La violencia laboral es un problema grave que causa miles de accidentes y cientos de muertes cada año en Chile. Tanto los trabajadores como las empresas son responsables, debido a descuidos, falta de cultura preventiva, y no seguir las normas de seguridad. Se necesitan mayores esfuerzos de todos los actores para prevenir accidentes y proteger la salud y vida de los trabajadores.
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
VIOLENCIA LABORAL Y ACCIDENTES DE TRABAJO
1. VIOLENCIA LABORAL.-
Prof.: Manuel Muñoz Astudillo
Part-Time UT.FSM-sede Thno.
28 de Agosto de 2004.
Una de las características fácilmente apreciables del
mundo actual en el ámbito productivo, dice relación con el incremento
extraordinario y maravilloso de los elementos técnicos creados con el fin de dar
un impulso a la capacidad productiva y responder en forma adecuada a las
exigencias del mercado. Esta circunstancia ha producido un aceleramiento en las
acciones de los hombres que día a día se ven enfrentados a la naturaleza o sus
productos manejando, conduciendo o utilizando nuevas herramientas adaptadas
especialmente a las prácticas laborales. La velocidad en que las acciones
productivas se suceden no tiene comparación alguna con los sistemas productivos
pasados, basados fundamentalmente en la capacidad del esfuerzo humano.
Esta realidad no ha resultado gratuita.
El aprendizaje de los nuevos modelos ha sido duro, no exento
de violencia, la que aparece inherente a todo cambio en cualquier orden de
participación social. Se estima por ejemplo que en la actividad productiva total
el gasto social derivado de los accidentes del trabajo no es menor a $US 3.000
millones, en sus costos indirectos, carga que cada día se hace más difícil de
soportar en una economía en “take off”.
Del punto de vista país estas cifras revelan el desprecio por
una política humanista, preocupada por la suerte de los seres humanos que viven
y crean bienes y servicios en el sistema productivo. Al contrario, se acepta un
proyecto violento en el que un número no inferior a 300 connacionales fallecen
cada año laboral en el intento por participar activamente en la economía de
nuestro país y alrededor de medio millón sufre algún tipo de accidente
invalidante, total o parcial; temporal o definitivo.
Surgen preguntas: ¿Quiénes son los actores responsables de esta
tragedia?
La respuesta tiene una fundamentación variada. Desde el punto de
vista económico debemos aceptar que en una economía en que el Estado tiene un
carácter subsidiario, y que es la iniciativa privada la que conduce toda la
actividad productiva, salvo las escasas empresas en que el Estado tiene una
mayoría accionaria, la responsabilidad recae sobre el ámbito privado, con la
excepción aludida.
Desde un punto de vista ético, no cabe la menor duda que los
empresarios deben resguardar la vida de aquellos que colaboran en la formación
de sus capitales aportando con su trabajo creativo.
Si miramos el problema desde el ángulo de la gestión
empresarial, la seguridad laboral representa un ahorro extraordinario para las
empresas. En efecto, se estima (“El Financiero” on line) que por cada dólar
norteamericano que tiene su origen en los gastos por accidentes laborales en
2. costos directos, seis dólares se consumen en los gastos indirectos. Los grandes
costos de los accidentes y las pérdidas en recursos humanos, equipos y
productividad constituyen un lastre al desarrollo de cualquier empresa, incluso
su desaparecimiento del sistema.
Hay que recordar que conforma al Art. 5 de la Ley 16.744,
el accidente laboral se define como toda “lesión que una persona sufra a causa o
con ocasión del trabajo, y que le produzca incapacidad o muerte”.
Esta definición revela que en el drama de los accidentes
laborales ataca la salud o la vida de los trabajadores y que es un valor
inapreciable el que está en juego, pero no obstante la claridad y dureza de
estos conceptos los accidentes laborales siguen sucediendo sin que se vislumbre
una solución a este flagelo.
¿Cuáles son las principales causas que generan accidentes
laborales?
Hay que enfatizar que la mayor parte de los accidentes son
causados por descuido personal, cualquiera sea el lugar en que ello ocurra: el
trabajo, el hogar, vías de circulación, aulas, etc.
Estos descuidos tienen un proceso de desarrollo que si no
se detiene a tiempo pasan de actos aislados a una tendencia de acciones
negligentes, luego a costumbres y finalmente, un hábito que se realiza
inconscientemente.
Las principales causas atribuibles a los trabajadores, son:
1.- La mala costumbre de omitir las instrucciones entregadas por los expertos.
2.- El mal uso de equipos y herramientas.
3.- La falta de atención, abulia mental y automatismo en las acciones.
4.- Fatiga del trabajador por stres laboral o causas externas al trabajo.
5.- Estado emocional no adecuado a los riesgos de obras o faenas.
6.- Indiferencia, tozudez o renuencia al uso adecuado de los elementos de
protección o su no uso.
7.- Imprudencia inexcusable.
8.- Inmadurez laboral, actitudes infantiles frente a los equipos y otros
trabajadores.
La responsabilidad de las empresas en la generación de
causas de accidentes laborales no es menor a las imputadas a los trabajadores.
En efecto se han detectado las siguientes que pueden ser atribuidas a las
empresas.
1.- Falta de una cultura preventiva en la empresa.
3. 2.- Falta de una política o gestión empresarial en prevención de accidentes.
3.- Ignorancia de la responsabilidad del empresario o sus agentes en los
accidentes del trabajo o desprecio por ella.
4.- Falta de liderazgo en materia de prevención de accidentes.
5.- Delegación de la prevención de riesgos en un superhéroe (“segurito”) e
ignorancia de la idea que la prevención es una responsabilidad de todos.
6.- Falta absoluta de la participación activa de los trabajadores en la cultura
prevencionista y la gestión para alcanzarla.
7.- Clima de inseguridad permanente y palpable en las acciones de la empresa.
8.- La adopción por la empresa de un concepto legalista de prevención. Es decir,
sólo para cumplir con la ley.
Las doctrinas religiosas (Rerum Novarum) o laicas
(humanistas); los principios contenidos en las normas internacionales
(Declaración de los Derechos del Hombre) y las doctrinas jurídicas del Derecho
Laboral, recomiendan una mayor atención a la solución de este problema, pues,
ello interesa especialmente al país, que debe soportar el peso de la perdida de
recursos humanos, a los trabajadores y sus familias; a la propia empresa y a la
sociedad toda.
Las exigencias del Comercio Internacional en un mundo
globalizado requiere el cumplimiento de una normativa básica de mayor exigencia
al que las empresas deben entrar si pretenden postular a los beneficios de dicho
mercado. En el ámbito de la competencia internacional el no cumplimiento de las
normas laborales, provisionales, de higiene y seguridad y medio ambientalistas,
constituye una lesión a la buena fe en la competencia legítima y se considera un
fraude a ella que se castiga sacando del mercado los bienes y servicios de los
productores que incurren en estas irregularidades. Vergonzoso ejemplo ha sido
hasta ahora el de los salmones. Una empresa que no cumpla con los requisitos
exigidos puede comprometer la producción de aquellas que si lo hacen, lo que
bien puede ser considerado como un ataque al propio sistema imperante, un acto
de violencia inaceptable nacional e internacionalmente.