El significado que adquiere la violencia en el diagnóstico participativo realizado se vincula a
1. El significado que adquiere la violencia en el diagnóstico participativo realizado se
vincula a
dos aspectos complementarios. Así, en un primer momento aparece el aspecto
más individual,
asociado a comportamientos y actos concretos que realiza un individuo: se resalta
el maltrato
físico, psicológico y moral que una persona ejerce contra otra, subrayando que
estos actos
se producen en contra de la voluntad de quien es objeto del abuso. Por otro lado,
aparece la
violencia como un problema social, que representa «lo malo de toda sociedad», la
«destrucción», la «muerte» y el «caos». Esta segunda asociación nos muestra de
qué manera
los y las adolescentes, jóvenes y adultos/as perciben los múltiples factores que se
vinculan
a la violencia que afecta a toda la comunidad, pero en particular a adolescentes y
jóvenes.
El proceso de identificación de los problemas vinculados a la violencia en
ambas zonas dio
como resultado hasta 46 menciones a problemas de violencia que afectan a
adolescentes y
jóvenes. Si bien varias de estas menciones se pueden categorizar y, en algunos
casos, se
trata de distintos ángulos de un mismo problema, es importante considerar que el
hecho de
que se mencionen tantos problemas evidencia que, sobre todo desde la
perspectiva de los
adolescentes y jóvenes, las situaciones vitales se experimentan de manera
integral, y en la
vida cotidiana, diferentes vivencias interactúan o son interdependientes.
Los problemas asociados a la violencia que afectan a adolescentes y jóvenes,
y que fueron
señalados como los más importantes tanto por los adultos como por los propios
adolescentes
y jóvenes, fueron los siguientes: el pandillaje, la drogadicción y la violencia
familiar. Es
importante precisar que cuando se plantearon las causas y consecuencias de
estos tres
problemas, las mismas situaciones que anteriormente se mencionaron como
problemas de
violencia aparecieron esta vez como causas o consecuencias.
Se identificó de manera incipiente el vínculo entre la violencia que sufren
adolescentes y
jóvenes y la vulneración de sus derechos humanos, ya sea como causa o
consecuencia.
Se encontró una fuerte relación entre los problemas de violencia priorizados
como los más
2. importantes. Así, la violencia familiar adquiere gran peso como causa de los otros
dos
problemas priorizados —drogadicción y pandillaje—, e inclusive aparece como
una
consecuencia de, por ejemplo, la drogadicción. Del mismo modo, la drogadicción
es una de
las consecuencias del pandillaje y viceversa.
Para todos los miembros de la comunidad la violencia se vincula a múltiples
elementos
relacionados con aspectos socioculturales, familiares, personales y
socioeconómicos. Los
y las adolescentes y jóvenes son conscientes de la complejidad del tema y
muchas veces
asocian los problemas a factores que escapan de su control y de sus posibilidades
de influir
en un cambio, tales como la pobreza, la falta de trabajo y de oportunidades de
desarrollo
para los jóvenes, el abandono y el descuido de los padres. Los adultos coinciden
con esta
perspectiva y mencionan, además, otras causas relevantes, como la ausencia de
una
legislación apropiada. Cabe mencionar, sin embargo, que aun así los actores
clave perciben
que es posible realizar acciones para mejorar la situación.
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Conclusiones y
Recomendaciones
Conclusiones