Educación superior, empleo y desigualdad en tres ciudades mexicanas
1. ,
EDUCACION SUPERIOR Y EMPLEO
Humberto Munoz Garcia *
y Ma. Herlinda SuarezZozaya**
En el marco de una agudacrisis econ6-
mica,la decadade log ochenta enMexico
rue un periodo en el que se registraron
importantes transformaciones sociales.
Una de elIas, el deterioro de lag condi-
ciones de vida de log sectores medias y
populaTes,sevincula con la depreciaci6n
de la educaci6n superior en el mercado
laboral y lag escasasposibilidades de ge-
DeTarempleosde alto nivel.
En decadas anteriores la educaci6n
formal era considerada como un factor
central de desarrollo y un mecanismode
ascensosocialligado al empleo y al nivel
de ingresos de lag personas.Sin embar-
go, la notable expansi6nde la matrIcula
-acaecida principalmente a partir de log
afios setenta- excedi6 lag posibilidades
estructurales de absorci6n de log indivi-
duos educadosy mostr6 el agotamiento
de la capacidadde movilidad social, co-
mo resultadode log aDOSde estudio. Hoy
dIa, se cuenta con evidencias de que a
pesarde la expansi6nde la educaci6nsu-
perior la distribuci6n del ingreso no se
ha modificado, y que a la escasezde
puestosde trabajo se hanagregadofen6-
menDscomo la devaluaci6nde log aDOS
de estudio en el mercado de trabajo, la
subutilizaci6n de capacidadesy el des-
empieo de quienes han alcanzado un
cierto grado de escolaridad.Par esto, no
resulta casualque el vInculo entre edu-
caci6n superior y mercado de trabajo
tienda a caracterizarsecada vezmas par
log desajustesy desequilibrios y que, ac-
Mixteca
tualmente, se discuta ampliamente el
significado de este nivel educativo enlag
nuevasestrategiasdedesarrollo.
El problema es complejo. En este en-
sayose proporcionan algunos datos, de
indole sociodemografico,que ilustran la
situaci6n de log individuos que cuentan
con educaci6nsuperior en log mercados
de trabajo de tres zonasmetropolitanas:
Ciudad de Mexico, Guadalajara y Mon-
terrey. Esta informaci6n se deriva de la
Encuestade Empleo Urbano (ENEU)del
primer trimestre de1987.
Si bien en terminos generales puede
advertirse que la polarizaci6n educativa
-porcentajes elevados de log que no
hall tenido acceso al sistemaeducativo
y de log que hall alcanzado nivel profe-
sional- esuna caracteristicade la pola-
ci6n de lag tres ciudades,lag posibilida-
desdeempleo segunnivel deescolaridad
son diferentes en cada zona metropoli-
lalla. Las diferencias se vinculan alas
peculiaridadesde los procesosde indus-
trializaci6n, urbanizaci6n y desarrollo
de las actividades terciarias, pero tam-
bien a los nivelesde expansi6ndel siste-
ma educativo, sobre todo en la ensefian-
zasuperior.
El nivel de escolaridadde la poblaci6n
econ6micamenteactiva regiomontanaes
m.iselevadoque el de las poblacionesde
las otras dos ciudades.No obstante, pre-
cisamente en Monterrey es donde se re-
gistra la tasa global de desempleo m.is
alia (5.9) y en Guadalajara,donde el
nivel de escolaridades menor, el Iodice
de desempleoesm.isreducido (3.4). Los
datos estadisticos muestran que en la
Ciudad de Mexico y Monterrey los ries-
gosde estardesempleadoaumentanpara
la poblaci6n con elevadosniveleseduca-
tivos. Las tasas de desocupaci6nde los
que tienen ensefianzasuperior son ma-
yoresque las de categoriasm.isbajasdel
sistema escolar, e incluso las que se re-
tiereD a la poblaci6n que no ha tenido
accesoa este.En Guadalajarala relaci6n
inversa entre nivel educativo y ocupa-
ci6n es menos pronunciada. De ahf, se
puede inferir que, en un contexto de res-
tricci6n del mercado laboral, cuando se
llega a altos nivelesde expansi6nescolar
la influencia de la educaci6n sobre el
empleo decrece.
En terminos del ingreso, es de interes
apuntar que en las ires ciudadesse ob-
servaque el nivel educativo no esla va-
riable determinante del monto de los
ingresos. Si la educaci6n explicara di-
rectamente los ingresos, todos los que
tienen la misma escolaridad debenan
* Instituto de InvestigacionesSociales,
UNAM
** Centro Regional de Investigaciones
Multidisciplinarias,UNAM
DemoS 30
2. distribuirse
de la mismamaDerarespecto
al ingreso. Es obvio que esto no sucede
asi y que seguramente existeDfactores,
ligados al grupo social de procedencia-pa
ejemplo la instituci6n educativa
en la que se realizaron los estudios-
que el mercadoretribuye diferencial en-
te. No obstante 10anterior, no puedene-
garse que todavia existe una situaci6n
global favorable, en cuanto a ingresos,
para los de mayor escolaridad,ya que las
posiciones con alia remuneraci6n (ma-
yores a los cinco salarios minimos) es-
tan ocupadasprincipalmente par perso-
nascon formaci6n profesionalsuperior.
En suma,parececierto que en las ires
ciudadesexisteuna relaci6n positiva en-
tre educaci6ne ingreso y, en este senti-
do, la escolaridad tendria un efecto
favorablesabre la disminuci6n de lasde-
sigualdades.Sin embargo,la importancia
de eseefecto es muy dificil de determi-
nar con los datos disponibles porque en
la relaci6n influyen una multiplicidad de
variables.El desempleoylos bajos ingre-
sos(menoresa los dossalarios minimos)
de mochasprofesionales (cerca del 50%
en la Ciudad de M~xico y Guadalajara y
44% en Monterrey) indican que la esco-
laridad esta perdiendo su papel diferen-
ciador, en tanto que dicho papel se
trasladaal mercadode trabajo.
Asi, en la situaci6n actual el mercado
laboral asume funciones clasificatorias
para ubicar y remunerar a la poblaci6n
en la jerarquia ocupacional, mediante
criterios que releganla certificaci6n edu-
cativa del nivel profesional. Paralela-
mente, el sistemaeducativo sesegmenta
conbaseencondicionesde claseycuotas
de poderque actuanpara definir ellogro
y la calidad de la ensefianza,asicomo la
ocupaci6n, tipo de empleo y manto de
lasremuneraciones.
El ajuste entre educaci6n superior y
empleo no eslineal. Sedara en un marco
de conflicto, ya que habra presionespara
mantener el accesoalas universidades,
CreDlea intentos de reducir la oferta
educativay dificultades para solventar el
financiamiento de la educaci6n, par un
lado. Par otro, puedepreverseque, en el
corio plaza, dificilmente semodificara la
estructura productiva para generar em-
pleasde alto fango. La soluci6n del con-
flicto requiere soluciones t~cnicas,pero
sabretodo politicas. DemoS