D.C., págs. 225-254.
[9] Diehl, Richard A. (2005). The Olmecs: America's First Civilization. Thames & Hudson. pp. 109-110.
[10] (http:/ / www. livescience. com/ history/ 041202_grave_site. html) – artículo sobre los hallazgos en la Pirámide de la Luna.
[11] (http:/ / lta. today. reuters. com/ news/ newsArticle. aspx?type=entertainmentNews&
storyID=2007-04-11T224854Z_01_N11260646_RTRIDST_0_ESPECTACULOS-MEXICO-PIRAMIDE-SOL. XML) La antigua civilización
de Teotihuacan trajo a víctimas humanas de sacrificios desde cientos de kilómetros.
[12] Michael D. Coe, citado en Florescano, Francisco (1991). «La nueva imagen del México antiguo». Vuelta 173: pp. 32-38.
[13] Stuart, David (2003). «La ideología del sacrificio entre los mayas». Arqueología mexicana XI, 63: pp. 24-29.
[14] Mónica Medel, "México descubre primer sacrificio de niños en cultura tolteca" (http:/ / mx. today. reuters. com/ news/ newsArticle.
aspx?type=topnews& storyID=2007-04-17T011348Z_01_N16764085_RTRIDST_0_MEXICO-ARQUEOLOGIA. XML)
[15] González Torres, Yólotl, Animales y plantas en la cosmovisión mesoamericana, Plaza y Valdés Editores, 2006, pág. 51.ISBN
968-856-852-X
[16] Díaz, Bernal (2005, publicada póstumamente en 1632). Historia verdadera de la conquista de Nueva España (Introducción y notas de
Joaquín Ramírez Cabañas). Editorial Porrúa. pp. 24.
[17] Talavera González, Jorge Arturo; Juan Martín Rojas Chávez (2003). «Evidencias de sacrificio humano en restos óseos». Arqueología
mexicana XI, 63: pp. 30-34.
[18] deMause, Lloyd (2002). The Emotional Life of Nations. NY: Karnac.
[19] Guillermo Orta Velázquez, Elementos de Cultura Musical, México, 1970.
[20] En su libro Historia Verdadera de la Conquista de Nueva España (México: Porrúa, 2005), Bernal Díaz hace constantes referencias al
canibalismo no sólo entre los mexicas, sino entre los mesoamericanos en general. Véanse por ejemplo, las págs. 74, 147-150, 176, 195, 579).
[21] Sahagún, Bernardino (1558) ‘’Historia general de las cosas de la Nueva España’’ Libro II, texto en la web arteHistoria, Junta de Castilla y
León (http:/ / www. artehistoria. jcyl. es/ cronicas/ contextos/ 10959. htm). Cada capítulo incluye la descripción de las ceremonias de un mes.
Los primeros 19 cap. tratan los 18 meses y los cinco días baldíos respectivamente, y del cap. 20 en adelante aparecen descripciones más
detalladas para cada mes.
[22] Bernardino de Sahagún, Códice Florentino, texto náhuatl, parte III.
[23] (http:/ / www. kairos. org. ar/ articuloderevistaiym. php?ID=1547): Pablo A. Deiros, "La religión de los chibchas"
[24] Bourget, Steve (2006). Sex, Death, and Sacrifice in Moche Religion and Visual Culture. Austin: University of Texas Press. ISBN
978-0-292-71279-9.
[25] Reinhard, Johan; Maria Stenzel (noviembre 1999). « Congelados en el tiempo: se hallaron unos niños sacrificados por los incas. (http:/ /
www. nationalgeographic. com. es/ 1999/ 11/ 01/ congelados_tiempo. html)». National Geographic: pp. 36-55. .
[26] Martha Ilya Nájera-Coronado (2003). "El sacrificio entre los mayas en la Colonia", Arqueología mexicana Vol. XI, No. 63.
[27] León-Portilla, Miguel (2003). «Una reflexión sobre el sacrificio humano». Arqueología mexicana XI, 63: pp. 14-15.
[28] «The sacrificial offering of humans to a god has been well attested only in a few cultures. In what is now Mexico the belief that the sun
needed human nourishment led to the sacrifice of thousands of victims annually in the Aztec and Nahua calendrical maize (corn) ritual. The
10. Sacrificios humanos en la América prehispánica 9
Inca confined wholesale sacrifices to the occasion of the accession of a ruler». "Human sacrifice", Encyclopædia Britannica 2007 Ultimate
Reference Suite. Chicago: Encyclopædia Britannica, 2007.
[29] López-Luján, Leonardo; y otros (en la imprenta). Nuevas perspectivas sobre el sacrificio humano entre los mexicas. Ciudad de México:
Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Enlace externo
• Discovery Channel The mystery of Inca child sacrifice (http://www.exn.ca/mummies/story.
asp?id=1999041452)
• Ofrendas a los dioses aztecas (http://historiaconquistaamericacolonias.suite101.net/article.cfm/
victimas_de_los_dioses_aztecas)
11. Fuentes y contribuyentes del artículo 10
Fuentes y contribuyentes del artículo
Sacrificios humanos en la América prehispánica Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=42917652 Contribuyentes: Amadís, Andreasmperu, B1mbo, Bernardo Bolaños, Boun400,
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Fuentes de imagen, Licencias y contribuyentes
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Archivo:Las Limas Monument 1 (O Cadena).jpg Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Las_Limas_Monument_1_(O_Cadena).jpg Licencia: Creative Commons
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Comandante, Gryffindor, Vassil
Archivo:Kodeks tudela 21.jpg Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Kodeks_tudela_21.jpg Licencia: Public Domain Contribuyentes: Adamt, El Comandante
Archivo:Jugador de pelota decapitado. Museo de Jalapa. México.jpg Fuente:
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Archivo:Jugador_de_pelota_decapitado._Museo_de_Jalapa._México.jpg Licencia: Public Domain Contribuyentes: Madman2001, Maurice Marcellin,
Xenophon, 1 ediciones anónimas
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