1. ARISTÓTELES.
Resúmenes de las vías.
La ciencia.
Aristóteles utiliza para definir la ciencia, la oposición de los contrarios: ciencia frente a opinión.
Dice que la ciencia es algo verdadero y necesario, no está sujeta a ningún cambio ni alteración,
es enseñable, demostrable e inmutable.
La ciencia se ocupa de lo necesario que es eterno, mientras que la opinión se ocupa de lo
contingente (lo que puede ser de otra manera). Los conocimientos se obtienen mediante la
inducción que parte de lo particular y trata sobre las ciencias experimentales y el silogismo que
parte de lo universal.
El arte.
Aristóteles entiende el arte como la creación de un objeto. Compara arte con ciencia; la ciencia
no puede ser de otra manera, el arte sí. En contraste al arte está la acción, que tiene que ver
con la ética y el arte con la producción. Para producir algo necesitamos conocer la técnica
adecuada, de no ser así tendríamos una falta de arte: el artista que usa la racionalidad es un
buen técnico, porque3 es capaz de hacer las cosas bien y tiene las habilidades para ello. A
diferencia de la acción, que tiene su fin en sí misma, el arte tiene su fin en otro, en la
construcción de algo útil.
La prudencia.
Para definirla observa el comportamiento de un hombre prudente, que delibera y tiene en
cuenta las consecuencias de sus actos. Cuando reflexionamos sobre algo deliberamos,
pensamos en lo que más nos conviene a nivel global. Un hombre prudente no actuaría de
forma impulsiva, sino que valoraría todas sus opciones antes de tomar una decisión. Si la
acción no es prudente el fin tampoco. No es prudente ser injusto para obtener un beneficio.
La prudencia se distingue de la ciencia p9orque esta discurre sobre lo necesario y la prudencia
se ocupa de lo contingente mediante deliberación. Se diferencia del arte porque éste se ocupa
de laproducción, cuyo fin es distinto de ella misma y la prudencia se ocupa de la acción que es
un fin en sí misma.
Hay que conseguir la moderación, que es la capacidad de escoger aquello que se encuentra en
el punto medio entre exceso y defecto, como la templanza. Quien carece de ella se deja
arrastrar por los placeres. La prudencia es a tiempo intelectual y moral.
2. NOCIONES.
LO NECESARIO Y LA CIENCIA.
La ciencia tiene como método la demostración cuyos resultados son conclusiones universales y
su objeto es lo necesario, ingénito e imperecedero que se concreta entre otras cosas en las
relaciones cuantitativas, principios del movimiento, los astros y Dios.
Reúne las siguientes características: 1) Sólo hay ciencia de lo universal. 2) Es un conocimiento
de lo necesario, de “lo que no puede ser de otra manera”. Explica por qué lo que conocemos
es así y no puede ser de otro modo.3) Es un conocimiento por las causas.4) Se puede enseñar.
5) Se obtiene por demostración. 6) Es cierto y verdadero.
Sólo hay ciencia cuando conocemos un objeto, es decir si es (su existencia); lo que es (su
esencia); y el porqué (la causa).
La ciencia funciona demostrativamente y consiste en que a partir de unos enunciados dados
puedan obtenerse unas conclusiones. El esquema más simple es el silogismo qe parte de lo
universal. El silogismo es un esquema de razonamiento tal que a partir de dos enunciados
denominados premisas conectadas entre sí por un término medio, se obtiene una conclusión
necesaria.
Las premisas tendrán que ser demostradas a su vez a partir de otras, y éstas de otras. Como no
puede prolongarse el proceso hasta el infinito, tiene que haber unos enunciados primeros que
estén ya dados sin necesidad de demostración . Son los primeros principios.
Aristóteles se plantea ¿cómo se captan las verdades universales? Hay dos maneras: mediante
la inducción y la intuición, que es la captación pura por el intelecto de los primeros principios.
La sabiduría es la virtud intelectual más perfecta que reúne la intelección y la ciencia. Se ocupa
de lo más excelente porque es lo necesario, eterno y que no cambia.
LA PRODUCCIÓN Y LA ACCIÓN.
El método del arte es la deliberación y su objeto es lo contingente. Su fin está en la
construcción de algo útil y bello.
Lo contingente puede ser de dos maneras: como acción (se ocupa de la prudencia) o como
producción (se ocupa el arte). Se diferencian en que la acción tiene su fin en sí misma y la
producción en lo producido. Una acción valerosa o justa es un fin en sí misma y la realiza quien
posee las correspondientes virtudes. La buena acción en cuanto tiene su fin en sí misma ha de
ser un elemento constitutivo de la felicidad. No hay felicidad sin sensatez o prudencia.
El arte consiste en aquel conocimiento que es principio de la producción, que quien lo posee
puede producir bien un artefacto..
3. El principio de la producción del artefacto está en el artesano que posee el arte y no en sí
mismo. Con ello diferencia arte de naturaleza. El arte tiene un principio externo y la naturaleza
tiene un principio interno.
Aristóteles compara el arte con la tyché que es el azar, pero que significa suerte o fortuna. Por
casualidad un hombre encuentra un tesoro al cavar y también por casualidad la madera se
transforma en una silla porque da la casualidad que un hombre ha aprendido el oficio de
carpintero. No es por casualidad que una semilla se convierta en un árbol o que un hombre
piensa, sino que ello es así por porque está en su naturaleza.
PRUDENCIA Y MODERACIÓN.
La prudencia es sensatez o sabiduría práctica. Se llama sensato o prudente al que reflexiona
adecuadamente acerca de las acciones que más le conviene realizar en cada momento y lleva
en consecuencia una buena vida. Se distingue de la ciencia porque la prudencia se ocupa de lo
contingente mediante la deliberación, es decir, mediante un proceso reflexivo acerca de los
mejores medios para el logro de un fin, la buena vida. Se diferencia también del arte porque la
prudencia se ocupa de la acción que es un fin en sí misma. El método es la deliberación cuyo
resultado son decisiones de validez particular.
La prudencia es intelectual porque reflexiona con la razón y moral porque se ocupa de las
acciones que forjan el carácter y nos hacen éticamente virtuosos. Según Aristóteles no hay
virtud moral sin prudencia. Si un hombre en lugar de tener como fin en su vida la salud se
proponer comer de todo no lo llamaremos sensato o prudente.
La templanza es aquella virtud moral que consiste en el justo medio entre dos extremos o
vicios. La templanza es moderación, autodominio respecto a esos placeres. Quién carece de
ella se vuelve imprudente o insensato.
Aristóteles concluye con una definición más precisa de la prudencia: “disposición racional
práctica respecto de lo que es bueno para el hombre”. La prudencia es un modo de reflexionar
arraigado en el ser humano y no flor de un día. No llamamos prudente al que en una ocasión o
dos se comporta sensatamente, sino al que habitualmente lo hace a lo largo de su vida.
La deliberación se ocupa de las cosas que podemos hacer nosotros mismos. Es el proceso
reflexivo respecto a las alternativas de acción que más nos convienen y cuya conclusión es la
elección. La elección es voluntaria y es una combinación del deseo con la razón o un deseo
deliberado de lo que está en nuestro poder.
La prudencia se ocupa de aquello que nos conviene en nuestra vida privada, pero también en
nuestra vida pública, y entonces la prudencia se considera política y de ahí que todo buen
político haya de ser prudente.
TEMAS.
VIRTUDES MORALES E INTELECTUALES.
4. El fin natural del hombre es la felicidad y de que ésta radica en el ejercicio de la virtud. La
virtud de cualquier cosa consiste en su capacidad para desarrollar la función que le es propia.
En el caso del hombre esto significa el ejercicio excelente de la razón y por esto la virtud se
define como disposición o hábito para vivir de un modo razonable. Cuando esta disposición se
ocupa de pasiones de modo que estemos predispuestos a actuar de un modo sensato en la
vida, tenemos la virtud moral que forja el carácter bien de los hombres. La razón reflexiona
para encontrar el justo medio que es la virtud. Respecto de la valoración, la virtud moral no es
mediocridad sino lo más excelente. El rechazo del exceso y el defecto y conservación de la
medida debida como garantía del bien fue una idea que Aristóteles compartió con Platón.
Entre las virtudes morales destacan: la justicia, la templanza, la valentía, la temeridad, etc.
Las distintas virtudes intelectuales se distinguen por su objeto y por su método:
Ciencia: el método es la demostración cuyos resultados son conclusiones de validez universal;
el objeto es lo necesario, ingénito e imperecedero.
Intelección: el método es una aclaración que no llega a ser demostración; el objeto es lo
necesario que en este caso se identifica con los primeros principios generales.
Sabiduría: es el resultado de la unión entre intelección y ciencia.
Prudencia: El método es la deliberación cuyo resultado son decisiones de validez particular; el
objeto es lo contingente entendido como acción que es en sí misma su propio fin.
Arte: El método es deliberación y su objeto es lo contingente entendido como acción
productiva.
VIRTUD Y FELICIDAD.
El fin último de la actividad del hombre: hay necesariamente un objeto absoluto de la voluntad
que perseguimos por él mismo y por encima de todo. Ese bien supremo es capaz de
satisfacernos por sí solo. Se denomina felicidad.
La virtud o la excelencia del hombre consiste en su aptitud para la vida razonable. Por una
parte tenemos la virtud moral que es una disposición de carácter, término medio respecto a
ciertas acciones y pasiones (justicia, templanza o moderación, valentía, etc.) y, por otra parte,
tenemos la virtud intelectual que es una disposición del entendimiento al descubrimiento de la
verdad (ciencia, intelección, sabiduría, arte y prudencia)
La virtud no sería de ningún valor para quien no pudiese ejercerla. La posesión de la virtud
como tal no basta para ser feliz, pues el bien supremo sólo se alcanza gracias al ejercicio de la
virtud, gracias a la vida razonable.
El placer no puede identificarse con el bien, pues hay placeres vinculados con conductas
censurables y hay fines que merece la pena buscar aunque no proporcionen placer, pero ésto
no significa que el placer se oponga absolutamente al bien. Toda actividad cuando se ejerce en
condiciones favorables y encuentra el objeto más digno, se ejerce acompañada de placer.
5. Un hombre virtuoso no sólo encuentra placer en los actos de virtud, sino que los placeres
contrarios a la virtud, no son a su juicio verdaderos placeres.
Si la felicidad reside en el ejercicio de la virtud y la virtud más perfecta que nos asemeja a la
vida divina es el ejercicio de la sabiduría, entonces en esta virtud radicará la felicidad más
perfecta. Las virtudes morales no necesitan solamente un fin en el cual emplearse, sino unos
medios para ejercerse. He ahí por qué la virtud moral, la del hombre bueno, no basta por sí
sola para asegurarle la felicidad, pues al ejercicio de esta virtud le pueden faltar los medios o la
ocasión para poder ejercerse.
Para que la felicidad sea perfecta, no basta que la virtud se ejerza ocasionalmente, sino que es
necesario que su actividad llene la vida entera, es decir, sea constante.
CONTESTUALIZACIÓN.
EL TEXTO EN LA OBRA.
El texto pertenece a la obra “Ética de Nicómaco” que trata de exponer en qué consiste la
buena vida tal y como la llevarían a cabo los mejores hombres en un estado bueno. Hay tres
tipos de vida: La que se basa en el placer, la que se basa en el honor y la que se basa en la
comprensión filosófica.
La vida buena y feliz reúne las tres pero sobre todo la comprensión filosófica por ser lo más
excelente que el hombre puede alcanzar. La felicidad o el máximo bien a que el hombre puede
aspirar es una actividad del alma de acuerdo con la virtud completa, de suerte que se dé
durante una vida entera y se disponga de los bienes externos necesarios. Lo mejor del hombre
es la razón que alcanza su perfección con la sabiduría. La vida del sabio es la más parecida a la
de los dioses.
CONTEXTO FILOSÓFICO: INFLUENCIAS.
1) Crítica a los sofistas.
Los sofistas sostuvieron una teoría relativista.
a) No se puede hablar de lo bueno absolutamente con independencia del individuo y de
las circunstancias en que éste se encuentra. Lo que es bueno para A puede ser malo
para B y lo que es bueno para A en un determinado momento puede ser malo en otro.
b) No hay nada bueno ni malo en sí mismo, sino que es el pensamiento el que lo hace tal.
Para Aristóteles aunque el bien se dice de muchas maneras hay sin duda el bien que es
propio de la condición humana y que consiste en la perfección de su razón. Hay pues un fin
que se sigue de la nobleza humana y cuya realización es objetivamente un bien para todos.
El bien, por tanto no es relativo a la persona o al contexto.
2) Crítica a Sócrates.
6. Sócrates se opuso al relativismo moral y sostuvo una teoría que se conoce como
intelectualismo moral.
a) La virtud es conocimiento, es decir, conocer la virtud es lo mismo que ser virtuoso.
b) No es posible conocer la virtud y ser malvado, es decir, siempre que se obra mal, se
obra así por ignorancia, nadie es malo por propia voluntad.
Según Aristóteles, Sócrates no tiene en cuenta la debilidad de la voluntad, la falta de
autocontrol.
3) Crítica a Platón.
Platón afirma la existencia de dos mundos; el delas Ideas y otro de las Apariencias.
Aristóteles, rechazó de platón la teoría del dualismo, ya que según él no puedes separar las
Ideas de los objetos, si previamente se ha dicho que el origen de los objetos son las
propias ideas, por lo que están intrínsecamente ligados; Materia y forma no están, porque
si así fuera, el mundo sería un caos.
Para Aristóteles lo único real es la sustancia sensible y el fin del ser humano es alcanzar el
máximo bien
Aristóteles fue el filósofo que más influyó en la forma de pensar de Santo Tomás. Tomó de
él:
Ontología: los conceptos de forma/materia, acto/potencia, sustancia/accidentes,
conceptos a los que Santo Tomás añade a la oposición metafísica esencia/existencia.
Teología natural: adopta sus teorías principalmente en la primera, segunda y quinta vía,
pero también en la concepción de Dios como motor inmóvil.
Filosofía de la naturaleza: coge de Aristóteles su descripción del mundo físico.
Teoría del conocimiento; da primacía a la experiencia en la fundamentación del
conocimiento.
Antropología; concepción biologista del alma, división tripartita del alma: vegetativa,
sensitiva e intelectiva.
Ética: el concepto y la clasificación aristotélica de la virtud, pero Sto. Tomás añade las
virtudes sobrenaturales.
Política: emplea las ideas de Aristóteles sobre la ley natural, y las completa con la
referencia a la ley eterna.