1. ¡NUESTROS HIJOS Y LA CONVIVENCIA EN LA ESCUELA!
¡Ojo padres de familia!
Hagámonos esta pregunta: ¿Estamos educando hijos para el tiempo
en que están con nosotros ó estamos educando hombres para el
mañana?
Expresiones tan peligrosas como: -¡No se deje: si le pegan, usted se
defiende!, ¡Si me llega aporreado a la casa por que otro le pegó, le
pego yo también para que deje de ser tan bobo! - ¡La próxima vez
que le peguen y la profesora no le diga nada, usted le pega y viene y
me dice!
Expresiones como éstas son las generadoras de delitos que en el futuro
harán de su hijo un famoso malhechor, a quien gracias a sus consejos
de no dejarse, saldrá en los noticieros y en los periódicos como “EL
QUE NO SE DEJÓ!
Padres, madres, aunque no exista un manual global de cómo ser
buenos padres, si es mejor que nosotros no seamos los creadores de
seres humanos sin corazón, con sed de venganza y deseos de ser
superiores a los demás.
Aunque con esto no se esté diciendo que nuestros hijos a toda hora
tengan que ser las víctimas de los más grandes y pudientes, si existen
medios para detener los abusos a los que muy regularmente están
expuestos nuestros hijos en los colegios.
Ahora bien, lo que sí es cierto, es que somos nosotros en últimas los
que quedamos mal, pues después de que algún amigo le pega al
otro y nosotros hacemos de este hecho una hecatombe, al otro día
ellos están juntos como si nada hubiese pasado.
Estamos viviendo en una época muy difícil para la crianza de nuestros
hijos y mucho más en el ámbito vivencial, inconscientemente nosotros
como padres somos los que estamos pecando, pues vivimos en una
constante competencia por demostrar que nuestros hijos son mejores
que los de los demás y en la escuela es donde más se evidencian
estos casos.
2. Tenemos que recordar que nosotros llevamos nuestros hijos a un aula
para formarlos intelectual y socialmente, sin el ánimo de hacerlos
mejores que otros, solamente queremos que este sea un paso más en
su proyecto de vida como todo ser humano.
Para dar otro paso en las posibles fallas que nosotros estamos
cometiendo como padres quiero invitarlos a que reflexionemos
acerca de lo que reza el refrán “No hagas a los demás, lo que no
quieres que te hagan” ahora apliquémoslo a nuestra cotidianidad
“¿Le gustaría a usted que otro niño se defendiera, por que fue su hijo
el que inicialmente lo agredió? ¿Le Gustaría que ese otro niño cobrara
venganza sobre su hijo?
¡GRAVE ERROR! No creamos que nuestros hijos son los angelitos del
colegio, si dos niños pelean, fue por tonterías, nunca hay problemas
graves de por medio, siempre pasa lo mismo: “es que él me quitó la
pelota” “es que él me echó zancadilla”, “es que él me la tiene
montada”
Somos nosotros los que empeoramos el conflicto y lo peor es que en
muchas ocasiones hay padres que son los que toman la justicia por sus
manos, (insultan al otro, le pegan, lo agreden verbalmente) pero
resulta que en este momento llega el padre o la madre del otro niño y
ahí sí cataplum EL PROBLEMA YA ES MAS SERIO.
“Usted porqué me le pega al niño”
- Es que si usted no lo corrige, lo corrijo yo
“El que se mete con mi hijo, se mete conmigo”
- Entonces que quiere, vengase pues.
¡No que belleza, estamos peleando y delante de los hijos, ya después
se mete la profesora, otro padre de familia y los niños viendo.
Lo peor de todo es que ellos lo graban, lo procesan y lo aprenden,
pero al otro día, los padres enojados y ellos sentados en el mismo
pupitre.
¡Conciencia señores, conciencia!
3. Somos parte de la formación de nuestros hijos, al igual que sus
problemas y sus amigos (ya sean buenos o malos)
Como en todo: si se percibe un problema, creemos la solución,
seamos conciliadores y estemos atentos a nuestras fallas, pues somos
los modelos que por lo regular todo niño quiere seguir.
Primero que todo reconozcamos un primer lunar en nuestras vidas:
- Cuando el niño entra al jardín, va el papá, la mamá, la abuela y
hasta los tíos, solamente para ver su primer día de clase.
- Cuando entran a preescolar va papá y mamá a las reuniones a ver
cómo aprenden a escribir su nombre, papá y mamá.
- Cuando están en primero va mamá a preguntar por el hijo, porque
papá está ocupado en su trabajo.
- Sin prolongarnos más, de ahí en adelante o no van o los mandan
solos a estudiar, no conocen el nombre de la profesora, llegan a los
últimos 5 minutos de la reunión, pero solo a reclamar el boletín.
- Para terminar, la secundaria: Estamos ocupados, no podemos ir a las
reuniones, ellos están demasiado grandecitos para que sepan qué
está bien o qué está mal y por último la famosa carta: Profesora de mi
hijo: le pido excusas para no ir a la reunión porque no puedo ir, para
ver si me manda la calificación con el hermanito y con ella misma,
que yo después le mando la plata de lo que se deba.
Ojo: estamos materializando el amor: Ahora para que nuestros hijos se
porten bien estamos dando, play station, ipod, MP4, celulares,
BlackBerry, solamente para que ellos crean que nosotros sí los
queremos.
Si de verdad queremos a nuestros hijos no demos esto, demos
comprensión, demos compañía, demos guianza, corrijamos, no nos
de pesar el decir que no a sus caprichos. Y si en verdad los queremos
criar con buenas costumbres acompañemos también a su profesor,
pues si nos desesperan dos horitas en la casa uno o dos, imagínese al
profesor con 30 y 40 en 6 horas y todos a un mismo pulmón.
4. Seamos realistas, si nosotros no le ponemos cuidado a nuestros hijos,
un profesor no tiene la obligación de hacerlo, es por eso que cada
vez que su hijo le pone una queja al profesor, ellos no ven a quién
acudir, pues nadie va a preguntarlos.
Así pues, no seamos parte del problema y seamos parte de la
solución, hablemos con los padres de los niños agresores, de la
manera más conciliadora posible, si ve que no es posible, acuda a los
coordinadores y/o rectores de la escuela, acuda al Consejo Directivo
infórmese bien acerca de para qué sirve y quienes son sus miembros.
Una recomendación muy importante, la que le funcionó a nuestros
abuelos y a nuestros padres, “LOS BUENOS MODALES, LA CULTURA DEL
AMOR, EL RESPETO POR NUESTROS SEMEJANTES, LA CULTURA DEL
AFECTO, QUE APRENDAN A CUIDAR AL COLEGIO, LOS PUPITRES, NO
ECHAR BASURAS NI OBJETOS QUE OBSTRUYAN LOS BAÑOS, LAS
PAREDES, SUS ÚTILES. Esto que está en vía de extinción,
“El Colegio es el segundo hogar de su hijo, no tiene porqué convertirse
en la cárcel de su hijo”
José Durley Agudelo Bermúdez