El documento describe el Faro de Alejandría, una torre construida en el siglo III a.C. en Egipto para servir como faro y punto de referencia para los barcos. Con una altura de 115-150 metros, fue una de las estructuras más altas durante siglos y fue considerada una de las Siete Maravillas del Mundo. La torre se derrumbó en el siglo XIV debido a un terremoto.
El legendario Faro de Alejandría, la única de las Siete Maravillas construida con un fin utilitario
1.
2. Introducción.
El Faro de Alejandría fue una torre construida en
el siglo III a. C. (entre los años 285 y 247 a. C.) en
la isla de Faro en Alejandría, Egipto, para servir
como punto de referencia del puerto y como faro.
Con una altura estimada entre 115 y 150 metros (383
- 450 pies) fue una de las estructuras hechas por el
hombre más altas durante muchos siglos, y fue
identificada como una de las Siete maravillas del
mundo por Antípatro de Sidón. Sería derribado por
los efectos de un terremoto a principios del siglo XIV.
3. Historia y estructura.
La construcción del Faro consistía en una amplia base cuadrada y una torre octogonal de
unos 100 metros de altura. En la parte superior ardía leña y resina; ésa luz servía de aviso
y señal a los navegantes. Para los marineros, significó un guía seguro para sus retornos al
gran puerto. Para los arquitectos, significó aún más; era el edificio más alto sobre la tierra
y para los científicos era lo misterioso; poseía un espejo que los fascinó. El espejo daba un
reflejo que podría ser visto a más de 50 Km., fuera de la costa. Su ubicación se sitúa sobre
la antigua Isla de Faros, ahora un promontorio dentro de la ciudad de Alejandría.
Fuera de la costa de la ciudad yace una pequeña isla: Faros. Su nombre, según la leyenda
es una variación de la "Isla de los Faraones". La isla se conectó al territorio continental por
medio de un dique, el "Heptastadium", que dio a la ciudad un puerto doble y a causa
de sus condiciones de navegación peligrosa y la costa plana en la región, la construcción
de una torre de señales era necesaria. Por siglos, el Faro de Alejandría (ocasionalmente se
referían a él como el Faro de Faros) se usó para marcar el puerto, usando fuego de noche y
reflejando los rayos del sol en un espejo durante el día.
De las Siete maravillas del mundo antiguo, el Faro de Alejandría fue el último en
desaparecer, por lo tanto tenemos conocimientos adecuados y precisos de su ubicación y
aspecto. Las fuentes antiguas nos dan una descripción breve de la torre y el magnífico
mármol blanco que lo cubría. Ellos nos cuentan como el misterioso espejo según la leyenda
era también usada para detectar y quemar buques enemigos antes que estos pudieran dar
alcance al puerto.
4. Ubicación
Construido en el siglo III a. C. por Sustrato de Canido sobre la isla de Pharos, situada en la bahía de Alejandría (Egipto).
La descripción más exacta respecto a su forma y apariencia es
la realizada por Ibn al-Sayg, escritor árabe de Málaga del siglo
XII. El edificio fue el más alto de la antigüedad. Sobre una torre
de planta cuadrangular de cien metros de altura se situaba una
pirámide coronada por una estatua de Zeus.
6. El Faro de Alejandría es la única de las Siete
Maravillas del Mundo Antiguo que fue construida con
un fin utilitario.
Ubicado en la isla de Pharos, en Alejandría, Egipto, fue
una torre construida en el siglo III a. C. –
aproximadamente entre los años 285 y 247 a. C- que
servía como punto de referencia del puerto además de
cumplir con su función tradicional de faro a partir de una
hoguera nocturna que marcaba la posición de la ciudad a
los navegantes pues por entonces no había punto de
referencia alguno.
7. Durante mucho tiempo, esta estructura fue una de las más altas
midiendo entre 115 y 150 metros de alto. El encargado de su
construcción fue el arquitecto Sósrtato de Cnido quien llevó
adelante el
proyecto bajo el encargo de Ptolomeo II. Entre los materiales
utilizados, se recurrió a grandes bloques de vidrio que fueron
colocados
en los cimientos para evitar la erosión.
La torre se situaba sobre una base y estaba diseñada con
bloques de
mármol ensamblados con plomo fundido. En la parte superior, se
podía
ver un gran espejo metálico que reflejaba la luz del sol durante
el día
mientras que por la noche proyectaba a una distancia de hasta
50 km
la luz de la hoguera.