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La oración del Nabí (Salallahu alehi wa salam)
            tal como tal cual la hizo
   Sheij Muhammad Nasirudin Al Albani
LA ORACIÓN DEL NABÍ
(SALALLAHU ALEHI WA SALAM)
     TAL CUAL LA HIZO.
º APÉNDICE 1

   La inconsistencia de los hadices que aprueban el ijtilaf (desacuerdo,
                                diferencia)

De: Silsilat al-Ahadiz ad-Da’ífa ual-Maudú’a (58-62) por Sheik al-Albani.

   1) “La diferencia entre mi umma es una misericordia.”

a) Lá Asla Láju (infundado/sin bases). Los mohadices han intentado
encontrar algún isnad para el hadiz pero no han encontrado ninguno, al grado
de que Suyúti dijo en su obra al-Yamí as-Saguír: “tal vez fue recopilado en
uno de los libros de los hafices, el cual no ha llegado hasta nosotros.” Esto es
insoportable, pues sugiere que uno de los dichos del Profeta (Salallahu alehi
wa salam) está perdido para siempre, lo que para un musulmán no le es
permitido creer.

Manáui, citando a Subki dice: “El dicho no es conocido de los mohadices y en
lo personal no puedo encontrar un solo isnad en él, ora sajíj, ora da’íf ora
maudú”, y esto mismo es avalado por el Sheik Zacarías al-Ansarí en sus notas
de Tafsír al-Baidauí [92-2]

Más aún, el significado de este hadiz es también incorrecto como lo demuestra
la corroboración de los eruditos, ya que Ibn Hazm dice en su al-Ijkam fi Usul
al Ajkam [5/64] tras haber indicado que no es ningún hadiz:

“Este es uno de los dichos más incorrectos existentes, puesto que si el ijtilaf es
una misericordia, entonces el acuerdo sería un castigo, algo que ningún
musulmán debe decir, porque sólo o se está de acuerdo o no, y solo puede
haber misericordia o castigo.”

Ibn Hazm dice más al respecto:

b) Contradice el Corán, el cual condena el Ijtilaf en muchas suras.

   2) “Mis Compañeros son como las estrellas; a cualquiera de ellos que
      sigáis, seréis bien guiados.”

b) Maudú (fabricado). Contado por Ibn Abdúl Barr en Yamí Bayán al-‘Ilm
[2/91] & Ibn Hazm en al-Ijkam [6/82] por medio de Salam ibn Sulaim, quien
dijo (de): al-Hariz ibn Guisén nos narró de al-A’mash quien a su vez de Abu
Sufián y a su vez de Yabir y por último del Profeta (Salallahu alehi wa salam).

Ibn Abdúl Barr dijo: “la prueba no puede fundamentarse con este isnad porque
al-Hariz ibn Guisén es mach-jul (desconocido)”; Ibn Hazm dijo: “Esta es una
narración derruida. Abu Sufian es débil; al-Hariz ibn Guisén es Abu Uahb a-
Zacafí; Salam ibn Sulaiman narró muchos hadices fabricados, y sin duda este
es uno de ellos.”

Criticar este hadiz de Salam ibn Sulaim –también conocido como Salam ibn
Sulaiman –es mejor, porque él está de acuerdo de que es da’íf; de hecho, Ibn
Jirás dijo sobre él que es “un mentiroso” e Ibn Hibban dijo: “él narró hadices
fabricados.”

En cuanto a Abu Sufián, él no es débil como Ibn Hazm dijo, pero más bien es
confiable como dijo Ibn Hayar en a-Tacrib, y Muslim narra de él en su Sajíj.

Al-Hariz ibn Guisén es desconocido ya que Ibn Hazm dijo lo mismo que
Abdúl Barr, a pesar de que Ibn Hibban lo menciona en a-Zicat (los narradores
confiables).

Con tales antecedentes, Ahmed dijo: “este hadiz no es auténtico”, como lo
acotó Ibn Cudáma en la obra al-Muntajab [10/199/2].

En cuanto a lo que dice de Sha’rani en al-Mizán [1/28]: “este hadiz, aunque
controversial a los ojos de los mujadices, sin embargo no es auténtico a los
ojos de la gente de Kashf” ¡es totalmente falso y caprichoso y lo cual no tiene
importancia! Esto es porque autentificar los hadices por medio del kashf
(“expuesto”, a un estado de trance) es una innovación maligna de los sufistas,
y dependiendo de esto llegan a lo auténticamente falso, a los hadices
infundados tales como éste. Esto es porque, y en el mejor de los casos, el
kashf es como una opinión, que a veces es correcta y otras veces no –y eso si
no es de un deseo personal caer en ello-. Pedimos a Alá nos aleje de ello y de
todo con lo que le desagrada.

Narraciones similares a lo anterior continúan:

2.1) “El ejemplo de mis Compañeros es como las estrellas; a cualquiera
de ellos que sigáis, seréis bien guiados.”

Maudú (fabricado). Relatado por Cudá’i (109/2) a través de:

Yáfar ibn Abdúl Uahid, quien dijo: Uahb ibn Parir ibn Azim nos lo informó
de su padre y a su vez de al-A’mash, y a su vez de Abu Saleh y a su vez de
Abu Huraira y por último del Profeta (Salallahu alehi wa salam).
Uno de los mohadices, Ibn al-Mohíb o Dájabi, escribieron al margen: “este
hadiz no es nada auténtico”, o sea, que es fabricado; el defecto aquí es Yáfar,
sobre quien Daracútni dijo: “él solía fabricar hadices”; Abu Zur’a dijo: “él
narró hadices infundados”; Dájabi dio unos hadices, los cuales motivaron que
él lo despreciara, entre ellos éste, diciendo luego: “¡Esto es una calamidad
suya!”

2.2) “Lo que sea que os ha sido dado del Libro de Alá acatadlo; no hay
ocasión para quien lo abandone. Si no se halla en el Libro de Alá;
(acatad) un precedente mío (sunna). Si no hay precedente mío (sunna),
entonces (acatad) lo que mis Compañero dicen: pues en verdad mis
Compañeros pertenecen a la constelación de estrellas; así que cualquiera
de ellos elijáis, seréis guiados y el desacuerdo de mis Compañeros es una
misericordia para vosotros.”

Maudú (fabricado). Compilado por Jatib en al-Kifaya fi ‘Ilm a-Riuaya [p.48]
y también por Abul-Abbas al-Asamm en su Hadiz (no. 142), & Ibn ‘Asakir
[7/315/2] por medio de:

Sulaiman ibn Abi Karima, a su vez de Yuwaibir a su vez de ad-Dajak a su
vez de Ibn Abbás a su vez del Profeta (Salallahu alehi wa salam).

Es de un isnad Da’íf Yiddan (muy pero muy débil).

Sobre Sulaiman ibn Abi Karima, Ibn Abi Hatim [2/1/138] reportó de su padre
sobre éste: “Es él débil en hadiz.”

Yuwaibir es Ibn Saíd al-Azadí, y es matruc (desidioso) como han dicho
Daracútni, Nasái y otros; e Ibn al-Madiní lo declaró muy débil (casi falso).

Al-Iraquí acotó la última parte del hadiz en su Tajrich del libro de Ihyaa’
‘Ulum a-Din [1/25] y después dijo: “es un isnad da’íf.”

En realidad el isnad es muy débil debido a lo que se ha dicho de Yuwaibir,
como dijo Shajáwi en al-Macásid. A pesar del propósito que tiene el hadiz,
éste es fabricado, y es claro de lo que ha precedido y de lo que le seguirá.

Suyúti acotó el hadiz completo en su tratado Yazil al-Muwajib fi Ijtilaf al-
Mad-jajib por una narración de Baijáqui en al-Madjal, y Dailami lo transmitió
por esta vía, como ocurre en al-Mauduát de Alí al-Qari [p. 19]. Una vez que
se conoce esto, entonces lo dicho por Suyuti en el ya mentado tratado es muy
extraño: “…y este hadiz contiene muchos puntos que destacar; entre ellos que
él (Salallahu alehi wa salam) nos informa de los desacuerdos entre los mad-
jabs en asuntos insignificantes, y que es uno de sus milagros, ya que es
información sobre lo desconocido; también, que está complacido con la
aprobación del desacuerdo, ya que él lo describe como una misericordia, y que
una persona abrumada puede escoger a cualquiera (de los Compañeros) de los
que desee (en opinión)”.

Podría decírsele: primero pon el trono y te sientas sobre él. Lo que él ha
mencionado sobre la elección es falso: no es posible para el musulmán
aferrarse a esto acatar y luego a su generalidad, ya que lleva al quiebre de las
restricciones en la Scharía, lo cual no es difícil de observar. Véase también la
discusión que sigue como 2.4.

2.3) “Pedí a mi Señor sobre lo que mis Compañeros discrepaban tras de
mí, así que Alá me inspiró: ¡Oh Mohámed! Tus Compañeros son para Mí
de la constelación de estrellas- algunos más brillantes que otras; así que
cualquiera que tome de ellos algún asunto donde aquéllos discrepan, para
Mi, ese esta guiado.”

Maudú (fabricado). Reportó Ibn Batta esto en al-Ibána [4/11/2], Jatib, Nizam
al-Malik en al-Amáli[13/2], Diyá en al-Muntacá ‘an Masmu’atiji bimaru
[116/2] & Ibn Asakir [6/303/1] por medio de:

No’aim Ibn Hammad, quien dijo: Abdú Rahim ibn Zeid nos narró de su padre
y a su vez de Saíd ibn al-Musayyib a su vez de Omar ibn al-Jatab y a su vez
del Profeta (Salallahu alehi wa salam)

Este isnad es maudú.

No’aim Ibn Hammad es débil: Ibn Hayar dijo: “Comete muchos errores.”

Sobre Abdú Rahim Ibn Zeid al-‘Amí, Bujari dijo: “él es desidioso”; Abu
Hatim dijo: “Sus hadices son abandonados: él es inaceptable en el hadiz –él
solía subestimar a su padre al narrar las desgracias de aquél”; Ibn Mahín ha
calificado a Abdú Rahim como un mentiroso; dice en al-Mizan: este hadiz es
falso.”

2.4) “De verdad, mis Compañeros son como las estrellas: así que si
aceptáis cualquiera de su dichos, estaréis guiados.”

Maudú (fabricado). Ibn Abdú Barr lo registra en forma mu’alac
(interrumpido, o sea, una cadena incompleta de narradores al final del
compilador) e Ibn Hazm lo reporta de él; la cadena completa fue proveída por
Abd Ibn Humaid en al-Muntajab min al-Musnad (86/1):
“Ahmed ibn Yunus me informó: Abu Shihab al-Hannat nos narró de Hamza
al-Yazri, y a su vez de Náfi’, a su vez de Ibn Omar y a su vez del Profeta
(Salallahu alehi wa salam)’’.

Ibn Batta lo narró también en al-Ibana [4/11/2] por una cadena alterna de Abu
Shihab.

Ibn Abdú Barr dijo: “este isnad es falso; ninguno sirve de prueba de que haya
sido reportado por Náfi’.”

El tal Hamza es Ibn Abi Hamza; Daracútni dijo sobre él: “Matruc
(desidioso)”; Ibn ‘Adi dijo: “Sus narraciones son en su mayoría fabricadas”;
Ibn Hibbán dijo: “él nada más narra cosas que fabrica a partir de narradores
confiables, a tal grado que parece que lo hace deliberadamente- no es
permitido registrar nada de él.”; Dájabi acotó algo de sus hadices inventados
en al-Mizan, y éste es uno de ellos.

Ibn Hazm dijo en al-Ijkam (6/83), después de declarar que este hadiz (no. 2,
con todas sus versiones) es indudablemente una mentira que contradice
claramente a muchas aleyas del Corán, o sea, La estrella (53:3-4), las Mujeres
(4:82) y el Botín (8:46). Por lo cual:

“…es absurdo que el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) nos
hubiese ordenado el seguir cada opinión expresada por los Compañeros,
porque hubo entre ellos quienes permitieron algo mientras que los otros lo
prohibían; si lo anterior es el caso, comerciar con tóxicos sería permitido si
uno siguiera a Samura ibn Yundub; sería permitido para alguien ayunar para
comer nieve si uno siguiera a Abu Talha, pero prohibido al seguir a otros
además de este; evitar el Gusl debido al interrumpir del coito sería obligatorio
si uno siguiese a Alí, Osmán, Talha, Abu Ayyub y Ubayy ibn Ka’ab; pero
prohibido si uno siguiese a Aixa e Ibn Omar; y toda esta clase de ejemplos nos
han sido contados con cadenas auténticas de narradores.”

Luego él continúo explicando como algunas opiniones expresadas por los
Compañeros en las cuales ellos estaban errados en la Sunna, tanto en el
período de vida del Profeta y posteriormente a su muerte, afirma (6/86) lo
siguiente:

“Así que ¡¿cómo es permitido seguir ciegamente las opiniones de la gente
que comete errores al mismo tiempo que acierta?!”

Anterior a esta declaración, él había explicado en su capítulo la Discrepancia
Condenada (5/64), que los errores derivados de aquéllos que dicen “el
desacuerdo es una misericordia”, usan como evidencia el hadiz “Mis
Compañeros son como las estrellas: a cualquiera de ellos que sigáis, seréis
bien guiados”, nos aclara que el hadiz es una mentira por muchas razones:

   i)     No es auténtico con respecto a su cadena de narradores.
   ii)    El Profeta (Salallahu alehi wa salam) no nos pudo ordenar seguir
          algo que él mismo ha declarado erróneo a la vez, o sea, v. gr. una
          vez señaló el error de Abu Baker al interpretar un sueño, el error de
          Omar en otra interpretación y en el veredicto equivocado dado por
          Abu-Sanábil; de aquí se desprende que no es posible para él
          ordenarnos seguir a alguien equivocado;
   iii)   El Profeta (Salallahu alehi wa salam) nunca dijo mentiras; sus
          palabras fueron siempre veraces: la comparación con las estrellas es
          claramente defectuosa, ya que por ejemplo, si alguien intenta viajar
          por cierta ruta directo a las estrellas en la constelación de
          Capricornio, pero en su lugar sigue a la estrella en Cáncer, él no será
          correctamente bien guiado, sino que se desviará de la ruta trazada y
          se equivocará enormemente; por lo tanto, es obvia la falsedad al
          decir que seguir a cualquier estrella uno será guiado correctamente.

Ibn al-Mulaquin dio una versión resumida de Ibn Hazm en la obra al-Julasa
(2/175), que aprobó y terminó con la discusión del hadiz diciendo: Ibn Hazm
dijo “esto es una narración falsa, inventada, fabricada incorrecta.”
APÉNDICE 2

                                Hadiz auténtico:

                   “Estás correcto en algo y mal en algo”

De: Sajíj al-Bujari; Book of Dreams, traducción en inglés de los significados
del Dr. Mohámed Muhsin Khan.

Narró Ibn Abbás:

Un hombre vino al Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) y dijo: “Vi
en un sueño que se cernía la sombra de una nube. La mantequilla y la miel
empezaron a caer de ésta y vi a la gente agolparse a ella con sus manos, unos
agarrando mucho y otros un poco. De pronto, una cuerda se extendía del cielo
a la tierra y mire que tú la agarrabas y subías (por ella); después, otro hombre
la agarró y subió y después otro (tercer) hombre la sostenía y subió, y después
otro (cuarto)hombre la agarró, pero se rompió (la cuerda) y luego se unió por
sí misma otra vez.”

Abu Baker dijo: “¡Oh Mensajero de Alá! ¡Por la vida de mi padre! ¡Por Alá!
permíteme interpretar este sueño.” El Profeta (Salallahu alehi wa salam) le
dijo: interprétalo. Abu Baker dijo: “la nube con sombra simboliza el Islam; la
mantequilla y la miel cayendo de ella simboliza el Corán; su dulzura y la
gente es la que aprende mucho o aprende poco. La soga que se extiende del
cielo a la tierra es la Verdad que tú (Nabí) sigues. Tú la sigues y Alá te elevará
a ella, y un hombre la seguirá y se elevará a ella; y otro hombre la seguirá y
se elevará a ella; otro hombre la seguirá y se romperá y luego se unirá para él
y se elevará a ella. ¡Oh Mensajero de Alá! ¡Por la vida de mi padre!¿Estoy
correcto o no?”

El Profeta (Salallahu alehi wa salam) contestó: Estas correcto en algo y mal
en algo.

Abu Baker dijo: ¡Oh Profeta de Alá! Por Alá, debes decirme en que estuve
mal.”
El Profeta (Salallahu alehi wa salam) dijo: No jures.

(Relatado por Bujari & Muslim, también por Abu Daud, Tirmídi, Darimi, Ibn
Maya, Ibn Abi Cheiba Y Ahmed.)




                                 APÉNDICE 3

                               Hadiz auténtico:

                “Quien rezaba deplorablemente” (A. S. E.)

En la literatura de Hadiz y Fiq, éste término se refiere a los Compañeros
mencionados en el siguiente hadiz de Sajij al-Buajri (Book of prayer,
traducción al inglés por Dr. Mohámed Muhsin Khan); muchas otras
narraciones de este incidente se encuentran en las distintas colecciones de
hadices, y provee una fuente importante de instrucciones del Profeta (P. B. E.)
concerniente a la forma correcta de rezar la Oración:

Narró Abu Huraira:

El Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) entró a la mezquita y una
persona lo siguió. El hombre rezó y luego fue hacia el Profeta (Salallahu alehi
wa salam) y lo saludó; él regresó el saludo y le dijo: Regresa y reza, porque
no has rezado.

El hombre regresó y rezó de la misma forma; entonces regresó y saludó al
Profeta (Salallahu alehi wa salam) quien dijo: regresa y reza, porque no has
rezado, tres veces.

El hombre le dijo: “Por quién te ha enviado con la verdad, no puedo hacer
nada mejor que esto, así que por favor enséñame.”

Él le dijo: Cuando te paras para la oración, dí takbír y luego recitas lo que es
fácil para ti del Corán (de lo que sepas de memoria); después inclínate hasta
que sientas comodidad en rukú; luego te incorporas y te yergues, luego te
prosternas hasta que te sientas cómodo en la sáchda, luego te sientas con
calma hasta que te sientes cómodo, y haces así mismo en todas tus oraciones.

[Narraciones posteriores del este hadiz se han hallado en otras obras de hadiz
como Sunan Abi Daud, etc. Conteniendo más detalles.]
APÉNDICE 4

La inconsistencia del hadiz sobre poner las manos abajo del ombligo.

De: Irwá al-Galíl (353) & Ajkam al-Yanáiz (p. 118), de Sheik al-Albani.

Abu Daud (756), Daracútni (107), Baijáqui (2/310); Ahmed lo reporta en el
Masaail de su hijo Abdulá (62/2) y también en Zawáid al-Musnad (1/110), e
Ibn Abi Cheiba (1/156/1)quienes lo transmitieron por medio de:

Abdú Rahmán ibn Isaac por medio de Ziyaad ibn Zeid a-Siuáí por medio de
Abu Yuhaifa y por medio de Alí (A. S. E.), quien dijo: “es de la Sunna
durante la oración colocar una palma sobre la otra (mano), (por) debajo
del ombligo.”

Este isnad es da’íf (inconsistente/débil) debido a que Abdú Rahmán ibn Isaac
(al-Uasiti al-Cufi), es inconsistente (léase más adelante). Por lo anterior,
contiene idtiraab (alteración), ya que él lo narró con tres cadenas diferentes
cada vez que lo mencionaba:

   (1) Una vez con: Ziyad por medio de Abu Yuhaifa y por medio de Alí
       (como se lee arriba);
   (2) Otra ocasión: No’man ibn Sa’d por medio de Alí (registrado por
       Daracútni y Baijáqui);
   (3) Y en otra ocasión con: Siyaas Abul Hakam y por medio de Abu Uaail,
       quien dijo: “Abu Huraira dijo: ‘es de la Sunna…” (registrado por Abu
       Daud [758] y Daracútni).

La sentencia de la gente del Hadiz con respecto a la inconsistencia de Abdú
Rahmán Ibn Isaac al-Cufi.

   1) Abu Daud dijo: “escuché a Ahmed ibn Hanbal declarar a Abdú
      Rahmán ibn Isaac al-Cufi de da’íf (débil).” [esta es la razón del por qué
      Ahmed no aceptó este hadiz de él; porque su hijo Abdulá dijo: “Vi que
      cuando se rezaba, mi padre colocaba sus manos, una sobre la otra por
      arriba del ombligo.”]
2) Nauaui afirmó en su Machmú (3/313), y en su Sharj Sají,j Muslim y
      demás que: “ellos (los eruditos en hadiz) concuerdan que al declarar
      este hadiz inconsistente es porque tiene una narración de Abdú Rahmán
      ibn Isaac al-Uaasiti, quien es un narrador inconsistente (da’íf), al igual
      que los Imams del Yarj y Ta’dil (autentificación y desacreditación de
      narradores)”
   3) Zayla’i confirmó en Nasb ar-Raya (1/314), “Baijáqui dijo en al-
      Ma’rifa: ‘Su isnad no es firme, porque es una narración única de Abdú
      Rahmám Ibn Isaac al-Uasiti, quien es desidioso (matruc)’.”
   4) Ibn Hayar dijo en Fath al-Baari (2/186): “es un hadiz débil.”

Lo que aún reafirma su inconsistencia es que, contrario a lo narrado y
achacado a Alí, hay otro del mismo pero con mejor isnad: el hadiz de Ibn
Yarir al-Dabbi, quien nos cuenta que su padre le dijo: “Vi a Alí sostener su
brazo izquierdo con el derecho sobre la muñeca, arriba del ombligo” –este
isnad es un digno candidato para el rango de jásan; Baijáqui (1/301) lo señaló
como jásan; Bujari (1/301) lo calificó de certero mientras lo inscribía en una
forma abreviada e interrumpida.

Lo que es auténtico del Profeta (Salallahu alehi wa salam) con respecto a la
posición de las manos es que estas deben estar sobre el pecho; hay muchos
hadices sobre esto, de los cuales existe el de Tawus, quien dijo: “el Mensajero
de Alá (Salallahu alehi wa salam) solía colocar su brazo derecho sobre su
brazo izquierdo, los que sujetaba firmemente sobre su pecho firmemente
durante la oración” transmitido por Abu Daud (759) con un isnad sajíj.
Aunque este es mursal, es prueba suficiente para los sabios, con todo y sus
opiniones diversas concerniente al hadiz mursal, es declarado sajíj con isnad
mursal y también considerados por otros mausúl en muchas narraciones; se
desprende de aquí que es válido como prueba para todos. Algunas de las
narraciones que lo apoyan son las siguientes:

          1) De Ua’il ibn Huyer: “Que el vio al Profeta (Salallahu alehi wa
             salam) poner su mano derecha sobre la izquierda y colocarlas
             sobre el pecho.” Registrado por Ibn Juzaima en su Sajíj (Nasb a-
             Raya, 1/314) y anotado por Baijáqui en su Sunan (2/30) con dos
             cadenas de narración que se apoyan mutuamente.
          2) De Cabisa ibn Julb, que su padre le dijo: “vi al Profeta (Salallahu
             alehi wa salam) abandonar (después de acabar el azalá) su
             derecha y su izquierda y lo vi colocar esto sobre su pecho –
             Yajia (Ibn Saíd) describió la derecha (la mano) sobre la izquierda
             en la muñeca.” Reportado por Ahmed (5/226) con una cadena de
             narradores quienes pertenecen al modelo impuesto por Muslim
             excepto por Casiba, pero es declarado confiable por ‘Ijli & Ibn
             Hibbán; pero, ninguno narra nada de él excepto Simák Ibn Harb
             de quien Ibn al-Madiní y Nasái dicen: “desconocido” e Ibn
Hayar dice en su Tacrib: “él es Macbúl [aceptable sólo con
             apoyo].” Los hadices de tal persona son jásan al igual que las
             narraciones de apoyo y por lo tanto Tirmídi dijo después de
             acotar la parte de este hadiz concerniente al sujetar la izquierda
             con la derecha: “es hadiz Jásan.”

Entonces, estos tres hadices demuestran que la Sunna es colocar las manos
sobre el pecho, y cualquiera que se encuentre con ellos no dudará que todos
ellos son suficiente prueba de ello.
                                 APÉNDICE 5

La inconsistencia del hadiz que condena a la recitación detrás del Imám.

De: Silsila al-Ahadit ad-Da’ífa ual-Maudúa (568-570) de Sheik Albani.

1.- “Quien recita detrás del imám, su boca se llena de fuego.”

Maudú (fabricado). Ibn Tahir lo acotó en Tadkira al-Mauduat (p. 93) y dijo:
“el isnad contiene a Mamún ibn Ahmed al-Harawi, un mentiroso que solía
narrar fabricaciones.” Muchas de sus descripciones están dadas en el hadiz 2
de adelante. Ibn Hibban mencionó este hadiz a su nombre en ad-Du’afa
(narradores débiles) y Dájabi lo consideró como una calamidad de aquél.

Algunos hanefitas han sido engañados por este hadiz, arguyendo en base de
que cualquier recitación detrás del imám es totalmente prohibida. Abul
Hasanat al-Lucnaui dijo en at-Ta’lic al-Mumachid ‘ala Muwatta Muhammad
(p. 99): “mencionó el autor de Nijáya y por otros que es marfú en su
expresión: ‘…habrá un carbón ardiendo en su boca’, lo que es totalmente
infundado.”

Dijo antes de eso. “no hay ningún hadiz marfú que tenga una prohibición de
recitar la Fatiha detrás del imám; todo lo que ellos consideran marfú es tanto
infundado como falso.” Entonces mencionaron este hadiz con dos expresiones
como ejemplo.

La gente de conocimiento, tanto del pasado como del presente ha discrepado
con respecto a la recitación detrás del imám, teniendo tres puntos de vista:

1.- La recitación en oraciones sigilosas y fuertes es obligatorio.
2.- Que es obligatorio en silencio tanto en las oraciones sigilosas como las
fuertes.
3.-Que debe haber recitación en las sigilosas, más no en las oraciones fuertes.

Este último punto de vista es el más equilibrado y más cercano a la verdad,
porque en él todas las evidencias pueden acomodarse de modo que ninguna de
ellas se rechaza. Es el punto de vista de Malik y Ahmed, y tras algunos
análisis hasta algunos hanefitas, incluyendo a Abul Hasanat al-Lucnaui en el
ya mencionado libro.

Otro ejemplo de las mentiras Mamún al-Haraui es el que sigue:

2.- “Quien eleva sus manos durante la oración, no hay oración para éste.”

Maudú (fabricado/inventado). Ibn Taahir lo anotó en su obra Tadkira al-
Maudu’aat (p. 87), y dijo: “el isnad inserta a Mamún ibn Ahmed al-Harawi,
un mentiroso comprobado que solía fabricar hadices.”
       Dájabi dijo acerca de él: “Trajo calamidades y desgracias con sus
reportes. Él inventó hadices, siendo éste uno de ellos; y los relató
aparentemente en base a narradores confiables.”

Está claro para mí que los hadices inventados por Mamún al-Harawi, un
fanático adicto al mad-jab hanefita, con hadices adscritos a él (en los libros de
narradores) al respecto, defienden (vehementemente) al Imám Abu Hanifa e
insultan (tenazmente)al Imám Chafeí, de los cuales el de arriba es uno de
ellos; rechazando el que apoya el punto de vista de Chafeí de levantar las
manos tanto al bajar en rukú como al erguirse después de él (lo cual es la
verdad, indudablemente); pero apoyando el punto de vista hanefita el cual lo
condena a makrú. Más aún, no conforme con esto, llegó al punto de inventar
el hadiz que leemos, para así diseminar la idea de que levantar las manos en la
oración, la anula.

Tal vez intentó apoyar la narración de Majúl de que Abu Hanifa dijo: “quien
levante sus manos durante la oración, su oración esta arruinada” narración que
embaucó a Amer Katia al-It-cani, quien compiló un tratado basado en el
argumento de que la oración no vale al elevar las manos. Asimismo, engañado
vive quien traza y sigue este camino, ordenando inclusive que no es permitido
para los hanefitas rezar detrás de un chafeíta porque éste último eleva sus
manos. Por todo ello, esta narración atribuida a Abu Hanifa es una atroz
mentira, tal como lo verificó ‘Aláma Abul Hasanat al-Lucnaui es su obra al-
Faua’id al-Bajiya fi tarayum al-Hanafía (pp. 116, 216-7).

Sheik Alí al-Qari apuntó este hadiz en su al-Mauduát y después dijo (p. 81):
“este hadiz fue fabricado por Mohámed bin ‘Ucasha al-Kirmani, ¡que Alá lo
arruine!” y posteriormente (p. 129), apuntó lo que Ibn Cayyim dijo al
respecto: “Es fabricado”.

Lo del párrafo anterior, indica un nombre diferente al de al-Harawi; pero de
ser vedad, lo que tenemos es que tenemos dos personas narrando lo mismo y
que sólo uno de ellos se lo adjudicó a sí mismo.
Podemos deducir de todo esto que no hay reparo en abandonar la sunna (de
levantar las manos) ¡por tan sólo no verificar y constatar las narraciones de los
Imames y del Profeta (Salallahu alehi wa salam)!

NOTA: Acerca de levantar la manos al posicionarse en rukú y volverlas a
levantar al dejarlo, existen muchos hadices narrados del Profeta (Salallahu
alehi wa salam) al respecto; todos ellos son mutawatir en opinión
(consensuada) de los ulemas; está comprobado que levantar las manos en cada
takbir está basado en la veracidad de muchos hadices; de modo que no
levantar las manos narrado por aquél no es genuino excepto por medio de
Abdulá ibn Masúd, más sin embargo no es aconsejable ponerlo en práctica
porque es naaf (negación). Los hanefitas y otros creen firmemente que lo
muzbit (afirmativo) precede a lo naaf (negación); pero incluso cuando lo
afirmativo es lo adecuado, desechan esto cuando hay una cantidad inmensa de
hadices (que los contradice) como en este caso. Basándonos en este principio
sin seguir ambigüedades, esto les hace obligatorio el levantar las manos y no a
empecinarse al mad-jab después de haber visto la prueba (contundente). Sin
embargo, es una pena que sólo un puñado (de tercos), tanto del pasado como
del presente, lo hayan aplicado (el hadiz del que hablamos), pues ¡han llegado
al grado de no alzar las manos que lo han vuelto una misión en la vida para
ellos!

Yendo más lejos, otra de las invenciones de este miserable mentiroso, y esta
vez, insultando abyectamente al Imám Chafeí (Mohámed bin Idris), es el
siguiente:

3.-“Habrá entre mi umma un hombre conocido como Mohámed bin Idris,
que será más dañino a mi umma que Lucifer, y habrá un hombre entre
mi umma conocido como Abu Hanifa, que será la luz de mi umma.”

Maudú (inventado/fabricado). Ibn al-Yauzi lo anotó en al-Maudu’at (1/457)
por medio de:

Mamún ibn Ahmed as-Salmi, quien dijo: Ahmed ibn Abdulá al-Yuwaibari nos
narró: Abdulá ibn Mi’dan al-Azadi nos informó de Anas como marfú; y luego
dijo que es “fabricado; inventado por Mamún o por Yuwaibiri. Hakim lo
mencionó en el Marjal que a Mamún le preguntaron: ‘¿acaso acudís a Chafeí
y sus seguidores?’ a lo que respondió, ‘Ahmed ibn Abdulá al-Yuwaibari nos
narró…etc.,’ de modo que es evidente de esto que él es el inventor de esto.”

La adición que aparece en Lisan es la siguiente: “Hakim entonces dijo: ‘A
quien Alá haya concedido un mínimo de inteligencia sabrá que tal hadiz es
una invención atribuida al mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam)’.”
El hadiz tiene otras vías de narración, pero todas ellas se remiten a mentirosos
y narradores desconocidos. Por lo tanto, es demasiado extraño que ‘Alama
‘Aini se inclinara por reforzar el hadiz con estas otras vías, y que Sheik
Kauzari las apoyara. Sin embargo, no es de sorprenderse lo último, ya que él
(Kauzari) era un notable y acérrimo defensor de Imám Abu Hanifa, aún si con
ello tuviera que insultar a otros imames; pero lo que si nos sorprende es que
‘Aini lo hiciera, pues no era de los que juzgaba a la ligera y caer en
exageraciones. La opinión de los dos ha sido refutada bajo el escrutinio de
otras vías de narración que se refieren al mismo (hadiz), en la única forma que
el libro at-Tankil bi ma fi Ta’neb al-Kauzari min al-Abatil (1/20,446-9) de
‘Alama Yamani lo hace.

                            APÉNDICE 6

Análisis de los hadices que narran el Amén del Imám con la
congregación.

De: Silsila al-Ahadit ad-Da’ífa ual-Maudúa (951-2) de Sheik al-Albani

1.-“Cuando decía amén, aquellos detrás de él decían amén; de modo que
había un montón de ruido en la mezquita.”

No hay bases para decir que el hadiz fue expresado de esta manera, hasta
donde sabemos. Ibn Hayar dijo en Taljis al-Habir (p.90): “No lo he
encontrado con estas palabras, pero su significado está vinculado con Ibn
Maya en el hadiz de Bíchir ibn Rafi.”:

2.-“Cuando recitaba ‘No de los que han incurrido en Tu ira, ni de los
extraviados’ dijo ‘aamiin’ que quienes estaban cerca de él en las primeras
dos hileras lo pudieron oír [y la mezquita retumbó con éste (amén)].”

Da’íf (inconsistente/débil). Relatado por Ibn Maya (1/281) y Abu Daud sin la
añadidura (entre corchetes) (1/148), por medio de:

Bíchir ibn Rafi a su vez de Abu Abdulá, primo de Abu Huraira; a su vez de
Abu Huraira quien lo contó del Profeta (Salallahu alehi wa salam).

Ibn Hayar en Taljis (p. 90) dijo: “Bíchir ibn Rafi es inconsistente; el primo de
Abu Huraira se dice es un desconocido, pero Ibn Hibban lo ha declarado
confiable.”

Busairi dijo en Zawa’id (56/1): “Este es un isnad inconsistente; la condición
de Abu Abdulá es desconocida; Bichir fue declarado inconsistente por
Ahmed; e Ibn Hibban dijo: ‘narró invenciones’.”
El hadiz No. 2 solo contiene una parte del significado del No. 1, o sea, el decir
amén por el Imám solamente. En cuanto al amén de aquellos detrás, pueda ser
la ocasión de decir “la mezquita retumbó con éste (el sonido)”; pero el hadiz
implica literalmente que es el amén del Profeta (Salallahu alehi wa salam) la
razón de esto.

3.- “Cuando terminaba de recitar la Madre del Corán, elevaba su voz y decía
‘aamíin’.”

Da’íf (inconsistente/débil). Relatado por Daracútni, Hakim y Baijáqui.

Todas las demás fuentes contienen a Isaac ibn Ibrahim ibn al-Ála’ az-Zubaidi,
conocido como Ibn Zibric, quien es inconsistente; Abu Hatim dijo: “un
anciano no se le daña”; Ibn Ma’in lo describió en buenos términos; Nasái dijo:
“no confiable”; Mohámed ibn ‘Auf dijo: “No tengo duda de que Isaac ibn
Zibric solí mentir.” Sin embargo, estas palabras son correctas en significado
ya que se basan en un hadiz de Ua’il ibn Hayar con isnades sajíj.

(Ya que el texto de este hadiz no involucra el amén de la congregación para
nada, es incorrecto considerarlo como una versión más del hadiz No. 2, como
hizo Shaukani).

El único hadiz que refuerza al hadiz No. 1 es el que Chafeí relató en su
Musnad (1/76) a través de Muslim ibn Jalid de Ibn Yuraich a su vez de Átá,
quien dijo:

4.- “Solía escuchar a los imames: Ibn az-Zubair y otros después de él decían
‘aamíin’, y los que estaban atrás decían ‘aamíin’, hasta que la mezquita hacía
eco.”

Este (hadiz) tiene dos defectos:

   (i)    La inconsistencia de Muslim ibn Jalid az-Zanyi; Ibn Hayar dijo: “él
          era confiable, pero cometió muchos errores.”
   (ii)   El ‘an ‘anaj (que con respecto de él) de Ibn Yuraich, quien fue un
          mudalis; tal vez lo tomó de Jalid ibn Abi Anuf, quien lo narró de
          áta’ como viene:

4.1.- “Me encontré a doscientos compañeros del Mensajero de Alá (Salallahu
alehi wa salam) en esta mezquita (o sea, la de Meca): cuando el imám había
dicho: ‘Ni de los extraviados’, alzaron sus voces en amén (en otra narración:
escuche el rugir de su amén).”

Relatado por Baijáqui (2/59) e Ibn Hibban en Zicat (2/74); la narración alterna
es del primero.
Este Jalid fue descrito por Ibn Abi Hatim (1/2/2355-6), pero esto no incluyó
ninguna confirmación o negación. Ibn Hibban lo incluyó entre los narradores
confiables; pero Ibn Hibban es mejor conocido por no ser tan riguroso en tales
casos, por lo que no me satisface que dicha narración sea auténtica. Esto es
porque Ibn Yuraich lo tomó de él, lo que implica que hay una vía debatible; si
no es así, no sabemos de quien lo tomó Ibn Yuraich. Parece que el imám
Chafeí no estaba satisfecho con la confirmación de esta narración, porque su
posición es contraria a este; dice en al-Umm (1/95): “así que cuando el imám
completa la recitación de la Madre del Libro y dice ‘aamíin’, alza su voz a
modo de que los que están detrás puedan seguirlo; cuando lo dice, ellos lo
dicen a sí mismos, pero a mí me disgusta que lo digan fuerte”; de ser que la
anterior narración de los Compañeros fuera auténtica desde el punto de vista
de Chafeí, él no se habría opuesto a su aplicación.

De aquí partimos que la opinión más correcta en este asunto parece ser el
mad-jab de Chafeí: que el imám sin que lo sigan, debe decir el amén
fuertemente. Y Alá sabe mejor.

Pero entonces, observé que Bujari mencionó el texto (llanamente) de la
narración de Ibn az-Zubair en su Sajíj (o sea, en forma mu’alac),
clasificándolo como atinado. Ibn Hayar dijo en Fath al-Bari (2/208): "el isnad
que lo relaciona nos lo ha proporcionado Abdu aRazac de Ibn Yuraich de
Áta’. Él (o sea, Ibn Yuraich) dijo: ‘le dije a él, “¿acaso Ibn a-Zubair dice el
amén al final de la Madre del Corán?”, a lo que contestó “sí, y aquellos detrás
de él también dijeron aamíin, hasta que la mezquita resonó” a lo que dijo, “de
verdad que el amén es una súplica”.’ ″ Esto lo encontramos en el Musnaf de
Abdú Razac (2640/2), y con la misma cadena de transmisión, en al-Mujalá
(3/364) de Ibn Hazm.

En esta narración, Ibn Yuraich ha aclarado que (cara a cara) tomó la narración
de Áta’, por lo que estamos bien seguros de la ausencia de       tad-lis, y la
narración de Ibn a-Zubair está firmemente establecido. De igual manera está
comprobado de Abu Huraira; Abu Rafi dijo:

5.- Abu Huraira solía llamar a la oración en lugar de Marwan ibn al-
Hakam, estipulando que el último no llegaba hasta ‘Ni de los extraviados’
a menos que supiera que Abu Huraira había entrado a las filas. Así que
cuando Marwan dijo ‘Ni de los extravíados’, Abu Huraira decía ‘aamíin’,
prolongándolo. También dijo: ‘Cuando el amén de aquellos en la tierra
coincide con el amén de aquellos en el cielo, ellos son perdonados’.

Relatado por Baijáqui (2/59); su isnad es sajíj.
Se deduce de aquí que, puesto que no hay nada establecido por los
Compañeros excepto lo de Abu Huraira e Ibn az-Zubair que contradigan el
amén fuertemente, esto debe ser aceptado. En realidad, no conozco ninguna
narración que se oponga a esto. Y Alá sabe mejor.




                                APENDICE 7

                       Las dos rakás después de uiter.

De: Silsila al-Ahadit as-Sajíja (1993) de Sheik al-Albani


   1) El Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) dijo: haced impar
      (uiter) la última (parte) de vuestra oración de la noche. Relatado por
      Bujari y Muslim.
   2) Abu Salama preguntó a Aixa sobre la oración del Mensajero de Alá
      (Salallahu alehi wa salam) ella dijo: “él realizaba trece rakás (en la
      oración de la noche), cumplía con ocho rakás y cumplía con el uiter y
      hacía dos rakás sentados, y cuando quería inclinarse, se paraba y luego
      se inclinaba, y luego hacía dos rakás entre el Azán y la icáma en la
      oración del crepúsculo.” Relatado por Muslim.
   3) Zauban dijo: “estábamos de viaje con el Mensajero de Alá (Salallahu
      alehi wa salam), cuando dijo: en verdad este viaje es una carga
      pesada, así que cuando cada uno de vosotros ha rezado uiter, debe
      realizar dos rakás; si se levanta (luego bien); si no, aquellas dos
      serán (la oración de la noche) para él.

Relatado por Darimi (1/374), Ibn Juzaima en su Sajíj (2/159/1103) e Ibn
Hibban (683) a través de varias cadenas que se remontan hasta: Ibn Uahb,
quien dijo: Muawiya ibn Saleh me contó de Shirai ibn Obeid de Abdú a-
Rajmán ibn Yubair ibn Nufair de su padre de Zauban, quien dijo…

Ibn Uahb ha sido respaldado por Abdulá ibn Saleh, quien dijo: Muawiya ibn
Saleh nos narró… etc., relatado por Daracútni (p. 177) y Tabaráni en al-
M’yam al-Kabir (1410). Abdulá ibn Saleh es un maestro de Bujari, así que
puede ser usado como evidencia para apoyar otras narraciones.

Este hadiz es utilizado como evidencia por el Imam Ibn Juzaima “que la
oración después del uiter se permite a quienes quieran rezar después de él, y
que las dos rakás que el Profeta (Salallahu alehi wa salam) solía rezar después
del uiter no fueron exclusivamente para él sobre su umma, ya que nos ordenó
rezar dos rakás después del uiter, una orden de recomendación y preferencia,
no una de obligación forzada.”

Se deduce claramente de este hadiz (por su orden general para su umma) que
las dos rakás después de uiter no eran exclusivamente para él; parece que el
propósito de su ordenanza de hacer la última oración de la noche impar era
evitar la negligencia de la raká impar, así que dicho objetivo no se contradice
con las dos rakás después de ésta, como está establecido en su práctica y en su
ordenanza. Y Alá sabe mejor.


                                           APÉNDICE 8

La inconsistencia de los hadices mencionando el pasar las manos sobre el
rostro después las du’a (Súplica).

De: Irwá al-Galíl (2/178-182) por Sheik al-Albani

    1) “El Profeta (Salallahu alehi wa salam), cuando elevaba sus manos
       en du’a, él nos las bajaba hasta que restregaba su rostro con ellas.”

Da’íf (inconsistente/débil). Transmitido por Tirmídi (2/244) e Ibn Asákir
(7/12/2) por medio de: Jamád ibn Isa al-Yuhani de Hanzala ibn Abi Sufian al-
Yam-ji de Sálim ibn Abdulá de su padre desde Omaribn al-Jatab, quien dijo:
…

Tirmídi dijo después de esto: “este es un hadiz garib sajíj. Sólo se sabe que es
un hadiz de Jamád ibn Isa, ya que solamente él lo reporta, quien tiene pocos
hadices que sin embargo, la gente los ha reportado de él.”

Sin embargo, éste narrador es inconsistente, ya que en el Tacrib de Ibn Hayar,
quien habla con respecto a él en el Taj-dib:

Ibn Mahín dijo “un buen Sheik”1 ; Abu Hatim dijo: “débil para el hadiz”; Abu
Daud dijo: “débil, él reporta hadices munkar”; Hakim y Naccach dijeron: “él
reporta hadices falsos de Ibn Yuraich y yapar reporta cosas, las cuales son
‘equivocadas acerca de la autoría de Ibn Yuraich y Abdúl Aziz ibn mar ibn
Abdúl Aziz, que parece que aquellos que están en juego lo hacen


1
  Si Ibn Mahín habla favorablemente de un narrador cuando el resto de los sabios lo han declarado
inconsistente, entonces la afirmación de Ibn Mahín es descartada; la razón es que él fue conocido por su
rigidez y severidad en la crítica; los narradores inconsistentes deberían ser cuidadosos en no revelar su
debilidad ante él; por lo que el juicio se pasa en conformidad. Esto explica el por qué esta sólo en la
autentificación del narrador.
deliberadamente; no es permitido referirlo como prueba.” Ibn Makula dijo:
“ellos declaran sus hadices débiles.”

De aquí, el parecer de este narrador es muy inconsistente, de modo que sus
hadices no pueden ser llevados a la categoría de jásan ¡y mucho menos sajíj!

Un hadiz similar reza:

“Cuando el profeta (Salallahu alehi wa salam) rezaba du’a y elevaba sus
manos, él frotaba su cara con sus manos.”

Da’íf (débil). Abu Daud (1492) de Ibn Laji’a de Hafs ibn Hisham ibn Utba
ibn Abi Uacca de Sa’ib ibn Yazíd de su padre.

Es un isnad débil debido a que Hafs ibn Hisham es desconocido y la debilidad
de ibn Laji’a (cf. Tacrib a-Tajdib).

Este hadiz no puede ser reforzado por ninguna de las dos vías de narración
debido a la gran inconsistencia presentada en el primero (de los hadices), el
cual ya hemos visto.

   2) “Cuando invocáis a Alá, entonces suplicad con las palmas de vuestras
      manos, y no suplicad con su dorso y cuando acabéis, frotad vustro
      rsotro con ellas.”

Da’if (inconsistente). Relatado por Ibn Maya (1181, 3866), Ibn Naser en
Quiyam a-Lail (p. 137), Tabaráni en al-Múyam al-Kabir (3/98/1) y Hakim
(1536), de Saleh ib Hásan de Mohámed ibn Ka’b de Ibn ‘abbas (A. S. E.)
como marfú.

Es un isnad débil debido a que Ibn Hásan, quien es munkar en hadiz, como
afirmó Bujari; Nasái dijo: “el está desamparado en hadiz”; Ibn Hibban dijo:
“él solía andar con solteras y escuchar música y solía narrar reportes
inventados con la autoría de narradores confiables”; Ibn Abi Hatim dijo en
Kitab al-‘Ilal (2/351): “pregunté a mi padre (o sea, Abu Hatim a-Razi) sobre
este hadiz, del cual dijo: ‘Munkar’.”

Ibn Hásan ha sido respaldado por Isa ibn Maimún, quien también lo reportó de
Mohámed ibn Ka’b, como lo contó Ibn Náser. Sin embargo, no altera nada, ya
que Ibn Maimún es igualmente inconsistente: Ibn Hibban dijo: “él reporta
hadices, los cuales son invenciones”; Nasái dijo: “Nada confiable.”

Éste hadiz de Ibn Abbas también lo contó Abu Daud (1485), y a su vez de él
Baijáqui (2/212) por medio de: Abdúl Malik ibn Mohámed ibn Aiman de
Abdulá ibn Yacub ibn Isaac de alguien que lo narró de él de Mohámed ibn
Ka’b, quien dijo:

“No cubráis las paredes. Aquél que mire dentro de la carta de su
hermano sin su permiso, en verdad mira el Fuego (del infierno). Pedid a
Alá con las palmas de vuestras manos y no lo hagáis con sus dorsos; y
cuando acabéis, restregad vuestros rostros con ellas.”

Este isnad es débil: Abdúl Malik es declarado inconsistente por Abu Daud;
también conlleva al maestro de Abdulá ibn Yacub el cual no se nombra, y por
lo tanto desconocido – es posible que sea Ibn Hásan o Ibn Maimún, ambos
mencionados anteriormente.
El hadiz es también transmitido por Hkim (4/270) a través de : Mohámed ibn
Muawiya, quien dijo que Masadif ibn Ziyad al-Madini se lo narró a él y que lo
escuchó de Mohámed ibn Ka’b al-Curazi. Dájabi lo complementó recalcando
que Ibn Muawiya fue declarado mentiroso por Daracútni, de modo que el
hadiz es falso.

Abu daud dijo sobre este hadiz: “este hadiz ha sido narrado por más de una
vía de narración con la utoría de Mohámed ibn Ka’b; todos ellos son débiles.”

Elevar las manos en cunút por una calamidad está establecido por el
Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) en su súplica contra los
politeístas quienes mataron a setenta salmodeadores – transmitido por Imám
Ahmed (3/137) y Tabaráni en Al-Múyam as-Saguir (p. 111) como en el hadiz
de Anas con un isnad sajíj. Igualmente está comprobado por Omar y otros en
el cunút de la oración uiter. Sin embargo, ya que frotar la cara después de du’a
al-cunút no es para nada registrada del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y
de ninguno de los Compañeros, es una innovación sin lugar a dudas.

En cuanto a frotar la cara después de la du’a fuera de las oraciones prescritas,
se fortalece por el hecho de que hay hadices auténticos acerca de elevar la
manos de súplica y en ninguno de ellos se menciona el frotar o restregar la
cara; Alá queriendo, esto muestra que es inaceptable y que no está ordenado.
BIOGRAFIA SUCINTA DEL SHEIK MUJADIZ ABU ABD
            AL-RAHMÁN MOHÁMED NASSIR-EDDIN AL ALBANI

(Extracto de la misma redactada por Dr. ‘Asim Abdulá al-Cariuti)

Nació en la ciudad de Escútari 2 , capital de Albania en ese entonces, el año
1332 H (1914 d. C.) en el seno de una familia pobre. Su padre Hach Nuj
Nayyaati al-Albani había completado sus estudios de Scharía en Estambul,
convirtiéndose en un erudito de Albania. Después que el poder pasó a manos
de los ateos, tuvieron que abandonar Albania y huir hacia Damasco. Una vez
instalados, el sheik Albani terminó sus estudios y después aprendió sobre
Corán, Tachyuid (materia del buen pronunciar, leer y salmodiar el Corán),
Idioma árabe, el Fiq hanefita y demás ramas de la religión de distintos sheiks,
de su padre y diferentes amigos.

Aprendió también de su padre el arte de la relojería –en la cual fue muy hábil-
y de la cual obtenía sus ingresos. A la edad de los veinte años empezó a
profundizar en el campo del hadiz y materias afines tras leer los artículos
escritos en la revista “al-Manaar”.

Inició su trabajo en este campo al transcribir del Hafiz Al-Iraquí la obra “El
Acaudalado, que aporta de los libros de interpretación la revitalización
del mensaje”(al-Mugni 3 ‘an-hamlil-Asfaar fil-Asfaar fi tajrích maafil-ihyaa
minal-ajbaar) añadiéndole notas.

Ahondó más en el campo del hadiz y sus múltiples ciencias a pesar del
desánimo de su padre. Más aún, los libros que necesitaba no se encontraban
en la biblioteca personal de su padre, la cual estaba compuesta principalmente
de obras del Fiq hanefita, siendo para él necesario pedir en préstamo los libros


2
    En albanés Shkodër
3
    Al-Mugni (acaudalado): Uno de los nombres de Alá el Grande.- N. T.
de la Biblioteca de Damasco –Maktabatu Zaahiriyyah- u otras veces de los
vendedores de libros (libreros).

Tanto llegó a estar absorto en la Ciencia del Hadiz que él cerraba su local para
estudiar en la biblioteca un lapso de doce horas –por supuesto interrumpiendo
sus estudios para el zalá- sin comer excepto dos ligeros bocadillos que llevaba
consigo.

Posteriormente, las autoridades de la biblioteca le permitieron tener una
habitación de estudios exclusivamente para él con su llave de acceso a la
biblioteca y entrar así antes del horario habitual de biblioteca. A menudo
permanecía desde la madrugada hasta después del Ishá. Durante este tiempo él
produjo obras magníficas –muchas de las cuales todavía esperan ser impresas.

Los distintos estudios de los sheiks sobre el hadiz del Mensajero ((Salallahu
alehi wa salam) 4 tuvieron gran impacto en su persona, haciendo que él se
apartara de la ciega obediencia que solía tener de su formación hanefita,
aceptando y actuando conforme al Corán y la sunna –con el entendimiento de
los predecesores píos (A-Salafu-Saalij) Ello naturalmente lo condujo a tener
diferencias con algunos sheiks de su comunidad que seguían ciegamente la
escuela hanefita, y de igual modo con los imams sufíes y varios innovadores,
quienes comenzaron a oponérsele y alborotar a la gente del pueblo en su
contra etiquetándolo de “Uahabita extraviado” 5 . Sin embargo, fue apoyado
por algunos nobles sheiks de Damasco que lo alentaron a continuar, entre
ellos el sheik Bahyatul Baichyaar, sheik Abdúl Fattaah el Imám, y Taufiq al-
Barza

Por lo tanto, el sheik enfrentó muchos problemas en su esfuerzo por promover
el taujid y la sunna, tarea que llevó con perseverancia y paciencia.

Después de un tiempo, empezó a dar clases cada dos semanas, a las que
asistían estudiantes y maestros universitarios –en las cuales enseñó de varios
libros: Aquída, Fiq, ciencias del Usul y el Hadiz. También organizaba cada
mes viajes de da’ua a distintas ciudades de Siria y luego Jordania.

Tras haber aparecido varios de sus trabajos impresos, el sheik fue elegido para
enseñar hadiz en la nueva Universidad de Medina, Arabia Saudita, por un
período de tres años, del 1381 al 1383 H – en la cual fue también miembro
del comité universitario -.


4
 Lla paz y bendiciones de Alá sean sobre él. N. T.
5
 Calificativo erróneo histórico que usan para quienes seguimos (In shá Alá) el Corán y la sunna, tratando
de practicar el auténtico Islam y que aduce precisamente al renovador y restablecedor Abd-al-Uaháb.
Esto tan solo incrementa divisionismos entre quienes tratan de seguir una senda recta y de los que se
empecinan en sus equívocos (pido a Alá no ser uno de ellos). N. T.
Después de dicho trabajo, regresó a sus estudios y labores habituales en la
Biblioteca de Damasco, dejando su taller en manos de uno de sus hermanos.

Visitó varios países para dar da’ua y conferencias –entre ellos Qatar, Egipto,
Kuwait, los Emiratos, España e Inglaterra.

Siempre se vio forzado a emigrar varias veces de Siria a Jordania y viceversa,
después a Beirut, los Emiratos y nuevamente a Jordania, en ‘Ammaan –lugar
donde solía residir hasta hace unos cinco años atrás que murió, el 22 de
Yumada al-Ajíra de 1420 H [2 de octubre de 1999].

Sus trabajos cubrieron principalmente el campo del hadiz y sus ciencias, los
cuales llegan a ser más de cien obras.


         En el Nombre de Alá, el Más Clemente, el Más Misericordioso.


                                      INTRODUCCIÓN


Alabado sea Alá, quien hizo la oración obligatoria a sus siervos ordenándoles
establecerla. Lo mismo quien asocia el éxito y felicidad con la humildad en la
oración; quien la realiza para poder discernir entre imán y kufr; y a quien hace
se contenga de actuar injusta y vergonzosamente.

La honra y la paz sean sobre nuestro profeta Mohámed, a quien el Exaltado se
dirige así:


“Y os hemos hecho descender el mensaje, para así podáis explicar
claramente a la gente lo que les es enviado” 6

Y que llevó a cabo dicha tarea. La oración fue una de las cosas más
importantes que explicó a la gente, de palabra y obra. Inclusive una vez sobre
el púlpito en la oración realizando las posiciones de firmes, inclinado y
prosternado, al final les dijo: “He hecho esto de manera que vosotros me
sigáis y aprendáis de mi oración” 7 . Él nos hizo obligatorio el igualarlo en su
oración, diciendo: “Orad como me habéis visto orar” 8 . También dio las
buenas nuevas a quien fuera que orase como él, ya que dicha persona tiene la
promesa de Alá que entrará en los Jardines, como dijo: “Hay cinco oraciones
6
  Sura an-Nahl, 16:44
7
  Bujari y Ahmed
8
  Malik, Abu Daud, Nasai e Ibn Hiban. Un hadiz sajij, declarado sajij por muchos Imames. Se da su
significado en el libro Sajij Abu Daud (451, 1276)
que Alá Todopoderoso ha hecho obligatorias. Quien realiza bien la ablución
para ellas, las reza en su tiempo pertinente y completa sus postraciones en
humildad, tiene la promesa de Alá que será perdonado; pero quien no lo hace
así, no la tendrá: Si Él quiere (Alá), lo perdonará o si Él quiere, lo
castigará”.

La paz y bendiciones sean también para su familia y para sus Compañeros, los
cuales nos legaron el modo de adorar, rezar, decir y actuar del Profeta
(Salallahu alehi wa salam) y quienes hicieron de todo esto, y solamente esto,
su escuela (mad-jab) y la senda la cual seguir; y también para aquellos que
siguieron, a su vez, sus pasos y siguen sus huellas hasta el Día del Juicio.


Cuando terminé de leer el libro sobre la oración en “El ímpetu y la
bienvenida” (A-Targuib ua Tarhib) por el hafiz al-Mundhiri para luego
enseñarlo a nuestros hermanos hace cuatro años, nos quedó claro el lugar
preeminente que ocupa la oración en el Islam (la recompensa, gracia y respeto
para aquellos que la establecen y la realizan), variando y dependiendo todo
ello de lo que fielmente se practica en la oración del Profeta (Salallahu alehi
wa salam). Al respecto, él nos señala en su dicho: “En verdad el siervo reza
una oración de la cual nada se ha registrado para él, excepto (lo que es) un
décimo, un octavo, un séptimo, un sexto, un quinto, un cuarto, un tercio o un
medio de ella” 9 . Por lo tanto, he recordado a los hermanos que no nos es
posible hacer la oración como un “aproximadamente” o “se debiera” realizar,
sino que debemos conocer la descripción detallada de la oración del Profeta
(Salallahu alehi wa salam), que incluye la esencia, modos, formas, súplicas
(du’as) y recordatorios (dikers) para así poner en práctica ese conocimiento
cuidadosamente con verdadero esfuerzo, porque de ese modo tenemos la
esperanza de que nuestras oraciones nos refrenen de cometer actos injustos y
vergonzosos y que las recompensas y bendiciones mencionadas en los hadices
sean registradas para nosotros.

Sin embargo, los detalles conocidos que cubren los aspectos de la oración es
contrario a lo que la gente piensa debe realizar de ella actualmente,
incluyendo a los sabios del din, porque ellos se limitan exclusivamente a sí
mismos a una sola escuela de pensamiento (mad-jab). Pero siendo concientes
en la recopilación y estudio de la sunna pura que se conoce, cada mad-jab
tiene ‘sunnas’ que ninguna de las otras tiene, incluso, cada mad-jab tiene
dichos y hechos que no se pueden encontrar y ni son auténticos del tiempo del
Profeta (Salallahu alehi wa salam); siendo que cada uno de los susodichos
pertenece a sabios tardíos 10 , ¡que aseveran fervientemente que pertenecen al

9
  Sajij- colectado por Ibn al-Mubarak en az-Zuhd (10/21/1-2), Abu Daud y Nasái de buena continuidad
(sanad), he dado su interpretación en Sajij Abu Daud” (761)
Profeta (Salallahu alehi wa salam)! 11 Esto es el por qué los sabios de hadiz –
Alá los recompense a todos- habían producido libros de interpretación acerca
de los libros famosos de los sabios tardíos, explicando la categoría de cada
hadiz dado en ellos, o sea, si era uno auténtico, débil o fabricado. Ejemplos de
estos libros de interpretación están : Al-‘Inaaya fi Ma’rifa Ahadiz al-Hidaaya
y At-Turuq ual-Uasaa’il fi Tajrich Ahadiz Julaasa ad-Dalaa’il del sheik
Abdulá Qaadir ibn Mohámed al-Curashi al-Hanafi; Nasb ar-Raaya li Ahadiz
al-Hidaaya del hafiz Zayla’i, y su versión abreviada ad-Diraya del hafiz ibn
Hayar al- Ascalaani, quien también escribió Taljis al-Habir fi Tajrich Ahadiz


10
   Abul-Hasanat al-Lucnoui dice en An-Naafi’ al-Kabir liman Yutaali’ al-Yaami’ as- Saguir (p. 122-3),
después de catalogar los libros de Fiq hanefita y cuál de ellos son confiables y cuáles no, dice: “Todo lo
que hemos dicho acerca de los grados relativos de éstas compilaciones se relacionan con su contenido de
temas fiq; pero en cuanto a su contenido, el cual concierne a los hadices del Profeta (P. B. E), estos no son
aplicables, puesto que en muchos libros en que se basan la crema y nata de los faquíes, tienen hadices
totalmente fabricados, haciendo a un lado las disposiciones de los sabios. Es claro desde un punto de vista
analítico que aunque muchos de los autores son de modo alguno competentes, fueron descuidados con
sus citas de las narraciones (o sea, notas o glosas)’
          Uno de estos hadices falsos y fabricados que se hallan en algunos de los mejores libros que es el
siguiente: “Aquel que ofrece (realiza) las oraciones obligatorias durante el último viernes de ramadán,
valdrán por cada oración fallida durante toda su vida hasta la edad de 70 años”. Lucnoui dice en Al-
Aazaar al-Marfu’a fil-Ajbar al-Maudu’a (p. 315), después de haberse dado este hadiz: “Alí al-Qaari dice
en su al-Maudu’at as-Sugraa y al-Kubraa: ‘Esto es totalmente falso, porque contradice el ichmaa
(consenso de opinión)de que un acto de adoración no puede compensar aquello que se dejo de hacer por
años. De aquí, no hay lugar a que el autor dé mención del an-Niháya ni el resto de los comentaristas del
al-Hidaaya, porque ellos no son sabios del hadiz, ni dan referencia a este hadiz a cualquiera de los
compiladores de hadiz.’ ”
          Shaucani también hace referencia a este hadiz en Al-Fawaa’id al-Machmu’a fil-Ahadiz al-
Maudu’a de un modo similar al anterior (p. 54) diciendo: ‘Esto es una fabricación sin duda alguna –
¡porque ni siquiera lo encuentro en las compilaciones de hadices fabricados! Sin embargo, se ha hecho
popular entre algunos estudiantes de Fiq de la ciudad de San’a’ que muchos de ellos han comenzado
actuar conforme a él. Yo no sé quien lo ha fabricado para ellos-. Que Alá desgracie a los mentirosos”.
          Lucnoui dice más aún: “Ubicando dicho hadiz, que se encuentra en los libros de ceremonias y
rituales, es fabricado. He compuesto un breve ensayo con evidencia intelectual y narrativa llamado
Rechazo a las Cofradías con Invenciones sobre el Último Viernes de Ramadán, en el cual he
registrado aspectos que darán luz de los hechos, así que consúltenlo, porque es importante dicho tópico.”
          La aparición de hadices falsos similares en los libros de Fiq destruyen la confiabilidad de otros
hadices que no se inscriben en los libros de hadices confiables. Las palabras de Alí al-Qaari contiene una
indicación al respecto: ‘Un musulmán debe tomar el hadiz de la gente que es experta en la materia; como
el dicho árabe reza, La gente de Meca conoce las veredas abruptas mejor y el dueño de su casa conoce
mejor lo que hay en ella’ ”.
11
   En palabras resumidas del imám Nauauí de su Al-Machmu’ Sharjul Muhadhdhab (1/60) : “Los
eruditos en investigación de la gente del Hadiz y otros afirman que si un hadiz es débil, no debe
considerarse (con) ‘el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) dijo/hizo/ordenó/prohibió...’ u otras
frases que señalan certeza, en su lugar deben decirse ‘se reportó/señaló/narró de él...’ u otras que sugieran
incertidumbre. Ellos dicen (los sabios del din) que las palabras de certitud corresponden para los hadices
que son sajij(auténticos) y jásan(bastantes buenos); y las frases de incertidumbre indican todo (menos
hadiz). Esto es porque las frases que designan certeza significan que lo que se sigue es auténtico y sólo
ellas pueden usarse en el caso de algo confirmado, porque de otro modo estaríamos diciendo mentiras
sobre el Nabí (Salallahu alehi wa salam).
         Esta convención es ignorada por la mayoría de los faquíes de nuestros tiempos, que de hecho son
los más metidos en la disciplina, exceptuando a los mujadices expertos. Esta negligencia es indignante,
porque a menudo dicen de un hadiz sajij ‘Se reporta de él que...’, y sobre uno daíf (débil) ‘él dijo’ Y
‘reportado así y así...’ y ello está lejos de la realidad.”
ar-Raafi’i al-Kabir; existen muchos otros que no nombraremos por su gran
extensión. 12



       LAS RAZONES TRAS LA COMPILACIÓN DE ESTE LIBRO Y
              ALGUNAS DE SUS CARACTERÍSTICAS

Puesto que no me he encontrado un libro que cubra adecuadamente éste tema,
me sentí obligado a producir uno que aglomerara en lo posible la oración del
Profeta (Salallahu alehi wa salam), desde el takbír hasta el taslím, para bien de
los hermanos musulmanes que desean seguir la guía de su Profeta (Salallahu
alehi wa salam) en la adoración, de modo que sea fácil el usar éste libro para
cualquiera que sinceramente ama al Nabí (Salallahu alehi wa salam) y llevar
a cabo su ordenanza “Rezad como me habéis visto rezar.”

Así que me embarqué en una tarea difícil e investigué los hadices relevantes
de diversas fuentes. El libro que tiene en sus manos es el resultado final de
todo esto. Me propuse que solamente daría hadices que tuvieran una cadena
de narradores (isnad) auténtica de acuerdo a los principios de regulación en la
ciencia del hadiz. Descarté cualquier hadiz que se basara en narradores
desconocidos o vacilantes, ya sea que hubiesen tratado con la forma externa,
el recordatorio, la excelencia, etc. de la oración. Porque sostengo que los
hadices auténticos 13 son suficientes, sin dar lugar a lo endeble; porque a la
postre no hacen más (los hadices débiles) que llegar a conjeturas (daan) y
equívocos, pues como dice el Excelso:

“...Y en verdad la conjetura frente a la verdad no es nada” 14

Y el Profeta (Salallahu alehi wa salam) dijo: “Cuidaos de la sospecha,
porque en verdad la sospecha es la más falsa de las palabras”. 15 Por lo tanto,
no podemos adorar a Alá actuando conforme a hadices nada auténticos. De
hecho, el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) nos lo prohibió con
éste dicho: “Alejaos de decir cosas sobre mí excepto lo que conocéis”16 ;

12
   También en dicha categoría están los trabajos de nuestro profesor, autor de Irwá al-Galíl fi tajrích
Manaar as-Sabíl en 8 volúmenes, y Gáya al-Maraam fi tajrích ahadiz al-Halaal ual Haram, una
interpretación de los hadices encontrados en el libro Lo Lícito y lo Prohibido en el Islam del Dr. Yusuf
al-Qaradaawi (el cual contiene muchos hadices débiles).
13
   El término hadices auténticos implica los sajij (correctus) y los jásan (bonus) a la vista de los
mujadices, ya sea que un hadiz sea correctus per se o correctus pro alter, o bonus per se o bonus pro
alter.
14
   La estrella, 53:28
15
   Bujari y Muslim.
16
   Sajij – compilado por Tirmídi, Ahmed Ibn Abi Cheiba.
          Posteriormente descubrí que éste hadiz es débil: Me había basado en Manawi al declarar sajij el
isnad de Ibn Abi Cheiba, pero casualmente encontré que era evidentemente da’íf (débil), siendo el mismo
isnad tanto en Tirmídi como en otros –busquen en mi libro Silsila al-Ahadiz ad-Daífa (1783). Sin
puesto que nos ha prohibido relatar narraciones débiles, puede decirse que está
prohibido actuar conforme a éstas.

He dividido el texto en dos partes: La primera que es la principal y la segunda
que es la accesoria.

La parte principal incluye el texto de los hadices o frases tomadas de los
mismos, dando un seguimiento apropiado para dar sentido y continuidad al
libro de principio a fin. He sido cauteloso en cada hadiz del texto tal como han
de hallarse en los libros de la sunna. En donde se hallan hadices con diferente
expresión, he escogido la versión que mejor se ajusta a la continuidad, etc.; sin
embargo, he traído otras expresiones tales como: “[en una versión:...)” o “[en
una narración...)”. Sólo raras veces menciono el nombre de los Compañeros
que narraron los hadices o de los imams que recopilaron tales, para poder así
tener una lectura sencilla.

En cuanto a la parte accesoria, solo se trata de un comentario de la principal.
En ésta he determinado el origen o fuentes de los hadices, contemplando sus
diferentes versiones y ubicando la narración o narraciones del mismo, junto
con el comentario de sus isnades que apoyen dicha narración, dando validez o
descartando las observaciones o advertencias de los narradores, ya sea que
fuese confiable o débil y juzgando de acuerdo a las reglas de la ciencia del
Hadiz. A menudo, una cadena de narración conlleva palabras extras que no se
encuentran en otras de la misma cadena; así que he insertado éstas dentro del
hadiz original en la parte principal donde fuera posible hacerlo y no dar
discontinuidad, encerrándolas entre corchetes [...], a menudo sin establecer
cuales fuentes contenían dicha adición. Se ha hecho en el caso de que si el
hadiz es originalmente atribuido al mismo Compañero, o si no, donde [los
hadices) se dan por separado. Por ejemplo, en las súplicas de apertura, etc.
Esta inserción de palabras extras es bastante ventajosa, pues muchos libros no
las dan –Alabado sea Alá, por cuyo favor las buenas acciones se completan-.

Menciono en el texto accesorio los mad-jabs de los sabios en lo concerniente
a los hadices analizados, al igual que la evidencia y las refutas de cada punto
de vista; junto con la solidez o menoscabo de los argumentos. Por lo tanto,
hemos seleccionado más allá de esto la visión correcta que hemos dado del
texto principal. También en la parte accesoria, hemos dado algunos temas para
los cuales no hay nada escrito en la sunna, pero que han requerido ichtijad, y
no vienen bajo el título de este libro.




embargo, este dicho viene a propósito por el dicho que dijo el Profeta (Salallahu alehi wa salam): “Aquél
que relata de mí un dicho que (se) sabe es una mentira( ya que) ciertamente es uno de los mentirosos”.
Compilado por Muslim y otros.
Desde la publicación de éste libro con ambas partes [la principal y la accesoria
en árabe) no es factible de momento [colocar ambos) 17 por muchas razones,
por lo que hemos decidido publicar sólo la parte principal del libro [junto con
notas al pie de página como habrán ya notado) por la voluntad de Alá, y lo
hemos denominado Descripción de la Oración del Profeta, desde el inicio
al fin, tal como vieron que se realizó (Sifa Salatu Nabí, min at-takbír ilá at-
taslím ka’annaka taráhaa)

Sinceramente pido a Dios hacer éste trabajo de frente a Su rostro y ayudar a
mis hermanos de fe que obtengan beneficio de él, ya que Él es el que Todo lo
Oye, el Que Responde.


                             LA METODOLOGÍA DEL LIBRO

Puesto que el propósito del libro es llevar la buena guía del Profeta (Salallahu
alehi wa salam) con respecto a la oración, era esencial que no me limitara a
una escuela (mad-jab) en particular, por las razones antes mencionadas. Por lo
tanto, daré lo que está realmente confirmado del Profeta (Salallahu alehi wa
salam) y libre de dudas, ya que siempre ha sido hecho así por los sabios del
Hadiz 18 , sea que fueran de antaño o de reciente corte 19 , como reza el dicho:

La gente del Hadiz, del Mensajero su pueblo son
      Aunque con él no estuvieron, con el actuar de él vivieron.20

Así que este libro, Dios queriendo, reúne lo que es relevante en cada tema de
los diversos contenidos de los libros de hadiz y de los libros que tratan las

17
   Aquí se refiere a su publicación en inglés, que a su vez en español se hace de este modo, por ser
obviamente la versión que usted lee, una traducción directa de la misma.- N. T.
18
   Abul Hayy al-Lucnoui dice en Imám al-Kalám fimaa yata’allaq bil-Quiraa’a jalf al-Imám (p. 156),
como sigue:
         “Cualquiera que navega en los mares del Fiq y en los fundamentos de la jurisprudencia con
mente abierta, y no se permite a sí mismo ser perjudicado, sabrá con certeza que en muchos de los temas
primordiales y secundarios en los cuales los ulemas han diferido, el mad-jab de los sabios del Hadiz es el
más firme de los mad-jabs. Cada vez que exploro las distintas ramas de las diversas opiniones, encuentro
que el punto de vista de los mujadices es el más cercano a la verdad –Alá los recompense y los
favorezca-. Cómo podría ser de otro modo, cuando ellos son los verdaderos herederos del Profeta
(Salallahu alehi wa salam), y son los sinceros representantes de su ley –Que Alá nos incluya dentro de su
compañía y nos haga morir queriéndolos-.
19
   Subki dice en al-Fataua (1/148): “El asunto más importante de un musulmán es la oración, la cual a
todo musulmán debe importar y (debe) afianzar su realización estableciendo sus bases. Los temas
relacionados con la oración en los que hay un consenso y no hay escape de la verdad y otros temas, los
ulemas tienen divergencias. La aproximación correcta es mantenerse libres de disputas en lo posible, o
cerciorarse de lo que es auténticamente probado del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y adherirse a ello.
Cuando uno lo hace así, su oración será la más correcta y justa, incluyendo palabras del Exaltado: “Quien
espera encontrarse con su Señor, dejadlo actuar correctamente y con justicia” (Corán 18:110)”
20
   Del poeta Hássan ibn Mohámed a-Nasaui, tal como lo narró el hafiz en Diyaa’ a-Din al-Maqdisi en su
artículo sobre la excelencia del hadiz y su gente (la Gente del Hadiz).
diferencias entre los mad-jabs, de modo que el juicio correcto hallado en este
libro será claro para cualquiera de los mad-jabs. A partir de aquí, uno debe
actuar conforme a esto, Dios queriendo, estaremos entre aquellos que Alá ha
guiado: “En honor a la verdad, en lo que respecta a lo que ellos difieren, Alá
guía a quien Él quiere al camino que es correcto” 21

Cuando dichos principios, para mí, eran adherirme a la sunna auténtica e
implementarla en este libro al igual que otros, supe con seguridad que esto no
agradaría a ciertos grupos o sectas. De hecho, es muy posible que me injurien
o critiquen. Esto no me importa, porque yo también sé que agradar a todos es
una noción inasequible, ya que “Aquél que agrada a la gente para la ira de
Alá, Alá lo entrega a la gente” tal como lo dijo el Mensajero de Alá
(Salallahu alehi wa salam) 22 . La recompensa es con Alá, pues un autor apunta
en las siguientes líneas:

      Jamás del exceso rehuir pude
            Aún cuando en la cueva de una montaña escarpada
                                                           Estuve]
Pues ¿quién escapar indemne puede
            De la gente aún si tras las alas del águila esconder
                                                       pudiese?]

Para mí es suficiente que éste sea el más correcto de los caminos, el que Alá
ha ordenado a los creyentes tomar, en el cual el Profeta Mohámed (Salallahu
alehi wa salam), líder de los mensajeros ha explicado. Ésta es la vía que fue
trazada por los predecesores piadosos: los Compañeros, sus Sucesores y los
sucesores de los Sucesores, que incluyen a los cuatro imams, cuyas escuelas
de jurisprudencia están adscritos muchos musulmanes hoy en día. Todos ellos
estuvieron de acuerdo en la obligación de adherirse a la sunna y estar atentos a
ella; ignorar cualquier cosa que sea contraria a ésta, sin importar cuan grande
o pequeña sea, no puede sobrepasar el prestigio y talla del Mensajero de Alá
(Salallahu alehi wa salam). Por ello, he actuado conforme a su guía, siguiendo
su huella y llevando a cabo sus órdenes de mantenerme con los hadices
auténticos, aún si ello se opone a otros puntos de vista. Las ordenanzas de
aquellos que me han influenciado enormemente, han hecho que sea cuidadoso
en mi lectura por dicha vía y rechazar el seguir las opiniones ciegamente
(Taclíd). Pido a Alá el Exaltado los recompense enormemente.

LOS DICHOS DE LOS IMAMES CONCERNIENTES AL SEGUIMIENTO
DE LA SUNNA E IGNORAR SUS PUNTOS DE VISTA QUE LA
CONTRADICEN.


21
     Corán 2:213
22
     Tirmídi, Qudaa’i, Ibn Bushrán y otros
Sería bueno que diéramos algunos ejemplos de ellos aquí, porque así tal vez
amonestará o recordará a aquellos que siguen la opinión de los imames
ciegamente 23 –o sea, de aquellos que están lejos de serlo o son meros
aficionados-, adhiriéndose a sus mad-jabs u opiniones ¡Como si dichas
hubiesen descendido del cielo! Pero Alá, Poderoso y Sublime, dice:

“Seguid la Revelación que se os ha manifestado de vuestro Señor y no tengáis
por protectores y amigos sino a Él. Poco es para recordaros la admonición” 24


ABU HANIFA.

El primero de ellos es Abu Hanifa No’man ibn Zabit. Narran compañeros de
él varios dichos y advertencias con el objetivo de aceptar obligatoriamente el
hadiz, y rechazar las opiniones de los imams que lo contradicen (bajo los
siguientes criterios):

“Cuando un hadiz es sajíj, entonces tal es de mi mad-jab.” 25

“No es permitido a cualquiera aceptar nuestros puntos de vista si no se sabe de
donde los sacamos.” 26


23
   Esta es la clase de taclíd (ciega obediencia) que el imám Tajáui se refería cuando dijo: “solamente
algunos de espíritu partisano o de ciega obediencia sigue la opinión”- Acotado por Ibn ‘Aabidín en
Retrato de un Mufti (Rasmul Mufti)(Vol. 1, p. 32 de la compilación de sus ensayos)
24
   Corán 7:3
25
   Ibn ‘Abidín en al-Haashiya (1/63), y en su ensayo Rasmul Mufti (1/4) de La Compilación de los
Ensayos de Ibn ‘Abidín ), Sheik Saleh al-Fuláni en Icáz al-Himam (p. 62) y otros. Ibn ‘Abidín escribió de
Sharjul Hiaddaya de Ibn al-Shahna al-Kabír, maestro de Ibn al-Humám, como sigue:
“Cuando un hadiz es sajij y contradice el mad-jab, uno debe actuar conforme al hadiz y hacer de él su
mad-jab. Actuando conforme al hadiz no inhabilitará al seguidor de ser un hanefita, porque se reporta que
en verdad Abu Hanifa dijo: ‘Cuando un hadiz es sajij, entonces él es mi mad-jab’. Esto ha sido relatado
por el Imám Ibn Abdul Barr de Abu Hanifa y de otros imames.”
Esto es parte del conocimiento absoluto y piedad de los imames, porque ellos señalaron esto al decir que
ellos no eran expertos en toda la sunna, y el Imam Chafeí lo dilucidó posteriormente. Pudo haber sido que
ellos hubieran contradicho la sunna porque ellos no estaban enterados de ella, por lo cual ellos nos
ordenaron seguirla y considerarla como parte de sus mad-jab. Alá dé misericordia a ellos.
26
  Ibn Abdul Barr en Al-Inticaa’ fi fadá’il a-Zalaza al-Aima al-Fucajá (p. 145), Ibn al-Cayyim en I lam
al-Muquiín (2/309), Ibn ‘Abidín en sus Pies de Nota sobre Al-Bahr at-Rá’ic (6/293) y en Rasmul Mufti
(pp. 29, 32) y Sha’rani en Al-Mizán (1/55) con la segunda narración. La última narración fue compilada
por Abbas a-Dauri en a-Taríj por Ibn Ma’ín (6/77/1) con una cadena de transmisión correcta en base a
Zafar, el estudiante del imám Abu Hanifa. Existen narraciones similares atribuidas a Abu Hanifa, basadas
en los relatos de sus amigos: Zafar, Abu Yusuf y ‘Afiya ibn Yazid; cf Icáz (p. 52). Ibn al-Cayyim ratificó
su autenticidad en base a Abu Yusuf en I lam al-Muquiín (2/344). La añadidura a la segunda narración se
refiere al editor del Icáz (p. 65) a Ibn Adúl Barr, Ibn al-Cayyim y otros.
Si esto es dicho por quien no sabe la evidencia de aquellos, ¿Cuál sería su respuesta a el que conoce la
evidencia que contradice su dicho, pero aún da el veredicto contrario a la evidencia? Por lo tanto,
reflexionen lo dicho, porque por sí es bastante para arrasar la ciega obediencia de opinión; esto es el
porqué uno de los sheiks mucalid cuando lo critiqué por dar un veredicto con las palabras de Abu Hanifa
sin conocer la evidencia, rehusó a creer que estaba usando un dicho de Abu Hanifa
En una narración se cuenta: “Es prohibido a cualquiera dar veredictos en base
a mis palabras (ya) que no sabe cual es mi evidencia”

Otra narración añade: “...porque somos (meros) mortales decimos una cosa un
día y nos retractamos (de ella) al siguiente.”

En otra más se dice: “¡Maldito seáis! ¡Oh Ya’cub! 27 No escribas todo lo que
oigas de mí, porque puede pasar que yo tenga una opinión hoy y la rechace
mañana, o tenga una opinión mañana y la rechace pasado mañana.” 28

“Cuando diga algo que contradiga el Libro de Alá el Excelso o de algo que
narró el Mensajero (Salallahu alehi wa salam) entonces no hagáis caso a mis
palabras.” 29
27
     Ilustre estudiante del Imám Abu Hanifa, Abu Yusuf
28
  Esto era porque el imám muchas veces se basaba desde su propio punto de vista por el Quiyas
(Analogía), tras el cual había una analogía más sustentable que le venía a la mente, o un hadiz del Profeta
(Salallahu alehi wa salam) que le hubiese llegado, de modo que esto último lo aceptaba e ignoraba sus
previas opiniones. En palabras de Sha’rani en al-Mizán (1/62) se resume así:
         “Nuestra creencia es también aquella que cada investigador halla sobre el Imam Abu Hanifa la
cual es que, habiendo vivido hasta el registro de la Scharía, y estando en los viajes de los Guardianes del
Hadiz en distintas ciudades y fronteras para poder así compilarlos y adquirirlos, simplemente los habría
aceptado (los hadices) e ignorado todas las analogías empleadas (hasta ese momento). El monto del
quiyas en su mad-jab habría sido justamente el mismo que el de los otros mad-jabs, casi nada. Pero ya
que la evidencia de la Scharía había sido difundida entre los Sucesores y los sucesores de los Sucesores y
no habiendo sido colectado en su tiempo de vida, era necesario que hubiera más quiyas en su mad-jab en
comparación de los otros imames. Los sabios postrimeros entonces hicieron sus viajes para encontrar y
compilar los hadices de las diversas ciudades y pueblos para registrarlos; por ello, algunos hadices de la
Scharía explican otros. Esta es la razón verdadera tras la enorme cantidad de quiyas en su mad-jab, ya sea
que fuera poca en los otros mad-jabs.”
         Abul Hassanat al-Lucnoui citó sus palabras completas en An-Nafí al Kabír (p. 135),
respaldándola y expandiéndola en sus notas al pie de página, así que quien quiera consultarlo ahí está.
         Ya que ésta es la justificación por la cual Abu Hanifa algunas veces ha contradicho inconsciente-
mente los hadices verdaderos –y es una motivo bastante aceptable, porque Alá no asola ninguna alma con
más de lo que puede afrontar- no es permitido insultarlo por ello, como alguna gente ignorante ha hecho.
De hecho, es obligatorio respetarlo, porque él es uno de los imames de los musulmanes por medio del
cual éste din ha sido preservado y llegado a nosotros, en todas sus ramificaciones; también porque es
recompensado de cualquier modo, a sea que este correcto o equivocado. Tampoco es permisible a sus
adeptos continuar bajo el influjo de sus declaraciones (erróneas) que contradicen el hadiz auténtico,
puesto que tales declaraciones no son, efectivamente, parte de su mad-jab, como los anteriores ejemplos
lo muestran. Esto muestra dos extremos, y entre ellos la verdad permanece: “ ¡Señor! Perdónanos, a
nosotros y a nuestros hermanos que nos han precedido en la fe ¡Haz que no abriguen nuestros corazones
rencor a los que creen!¡Señor! Tú eres cortés, misericordioso” (Corán 59:10).
29
  Al-Fulaani en Icaza al-Himam (p. 50), remontándose al imám Mohámed dice: “Esto no se aplica al
muchtajid, porque es ajeno a sus opiniones de cualquier modo, pero ello se aplica al mucalid.”
         Sha’rani lo amplia en Al-Mizán (1/26):
         “Si se dice: ‘¿Qué es lo que debo hacer con los hadices que mi imám no utilizó, y se encuentra
que son auténticos después de él morir?’ la respuesta apropiada a esto es: ‘Actuar sobre ellos, ya que tu
imám de haberse topado con ellos y los encontró auténticos, él os habría instruido para seguirlos, porque
todos los imames están sujetos a la Scharía’. Aquél que lo hace así tendrá tanto bien como sus manos
sean, pero aquél que dice: ‘Yo no actuaré conforme a un hadiz que mi imám no puso en práctica’,
entonces se estará perdiendo de las bondades al igual que los seguidores de los mad-jabs de los imames
hacen. Será mejor para ellos actuar conforme cada hadiz encontrado auténtico tras la desaparición del
imám, siendo esto la voluntad de los imames, ya que es nuestra firme creencia que los imames de haber
MALIK IBN ANAS

Como el mismo Imám dice:

“En verdad que soy solo un mortal: Me equivoco [a veces) y acierto [a veces).
Por lo tanto, mirad en mis opiniones: Todo lo que está acorde al Libro y la
sunna, aceptadlo, y todo aquello que no está de acuerdo con el Libro y la
Sunna, ignoradlo.” 30

“Aquél después del Profeta (Salallahu alehi wa salam) tendrá sus dichos [los
dichos de aquél) aceptados y rechazados – no así el Profeta (Salallahu alehi
wa salam)”. 31

Ibn Uahb dijo: “Escuché que Malik fue cuestionado sobre la limpieza entre los
dedos de los pies durante la ablución. Él respondió: ‘La gente no tiene porque
hacerlo’. No me acerqué a él sino hasta que la multitud se había reducido,
entonces le dije: ‘Sabemos una sunna sobre eso’. Él contestó: ‘¿Cuál es?’ Y le
dije: ‘Laiz ibn Sa’d, Ibn Laje’a y ‘Amer ibn al-Harit nos narraron de Yazid
ibn ‘Amer al-Ma’afiri de Abu Abd al Rahmán al-Hubuli de Mustaurid ibn
Chaddad al-Curashi, quien dijo: ‘ Ví al Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa
salam) frotarse entre los dedos del pie con su dedo meñique’, (a lo que) él
dijo, ‘este hadiz es bueno; no había escuchado de él nada, hasta ahora’.
Posteriormente supe que él era cuestionado sobre el mismo asunto, a lo cual él
ordenaba que se limpiaran entre los dedos de los pies.” 32




vivido por más tiempo y hubieran llegado a conocer aquellos hadices auténticos después de no saberlo,
ellos definitivamente los hubieran aceptado y actuado conforme a ellos, ignorando cualquier analogía que
previamente ellos hubieran dictaminado y cualquier opinión que hubieran sostenido.”
30
   Ibn Abdúl Barr en Yamí Bayaan al-Ilm (2/32), Ibn Hazm, citándolo de lo anterior en Usul al-Ajcam
(6149) y similarmente Al-Fulani (p.72)
31
  Este dicho es bien conocido de Malik que circula entre los entre los sabios tardíos. Ibn Abdul Hadi lo
confirmó en Irshad a-Salik (227/1); Ibn Abdúl Barr en Yamí Bayaan al-Ilm (2/91) e Ibn Hamzm en Usul
al-Ajcam (6/145, 179) lo habían narrado como un dicho de al-Hakam ibn Utaiba y Muyajid; Taqui a-Din
a-Subki lo dio embelasado, en al-Fataua (1/148) como un dicho de Ibn Abbas y después dijo: “Estas
palabras fueron originalmente de Ibn Abbas y Muyajid, de quienes Malik las retomó, y por eso se volvió
famoso”. Parece que el Imam Ahmed después tomó este dicho de ellos, como lo dijo Abu Daud en
Masaail del Imam Ahmed (p. 276): “Escuché a Ahmed decir, ‘Cada quien es aceptado y rechazado por
sus opiniones, con excepción del Profeta (Salallahu alehi wa salam)’.”
32
     De la introducción a Al-Yarj ua-Ta’dil de Ibn Abi Hatim, pp. 31-2.
CHAFEÍ

En cuanto al Imám Chafeí, sus notas son muchas y hermosas 33 ; sus seguidores
fueron los mejores en su adscripción:

“Las sunnas del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) van y vienen a
cada uno de nosotros (constantemente). De modo que adonde sea que expreso
mi opinión, o formulo un principio, donde algo contradice mi punto de vista
(es que) existe la (opinión) del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam),
entonces el punto de vista correcto es aquél que el Mensajero de Alá
(Salallahu alehi wa salam) ha dicho, y esto es mi punto de vista (también)”. 34

“Los musulmanes están unánimemente de acuerdo que si una sunna del
Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) ha esclarecido algo a alguien, no
se permite a éste dejarla por el dicho de cualquier otro.”

“Si vos encontráis en mis escritos algo diferente a la sunna del Mensajero de
Alá (Salallahu alehi wa salam), entonces hablad en base a la sunna del
Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) y abandonad lo que he dicho”.

En una narración se dice: “...entonces seguidla (a la sunna) y no miréis
quienes a los lados tienen dichos”.



33
   Ibn Hazm dice en Usul al-Ajcam (6/118):
          “En verdad las opiniones seguidas por todos los faquíes eran contrarias al taclid, y ellos
prohibieron a sus camaradas de seguir sus opiniones ciegamente. El más severo entre ellos al respecto fue
Chafeí, porque él enfatizaba repetidamente, más que cualquier otro, siguieran las narraciones auténticas y
aceptaran cualquier prueba dictada; él también se desentendía de que lo siguieran ciegamente y así lo
anunció a los de su rededor. Que esto lo beneficie frente Alá y dicha recompensa sea la más grande,
porque él ha aportado grandes bondades”
34
    Relatado por Hakim con un sanad que continua hasta Chafeí, como en Tarij Dimashq de Ibn ‘Asáki
(15/9/10)
“Cuando un hadiz es sajíj, entonces él es mi mad-jab.”

“Vosotros estáis más percatados del hadiz que yo, así que cuando un hadiz es
correcto, informadme de él, ya sea que es de Cufa, Basora o Siria, de modo
que pueda tomar el punto de vista del hadiz en cuenta, en tanto éste sea
correcto”.

“En cada tema donde la Gente de la Narración encuentra un reporte correcto
del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) y contradice lo que he dicho,
entonces desechad mi dicho, si es mientras vivo o posterior a mi muerte”.
“Si vosotros me oís decir algo, y es algo que está en contra de lo
auténticamente reportado por el Profeta (Salallahu alehi wa salam), entonces
sabed que mi cordura está lejos”.

“Por cada cosa que digo hay algo auténtico del Profeta (Salallahu alehi wa
salam) que contradice mis palabras, entonces el hadiz del Profeta (Salallahu
alehi wa salam) está primero, así que no sigáis mi opinión.”

“Cada declaración basada en palabras del Profeta (Salallahu alehi wa salam)
es también de mi parecer, aún si no la escucháis de mí.”


AHMED IBN HAMBAL

Imám Ahmed fue el más destacado de los imams al compilar la sunna y
adherirse a ella, tanto que inclusive “lo disgustaba un libro que consistía de
deducciones y opiniones escritas” por eso él dijo:

“No sigáis mi opinión ni sigáis la opinión de Malik, de Chafeí, de Auzaa’i y ni
de Sauri, sino tomad de dónde lo extrajeron”.

Narraron que: “No copiéis vuestra religión de cualquiera de ellos pues lo que
viene del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y sus Compañeros, tomadlo;
después (lo que viene) a sus sucesores, donde un hombre tiene elección.”

Una vez relatando: “El seguir significa que un hombre sigue lo
que viene del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y sus Compañeros; después
sus sucesores y (así) él tiene una elección.”

“La opinión de Auzaa’i, la de Malik, la de Abu Hanifa son eso, solo
opiniones: todas ellas iguales ante mis ojos. Sin embargo, la prueba se
encuentra en las Narraciones [del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y sus
Compañeros].”
“Cualquiera que rechaza una declaración del Mensajero de Alá (Salallahu
alehi wa salam) está al borde de la destrucción.”
Estos son dichos claros y lúcidos de los imams acerca de seguir el hadiz y
prohibir la obediencia de sus opiniones sin una evidencia visiblemente clara,
tal como la mera opinión e interpretación, que no son aceptables.

De aquí, cualquiera que se adhiriera a lo que la sunna ha probado ser
auténtico, aún si ello se opone a los dichos de los imams, ello no contradice su
mad-jab, ni lo desvía del camino, sino más bien, el individuo estará
siguiéndolos a todos ellos y estará asido a la más pura verdad, que nunca se
desvanece. Sin embargo, no es el caso de quien ha abandonado cualquiera de
las sunnas auténticas solo porque ellas contradicen sus puntos de vista; al
contrario, tal persona estaría desobedeciéndolos y oponiéndose a los dichos
antes mencionados, siendo que Alá establece:


“Pero ¡no por tu Señor! No creerán hasta que te hayan hecho juez de su
disputa; entonces ya no encontrarán en sí mismos dificultad en aceptar tu
decisión y se adherirán plenamente.”


También dice:

“¡Que tengan cuidado los que se hurtan a su orden (la de Mohámed), no
sea que les aflija una prueba o que les aflija un castigo doloroso!”

El Hafiz Ibn Rayab al-Hambali dice:

“Por lo tanto, es obligatorio sobre cualquiera que escucha una orden del
Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) o la conoce, explicarla a la
umma, aconsejándola con sinceridad y ordenándoles seguir su orden, aún si
ésta contradice algún renombrado (ulema). Esto es porque la autoridad del
Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) tiene todo el derecho de ser
respetada y seguida, por encima de la opinión de algún famosísimo (ulema)
que ha contradicho la orden del Mensajero en cualquier asunto por
desconocimiento. Esto es el por qué los Compañeros y aquellos que refutan a
cualquiera que contradice la sunna son algunas veces muy estrictos en sus
refutas, no sin granjearse el odio de las personas que lo amaban y respetaban,
ya que el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) es más amado por ellos
y sus ordenanzas son superiores a las ordenanzas de cualquier criatura. De
aquí se desprende que una orden del Mensajero debe ser apropiadamente
consolidada y cumplida. Nadie debe dejar de respetar a la persona que
refutaron porque saben bien que ella será perdonada (por su error); de hecho,
esto último no le debe perturbar ya que la orden del Mensajero de Alá fue que
claramente se deben de oponer.”
De hecho, cómo podría molestarles eso, cuando ellos mismos han ordenado a
sus seguidores hacerlo, como hemos visto, y se han unido a ellos para
abandonar cualquier punto de vista que contradice a la sunna. De hecho Imám
Chafeí dijo a sus camaradas que le achacaran la sunna auténtica también, aún
si él no la había adoptado o hubiera adoptado algo contrario a ella. De aquí,
cuando el analista Ibn Daquic al-‘Eid los compiló a todos ellos en un fastuoso
volumen en los temas de los cuales uno o más de los cuatro mad-jabs de los
imames habían contradicho el auténtico hadiz, escribió al principio de éste:
“Esta prohibido imputar estas respuestas a los imames muchtajids, y es
obligatorio sobre los juristas que siguen sus opiniones conocer éstas de modo
que ellos no puedan citarlas con respecto a estos y de permanecer en su
contra.”




    LOS SEGUIDORES DE LOS IMAMES QUE ABANDONAN SUS
     PUNTOS DE VISTA SI ESTOS CONTRADICEN LA SUNNA

Debido a todo lo que hemos mencionado, los discípulos de los imams, un
número de personas que van desde los antiguos hasta unos cuantos de épocas
recientes, no hubieran aceptado todos los puntos de vista de sus imams; por el
contrario, ignoraban muchas cosas cuando hallaban que claramente aquellos
iban contra la sunna. Incluso los dos imams, Mohámed Ibn al-Hassán y Abu
Yusuf, tuvieron diferencias con su sheik Abu Hanifa “en un tercer mad-jab”,
como lo prueban los libros de massaail. Igualmente se dice lo mismo sobre el
Imám al-Muzani y otros seguidores de Chafeí y otros imams. Si empezamos a
dar ejemplos y discusiones esto se volvería extenso, tardado y estaríamos
divergiendo de lo que intentamos dar en esta introducción, de modo que nos
limitaremos a dos instancias:

Imám Mohámed dice en su Muwatta (p. 158): “En cuanto a Abu Hanifa, él no
consideraba que hubiera una oración de súplica para la lluvia, empero
sostenemos que el imám reza dos rakás y después suplica y extiende su ropa
envuelta...”

Tenemos de ‘Isám Ibn Yusuf al-Balji, uno de los compañeros de Imám
Mohámed y sirviente de Imám Abu Yusuf, que éste “daba veredictos
contrarios a los de Imám Abu Hanifa, porque él no sabía las evidencias de éste
último, mientras que otra evidencia se presentaba por sí misma a él, de modo
que daba los veredictos usando aquella.” De aquí, “él alzaba sus manos al
inclinarse (en la oración) y continuar (con las manos alzadas) al incorporarse
de ésta (posición)”, como en la sunna mutawatir del Profeta (Salallahu alehi
wa salam); el hecho es, lo que los tres imams [o sea, Abu Hanifa, Abu Yusuf
y Mohámed) dijeron, no hubiera podido de ningún modo impedirle practicar
esta sunna. Esta es la aproximación que cada musulmán está obligado a tener,
como hemos visto del testimonio de Los Cuatro imams y demás.

Resumiendo: Espero sinceramente que ningún seguidor de algún imám se
apresure a condenar los principios de este libro y abandone el beneficio de la
sunna del Profeta que hay en él, con el argumento que ellos están
contradiciendo su mad-jab. Espero que tales personas en su lugar
considerasen que lo que hemos ofrecido en las exhortaciones a los imams en
cuanto a obedecer y actuar sobre la sunna implica omitir las declaraciones que
la contradicen (a la sunna). También tengo la esperanza de que se dará cuenta
que condenar el carácter de este libro es condenar todo lo que el imám está
siguiendo, porque hemos tomado estos principios de los imams, como
anteriormente habíamos señalado. Por lo tanto, cualquiera que rehúsa ser
guiado por ellos en este camino está en gran peligro, porque tal rechazo
necesariamente lo aleja de la sunna a la cual se nos ha ordenado tomar de
referencia en caso de diferencias de opinión y de la cual también dependemos
totalmente.

Pido a Dios que no me convierta en aquellos que Él menciona:

“Cuando se llama a los creyentes ante Alá y su Enviado para que decida
entre ellos, se contentan con decir: ‘¡oímos y obedecemos!’ Esos son los
que prosperarán. Quienes obedecen a Alá y a Su Enviado, tienen miedo
de Alá y le temen, ésos son los que triunfarán.” 35

                       ACLARACIÓN DE CONCEPTOS

La introducción anterior fue escrita hace diez años, tiempo durante el cual se
nos ha hecho necesario que nuestras palabras han tenido un efecto positivo
sobre la juventud musulmana al guiarla hacia sus obligaciones en materia de
religión y adoración, para volver a las fuentes más puras del Islam: el Libro y
la Sunna. Entre ellos existía un aumento en los rangos de aquellos que
practicaron la sunna y se entregaron totalmente a ella. Sin embargo, sigo
viendo a varios de ellos renuentes a la práctica de la sunna, y no porque se
deba a que duden en sus obligaciones (de ejecutarla) tras la lectura de los
versos coránicos y las advertencias de los imames de regresar a la sunna, sino
porque ellos han escuchado de algunos sheiks mucalids algunas objeciones y
malas interpretaciones al respecto. Es así como he decidido mencionar estas
nociones erradas y refutarlas, a modo de motivación para más gente de
practicar la sunna y así estar de entre los salvos, Dios queriendo.

Concepto Erróneo 1: Algunos dicen: “No hay duda que es obligatorio
regresar a la guía de nuestro Profeta (Salallahu alehi wa salam), en materia

35
     Corán 24: 51-52
de religión, especialmente en los actos recomendados de adoración tales
como la oración, donde no hay lugar para la opinión o el ichtijad, debido a su
naturaleza inmutable. Sin embargo, muy difícilmente escuchamos alguno de
los “mucalids” proponer esto. De hecho, los vemos que tienen diferencias de
opinión, que las consideran de gran flexibilidad para la “umma”. Su prueba
para esto es el hadiz que ellos mencionan repetidamente en tales
circunstancias, cuando quieren refutar a quienes sostienen la sunna: “La
diferencia de opinión (ijtilaf) entre mi umma es una misericordia (rajma)”.
A nosotros nos parece que este hadiz contradice el principio por medio del
cual usted nos invita (seguir) y en base a lo que usted ha compilado este libro
y otros. De modo que ¿Qué tiene que decir respecto a dicho hadiz?”


Respuesta: La respuesta se puede ver desde dos ángulos:

El Primero: Que el hadiz no es auténtico, en realidad es falso y sin
fundamento. ‘Aláma Subki dijo: “No me he encontrado una cadena de
narración para éste que indique sea auténtico, débil o fabricado”, es decir, ¡No
existe ninguna cadena de narración para este “hadiz”!

También ha sido señalado al respecto: “... la diferencia de opinión entre mis
Compañeros es una misericordia para vosotros” y “mis Compañeros son
como las estrellas, así que cualquiera de ellos que sigáis, vosotros seréis
guiados.” Ambas declaraciones no son auténticas: la primera es muy endeble;
la segunda es (verdaderamente) fabricada. (Ver apéndice 1)

El Segundo: Este hadiz contradice al glorioso Corán, porque las aleyas que
prohíben el divisionismo en la religión y gozar de la unificación son bien
consabidas como para mencionarlas. Sin embargo, no hay inconveniente en
dar algún ejemplo de ellas al respecto; Alá dice:

“... ¡No discutáis! Si no, os desanimaréis y se enfriará vuestro ardor.”

“... ¡Y no seáis de entre los politeístas (mushrikín)! ¡De los que escinden su
religión en sectas, contento cada grupo con lo suyo!”

“Más no cesan en sus discrepancias, excepto aquellos que han sido objeto
de la misericordia de tú Señor”.

Por lo tanto, si en aquellos que el Señor ha tenido misericordia para que no
disputen y es la gente de la falsedad la que sí lo hace ¡¿Es posible que la
disputa (o discrepancia) sea una misericordia?!

Se deduce de aquí el hadiz entonces no es auténtico, ni en su cadena de
narración ni en su significado, por lo cual, es claro y obvio que no puede ser
usado para justificar la terquedad de no actuar conforme al Corán y la sunna,
que es lo que nuestros imams nos han ordenado seguir sobre todas las cosas.

Concepto Erróneo 2: Algunos dicen: “Si diferir en el din está prohibido,
¿Qué me dice sobre las diferencias entre los Compañeros y de los imams que
los sucedieron? ¿Existe alguna diferencia entre sus discrepancias (de los
compañeros y sucesores) y las de las generaciones posteriores?”

Respuesta: Sí, hay una gran diferencia entre estos dos ejemplos de
discrepancias, que se manifiestan a sí mismas en dos formas: primero la de
causa y la segunda es la de efecto.

En cuanto a las discrepancias (o diferencias) de entre los Compañeros-
inevitables- eran las del entendimiento: Ellos no discutían por gusto. Otros
factores de su época contribuyeron para tal, necesitando de la diferencia de
opinión y que posteriormente se desvanecieron después de su época. Este tipo
de diferencia es imposible de evitar en su totalidad y por ello la gente no
puede ser culpada por las razones antes mencionadas en las aleyas, por la
ausencia de las condiciones apropiadas, es decir, diferir a propósito e
insistiendo en ello.

Pero en cuanto a las diferencias halladas entre los mucalids de hoy, estas son
inadmisibles e inexcusables. Prueba de ello está en el Corán y en la sunna, que
pasa a apoyar a un mad-jab distinto que el que le es habitual, de modo que
hace a un lado la prueba solo porque ella contradice a su mad-jab. ¡Y sucede
aunque su mad-jab es el original, o del din que Mohámed (Salallahu alehi wa
salam) trajo, mientras que otros mad-jabs conformen en sí dines diferentes
que han sido abrogados! Muchos otros toman posturas extremistas con lo que
respecta a los mad-jabs –por todas sus diferencias- como códigos paralelos a
la Ley (de Dios), como algunos de sus adeptos posteriores lo explican: No hay
perjuicio en que un musulmán tome lo que le plazca de ellos y deje lo que le
disguste, ¡porque todos ellos son códigos de ley válidos!

Ambas categorías de gente justifican su permanencia dividida por este hadiz
falso: “La diferencia entre mi umma es una misericordia” -¡Así es como
muchos de nosotros los oímos usar ésta evidencia!- ellos justifican el hadiz
diciendo que el hadiz permite flexibilidad para la umma; además del hecho
que estos “razonamientos” son contrarios a los versos explícitos del Corán y al
significado de las palabras de los imams antes mencionados, de los cuales hay
textos que refutan a aquellos.

Ibn al-Casim dijo:

“Escuché a Malik y a Lait decir algo diferente de los Compañeros del
mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam): ‘No es como la gente dice: “hay
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  • 2. LA ORACIÓN DEL NABÍ (SALALLAHU ALEHI WA SALAM) TAL CUAL LA HIZO.
  • 3. º APÉNDICE 1 La inconsistencia de los hadices que aprueban el ijtilaf (desacuerdo, diferencia) De: Silsilat al-Ahadiz ad-Da’ífa ual-Maudú’a (58-62) por Sheik al-Albani. 1) “La diferencia entre mi umma es una misericordia.” a) Lá Asla Láju (infundado/sin bases). Los mohadices han intentado encontrar algún isnad para el hadiz pero no han encontrado ninguno, al grado de que Suyúti dijo en su obra al-Yamí as-Saguír: “tal vez fue recopilado en uno de los libros de los hafices, el cual no ha llegado hasta nosotros.” Esto es insoportable, pues sugiere que uno de los dichos del Profeta (Salallahu alehi wa salam) está perdido para siempre, lo que para un musulmán no le es permitido creer. Manáui, citando a Subki dice: “El dicho no es conocido de los mohadices y en lo personal no puedo encontrar un solo isnad en él, ora sajíj, ora da’íf ora maudú”, y esto mismo es avalado por el Sheik Zacarías al-Ansarí en sus notas de Tafsír al-Baidauí [92-2] Más aún, el significado de este hadiz es también incorrecto como lo demuestra la corroboración de los eruditos, ya que Ibn Hazm dice en su al-Ijkam fi Usul al Ajkam [5/64] tras haber indicado que no es ningún hadiz: “Este es uno de los dichos más incorrectos existentes, puesto que si el ijtilaf es una misericordia, entonces el acuerdo sería un castigo, algo que ningún musulmán debe decir, porque sólo o se está de acuerdo o no, y solo puede haber misericordia o castigo.” Ibn Hazm dice más al respecto: b) Contradice el Corán, el cual condena el Ijtilaf en muchas suras. 2) “Mis Compañeros son como las estrellas; a cualquiera de ellos que sigáis, seréis bien guiados.” b) Maudú (fabricado). Contado por Ibn Abdúl Barr en Yamí Bayán al-‘Ilm [2/91] & Ibn Hazm en al-Ijkam [6/82] por medio de Salam ibn Sulaim, quien
  • 4. dijo (de): al-Hariz ibn Guisén nos narró de al-A’mash quien a su vez de Abu Sufián y a su vez de Yabir y por último del Profeta (Salallahu alehi wa salam). Ibn Abdúl Barr dijo: “la prueba no puede fundamentarse con este isnad porque al-Hariz ibn Guisén es mach-jul (desconocido)”; Ibn Hazm dijo: “Esta es una narración derruida. Abu Sufian es débil; al-Hariz ibn Guisén es Abu Uahb a- Zacafí; Salam ibn Sulaiman narró muchos hadices fabricados, y sin duda este es uno de ellos.” Criticar este hadiz de Salam ibn Sulaim –también conocido como Salam ibn Sulaiman –es mejor, porque él está de acuerdo de que es da’íf; de hecho, Ibn Jirás dijo sobre él que es “un mentiroso” e Ibn Hibban dijo: “él narró hadices fabricados.” En cuanto a Abu Sufián, él no es débil como Ibn Hazm dijo, pero más bien es confiable como dijo Ibn Hayar en a-Tacrib, y Muslim narra de él en su Sajíj. Al-Hariz ibn Guisén es desconocido ya que Ibn Hazm dijo lo mismo que Abdúl Barr, a pesar de que Ibn Hibban lo menciona en a-Zicat (los narradores confiables). Con tales antecedentes, Ahmed dijo: “este hadiz no es auténtico”, como lo acotó Ibn Cudáma en la obra al-Muntajab [10/199/2]. En cuanto a lo que dice de Sha’rani en al-Mizán [1/28]: “este hadiz, aunque controversial a los ojos de los mujadices, sin embargo no es auténtico a los ojos de la gente de Kashf” ¡es totalmente falso y caprichoso y lo cual no tiene importancia! Esto es porque autentificar los hadices por medio del kashf (“expuesto”, a un estado de trance) es una innovación maligna de los sufistas, y dependiendo de esto llegan a lo auténticamente falso, a los hadices infundados tales como éste. Esto es porque, y en el mejor de los casos, el kashf es como una opinión, que a veces es correcta y otras veces no –y eso si no es de un deseo personal caer en ello-. Pedimos a Alá nos aleje de ello y de todo con lo que le desagrada. Narraciones similares a lo anterior continúan: 2.1) “El ejemplo de mis Compañeros es como las estrellas; a cualquiera de ellos que sigáis, seréis bien guiados.” Maudú (fabricado). Relatado por Cudá’i (109/2) a través de: Yáfar ibn Abdúl Uahid, quien dijo: Uahb ibn Parir ibn Azim nos lo informó de su padre y a su vez de al-A’mash, y a su vez de Abu Saleh y a su vez de Abu Huraira y por último del Profeta (Salallahu alehi wa salam).
  • 5. Uno de los mohadices, Ibn al-Mohíb o Dájabi, escribieron al margen: “este hadiz no es nada auténtico”, o sea, que es fabricado; el defecto aquí es Yáfar, sobre quien Daracútni dijo: “él solía fabricar hadices”; Abu Zur’a dijo: “él narró hadices infundados”; Dájabi dio unos hadices, los cuales motivaron que él lo despreciara, entre ellos éste, diciendo luego: “¡Esto es una calamidad suya!” 2.2) “Lo que sea que os ha sido dado del Libro de Alá acatadlo; no hay ocasión para quien lo abandone. Si no se halla en el Libro de Alá; (acatad) un precedente mío (sunna). Si no hay precedente mío (sunna), entonces (acatad) lo que mis Compañero dicen: pues en verdad mis Compañeros pertenecen a la constelación de estrellas; así que cualquiera de ellos elijáis, seréis guiados y el desacuerdo de mis Compañeros es una misericordia para vosotros.” Maudú (fabricado). Compilado por Jatib en al-Kifaya fi ‘Ilm a-Riuaya [p.48] y también por Abul-Abbas al-Asamm en su Hadiz (no. 142), & Ibn ‘Asakir [7/315/2] por medio de: Sulaiman ibn Abi Karima, a su vez de Yuwaibir a su vez de ad-Dajak a su vez de Ibn Abbás a su vez del Profeta (Salallahu alehi wa salam). Es de un isnad Da’íf Yiddan (muy pero muy débil). Sobre Sulaiman ibn Abi Karima, Ibn Abi Hatim [2/1/138] reportó de su padre sobre éste: “Es él débil en hadiz.” Yuwaibir es Ibn Saíd al-Azadí, y es matruc (desidioso) como han dicho Daracútni, Nasái y otros; e Ibn al-Madiní lo declaró muy débil (casi falso). Al-Iraquí acotó la última parte del hadiz en su Tajrich del libro de Ihyaa’ ‘Ulum a-Din [1/25] y después dijo: “es un isnad da’íf.” En realidad el isnad es muy débil debido a lo que se ha dicho de Yuwaibir, como dijo Shajáwi en al-Macásid. A pesar del propósito que tiene el hadiz, éste es fabricado, y es claro de lo que ha precedido y de lo que le seguirá. Suyúti acotó el hadiz completo en su tratado Yazil al-Muwajib fi Ijtilaf al- Mad-jajib por una narración de Baijáqui en al-Madjal, y Dailami lo transmitió por esta vía, como ocurre en al-Mauduát de Alí al-Qari [p. 19]. Una vez que se conoce esto, entonces lo dicho por Suyuti en el ya mentado tratado es muy extraño: “…y este hadiz contiene muchos puntos que destacar; entre ellos que él (Salallahu alehi wa salam) nos informa de los desacuerdos entre los mad- jabs en asuntos insignificantes, y que es uno de sus milagros, ya que es
  • 6. información sobre lo desconocido; también, que está complacido con la aprobación del desacuerdo, ya que él lo describe como una misericordia, y que una persona abrumada puede escoger a cualquiera (de los Compañeros) de los que desee (en opinión)”. Podría decírsele: primero pon el trono y te sientas sobre él. Lo que él ha mencionado sobre la elección es falso: no es posible para el musulmán aferrarse a esto acatar y luego a su generalidad, ya que lleva al quiebre de las restricciones en la Scharía, lo cual no es difícil de observar. Véase también la discusión que sigue como 2.4. 2.3) “Pedí a mi Señor sobre lo que mis Compañeros discrepaban tras de mí, así que Alá me inspiró: ¡Oh Mohámed! Tus Compañeros son para Mí de la constelación de estrellas- algunos más brillantes que otras; así que cualquiera que tome de ellos algún asunto donde aquéllos discrepan, para Mi, ese esta guiado.” Maudú (fabricado). Reportó Ibn Batta esto en al-Ibána [4/11/2], Jatib, Nizam al-Malik en al-Amáli[13/2], Diyá en al-Muntacá ‘an Masmu’atiji bimaru [116/2] & Ibn Asakir [6/303/1] por medio de: No’aim Ibn Hammad, quien dijo: Abdú Rahim ibn Zeid nos narró de su padre y a su vez de Saíd ibn al-Musayyib a su vez de Omar ibn al-Jatab y a su vez del Profeta (Salallahu alehi wa salam) Este isnad es maudú. No’aim Ibn Hammad es débil: Ibn Hayar dijo: “Comete muchos errores.” Sobre Abdú Rahim Ibn Zeid al-‘Amí, Bujari dijo: “él es desidioso”; Abu Hatim dijo: “Sus hadices son abandonados: él es inaceptable en el hadiz –él solía subestimar a su padre al narrar las desgracias de aquél”; Ibn Mahín ha calificado a Abdú Rahim como un mentiroso; dice en al-Mizan: este hadiz es falso.” 2.4) “De verdad, mis Compañeros son como las estrellas: así que si aceptáis cualquiera de su dichos, estaréis guiados.” Maudú (fabricado). Ibn Abdú Barr lo registra en forma mu’alac (interrumpido, o sea, una cadena incompleta de narradores al final del compilador) e Ibn Hazm lo reporta de él; la cadena completa fue proveída por Abd Ibn Humaid en al-Muntajab min al-Musnad (86/1):
  • 7. “Ahmed ibn Yunus me informó: Abu Shihab al-Hannat nos narró de Hamza al-Yazri, y a su vez de Náfi’, a su vez de Ibn Omar y a su vez del Profeta (Salallahu alehi wa salam)’’. Ibn Batta lo narró también en al-Ibana [4/11/2] por una cadena alterna de Abu Shihab. Ibn Abdú Barr dijo: “este isnad es falso; ninguno sirve de prueba de que haya sido reportado por Náfi’.” El tal Hamza es Ibn Abi Hamza; Daracútni dijo sobre él: “Matruc (desidioso)”; Ibn ‘Adi dijo: “Sus narraciones son en su mayoría fabricadas”; Ibn Hibbán dijo: “él nada más narra cosas que fabrica a partir de narradores confiables, a tal grado que parece que lo hace deliberadamente- no es permitido registrar nada de él.”; Dájabi acotó algo de sus hadices inventados en al-Mizan, y éste es uno de ellos. Ibn Hazm dijo en al-Ijkam (6/83), después de declarar que este hadiz (no. 2, con todas sus versiones) es indudablemente una mentira que contradice claramente a muchas aleyas del Corán, o sea, La estrella (53:3-4), las Mujeres (4:82) y el Botín (8:46). Por lo cual: “…es absurdo que el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) nos hubiese ordenado el seguir cada opinión expresada por los Compañeros, porque hubo entre ellos quienes permitieron algo mientras que los otros lo prohibían; si lo anterior es el caso, comerciar con tóxicos sería permitido si uno siguiera a Samura ibn Yundub; sería permitido para alguien ayunar para comer nieve si uno siguiera a Abu Talha, pero prohibido al seguir a otros además de este; evitar el Gusl debido al interrumpir del coito sería obligatorio si uno siguiese a Alí, Osmán, Talha, Abu Ayyub y Ubayy ibn Ka’ab; pero prohibido si uno siguiese a Aixa e Ibn Omar; y toda esta clase de ejemplos nos han sido contados con cadenas auténticas de narradores.” Luego él continúo explicando como algunas opiniones expresadas por los Compañeros en las cuales ellos estaban errados en la Sunna, tanto en el período de vida del Profeta y posteriormente a su muerte, afirma (6/86) lo siguiente: “Así que ¡¿cómo es permitido seguir ciegamente las opiniones de la gente que comete errores al mismo tiempo que acierta?!” Anterior a esta declaración, él había explicado en su capítulo la Discrepancia Condenada (5/64), que los errores derivados de aquéllos que dicen “el desacuerdo es una misericordia”, usan como evidencia el hadiz “Mis
  • 8. Compañeros son como las estrellas: a cualquiera de ellos que sigáis, seréis bien guiados”, nos aclara que el hadiz es una mentira por muchas razones: i) No es auténtico con respecto a su cadena de narradores. ii) El Profeta (Salallahu alehi wa salam) no nos pudo ordenar seguir algo que él mismo ha declarado erróneo a la vez, o sea, v. gr. una vez señaló el error de Abu Baker al interpretar un sueño, el error de Omar en otra interpretación y en el veredicto equivocado dado por Abu-Sanábil; de aquí se desprende que no es posible para él ordenarnos seguir a alguien equivocado; iii) El Profeta (Salallahu alehi wa salam) nunca dijo mentiras; sus palabras fueron siempre veraces: la comparación con las estrellas es claramente defectuosa, ya que por ejemplo, si alguien intenta viajar por cierta ruta directo a las estrellas en la constelación de Capricornio, pero en su lugar sigue a la estrella en Cáncer, él no será correctamente bien guiado, sino que se desviará de la ruta trazada y se equivocará enormemente; por lo tanto, es obvia la falsedad al decir que seguir a cualquier estrella uno será guiado correctamente. Ibn al-Mulaquin dio una versión resumida de Ibn Hazm en la obra al-Julasa (2/175), que aprobó y terminó con la discusión del hadiz diciendo: Ibn Hazm dijo “esto es una narración falsa, inventada, fabricada incorrecta.”
  • 9. APÉNDICE 2 Hadiz auténtico: “Estás correcto en algo y mal en algo” De: Sajíj al-Bujari; Book of Dreams, traducción en inglés de los significados del Dr. Mohámed Muhsin Khan. Narró Ibn Abbás: Un hombre vino al Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) y dijo: “Vi en un sueño que se cernía la sombra de una nube. La mantequilla y la miel empezaron a caer de ésta y vi a la gente agolparse a ella con sus manos, unos agarrando mucho y otros un poco. De pronto, una cuerda se extendía del cielo a la tierra y mire que tú la agarrabas y subías (por ella); después, otro hombre la agarró y subió y después otro (tercer) hombre la sostenía y subió, y después otro (cuarto)hombre la agarró, pero se rompió (la cuerda) y luego se unió por sí misma otra vez.” Abu Baker dijo: “¡Oh Mensajero de Alá! ¡Por la vida de mi padre! ¡Por Alá! permíteme interpretar este sueño.” El Profeta (Salallahu alehi wa salam) le dijo: interprétalo. Abu Baker dijo: “la nube con sombra simboliza el Islam; la mantequilla y la miel cayendo de ella simboliza el Corán; su dulzura y la gente es la que aprende mucho o aprende poco. La soga que se extiende del cielo a la tierra es la Verdad que tú (Nabí) sigues. Tú la sigues y Alá te elevará a ella, y un hombre la seguirá y se elevará a ella; y otro hombre la seguirá y se elevará a ella; otro hombre la seguirá y se romperá y luego se unirá para él y se elevará a ella. ¡Oh Mensajero de Alá! ¡Por la vida de mi padre!¿Estoy correcto o no?” El Profeta (Salallahu alehi wa salam) contestó: Estas correcto en algo y mal en algo. Abu Baker dijo: ¡Oh Profeta de Alá! Por Alá, debes decirme en que estuve mal.”
  • 10. El Profeta (Salallahu alehi wa salam) dijo: No jures. (Relatado por Bujari & Muslim, también por Abu Daud, Tirmídi, Darimi, Ibn Maya, Ibn Abi Cheiba Y Ahmed.) APÉNDICE 3 Hadiz auténtico: “Quien rezaba deplorablemente” (A. S. E.) En la literatura de Hadiz y Fiq, éste término se refiere a los Compañeros mencionados en el siguiente hadiz de Sajij al-Buajri (Book of prayer, traducción al inglés por Dr. Mohámed Muhsin Khan); muchas otras narraciones de este incidente se encuentran en las distintas colecciones de hadices, y provee una fuente importante de instrucciones del Profeta (P. B. E.) concerniente a la forma correcta de rezar la Oración: Narró Abu Huraira: El Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) entró a la mezquita y una persona lo siguió. El hombre rezó y luego fue hacia el Profeta (Salallahu alehi wa salam) y lo saludó; él regresó el saludo y le dijo: Regresa y reza, porque no has rezado. El hombre regresó y rezó de la misma forma; entonces regresó y saludó al Profeta (Salallahu alehi wa salam) quien dijo: regresa y reza, porque no has rezado, tres veces. El hombre le dijo: “Por quién te ha enviado con la verdad, no puedo hacer nada mejor que esto, así que por favor enséñame.” Él le dijo: Cuando te paras para la oración, dí takbír y luego recitas lo que es fácil para ti del Corán (de lo que sepas de memoria); después inclínate hasta que sientas comodidad en rukú; luego te incorporas y te yergues, luego te prosternas hasta que te sientas cómodo en la sáchda, luego te sientas con calma hasta que te sientes cómodo, y haces así mismo en todas tus oraciones. [Narraciones posteriores del este hadiz se han hallado en otras obras de hadiz como Sunan Abi Daud, etc. Conteniendo más detalles.]
  • 11. APÉNDICE 4 La inconsistencia del hadiz sobre poner las manos abajo del ombligo. De: Irwá al-Galíl (353) & Ajkam al-Yanáiz (p. 118), de Sheik al-Albani. Abu Daud (756), Daracútni (107), Baijáqui (2/310); Ahmed lo reporta en el Masaail de su hijo Abdulá (62/2) y también en Zawáid al-Musnad (1/110), e Ibn Abi Cheiba (1/156/1)quienes lo transmitieron por medio de: Abdú Rahmán ibn Isaac por medio de Ziyaad ibn Zeid a-Siuáí por medio de Abu Yuhaifa y por medio de Alí (A. S. E.), quien dijo: “es de la Sunna durante la oración colocar una palma sobre la otra (mano), (por) debajo del ombligo.” Este isnad es da’íf (inconsistente/débil) debido a que Abdú Rahmán ibn Isaac (al-Uasiti al-Cufi), es inconsistente (léase más adelante). Por lo anterior, contiene idtiraab (alteración), ya que él lo narró con tres cadenas diferentes cada vez que lo mencionaba: (1) Una vez con: Ziyad por medio de Abu Yuhaifa y por medio de Alí (como se lee arriba); (2) Otra ocasión: No’man ibn Sa’d por medio de Alí (registrado por Daracútni y Baijáqui); (3) Y en otra ocasión con: Siyaas Abul Hakam y por medio de Abu Uaail, quien dijo: “Abu Huraira dijo: ‘es de la Sunna…” (registrado por Abu Daud [758] y Daracútni). La sentencia de la gente del Hadiz con respecto a la inconsistencia de Abdú Rahmán Ibn Isaac al-Cufi. 1) Abu Daud dijo: “escuché a Ahmed ibn Hanbal declarar a Abdú Rahmán ibn Isaac al-Cufi de da’íf (débil).” [esta es la razón del por qué Ahmed no aceptó este hadiz de él; porque su hijo Abdulá dijo: “Vi que cuando se rezaba, mi padre colocaba sus manos, una sobre la otra por arriba del ombligo.”]
  • 12. 2) Nauaui afirmó en su Machmú (3/313), y en su Sharj Sají,j Muslim y demás que: “ellos (los eruditos en hadiz) concuerdan que al declarar este hadiz inconsistente es porque tiene una narración de Abdú Rahmán ibn Isaac al-Uaasiti, quien es un narrador inconsistente (da’íf), al igual que los Imams del Yarj y Ta’dil (autentificación y desacreditación de narradores)” 3) Zayla’i confirmó en Nasb ar-Raya (1/314), “Baijáqui dijo en al- Ma’rifa: ‘Su isnad no es firme, porque es una narración única de Abdú Rahmám Ibn Isaac al-Uasiti, quien es desidioso (matruc)’.” 4) Ibn Hayar dijo en Fath al-Baari (2/186): “es un hadiz débil.” Lo que aún reafirma su inconsistencia es que, contrario a lo narrado y achacado a Alí, hay otro del mismo pero con mejor isnad: el hadiz de Ibn Yarir al-Dabbi, quien nos cuenta que su padre le dijo: “Vi a Alí sostener su brazo izquierdo con el derecho sobre la muñeca, arriba del ombligo” –este isnad es un digno candidato para el rango de jásan; Baijáqui (1/301) lo señaló como jásan; Bujari (1/301) lo calificó de certero mientras lo inscribía en una forma abreviada e interrumpida. Lo que es auténtico del Profeta (Salallahu alehi wa salam) con respecto a la posición de las manos es que estas deben estar sobre el pecho; hay muchos hadices sobre esto, de los cuales existe el de Tawus, quien dijo: “el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) solía colocar su brazo derecho sobre su brazo izquierdo, los que sujetaba firmemente sobre su pecho firmemente durante la oración” transmitido por Abu Daud (759) con un isnad sajíj. Aunque este es mursal, es prueba suficiente para los sabios, con todo y sus opiniones diversas concerniente al hadiz mursal, es declarado sajíj con isnad mursal y también considerados por otros mausúl en muchas narraciones; se desprende de aquí que es válido como prueba para todos. Algunas de las narraciones que lo apoyan son las siguientes: 1) De Ua’il ibn Huyer: “Que el vio al Profeta (Salallahu alehi wa salam) poner su mano derecha sobre la izquierda y colocarlas sobre el pecho.” Registrado por Ibn Juzaima en su Sajíj (Nasb a- Raya, 1/314) y anotado por Baijáqui en su Sunan (2/30) con dos cadenas de narración que se apoyan mutuamente. 2) De Cabisa ibn Julb, que su padre le dijo: “vi al Profeta (Salallahu alehi wa salam) abandonar (después de acabar el azalá) su derecha y su izquierda y lo vi colocar esto sobre su pecho – Yajia (Ibn Saíd) describió la derecha (la mano) sobre la izquierda en la muñeca.” Reportado por Ahmed (5/226) con una cadena de narradores quienes pertenecen al modelo impuesto por Muslim excepto por Casiba, pero es declarado confiable por ‘Ijli & Ibn Hibbán; pero, ninguno narra nada de él excepto Simák Ibn Harb de quien Ibn al-Madiní y Nasái dicen: “desconocido” e Ibn
  • 13. Hayar dice en su Tacrib: “él es Macbúl [aceptable sólo con apoyo].” Los hadices de tal persona son jásan al igual que las narraciones de apoyo y por lo tanto Tirmídi dijo después de acotar la parte de este hadiz concerniente al sujetar la izquierda con la derecha: “es hadiz Jásan.” Entonces, estos tres hadices demuestran que la Sunna es colocar las manos sobre el pecho, y cualquiera que se encuentre con ellos no dudará que todos ellos son suficiente prueba de ello. APÉNDICE 5 La inconsistencia del hadiz que condena a la recitación detrás del Imám. De: Silsila al-Ahadit ad-Da’ífa ual-Maudúa (568-570) de Sheik Albani. 1.- “Quien recita detrás del imám, su boca se llena de fuego.” Maudú (fabricado). Ibn Tahir lo acotó en Tadkira al-Mauduat (p. 93) y dijo: “el isnad contiene a Mamún ibn Ahmed al-Harawi, un mentiroso que solía narrar fabricaciones.” Muchas de sus descripciones están dadas en el hadiz 2 de adelante. Ibn Hibban mencionó este hadiz a su nombre en ad-Du’afa (narradores débiles) y Dájabi lo consideró como una calamidad de aquél. Algunos hanefitas han sido engañados por este hadiz, arguyendo en base de que cualquier recitación detrás del imám es totalmente prohibida. Abul Hasanat al-Lucnaui dijo en at-Ta’lic al-Mumachid ‘ala Muwatta Muhammad (p. 99): “mencionó el autor de Nijáya y por otros que es marfú en su expresión: ‘…habrá un carbón ardiendo en su boca’, lo que es totalmente infundado.” Dijo antes de eso. “no hay ningún hadiz marfú que tenga una prohibición de recitar la Fatiha detrás del imám; todo lo que ellos consideran marfú es tanto infundado como falso.” Entonces mencionaron este hadiz con dos expresiones como ejemplo. La gente de conocimiento, tanto del pasado como del presente ha discrepado con respecto a la recitación detrás del imám, teniendo tres puntos de vista: 1.- La recitación en oraciones sigilosas y fuertes es obligatorio. 2.- Que es obligatorio en silencio tanto en las oraciones sigilosas como las fuertes. 3.-Que debe haber recitación en las sigilosas, más no en las oraciones fuertes. Este último punto de vista es el más equilibrado y más cercano a la verdad, porque en él todas las evidencias pueden acomodarse de modo que ninguna de
  • 14. ellas se rechaza. Es el punto de vista de Malik y Ahmed, y tras algunos análisis hasta algunos hanefitas, incluyendo a Abul Hasanat al-Lucnaui en el ya mencionado libro. Otro ejemplo de las mentiras Mamún al-Haraui es el que sigue: 2.- “Quien eleva sus manos durante la oración, no hay oración para éste.” Maudú (fabricado/inventado). Ibn Taahir lo anotó en su obra Tadkira al- Maudu’aat (p. 87), y dijo: “el isnad inserta a Mamún ibn Ahmed al-Harawi, un mentiroso comprobado que solía fabricar hadices.” Dájabi dijo acerca de él: “Trajo calamidades y desgracias con sus reportes. Él inventó hadices, siendo éste uno de ellos; y los relató aparentemente en base a narradores confiables.” Está claro para mí que los hadices inventados por Mamún al-Harawi, un fanático adicto al mad-jab hanefita, con hadices adscritos a él (en los libros de narradores) al respecto, defienden (vehementemente) al Imám Abu Hanifa e insultan (tenazmente)al Imám Chafeí, de los cuales el de arriba es uno de ellos; rechazando el que apoya el punto de vista de Chafeí de levantar las manos tanto al bajar en rukú como al erguirse después de él (lo cual es la verdad, indudablemente); pero apoyando el punto de vista hanefita el cual lo condena a makrú. Más aún, no conforme con esto, llegó al punto de inventar el hadiz que leemos, para así diseminar la idea de que levantar las manos en la oración, la anula. Tal vez intentó apoyar la narración de Majúl de que Abu Hanifa dijo: “quien levante sus manos durante la oración, su oración esta arruinada” narración que embaucó a Amer Katia al-It-cani, quien compiló un tratado basado en el argumento de que la oración no vale al elevar las manos. Asimismo, engañado vive quien traza y sigue este camino, ordenando inclusive que no es permitido para los hanefitas rezar detrás de un chafeíta porque éste último eleva sus manos. Por todo ello, esta narración atribuida a Abu Hanifa es una atroz mentira, tal como lo verificó ‘Aláma Abul Hasanat al-Lucnaui es su obra al- Faua’id al-Bajiya fi tarayum al-Hanafía (pp. 116, 216-7). Sheik Alí al-Qari apuntó este hadiz en su al-Mauduát y después dijo (p. 81): “este hadiz fue fabricado por Mohámed bin ‘Ucasha al-Kirmani, ¡que Alá lo arruine!” y posteriormente (p. 129), apuntó lo que Ibn Cayyim dijo al respecto: “Es fabricado”. Lo del párrafo anterior, indica un nombre diferente al de al-Harawi; pero de ser vedad, lo que tenemos es que tenemos dos personas narrando lo mismo y que sólo uno de ellos se lo adjudicó a sí mismo.
  • 15. Podemos deducir de todo esto que no hay reparo en abandonar la sunna (de levantar las manos) ¡por tan sólo no verificar y constatar las narraciones de los Imames y del Profeta (Salallahu alehi wa salam)! NOTA: Acerca de levantar la manos al posicionarse en rukú y volverlas a levantar al dejarlo, existen muchos hadices narrados del Profeta (Salallahu alehi wa salam) al respecto; todos ellos son mutawatir en opinión (consensuada) de los ulemas; está comprobado que levantar las manos en cada takbir está basado en la veracidad de muchos hadices; de modo que no levantar las manos narrado por aquél no es genuino excepto por medio de Abdulá ibn Masúd, más sin embargo no es aconsejable ponerlo en práctica porque es naaf (negación). Los hanefitas y otros creen firmemente que lo muzbit (afirmativo) precede a lo naaf (negación); pero incluso cuando lo afirmativo es lo adecuado, desechan esto cuando hay una cantidad inmensa de hadices (que los contradice) como en este caso. Basándonos en este principio sin seguir ambigüedades, esto les hace obligatorio el levantar las manos y no a empecinarse al mad-jab después de haber visto la prueba (contundente). Sin embargo, es una pena que sólo un puñado (de tercos), tanto del pasado como del presente, lo hayan aplicado (el hadiz del que hablamos), pues ¡han llegado al grado de no alzar las manos que lo han vuelto una misión en la vida para ellos! Yendo más lejos, otra de las invenciones de este miserable mentiroso, y esta vez, insultando abyectamente al Imám Chafeí (Mohámed bin Idris), es el siguiente: 3.-“Habrá entre mi umma un hombre conocido como Mohámed bin Idris, que será más dañino a mi umma que Lucifer, y habrá un hombre entre mi umma conocido como Abu Hanifa, que será la luz de mi umma.” Maudú (inventado/fabricado). Ibn al-Yauzi lo anotó en al-Maudu’at (1/457) por medio de: Mamún ibn Ahmed as-Salmi, quien dijo: Ahmed ibn Abdulá al-Yuwaibari nos narró: Abdulá ibn Mi’dan al-Azadi nos informó de Anas como marfú; y luego dijo que es “fabricado; inventado por Mamún o por Yuwaibiri. Hakim lo mencionó en el Marjal que a Mamún le preguntaron: ‘¿acaso acudís a Chafeí y sus seguidores?’ a lo que respondió, ‘Ahmed ibn Abdulá al-Yuwaibari nos narró…etc.,’ de modo que es evidente de esto que él es el inventor de esto.” La adición que aparece en Lisan es la siguiente: “Hakim entonces dijo: ‘A quien Alá haya concedido un mínimo de inteligencia sabrá que tal hadiz es una invención atribuida al mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam)’.”
  • 16. El hadiz tiene otras vías de narración, pero todas ellas se remiten a mentirosos y narradores desconocidos. Por lo tanto, es demasiado extraño que ‘Alama ‘Aini se inclinara por reforzar el hadiz con estas otras vías, y que Sheik Kauzari las apoyara. Sin embargo, no es de sorprenderse lo último, ya que él (Kauzari) era un notable y acérrimo defensor de Imám Abu Hanifa, aún si con ello tuviera que insultar a otros imames; pero lo que si nos sorprende es que ‘Aini lo hiciera, pues no era de los que juzgaba a la ligera y caer en exageraciones. La opinión de los dos ha sido refutada bajo el escrutinio de otras vías de narración que se refieren al mismo (hadiz), en la única forma que el libro at-Tankil bi ma fi Ta’neb al-Kauzari min al-Abatil (1/20,446-9) de ‘Alama Yamani lo hace. APÉNDICE 6 Análisis de los hadices que narran el Amén del Imám con la congregación. De: Silsila al-Ahadit ad-Da’ífa ual-Maudúa (951-2) de Sheik al-Albani 1.-“Cuando decía amén, aquellos detrás de él decían amén; de modo que había un montón de ruido en la mezquita.” No hay bases para decir que el hadiz fue expresado de esta manera, hasta donde sabemos. Ibn Hayar dijo en Taljis al-Habir (p.90): “No lo he encontrado con estas palabras, pero su significado está vinculado con Ibn Maya en el hadiz de Bíchir ibn Rafi.”: 2.-“Cuando recitaba ‘No de los que han incurrido en Tu ira, ni de los extraviados’ dijo ‘aamiin’ que quienes estaban cerca de él en las primeras dos hileras lo pudieron oír [y la mezquita retumbó con éste (amén)].” Da’íf (inconsistente/débil). Relatado por Ibn Maya (1/281) y Abu Daud sin la añadidura (entre corchetes) (1/148), por medio de: Bíchir ibn Rafi a su vez de Abu Abdulá, primo de Abu Huraira; a su vez de Abu Huraira quien lo contó del Profeta (Salallahu alehi wa salam). Ibn Hayar en Taljis (p. 90) dijo: “Bíchir ibn Rafi es inconsistente; el primo de Abu Huraira se dice es un desconocido, pero Ibn Hibban lo ha declarado confiable.” Busairi dijo en Zawa’id (56/1): “Este es un isnad inconsistente; la condición de Abu Abdulá es desconocida; Bichir fue declarado inconsistente por Ahmed; e Ibn Hibban dijo: ‘narró invenciones’.”
  • 17. El hadiz No. 2 solo contiene una parte del significado del No. 1, o sea, el decir amén por el Imám solamente. En cuanto al amén de aquellos detrás, pueda ser la ocasión de decir “la mezquita retumbó con éste (el sonido)”; pero el hadiz implica literalmente que es el amén del Profeta (Salallahu alehi wa salam) la razón de esto. 3.- “Cuando terminaba de recitar la Madre del Corán, elevaba su voz y decía ‘aamíin’.” Da’íf (inconsistente/débil). Relatado por Daracútni, Hakim y Baijáqui. Todas las demás fuentes contienen a Isaac ibn Ibrahim ibn al-Ála’ az-Zubaidi, conocido como Ibn Zibric, quien es inconsistente; Abu Hatim dijo: “un anciano no se le daña”; Ibn Ma’in lo describió en buenos términos; Nasái dijo: “no confiable”; Mohámed ibn ‘Auf dijo: “No tengo duda de que Isaac ibn Zibric solí mentir.” Sin embargo, estas palabras son correctas en significado ya que se basan en un hadiz de Ua’il ibn Hayar con isnades sajíj. (Ya que el texto de este hadiz no involucra el amén de la congregación para nada, es incorrecto considerarlo como una versión más del hadiz No. 2, como hizo Shaukani). El único hadiz que refuerza al hadiz No. 1 es el que Chafeí relató en su Musnad (1/76) a través de Muslim ibn Jalid de Ibn Yuraich a su vez de Átá, quien dijo: 4.- “Solía escuchar a los imames: Ibn az-Zubair y otros después de él decían ‘aamíin’, y los que estaban atrás decían ‘aamíin’, hasta que la mezquita hacía eco.” Este (hadiz) tiene dos defectos: (i) La inconsistencia de Muslim ibn Jalid az-Zanyi; Ibn Hayar dijo: “él era confiable, pero cometió muchos errores.” (ii) El ‘an ‘anaj (que con respecto de él) de Ibn Yuraich, quien fue un mudalis; tal vez lo tomó de Jalid ibn Abi Anuf, quien lo narró de áta’ como viene: 4.1.- “Me encontré a doscientos compañeros del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) en esta mezquita (o sea, la de Meca): cuando el imám había dicho: ‘Ni de los extraviados’, alzaron sus voces en amén (en otra narración: escuche el rugir de su amén).” Relatado por Baijáqui (2/59) e Ibn Hibban en Zicat (2/74); la narración alterna es del primero.
  • 18. Este Jalid fue descrito por Ibn Abi Hatim (1/2/2355-6), pero esto no incluyó ninguna confirmación o negación. Ibn Hibban lo incluyó entre los narradores confiables; pero Ibn Hibban es mejor conocido por no ser tan riguroso en tales casos, por lo que no me satisface que dicha narración sea auténtica. Esto es porque Ibn Yuraich lo tomó de él, lo que implica que hay una vía debatible; si no es así, no sabemos de quien lo tomó Ibn Yuraich. Parece que el imám Chafeí no estaba satisfecho con la confirmación de esta narración, porque su posición es contraria a este; dice en al-Umm (1/95): “así que cuando el imám completa la recitación de la Madre del Libro y dice ‘aamíin’, alza su voz a modo de que los que están detrás puedan seguirlo; cuando lo dice, ellos lo dicen a sí mismos, pero a mí me disgusta que lo digan fuerte”; de ser que la anterior narración de los Compañeros fuera auténtica desde el punto de vista de Chafeí, él no se habría opuesto a su aplicación. De aquí partimos que la opinión más correcta en este asunto parece ser el mad-jab de Chafeí: que el imám sin que lo sigan, debe decir el amén fuertemente. Y Alá sabe mejor. Pero entonces, observé que Bujari mencionó el texto (llanamente) de la narración de Ibn az-Zubair en su Sajíj (o sea, en forma mu’alac), clasificándolo como atinado. Ibn Hayar dijo en Fath al-Bari (2/208): "el isnad que lo relaciona nos lo ha proporcionado Abdu aRazac de Ibn Yuraich de Áta’. Él (o sea, Ibn Yuraich) dijo: ‘le dije a él, “¿acaso Ibn a-Zubair dice el amén al final de la Madre del Corán?”, a lo que contestó “sí, y aquellos detrás de él también dijeron aamíin, hasta que la mezquita resonó” a lo que dijo, “de verdad que el amén es una súplica”.’ ″ Esto lo encontramos en el Musnaf de Abdú Razac (2640/2), y con la misma cadena de transmisión, en al-Mujalá (3/364) de Ibn Hazm. En esta narración, Ibn Yuraich ha aclarado que (cara a cara) tomó la narración de Áta’, por lo que estamos bien seguros de la ausencia de tad-lis, y la narración de Ibn a-Zubair está firmemente establecido. De igual manera está comprobado de Abu Huraira; Abu Rafi dijo: 5.- Abu Huraira solía llamar a la oración en lugar de Marwan ibn al- Hakam, estipulando que el último no llegaba hasta ‘Ni de los extraviados’ a menos que supiera que Abu Huraira había entrado a las filas. Así que cuando Marwan dijo ‘Ni de los extravíados’, Abu Huraira decía ‘aamíin’, prolongándolo. También dijo: ‘Cuando el amén de aquellos en la tierra coincide con el amén de aquellos en el cielo, ellos son perdonados’. Relatado por Baijáqui (2/59); su isnad es sajíj.
  • 19. Se deduce de aquí que, puesto que no hay nada establecido por los Compañeros excepto lo de Abu Huraira e Ibn az-Zubair que contradigan el amén fuertemente, esto debe ser aceptado. En realidad, no conozco ninguna narración que se oponga a esto. Y Alá sabe mejor. APENDICE 7 Las dos rakás después de uiter. De: Silsila al-Ahadit as-Sajíja (1993) de Sheik al-Albani 1) El Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) dijo: haced impar (uiter) la última (parte) de vuestra oración de la noche. Relatado por Bujari y Muslim. 2) Abu Salama preguntó a Aixa sobre la oración del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) ella dijo: “él realizaba trece rakás (en la oración de la noche), cumplía con ocho rakás y cumplía con el uiter y hacía dos rakás sentados, y cuando quería inclinarse, se paraba y luego se inclinaba, y luego hacía dos rakás entre el Azán y la icáma en la oración del crepúsculo.” Relatado por Muslim. 3) Zauban dijo: “estábamos de viaje con el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam), cuando dijo: en verdad este viaje es una carga pesada, así que cuando cada uno de vosotros ha rezado uiter, debe realizar dos rakás; si se levanta (luego bien); si no, aquellas dos serán (la oración de la noche) para él. Relatado por Darimi (1/374), Ibn Juzaima en su Sajíj (2/159/1103) e Ibn Hibban (683) a través de varias cadenas que se remontan hasta: Ibn Uahb, quien dijo: Muawiya ibn Saleh me contó de Shirai ibn Obeid de Abdú a- Rajmán ibn Yubair ibn Nufair de su padre de Zauban, quien dijo… Ibn Uahb ha sido respaldado por Abdulá ibn Saleh, quien dijo: Muawiya ibn Saleh nos narró… etc., relatado por Daracútni (p. 177) y Tabaráni en al- M’yam al-Kabir (1410). Abdulá ibn Saleh es un maestro de Bujari, así que puede ser usado como evidencia para apoyar otras narraciones. Este hadiz es utilizado como evidencia por el Imam Ibn Juzaima “que la oración después del uiter se permite a quienes quieran rezar después de él, y que las dos rakás que el Profeta (Salallahu alehi wa salam) solía rezar después
  • 20. del uiter no fueron exclusivamente para él sobre su umma, ya que nos ordenó rezar dos rakás después del uiter, una orden de recomendación y preferencia, no una de obligación forzada.” Se deduce claramente de este hadiz (por su orden general para su umma) que las dos rakás después de uiter no eran exclusivamente para él; parece que el propósito de su ordenanza de hacer la última oración de la noche impar era evitar la negligencia de la raká impar, así que dicho objetivo no se contradice con las dos rakás después de ésta, como está establecido en su práctica y en su ordenanza. Y Alá sabe mejor. APÉNDICE 8 La inconsistencia de los hadices mencionando el pasar las manos sobre el rostro después las du’a (Súplica). De: Irwá al-Galíl (2/178-182) por Sheik al-Albani 1) “El Profeta (Salallahu alehi wa salam), cuando elevaba sus manos en du’a, él nos las bajaba hasta que restregaba su rostro con ellas.” Da’íf (inconsistente/débil). Transmitido por Tirmídi (2/244) e Ibn Asákir (7/12/2) por medio de: Jamád ibn Isa al-Yuhani de Hanzala ibn Abi Sufian al- Yam-ji de Sálim ibn Abdulá de su padre desde Omaribn al-Jatab, quien dijo: … Tirmídi dijo después de esto: “este es un hadiz garib sajíj. Sólo se sabe que es un hadiz de Jamád ibn Isa, ya que solamente él lo reporta, quien tiene pocos hadices que sin embargo, la gente los ha reportado de él.” Sin embargo, éste narrador es inconsistente, ya que en el Tacrib de Ibn Hayar, quien habla con respecto a él en el Taj-dib: Ibn Mahín dijo “un buen Sheik”1 ; Abu Hatim dijo: “débil para el hadiz”; Abu Daud dijo: “débil, él reporta hadices munkar”; Hakim y Naccach dijeron: “él reporta hadices falsos de Ibn Yuraich y yapar reporta cosas, las cuales son ‘equivocadas acerca de la autoría de Ibn Yuraich y Abdúl Aziz ibn mar ibn Abdúl Aziz, que parece que aquellos que están en juego lo hacen 1 Si Ibn Mahín habla favorablemente de un narrador cuando el resto de los sabios lo han declarado inconsistente, entonces la afirmación de Ibn Mahín es descartada; la razón es que él fue conocido por su rigidez y severidad en la crítica; los narradores inconsistentes deberían ser cuidadosos en no revelar su debilidad ante él; por lo que el juicio se pasa en conformidad. Esto explica el por qué esta sólo en la autentificación del narrador.
  • 21. deliberadamente; no es permitido referirlo como prueba.” Ibn Makula dijo: “ellos declaran sus hadices débiles.” De aquí, el parecer de este narrador es muy inconsistente, de modo que sus hadices no pueden ser llevados a la categoría de jásan ¡y mucho menos sajíj! Un hadiz similar reza: “Cuando el profeta (Salallahu alehi wa salam) rezaba du’a y elevaba sus manos, él frotaba su cara con sus manos.” Da’íf (débil). Abu Daud (1492) de Ibn Laji’a de Hafs ibn Hisham ibn Utba ibn Abi Uacca de Sa’ib ibn Yazíd de su padre. Es un isnad débil debido a que Hafs ibn Hisham es desconocido y la debilidad de ibn Laji’a (cf. Tacrib a-Tajdib). Este hadiz no puede ser reforzado por ninguna de las dos vías de narración debido a la gran inconsistencia presentada en el primero (de los hadices), el cual ya hemos visto. 2) “Cuando invocáis a Alá, entonces suplicad con las palmas de vuestras manos, y no suplicad con su dorso y cuando acabéis, frotad vustro rsotro con ellas.” Da’if (inconsistente). Relatado por Ibn Maya (1181, 3866), Ibn Naser en Quiyam a-Lail (p. 137), Tabaráni en al-Múyam al-Kabir (3/98/1) y Hakim (1536), de Saleh ib Hásan de Mohámed ibn Ka’b de Ibn ‘abbas (A. S. E.) como marfú. Es un isnad débil debido a que Ibn Hásan, quien es munkar en hadiz, como afirmó Bujari; Nasái dijo: “el está desamparado en hadiz”; Ibn Hibban dijo: “él solía andar con solteras y escuchar música y solía narrar reportes inventados con la autoría de narradores confiables”; Ibn Abi Hatim dijo en Kitab al-‘Ilal (2/351): “pregunté a mi padre (o sea, Abu Hatim a-Razi) sobre este hadiz, del cual dijo: ‘Munkar’.” Ibn Hásan ha sido respaldado por Isa ibn Maimún, quien también lo reportó de Mohámed ibn Ka’b, como lo contó Ibn Náser. Sin embargo, no altera nada, ya que Ibn Maimún es igualmente inconsistente: Ibn Hibban dijo: “él reporta hadices, los cuales son invenciones”; Nasái dijo: “Nada confiable.” Éste hadiz de Ibn Abbas también lo contó Abu Daud (1485), y a su vez de él Baijáqui (2/212) por medio de: Abdúl Malik ibn Mohámed ibn Aiman de
  • 22. Abdulá ibn Yacub ibn Isaac de alguien que lo narró de él de Mohámed ibn Ka’b, quien dijo: “No cubráis las paredes. Aquél que mire dentro de la carta de su hermano sin su permiso, en verdad mira el Fuego (del infierno). Pedid a Alá con las palmas de vuestras manos y no lo hagáis con sus dorsos; y cuando acabéis, restregad vuestros rostros con ellas.” Este isnad es débil: Abdúl Malik es declarado inconsistente por Abu Daud; también conlleva al maestro de Abdulá ibn Yacub el cual no se nombra, y por lo tanto desconocido – es posible que sea Ibn Hásan o Ibn Maimún, ambos mencionados anteriormente. El hadiz es también transmitido por Hkim (4/270) a través de : Mohámed ibn Muawiya, quien dijo que Masadif ibn Ziyad al-Madini se lo narró a él y que lo escuchó de Mohámed ibn Ka’b al-Curazi. Dájabi lo complementó recalcando que Ibn Muawiya fue declarado mentiroso por Daracútni, de modo que el hadiz es falso. Abu daud dijo sobre este hadiz: “este hadiz ha sido narrado por más de una vía de narración con la utoría de Mohámed ibn Ka’b; todos ellos son débiles.” Elevar las manos en cunút por una calamidad está establecido por el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) en su súplica contra los politeístas quienes mataron a setenta salmodeadores – transmitido por Imám Ahmed (3/137) y Tabaráni en Al-Múyam as-Saguir (p. 111) como en el hadiz de Anas con un isnad sajíj. Igualmente está comprobado por Omar y otros en el cunút de la oración uiter. Sin embargo, ya que frotar la cara después de du’a al-cunút no es para nada registrada del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y de ninguno de los Compañeros, es una innovación sin lugar a dudas. En cuanto a frotar la cara después de la du’a fuera de las oraciones prescritas, se fortalece por el hecho de que hay hadices auténticos acerca de elevar la manos de súplica y en ninguno de ellos se menciona el frotar o restregar la cara; Alá queriendo, esto muestra que es inaceptable y que no está ordenado.
  • 23. BIOGRAFIA SUCINTA DEL SHEIK MUJADIZ ABU ABD AL-RAHMÁN MOHÁMED NASSIR-EDDIN AL ALBANI (Extracto de la misma redactada por Dr. ‘Asim Abdulá al-Cariuti) Nació en la ciudad de Escútari 2 , capital de Albania en ese entonces, el año 1332 H (1914 d. C.) en el seno de una familia pobre. Su padre Hach Nuj Nayyaati al-Albani había completado sus estudios de Scharía en Estambul, convirtiéndose en un erudito de Albania. Después que el poder pasó a manos de los ateos, tuvieron que abandonar Albania y huir hacia Damasco. Una vez instalados, el sheik Albani terminó sus estudios y después aprendió sobre Corán, Tachyuid (materia del buen pronunciar, leer y salmodiar el Corán), Idioma árabe, el Fiq hanefita y demás ramas de la religión de distintos sheiks, de su padre y diferentes amigos. Aprendió también de su padre el arte de la relojería –en la cual fue muy hábil- y de la cual obtenía sus ingresos. A la edad de los veinte años empezó a profundizar en el campo del hadiz y materias afines tras leer los artículos escritos en la revista “al-Manaar”. Inició su trabajo en este campo al transcribir del Hafiz Al-Iraquí la obra “El Acaudalado, que aporta de los libros de interpretación la revitalización del mensaje”(al-Mugni 3 ‘an-hamlil-Asfaar fil-Asfaar fi tajrích maafil-ihyaa minal-ajbaar) añadiéndole notas. Ahondó más en el campo del hadiz y sus múltiples ciencias a pesar del desánimo de su padre. Más aún, los libros que necesitaba no se encontraban en la biblioteca personal de su padre, la cual estaba compuesta principalmente de obras del Fiq hanefita, siendo para él necesario pedir en préstamo los libros 2 En albanés Shkodër 3 Al-Mugni (acaudalado): Uno de los nombres de Alá el Grande.- N. T.
  • 24. de la Biblioteca de Damasco –Maktabatu Zaahiriyyah- u otras veces de los vendedores de libros (libreros). Tanto llegó a estar absorto en la Ciencia del Hadiz que él cerraba su local para estudiar en la biblioteca un lapso de doce horas –por supuesto interrumpiendo sus estudios para el zalá- sin comer excepto dos ligeros bocadillos que llevaba consigo. Posteriormente, las autoridades de la biblioteca le permitieron tener una habitación de estudios exclusivamente para él con su llave de acceso a la biblioteca y entrar así antes del horario habitual de biblioteca. A menudo permanecía desde la madrugada hasta después del Ishá. Durante este tiempo él produjo obras magníficas –muchas de las cuales todavía esperan ser impresas. Los distintos estudios de los sheiks sobre el hadiz del Mensajero ((Salallahu alehi wa salam) 4 tuvieron gran impacto en su persona, haciendo que él se apartara de la ciega obediencia que solía tener de su formación hanefita, aceptando y actuando conforme al Corán y la sunna –con el entendimiento de los predecesores píos (A-Salafu-Saalij) Ello naturalmente lo condujo a tener diferencias con algunos sheiks de su comunidad que seguían ciegamente la escuela hanefita, y de igual modo con los imams sufíes y varios innovadores, quienes comenzaron a oponérsele y alborotar a la gente del pueblo en su contra etiquetándolo de “Uahabita extraviado” 5 . Sin embargo, fue apoyado por algunos nobles sheiks de Damasco que lo alentaron a continuar, entre ellos el sheik Bahyatul Baichyaar, sheik Abdúl Fattaah el Imám, y Taufiq al- Barza Por lo tanto, el sheik enfrentó muchos problemas en su esfuerzo por promover el taujid y la sunna, tarea que llevó con perseverancia y paciencia. Después de un tiempo, empezó a dar clases cada dos semanas, a las que asistían estudiantes y maestros universitarios –en las cuales enseñó de varios libros: Aquída, Fiq, ciencias del Usul y el Hadiz. También organizaba cada mes viajes de da’ua a distintas ciudades de Siria y luego Jordania. Tras haber aparecido varios de sus trabajos impresos, el sheik fue elegido para enseñar hadiz en la nueva Universidad de Medina, Arabia Saudita, por un período de tres años, del 1381 al 1383 H – en la cual fue también miembro del comité universitario -. 4 Lla paz y bendiciones de Alá sean sobre él. N. T. 5 Calificativo erróneo histórico que usan para quienes seguimos (In shá Alá) el Corán y la sunna, tratando de practicar el auténtico Islam y que aduce precisamente al renovador y restablecedor Abd-al-Uaháb. Esto tan solo incrementa divisionismos entre quienes tratan de seguir una senda recta y de los que se empecinan en sus equívocos (pido a Alá no ser uno de ellos). N. T.
  • 25. Después de dicho trabajo, regresó a sus estudios y labores habituales en la Biblioteca de Damasco, dejando su taller en manos de uno de sus hermanos. Visitó varios países para dar da’ua y conferencias –entre ellos Qatar, Egipto, Kuwait, los Emiratos, España e Inglaterra. Siempre se vio forzado a emigrar varias veces de Siria a Jordania y viceversa, después a Beirut, los Emiratos y nuevamente a Jordania, en ‘Ammaan –lugar donde solía residir hasta hace unos cinco años atrás que murió, el 22 de Yumada al-Ajíra de 1420 H [2 de octubre de 1999]. Sus trabajos cubrieron principalmente el campo del hadiz y sus ciencias, los cuales llegan a ser más de cien obras. En el Nombre de Alá, el Más Clemente, el Más Misericordioso. INTRODUCCIÓN Alabado sea Alá, quien hizo la oración obligatoria a sus siervos ordenándoles establecerla. Lo mismo quien asocia el éxito y felicidad con la humildad en la oración; quien la realiza para poder discernir entre imán y kufr; y a quien hace se contenga de actuar injusta y vergonzosamente. La honra y la paz sean sobre nuestro profeta Mohámed, a quien el Exaltado se dirige así: “Y os hemos hecho descender el mensaje, para así podáis explicar claramente a la gente lo que les es enviado” 6 Y que llevó a cabo dicha tarea. La oración fue una de las cosas más importantes que explicó a la gente, de palabra y obra. Inclusive una vez sobre el púlpito en la oración realizando las posiciones de firmes, inclinado y prosternado, al final les dijo: “He hecho esto de manera que vosotros me sigáis y aprendáis de mi oración” 7 . Él nos hizo obligatorio el igualarlo en su oración, diciendo: “Orad como me habéis visto orar” 8 . También dio las buenas nuevas a quien fuera que orase como él, ya que dicha persona tiene la promesa de Alá que entrará en los Jardines, como dijo: “Hay cinco oraciones 6 Sura an-Nahl, 16:44 7 Bujari y Ahmed 8 Malik, Abu Daud, Nasai e Ibn Hiban. Un hadiz sajij, declarado sajij por muchos Imames. Se da su significado en el libro Sajij Abu Daud (451, 1276)
  • 26. que Alá Todopoderoso ha hecho obligatorias. Quien realiza bien la ablución para ellas, las reza en su tiempo pertinente y completa sus postraciones en humildad, tiene la promesa de Alá que será perdonado; pero quien no lo hace así, no la tendrá: Si Él quiere (Alá), lo perdonará o si Él quiere, lo castigará”. La paz y bendiciones sean también para su familia y para sus Compañeros, los cuales nos legaron el modo de adorar, rezar, decir y actuar del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y quienes hicieron de todo esto, y solamente esto, su escuela (mad-jab) y la senda la cual seguir; y también para aquellos que siguieron, a su vez, sus pasos y siguen sus huellas hasta el Día del Juicio. Cuando terminé de leer el libro sobre la oración en “El ímpetu y la bienvenida” (A-Targuib ua Tarhib) por el hafiz al-Mundhiri para luego enseñarlo a nuestros hermanos hace cuatro años, nos quedó claro el lugar preeminente que ocupa la oración en el Islam (la recompensa, gracia y respeto para aquellos que la establecen y la realizan), variando y dependiendo todo ello de lo que fielmente se practica en la oración del Profeta (Salallahu alehi wa salam). Al respecto, él nos señala en su dicho: “En verdad el siervo reza una oración de la cual nada se ha registrado para él, excepto (lo que es) un décimo, un octavo, un séptimo, un sexto, un quinto, un cuarto, un tercio o un medio de ella” 9 . Por lo tanto, he recordado a los hermanos que no nos es posible hacer la oración como un “aproximadamente” o “se debiera” realizar, sino que debemos conocer la descripción detallada de la oración del Profeta (Salallahu alehi wa salam), que incluye la esencia, modos, formas, súplicas (du’as) y recordatorios (dikers) para así poner en práctica ese conocimiento cuidadosamente con verdadero esfuerzo, porque de ese modo tenemos la esperanza de que nuestras oraciones nos refrenen de cometer actos injustos y vergonzosos y que las recompensas y bendiciones mencionadas en los hadices sean registradas para nosotros. Sin embargo, los detalles conocidos que cubren los aspectos de la oración es contrario a lo que la gente piensa debe realizar de ella actualmente, incluyendo a los sabios del din, porque ellos se limitan exclusivamente a sí mismos a una sola escuela de pensamiento (mad-jab). Pero siendo concientes en la recopilación y estudio de la sunna pura que se conoce, cada mad-jab tiene ‘sunnas’ que ninguna de las otras tiene, incluso, cada mad-jab tiene dichos y hechos que no se pueden encontrar y ni son auténticos del tiempo del Profeta (Salallahu alehi wa salam); siendo que cada uno de los susodichos pertenece a sabios tardíos 10 , ¡que aseveran fervientemente que pertenecen al 9 Sajij- colectado por Ibn al-Mubarak en az-Zuhd (10/21/1-2), Abu Daud y Nasái de buena continuidad (sanad), he dado su interpretación en Sajij Abu Daud” (761)
  • 27. Profeta (Salallahu alehi wa salam)! 11 Esto es el por qué los sabios de hadiz – Alá los recompense a todos- habían producido libros de interpretación acerca de los libros famosos de los sabios tardíos, explicando la categoría de cada hadiz dado en ellos, o sea, si era uno auténtico, débil o fabricado. Ejemplos de estos libros de interpretación están : Al-‘Inaaya fi Ma’rifa Ahadiz al-Hidaaya y At-Turuq ual-Uasaa’il fi Tajrich Ahadiz Julaasa ad-Dalaa’il del sheik Abdulá Qaadir ibn Mohámed al-Curashi al-Hanafi; Nasb ar-Raaya li Ahadiz al-Hidaaya del hafiz Zayla’i, y su versión abreviada ad-Diraya del hafiz ibn Hayar al- Ascalaani, quien también escribió Taljis al-Habir fi Tajrich Ahadiz 10 Abul-Hasanat al-Lucnoui dice en An-Naafi’ al-Kabir liman Yutaali’ al-Yaami’ as- Saguir (p. 122-3), después de catalogar los libros de Fiq hanefita y cuál de ellos son confiables y cuáles no, dice: “Todo lo que hemos dicho acerca de los grados relativos de éstas compilaciones se relacionan con su contenido de temas fiq; pero en cuanto a su contenido, el cual concierne a los hadices del Profeta (P. B. E), estos no son aplicables, puesto que en muchos libros en que se basan la crema y nata de los faquíes, tienen hadices totalmente fabricados, haciendo a un lado las disposiciones de los sabios. Es claro desde un punto de vista analítico que aunque muchos de los autores son de modo alguno competentes, fueron descuidados con sus citas de las narraciones (o sea, notas o glosas)’ Uno de estos hadices falsos y fabricados que se hallan en algunos de los mejores libros que es el siguiente: “Aquel que ofrece (realiza) las oraciones obligatorias durante el último viernes de ramadán, valdrán por cada oración fallida durante toda su vida hasta la edad de 70 años”. Lucnoui dice en Al- Aazaar al-Marfu’a fil-Ajbar al-Maudu’a (p. 315), después de haberse dado este hadiz: “Alí al-Qaari dice en su al-Maudu’at as-Sugraa y al-Kubraa: ‘Esto es totalmente falso, porque contradice el ichmaa (consenso de opinión)de que un acto de adoración no puede compensar aquello que se dejo de hacer por años. De aquí, no hay lugar a que el autor dé mención del an-Niháya ni el resto de los comentaristas del al-Hidaaya, porque ellos no son sabios del hadiz, ni dan referencia a este hadiz a cualquiera de los compiladores de hadiz.’ ” Shaucani también hace referencia a este hadiz en Al-Fawaa’id al-Machmu’a fil-Ahadiz al- Maudu’a de un modo similar al anterior (p. 54) diciendo: ‘Esto es una fabricación sin duda alguna – ¡porque ni siquiera lo encuentro en las compilaciones de hadices fabricados! Sin embargo, se ha hecho popular entre algunos estudiantes de Fiq de la ciudad de San’a’ que muchos de ellos han comenzado actuar conforme a él. Yo no sé quien lo ha fabricado para ellos-. Que Alá desgracie a los mentirosos”. Lucnoui dice más aún: “Ubicando dicho hadiz, que se encuentra en los libros de ceremonias y rituales, es fabricado. He compuesto un breve ensayo con evidencia intelectual y narrativa llamado Rechazo a las Cofradías con Invenciones sobre el Último Viernes de Ramadán, en el cual he registrado aspectos que darán luz de los hechos, así que consúltenlo, porque es importante dicho tópico.” La aparición de hadices falsos similares en los libros de Fiq destruyen la confiabilidad de otros hadices que no se inscriben en los libros de hadices confiables. Las palabras de Alí al-Qaari contiene una indicación al respecto: ‘Un musulmán debe tomar el hadiz de la gente que es experta en la materia; como el dicho árabe reza, La gente de Meca conoce las veredas abruptas mejor y el dueño de su casa conoce mejor lo que hay en ella’ ”. 11 En palabras resumidas del imám Nauauí de su Al-Machmu’ Sharjul Muhadhdhab (1/60) : “Los eruditos en investigación de la gente del Hadiz y otros afirman que si un hadiz es débil, no debe considerarse (con) ‘el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) dijo/hizo/ordenó/prohibió...’ u otras frases que señalan certeza, en su lugar deben decirse ‘se reportó/señaló/narró de él...’ u otras que sugieran incertidumbre. Ellos dicen (los sabios del din) que las palabras de certitud corresponden para los hadices que son sajij(auténticos) y jásan(bastantes buenos); y las frases de incertidumbre indican todo (menos hadiz). Esto es porque las frases que designan certeza significan que lo que se sigue es auténtico y sólo ellas pueden usarse en el caso de algo confirmado, porque de otro modo estaríamos diciendo mentiras sobre el Nabí (Salallahu alehi wa salam). Esta convención es ignorada por la mayoría de los faquíes de nuestros tiempos, que de hecho son los más metidos en la disciplina, exceptuando a los mujadices expertos. Esta negligencia es indignante, porque a menudo dicen de un hadiz sajij ‘Se reporta de él que...’, y sobre uno daíf (débil) ‘él dijo’ Y ‘reportado así y así...’ y ello está lejos de la realidad.”
  • 28. ar-Raafi’i al-Kabir; existen muchos otros que no nombraremos por su gran extensión. 12 LAS RAZONES TRAS LA COMPILACIÓN DE ESTE LIBRO Y ALGUNAS DE SUS CARACTERÍSTICAS Puesto que no me he encontrado un libro que cubra adecuadamente éste tema, me sentí obligado a producir uno que aglomerara en lo posible la oración del Profeta (Salallahu alehi wa salam), desde el takbír hasta el taslím, para bien de los hermanos musulmanes que desean seguir la guía de su Profeta (Salallahu alehi wa salam) en la adoración, de modo que sea fácil el usar éste libro para cualquiera que sinceramente ama al Nabí (Salallahu alehi wa salam) y llevar a cabo su ordenanza “Rezad como me habéis visto rezar.” Así que me embarqué en una tarea difícil e investigué los hadices relevantes de diversas fuentes. El libro que tiene en sus manos es el resultado final de todo esto. Me propuse que solamente daría hadices que tuvieran una cadena de narradores (isnad) auténtica de acuerdo a los principios de regulación en la ciencia del hadiz. Descarté cualquier hadiz que se basara en narradores desconocidos o vacilantes, ya sea que hubiesen tratado con la forma externa, el recordatorio, la excelencia, etc. de la oración. Porque sostengo que los hadices auténticos 13 son suficientes, sin dar lugar a lo endeble; porque a la postre no hacen más (los hadices débiles) que llegar a conjeturas (daan) y equívocos, pues como dice el Excelso: “...Y en verdad la conjetura frente a la verdad no es nada” 14 Y el Profeta (Salallahu alehi wa salam) dijo: “Cuidaos de la sospecha, porque en verdad la sospecha es la más falsa de las palabras”. 15 Por lo tanto, no podemos adorar a Alá actuando conforme a hadices nada auténticos. De hecho, el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) nos lo prohibió con éste dicho: “Alejaos de decir cosas sobre mí excepto lo que conocéis”16 ; 12 También en dicha categoría están los trabajos de nuestro profesor, autor de Irwá al-Galíl fi tajrích Manaar as-Sabíl en 8 volúmenes, y Gáya al-Maraam fi tajrích ahadiz al-Halaal ual Haram, una interpretación de los hadices encontrados en el libro Lo Lícito y lo Prohibido en el Islam del Dr. Yusuf al-Qaradaawi (el cual contiene muchos hadices débiles). 13 El término hadices auténticos implica los sajij (correctus) y los jásan (bonus) a la vista de los mujadices, ya sea que un hadiz sea correctus per se o correctus pro alter, o bonus per se o bonus pro alter. 14 La estrella, 53:28 15 Bujari y Muslim. 16 Sajij – compilado por Tirmídi, Ahmed Ibn Abi Cheiba. Posteriormente descubrí que éste hadiz es débil: Me había basado en Manawi al declarar sajij el isnad de Ibn Abi Cheiba, pero casualmente encontré que era evidentemente da’íf (débil), siendo el mismo isnad tanto en Tirmídi como en otros –busquen en mi libro Silsila al-Ahadiz ad-Daífa (1783). Sin
  • 29. puesto que nos ha prohibido relatar narraciones débiles, puede decirse que está prohibido actuar conforme a éstas. He dividido el texto en dos partes: La primera que es la principal y la segunda que es la accesoria. La parte principal incluye el texto de los hadices o frases tomadas de los mismos, dando un seguimiento apropiado para dar sentido y continuidad al libro de principio a fin. He sido cauteloso en cada hadiz del texto tal como han de hallarse en los libros de la sunna. En donde se hallan hadices con diferente expresión, he escogido la versión que mejor se ajusta a la continuidad, etc.; sin embargo, he traído otras expresiones tales como: “[en una versión:...)” o “[en una narración...)”. Sólo raras veces menciono el nombre de los Compañeros que narraron los hadices o de los imams que recopilaron tales, para poder así tener una lectura sencilla. En cuanto a la parte accesoria, solo se trata de un comentario de la principal. En ésta he determinado el origen o fuentes de los hadices, contemplando sus diferentes versiones y ubicando la narración o narraciones del mismo, junto con el comentario de sus isnades que apoyen dicha narración, dando validez o descartando las observaciones o advertencias de los narradores, ya sea que fuese confiable o débil y juzgando de acuerdo a las reglas de la ciencia del Hadiz. A menudo, una cadena de narración conlleva palabras extras que no se encuentran en otras de la misma cadena; así que he insertado éstas dentro del hadiz original en la parte principal donde fuera posible hacerlo y no dar discontinuidad, encerrándolas entre corchetes [...], a menudo sin establecer cuales fuentes contenían dicha adición. Se ha hecho en el caso de que si el hadiz es originalmente atribuido al mismo Compañero, o si no, donde [los hadices) se dan por separado. Por ejemplo, en las súplicas de apertura, etc. Esta inserción de palabras extras es bastante ventajosa, pues muchos libros no las dan –Alabado sea Alá, por cuyo favor las buenas acciones se completan-. Menciono en el texto accesorio los mad-jabs de los sabios en lo concerniente a los hadices analizados, al igual que la evidencia y las refutas de cada punto de vista; junto con la solidez o menoscabo de los argumentos. Por lo tanto, hemos seleccionado más allá de esto la visión correcta que hemos dado del texto principal. También en la parte accesoria, hemos dado algunos temas para los cuales no hay nada escrito en la sunna, pero que han requerido ichtijad, y no vienen bajo el título de este libro. embargo, este dicho viene a propósito por el dicho que dijo el Profeta (Salallahu alehi wa salam): “Aquél que relata de mí un dicho que (se) sabe es una mentira( ya que) ciertamente es uno de los mentirosos”. Compilado por Muslim y otros.
  • 30. Desde la publicación de éste libro con ambas partes [la principal y la accesoria en árabe) no es factible de momento [colocar ambos) 17 por muchas razones, por lo que hemos decidido publicar sólo la parte principal del libro [junto con notas al pie de página como habrán ya notado) por la voluntad de Alá, y lo hemos denominado Descripción de la Oración del Profeta, desde el inicio al fin, tal como vieron que se realizó (Sifa Salatu Nabí, min at-takbír ilá at- taslím ka’annaka taráhaa) Sinceramente pido a Dios hacer éste trabajo de frente a Su rostro y ayudar a mis hermanos de fe que obtengan beneficio de él, ya que Él es el que Todo lo Oye, el Que Responde. LA METODOLOGÍA DEL LIBRO Puesto que el propósito del libro es llevar la buena guía del Profeta (Salallahu alehi wa salam) con respecto a la oración, era esencial que no me limitara a una escuela (mad-jab) en particular, por las razones antes mencionadas. Por lo tanto, daré lo que está realmente confirmado del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y libre de dudas, ya que siempre ha sido hecho así por los sabios del Hadiz 18 , sea que fueran de antaño o de reciente corte 19 , como reza el dicho: La gente del Hadiz, del Mensajero su pueblo son Aunque con él no estuvieron, con el actuar de él vivieron.20 Así que este libro, Dios queriendo, reúne lo que es relevante en cada tema de los diversos contenidos de los libros de hadiz y de los libros que tratan las 17 Aquí se refiere a su publicación en inglés, que a su vez en español se hace de este modo, por ser obviamente la versión que usted lee, una traducción directa de la misma.- N. T. 18 Abul Hayy al-Lucnoui dice en Imám al-Kalám fimaa yata’allaq bil-Quiraa’a jalf al-Imám (p. 156), como sigue: “Cualquiera que navega en los mares del Fiq y en los fundamentos de la jurisprudencia con mente abierta, y no se permite a sí mismo ser perjudicado, sabrá con certeza que en muchos de los temas primordiales y secundarios en los cuales los ulemas han diferido, el mad-jab de los sabios del Hadiz es el más firme de los mad-jabs. Cada vez que exploro las distintas ramas de las diversas opiniones, encuentro que el punto de vista de los mujadices es el más cercano a la verdad –Alá los recompense y los favorezca-. Cómo podría ser de otro modo, cuando ellos son los verdaderos herederos del Profeta (Salallahu alehi wa salam), y son los sinceros representantes de su ley –Que Alá nos incluya dentro de su compañía y nos haga morir queriéndolos-. 19 Subki dice en al-Fataua (1/148): “El asunto más importante de un musulmán es la oración, la cual a todo musulmán debe importar y (debe) afianzar su realización estableciendo sus bases. Los temas relacionados con la oración en los que hay un consenso y no hay escape de la verdad y otros temas, los ulemas tienen divergencias. La aproximación correcta es mantenerse libres de disputas en lo posible, o cerciorarse de lo que es auténticamente probado del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y adherirse a ello. Cuando uno lo hace así, su oración será la más correcta y justa, incluyendo palabras del Exaltado: “Quien espera encontrarse con su Señor, dejadlo actuar correctamente y con justicia” (Corán 18:110)” 20 Del poeta Hássan ibn Mohámed a-Nasaui, tal como lo narró el hafiz en Diyaa’ a-Din al-Maqdisi en su artículo sobre la excelencia del hadiz y su gente (la Gente del Hadiz).
  • 31. diferencias entre los mad-jabs, de modo que el juicio correcto hallado en este libro será claro para cualquiera de los mad-jabs. A partir de aquí, uno debe actuar conforme a esto, Dios queriendo, estaremos entre aquellos que Alá ha guiado: “En honor a la verdad, en lo que respecta a lo que ellos difieren, Alá guía a quien Él quiere al camino que es correcto” 21 Cuando dichos principios, para mí, eran adherirme a la sunna auténtica e implementarla en este libro al igual que otros, supe con seguridad que esto no agradaría a ciertos grupos o sectas. De hecho, es muy posible que me injurien o critiquen. Esto no me importa, porque yo también sé que agradar a todos es una noción inasequible, ya que “Aquél que agrada a la gente para la ira de Alá, Alá lo entrega a la gente” tal como lo dijo el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) 22 . La recompensa es con Alá, pues un autor apunta en las siguientes líneas: Jamás del exceso rehuir pude Aún cuando en la cueva de una montaña escarpada Estuve] Pues ¿quién escapar indemne puede De la gente aún si tras las alas del águila esconder pudiese?] Para mí es suficiente que éste sea el más correcto de los caminos, el que Alá ha ordenado a los creyentes tomar, en el cual el Profeta Mohámed (Salallahu alehi wa salam), líder de los mensajeros ha explicado. Ésta es la vía que fue trazada por los predecesores piadosos: los Compañeros, sus Sucesores y los sucesores de los Sucesores, que incluyen a los cuatro imams, cuyas escuelas de jurisprudencia están adscritos muchos musulmanes hoy en día. Todos ellos estuvieron de acuerdo en la obligación de adherirse a la sunna y estar atentos a ella; ignorar cualquier cosa que sea contraria a ésta, sin importar cuan grande o pequeña sea, no puede sobrepasar el prestigio y talla del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam). Por ello, he actuado conforme a su guía, siguiendo su huella y llevando a cabo sus órdenes de mantenerme con los hadices auténticos, aún si ello se opone a otros puntos de vista. Las ordenanzas de aquellos que me han influenciado enormemente, han hecho que sea cuidadoso en mi lectura por dicha vía y rechazar el seguir las opiniones ciegamente (Taclíd). Pido a Alá el Exaltado los recompense enormemente. LOS DICHOS DE LOS IMAMES CONCERNIENTES AL SEGUIMIENTO DE LA SUNNA E IGNORAR SUS PUNTOS DE VISTA QUE LA CONTRADICEN. 21 Corán 2:213 22 Tirmídi, Qudaa’i, Ibn Bushrán y otros
  • 32. Sería bueno que diéramos algunos ejemplos de ellos aquí, porque así tal vez amonestará o recordará a aquellos que siguen la opinión de los imames ciegamente 23 –o sea, de aquellos que están lejos de serlo o son meros aficionados-, adhiriéndose a sus mad-jabs u opiniones ¡Como si dichas hubiesen descendido del cielo! Pero Alá, Poderoso y Sublime, dice: “Seguid la Revelación que se os ha manifestado de vuestro Señor y no tengáis por protectores y amigos sino a Él. Poco es para recordaros la admonición” 24 ABU HANIFA. El primero de ellos es Abu Hanifa No’man ibn Zabit. Narran compañeros de él varios dichos y advertencias con el objetivo de aceptar obligatoriamente el hadiz, y rechazar las opiniones de los imams que lo contradicen (bajo los siguientes criterios): “Cuando un hadiz es sajíj, entonces tal es de mi mad-jab.” 25 “No es permitido a cualquiera aceptar nuestros puntos de vista si no se sabe de donde los sacamos.” 26 23 Esta es la clase de taclíd (ciega obediencia) que el imám Tajáui se refería cuando dijo: “solamente algunos de espíritu partisano o de ciega obediencia sigue la opinión”- Acotado por Ibn ‘Aabidín en Retrato de un Mufti (Rasmul Mufti)(Vol. 1, p. 32 de la compilación de sus ensayos) 24 Corán 7:3 25 Ibn ‘Abidín en al-Haashiya (1/63), y en su ensayo Rasmul Mufti (1/4) de La Compilación de los Ensayos de Ibn ‘Abidín ), Sheik Saleh al-Fuláni en Icáz al-Himam (p. 62) y otros. Ibn ‘Abidín escribió de Sharjul Hiaddaya de Ibn al-Shahna al-Kabír, maestro de Ibn al-Humám, como sigue: “Cuando un hadiz es sajij y contradice el mad-jab, uno debe actuar conforme al hadiz y hacer de él su mad-jab. Actuando conforme al hadiz no inhabilitará al seguidor de ser un hanefita, porque se reporta que en verdad Abu Hanifa dijo: ‘Cuando un hadiz es sajij, entonces él es mi mad-jab’. Esto ha sido relatado por el Imám Ibn Abdul Barr de Abu Hanifa y de otros imames.” Esto es parte del conocimiento absoluto y piedad de los imames, porque ellos señalaron esto al decir que ellos no eran expertos en toda la sunna, y el Imam Chafeí lo dilucidó posteriormente. Pudo haber sido que ellos hubieran contradicho la sunna porque ellos no estaban enterados de ella, por lo cual ellos nos ordenaron seguirla y considerarla como parte de sus mad-jab. Alá dé misericordia a ellos. 26 Ibn Abdul Barr en Al-Inticaa’ fi fadá’il a-Zalaza al-Aima al-Fucajá (p. 145), Ibn al-Cayyim en I lam al-Muquiín (2/309), Ibn ‘Abidín en sus Pies de Nota sobre Al-Bahr at-Rá’ic (6/293) y en Rasmul Mufti (pp. 29, 32) y Sha’rani en Al-Mizán (1/55) con la segunda narración. La última narración fue compilada por Abbas a-Dauri en a-Taríj por Ibn Ma’ín (6/77/1) con una cadena de transmisión correcta en base a Zafar, el estudiante del imám Abu Hanifa. Existen narraciones similares atribuidas a Abu Hanifa, basadas en los relatos de sus amigos: Zafar, Abu Yusuf y ‘Afiya ibn Yazid; cf Icáz (p. 52). Ibn al-Cayyim ratificó su autenticidad en base a Abu Yusuf en I lam al-Muquiín (2/344). La añadidura a la segunda narración se refiere al editor del Icáz (p. 65) a Ibn Adúl Barr, Ibn al-Cayyim y otros. Si esto es dicho por quien no sabe la evidencia de aquellos, ¿Cuál sería su respuesta a el que conoce la evidencia que contradice su dicho, pero aún da el veredicto contrario a la evidencia? Por lo tanto, reflexionen lo dicho, porque por sí es bastante para arrasar la ciega obediencia de opinión; esto es el porqué uno de los sheiks mucalid cuando lo critiqué por dar un veredicto con las palabras de Abu Hanifa sin conocer la evidencia, rehusó a creer que estaba usando un dicho de Abu Hanifa
  • 33. En una narración se cuenta: “Es prohibido a cualquiera dar veredictos en base a mis palabras (ya) que no sabe cual es mi evidencia” Otra narración añade: “...porque somos (meros) mortales decimos una cosa un día y nos retractamos (de ella) al siguiente.” En otra más se dice: “¡Maldito seáis! ¡Oh Ya’cub! 27 No escribas todo lo que oigas de mí, porque puede pasar que yo tenga una opinión hoy y la rechace mañana, o tenga una opinión mañana y la rechace pasado mañana.” 28 “Cuando diga algo que contradiga el Libro de Alá el Excelso o de algo que narró el Mensajero (Salallahu alehi wa salam) entonces no hagáis caso a mis palabras.” 29 27 Ilustre estudiante del Imám Abu Hanifa, Abu Yusuf 28 Esto era porque el imám muchas veces se basaba desde su propio punto de vista por el Quiyas (Analogía), tras el cual había una analogía más sustentable que le venía a la mente, o un hadiz del Profeta (Salallahu alehi wa salam) que le hubiese llegado, de modo que esto último lo aceptaba e ignoraba sus previas opiniones. En palabras de Sha’rani en al-Mizán (1/62) se resume así: “Nuestra creencia es también aquella que cada investigador halla sobre el Imam Abu Hanifa la cual es que, habiendo vivido hasta el registro de la Scharía, y estando en los viajes de los Guardianes del Hadiz en distintas ciudades y fronteras para poder así compilarlos y adquirirlos, simplemente los habría aceptado (los hadices) e ignorado todas las analogías empleadas (hasta ese momento). El monto del quiyas en su mad-jab habría sido justamente el mismo que el de los otros mad-jabs, casi nada. Pero ya que la evidencia de la Scharía había sido difundida entre los Sucesores y los sucesores de los Sucesores y no habiendo sido colectado en su tiempo de vida, era necesario que hubiera más quiyas en su mad-jab en comparación de los otros imames. Los sabios postrimeros entonces hicieron sus viajes para encontrar y compilar los hadices de las diversas ciudades y pueblos para registrarlos; por ello, algunos hadices de la Scharía explican otros. Esta es la razón verdadera tras la enorme cantidad de quiyas en su mad-jab, ya sea que fuera poca en los otros mad-jabs.” Abul Hassanat al-Lucnoui citó sus palabras completas en An-Nafí al Kabír (p. 135), respaldándola y expandiéndola en sus notas al pie de página, así que quien quiera consultarlo ahí está. Ya que ésta es la justificación por la cual Abu Hanifa algunas veces ha contradicho inconsciente- mente los hadices verdaderos –y es una motivo bastante aceptable, porque Alá no asola ninguna alma con más de lo que puede afrontar- no es permitido insultarlo por ello, como alguna gente ignorante ha hecho. De hecho, es obligatorio respetarlo, porque él es uno de los imames de los musulmanes por medio del cual éste din ha sido preservado y llegado a nosotros, en todas sus ramificaciones; también porque es recompensado de cualquier modo, a sea que este correcto o equivocado. Tampoco es permisible a sus adeptos continuar bajo el influjo de sus declaraciones (erróneas) que contradicen el hadiz auténtico, puesto que tales declaraciones no son, efectivamente, parte de su mad-jab, como los anteriores ejemplos lo muestran. Esto muestra dos extremos, y entre ellos la verdad permanece: “ ¡Señor! Perdónanos, a nosotros y a nuestros hermanos que nos han precedido en la fe ¡Haz que no abriguen nuestros corazones rencor a los que creen!¡Señor! Tú eres cortés, misericordioso” (Corán 59:10). 29 Al-Fulaani en Icaza al-Himam (p. 50), remontándose al imám Mohámed dice: “Esto no se aplica al muchtajid, porque es ajeno a sus opiniones de cualquier modo, pero ello se aplica al mucalid.” Sha’rani lo amplia en Al-Mizán (1/26): “Si se dice: ‘¿Qué es lo que debo hacer con los hadices que mi imám no utilizó, y se encuentra que son auténticos después de él morir?’ la respuesta apropiada a esto es: ‘Actuar sobre ellos, ya que tu imám de haberse topado con ellos y los encontró auténticos, él os habría instruido para seguirlos, porque todos los imames están sujetos a la Scharía’. Aquél que lo hace así tendrá tanto bien como sus manos sean, pero aquél que dice: ‘Yo no actuaré conforme a un hadiz que mi imám no puso en práctica’, entonces se estará perdiendo de las bondades al igual que los seguidores de los mad-jabs de los imames hacen. Será mejor para ellos actuar conforme cada hadiz encontrado auténtico tras la desaparición del imám, siendo esto la voluntad de los imames, ya que es nuestra firme creencia que los imames de haber
  • 34. MALIK IBN ANAS Como el mismo Imám dice: “En verdad que soy solo un mortal: Me equivoco [a veces) y acierto [a veces). Por lo tanto, mirad en mis opiniones: Todo lo que está acorde al Libro y la sunna, aceptadlo, y todo aquello que no está de acuerdo con el Libro y la Sunna, ignoradlo.” 30 “Aquél después del Profeta (Salallahu alehi wa salam) tendrá sus dichos [los dichos de aquél) aceptados y rechazados – no así el Profeta (Salallahu alehi wa salam)”. 31 Ibn Uahb dijo: “Escuché que Malik fue cuestionado sobre la limpieza entre los dedos de los pies durante la ablución. Él respondió: ‘La gente no tiene porque hacerlo’. No me acerqué a él sino hasta que la multitud se había reducido, entonces le dije: ‘Sabemos una sunna sobre eso’. Él contestó: ‘¿Cuál es?’ Y le dije: ‘Laiz ibn Sa’d, Ibn Laje’a y ‘Amer ibn al-Harit nos narraron de Yazid ibn ‘Amer al-Ma’afiri de Abu Abd al Rahmán al-Hubuli de Mustaurid ibn Chaddad al-Curashi, quien dijo: ‘ Ví al Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) frotarse entre los dedos del pie con su dedo meñique’, (a lo que) él dijo, ‘este hadiz es bueno; no había escuchado de él nada, hasta ahora’. Posteriormente supe que él era cuestionado sobre el mismo asunto, a lo cual él ordenaba que se limpiaran entre los dedos de los pies.” 32 vivido por más tiempo y hubieran llegado a conocer aquellos hadices auténticos después de no saberlo, ellos definitivamente los hubieran aceptado y actuado conforme a ellos, ignorando cualquier analogía que previamente ellos hubieran dictaminado y cualquier opinión que hubieran sostenido.” 30 Ibn Abdúl Barr en Yamí Bayaan al-Ilm (2/32), Ibn Hazm, citándolo de lo anterior en Usul al-Ajcam (6149) y similarmente Al-Fulani (p.72) 31 Este dicho es bien conocido de Malik que circula entre los entre los sabios tardíos. Ibn Abdul Hadi lo confirmó en Irshad a-Salik (227/1); Ibn Abdúl Barr en Yamí Bayaan al-Ilm (2/91) e Ibn Hamzm en Usul al-Ajcam (6/145, 179) lo habían narrado como un dicho de al-Hakam ibn Utaiba y Muyajid; Taqui a-Din a-Subki lo dio embelasado, en al-Fataua (1/148) como un dicho de Ibn Abbas y después dijo: “Estas palabras fueron originalmente de Ibn Abbas y Muyajid, de quienes Malik las retomó, y por eso se volvió famoso”. Parece que el Imam Ahmed después tomó este dicho de ellos, como lo dijo Abu Daud en Masaail del Imam Ahmed (p. 276): “Escuché a Ahmed decir, ‘Cada quien es aceptado y rechazado por sus opiniones, con excepción del Profeta (Salallahu alehi wa salam)’.” 32 De la introducción a Al-Yarj ua-Ta’dil de Ibn Abi Hatim, pp. 31-2.
  • 35. CHAFEÍ En cuanto al Imám Chafeí, sus notas son muchas y hermosas 33 ; sus seguidores fueron los mejores en su adscripción: “Las sunnas del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) van y vienen a cada uno de nosotros (constantemente). De modo que adonde sea que expreso mi opinión, o formulo un principio, donde algo contradice mi punto de vista (es que) existe la (opinión) del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam), entonces el punto de vista correcto es aquél que el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) ha dicho, y esto es mi punto de vista (también)”. 34 “Los musulmanes están unánimemente de acuerdo que si una sunna del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) ha esclarecido algo a alguien, no se permite a éste dejarla por el dicho de cualquier otro.” “Si vos encontráis en mis escritos algo diferente a la sunna del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam), entonces hablad en base a la sunna del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) y abandonad lo que he dicho”. En una narración se dice: “...entonces seguidla (a la sunna) y no miréis quienes a los lados tienen dichos”. 33 Ibn Hazm dice en Usul al-Ajcam (6/118): “En verdad las opiniones seguidas por todos los faquíes eran contrarias al taclid, y ellos prohibieron a sus camaradas de seguir sus opiniones ciegamente. El más severo entre ellos al respecto fue Chafeí, porque él enfatizaba repetidamente, más que cualquier otro, siguieran las narraciones auténticas y aceptaran cualquier prueba dictada; él también se desentendía de que lo siguieran ciegamente y así lo anunció a los de su rededor. Que esto lo beneficie frente Alá y dicha recompensa sea la más grande, porque él ha aportado grandes bondades” 34 Relatado por Hakim con un sanad que continua hasta Chafeí, como en Tarij Dimashq de Ibn ‘Asáki (15/9/10)
  • 36. “Cuando un hadiz es sajíj, entonces él es mi mad-jab.” “Vosotros estáis más percatados del hadiz que yo, así que cuando un hadiz es correcto, informadme de él, ya sea que es de Cufa, Basora o Siria, de modo que pueda tomar el punto de vista del hadiz en cuenta, en tanto éste sea correcto”. “En cada tema donde la Gente de la Narración encuentra un reporte correcto del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) y contradice lo que he dicho, entonces desechad mi dicho, si es mientras vivo o posterior a mi muerte”. “Si vosotros me oís decir algo, y es algo que está en contra de lo auténticamente reportado por el Profeta (Salallahu alehi wa salam), entonces sabed que mi cordura está lejos”. “Por cada cosa que digo hay algo auténtico del Profeta (Salallahu alehi wa salam) que contradice mis palabras, entonces el hadiz del Profeta (Salallahu alehi wa salam) está primero, así que no sigáis mi opinión.” “Cada declaración basada en palabras del Profeta (Salallahu alehi wa salam) es también de mi parecer, aún si no la escucháis de mí.” AHMED IBN HAMBAL Imám Ahmed fue el más destacado de los imams al compilar la sunna y adherirse a ella, tanto que inclusive “lo disgustaba un libro que consistía de deducciones y opiniones escritas” por eso él dijo: “No sigáis mi opinión ni sigáis la opinión de Malik, de Chafeí, de Auzaa’i y ni de Sauri, sino tomad de dónde lo extrajeron”. Narraron que: “No copiéis vuestra religión de cualquiera de ellos pues lo que viene del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y sus Compañeros, tomadlo; después (lo que viene) a sus sucesores, donde un hombre tiene elección.” Una vez relatando: “El seguir significa que un hombre sigue lo que viene del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y sus Compañeros; después sus sucesores y (así) él tiene una elección.” “La opinión de Auzaa’i, la de Malik, la de Abu Hanifa son eso, solo opiniones: todas ellas iguales ante mis ojos. Sin embargo, la prueba se encuentra en las Narraciones [del Profeta (Salallahu alehi wa salam) y sus Compañeros].” “Cualquiera que rechaza una declaración del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) está al borde de la destrucción.”
  • 37. Estos son dichos claros y lúcidos de los imams acerca de seguir el hadiz y prohibir la obediencia de sus opiniones sin una evidencia visiblemente clara, tal como la mera opinión e interpretación, que no son aceptables. De aquí, cualquiera que se adhiriera a lo que la sunna ha probado ser auténtico, aún si ello se opone a los dichos de los imams, ello no contradice su mad-jab, ni lo desvía del camino, sino más bien, el individuo estará siguiéndolos a todos ellos y estará asido a la más pura verdad, que nunca se desvanece. Sin embargo, no es el caso de quien ha abandonado cualquiera de las sunnas auténticas solo porque ellas contradicen sus puntos de vista; al contrario, tal persona estaría desobedeciéndolos y oponiéndose a los dichos antes mencionados, siendo que Alá establece: “Pero ¡no por tu Señor! No creerán hasta que te hayan hecho juez de su disputa; entonces ya no encontrarán en sí mismos dificultad en aceptar tu decisión y se adherirán plenamente.” También dice: “¡Que tengan cuidado los que se hurtan a su orden (la de Mohámed), no sea que les aflija una prueba o que les aflija un castigo doloroso!” El Hafiz Ibn Rayab al-Hambali dice: “Por lo tanto, es obligatorio sobre cualquiera que escucha una orden del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) o la conoce, explicarla a la umma, aconsejándola con sinceridad y ordenándoles seguir su orden, aún si ésta contradice algún renombrado (ulema). Esto es porque la autoridad del Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) tiene todo el derecho de ser respetada y seguida, por encima de la opinión de algún famosísimo (ulema) que ha contradicho la orden del Mensajero en cualquier asunto por desconocimiento. Esto es el por qué los Compañeros y aquellos que refutan a cualquiera que contradice la sunna son algunas veces muy estrictos en sus refutas, no sin granjearse el odio de las personas que lo amaban y respetaban, ya que el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) es más amado por ellos y sus ordenanzas son superiores a las ordenanzas de cualquier criatura. De aquí se desprende que una orden del Mensajero debe ser apropiadamente consolidada y cumplida. Nadie debe dejar de respetar a la persona que refutaron porque saben bien que ella será perdonada (por su error); de hecho, esto último no le debe perturbar ya que la orden del Mensajero de Alá fue que claramente se deben de oponer.”
  • 38. De hecho, cómo podría molestarles eso, cuando ellos mismos han ordenado a sus seguidores hacerlo, como hemos visto, y se han unido a ellos para abandonar cualquier punto de vista que contradice a la sunna. De hecho Imám Chafeí dijo a sus camaradas que le achacaran la sunna auténtica también, aún si él no la había adoptado o hubiera adoptado algo contrario a ella. De aquí, cuando el analista Ibn Daquic al-‘Eid los compiló a todos ellos en un fastuoso volumen en los temas de los cuales uno o más de los cuatro mad-jabs de los imames habían contradicho el auténtico hadiz, escribió al principio de éste: “Esta prohibido imputar estas respuestas a los imames muchtajids, y es obligatorio sobre los juristas que siguen sus opiniones conocer éstas de modo que ellos no puedan citarlas con respecto a estos y de permanecer en su contra.” LOS SEGUIDORES DE LOS IMAMES QUE ABANDONAN SUS PUNTOS DE VISTA SI ESTOS CONTRADICEN LA SUNNA Debido a todo lo que hemos mencionado, los discípulos de los imams, un número de personas que van desde los antiguos hasta unos cuantos de épocas recientes, no hubieran aceptado todos los puntos de vista de sus imams; por el contrario, ignoraban muchas cosas cuando hallaban que claramente aquellos iban contra la sunna. Incluso los dos imams, Mohámed Ibn al-Hassán y Abu Yusuf, tuvieron diferencias con su sheik Abu Hanifa “en un tercer mad-jab”, como lo prueban los libros de massaail. Igualmente se dice lo mismo sobre el Imám al-Muzani y otros seguidores de Chafeí y otros imams. Si empezamos a dar ejemplos y discusiones esto se volvería extenso, tardado y estaríamos divergiendo de lo que intentamos dar en esta introducción, de modo que nos limitaremos a dos instancias: Imám Mohámed dice en su Muwatta (p. 158): “En cuanto a Abu Hanifa, él no consideraba que hubiera una oración de súplica para la lluvia, empero sostenemos que el imám reza dos rakás y después suplica y extiende su ropa envuelta...” Tenemos de ‘Isám Ibn Yusuf al-Balji, uno de los compañeros de Imám Mohámed y sirviente de Imám Abu Yusuf, que éste “daba veredictos contrarios a los de Imám Abu Hanifa, porque él no sabía las evidencias de éste último, mientras que otra evidencia se presentaba por sí misma a él, de modo que daba los veredictos usando aquella.” De aquí, “él alzaba sus manos al inclinarse (en la oración) y continuar (con las manos alzadas) al incorporarse de ésta (posición)”, como en la sunna mutawatir del Profeta (Salallahu alehi wa salam); el hecho es, lo que los tres imams [o sea, Abu Hanifa, Abu Yusuf y Mohámed) dijeron, no hubiera podido de ningún modo impedirle practicar
  • 39. esta sunna. Esta es la aproximación que cada musulmán está obligado a tener, como hemos visto del testimonio de Los Cuatro imams y demás. Resumiendo: Espero sinceramente que ningún seguidor de algún imám se apresure a condenar los principios de este libro y abandone el beneficio de la sunna del Profeta que hay en él, con el argumento que ellos están contradiciendo su mad-jab. Espero que tales personas en su lugar considerasen que lo que hemos ofrecido en las exhortaciones a los imams en cuanto a obedecer y actuar sobre la sunna implica omitir las declaraciones que la contradicen (a la sunna). También tengo la esperanza de que se dará cuenta que condenar el carácter de este libro es condenar todo lo que el imám está siguiendo, porque hemos tomado estos principios de los imams, como anteriormente habíamos señalado. Por lo tanto, cualquiera que rehúsa ser guiado por ellos en este camino está en gran peligro, porque tal rechazo necesariamente lo aleja de la sunna a la cual se nos ha ordenado tomar de referencia en caso de diferencias de opinión y de la cual también dependemos totalmente. Pido a Dios que no me convierta en aquellos que Él menciona: “Cuando se llama a los creyentes ante Alá y su Enviado para que decida entre ellos, se contentan con decir: ‘¡oímos y obedecemos!’ Esos son los que prosperarán. Quienes obedecen a Alá y a Su Enviado, tienen miedo de Alá y le temen, ésos son los que triunfarán.” 35 ACLARACIÓN DE CONCEPTOS La introducción anterior fue escrita hace diez años, tiempo durante el cual se nos ha hecho necesario que nuestras palabras han tenido un efecto positivo sobre la juventud musulmana al guiarla hacia sus obligaciones en materia de religión y adoración, para volver a las fuentes más puras del Islam: el Libro y la Sunna. Entre ellos existía un aumento en los rangos de aquellos que practicaron la sunna y se entregaron totalmente a ella. Sin embargo, sigo viendo a varios de ellos renuentes a la práctica de la sunna, y no porque se deba a que duden en sus obligaciones (de ejecutarla) tras la lectura de los versos coránicos y las advertencias de los imames de regresar a la sunna, sino porque ellos han escuchado de algunos sheiks mucalids algunas objeciones y malas interpretaciones al respecto. Es así como he decidido mencionar estas nociones erradas y refutarlas, a modo de motivación para más gente de practicar la sunna y así estar de entre los salvos, Dios queriendo. Concepto Erróneo 1: Algunos dicen: “No hay duda que es obligatorio regresar a la guía de nuestro Profeta (Salallahu alehi wa salam), en materia 35 Corán 24: 51-52
  • 40. de religión, especialmente en los actos recomendados de adoración tales como la oración, donde no hay lugar para la opinión o el ichtijad, debido a su naturaleza inmutable. Sin embargo, muy difícilmente escuchamos alguno de los “mucalids” proponer esto. De hecho, los vemos que tienen diferencias de opinión, que las consideran de gran flexibilidad para la “umma”. Su prueba para esto es el hadiz que ellos mencionan repetidamente en tales circunstancias, cuando quieren refutar a quienes sostienen la sunna: “La diferencia de opinión (ijtilaf) entre mi umma es una misericordia (rajma)”. A nosotros nos parece que este hadiz contradice el principio por medio del cual usted nos invita (seguir) y en base a lo que usted ha compilado este libro y otros. De modo que ¿Qué tiene que decir respecto a dicho hadiz?” Respuesta: La respuesta se puede ver desde dos ángulos: El Primero: Que el hadiz no es auténtico, en realidad es falso y sin fundamento. ‘Aláma Subki dijo: “No me he encontrado una cadena de narración para éste que indique sea auténtico, débil o fabricado”, es decir, ¡No existe ninguna cadena de narración para este “hadiz”! También ha sido señalado al respecto: “... la diferencia de opinión entre mis Compañeros es una misericordia para vosotros” y “mis Compañeros son como las estrellas, así que cualquiera de ellos que sigáis, vosotros seréis guiados.” Ambas declaraciones no son auténticas: la primera es muy endeble; la segunda es (verdaderamente) fabricada. (Ver apéndice 1) El Segundo: Este hadiz contradice al glorioso Corán, porque las aleyas que prohíben el divisionismo en la religión y gozar de la unificación son bien consabidas como para mencionarlas. Sin embargo, no hay inconveniente en dar algún ejemplo de ellas al respecto; Alá dice: “... ¡No discutáis! Si no, os desanimaréis y se enfriará vuestro ardor.” “... ¡Y no seáis de entre los politeístas (mushrikín)! ¡De los que escinden su religión en sectas, contento cada grupo con lo suyo!” “Más no cesan en sus discrepancias, excepto aquellos que han sido objeto de la misericordia de tú Señor”. Por lo tanto, si en aquellos que el Señor ha tenido misericordia para que no disputen y es la gente de la falsedad la que sí lo hace ¡¿Es posible que la disputa (o discrepancia) sea una misericordia?! Se deduce de aquí el hadiz entonces no es auténtico, ni en su cadena de narración ni en su significado, por lo cual, es claro y obvio que no puede ser
  • 41. usado para justificar la terquedad de no actuar conforme al Corán y la sunna, que es lo que nuestros imams nos han ordenado seguir sobre todas las cosas. Concepto Erróneo 2: Algunos dicen: “Si diferir en el din está prohibido, ¿Qué me dice sobre las diferencias entre los Compañeros y de los imams que los sucedieron? ¿Existe alguna diferencia entre sus discrepancias (de los compañeros y sucesores) y las de las generaciones posteriores?” Respuesta: Sí, hay una gran diferencia entre estos dos ejemplos de discrepancias, que se manifiestan a sí mismas en dos formas: primero la de causa y la segunda es la de efecto. En cuanto a las discrepancias (o diferencias) de entre los Compañeros- inevitables- eran las del entendimiento: Ellos no discutían por gusto. Otros factores de su época contribuyeron para tal, necesitando de la diferencia de opinión y que posteriormente se desvanecieron después de su época. Este tipo de diferencia es imposible de evitar en su totalidad y por ello la gente no puede ser culpada por las razones antes mencionadas en las aleyas, por la ausencia de las condiciones apropiadas, es decir, diferir a propósito e insistiendo en ello. Pero en cuanto a las diferencias halladas entre los mucalids de hoy, estas son inadmisibles e inexcusables. Prueba de ello está en el Corán y en la sunna, que pasa a apoyar a un mad-jab distinto que el que le es habitual, de modo que hace a un lado la prueba solo porque ella contradice a su mad-jab. ¡Y sucede aunque su mad-jab es el original, o del din que Mohámed (Salallahu alehi wa salam) trajo, mientras que otros mad-jabs conformen en sí dines diferentes que han sido abrogados! Muchos otros toman posturas extremistas con lo que respecta a los mad-jabs –por todas sus diferencias- como códigos paralelos a la Ley (de Dios), como algunos de sus adeptos posteriores lo explican: No hay perjuicio en que un musulmán tome lo que le plazca de ellos y deje lo que le disguste, ¡porque todos ellos son códigos de ley válidos! Ambas categorías de gente justifican su permanencia dividida por este hadiz falso: “La diferencia entre mi umma es una misericordia” -¡Así es como muchos de nosotros los oímos usar ésta evidencia!- ellos justifican el hadiz diciendo que el hadiz permite flexibilidad para la umma; además del hecho que estos “razonamientos” son contrarios a los versos explícitos del Corán y al significado de las palabras de los imams antes mencionados, de los cuales hay textos que refutan a aquellos. Ibn al-Casim dijo: “Escuché a Malik y a Lait decir algo diferente de los Compañeros del mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam): ‘No es como la gente dice: “hay