libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
La danza, un arte de coordinación y expresión
1. LA DANZA
La danza es la coordinación estética de movimientos corporales. En distintas actividades
humanas se producen movimientos corporales coordinados, por ejemplo la coordinación de
los remeros, en las tareas agrícolas, de siembra y recogida. Pero estos movimientos son solo
gestos plásticos elementales. La danza recoge esos elementos plásticos y los combina en una
composición coherente y dinámica.
En la danza, además, interviene un factor fundamental, el estético. La danza busca la belleza
en esa coordinación de movimientos corporales y busca también la expresión de emociones e
ideas.
El hombre danza por los mismos motivos que canta. Si canta en alabanza a los dioses, danzará
también en su honor. Si canta para expresar un estado íntimo de sentimientos, danzará
parejamente con ellos. Hay cánticos y danzas de epinicio (himno triunfal, canto de victoria) y
de lamentación, trenos (canto fúnebre) y endechas (canción triste). Se canta y se danza en el
júbilo amoroso y en la desolación de la muerte.
Prehistoria
En su manifestación más elemental, la danza puede aparecer como la expresión emocional del
individuo. Los gestos realizados en esa danza individual se repiten, la repetición de esos gestos
es ya una forma de danza y pueden pasar a realizarse de forma colectiva, que en principio son
de dos formas básicas:
- Danzas en corro
- Danzas en procesión o marcha.
Ambas pueden realizarse en torno a un símbolo de carácter mágico, la imagen de un dios o de
un animal sagrado, de un árbol o de un menhir, alrededor del cual se baila.
Han quedado testimonios gráficos de estas actividades realizadas por los hombres primitivos,
pinturas en las paredes de cuevas desde el Paleolítico. Igualmente, en las cerámicas de las
culturas agrícolas tempranas aparecen representaciones de danzantes formando dos o tres
corros concéntricos o filas enfrentadas.
Con la agricultura, la observación meteorológica, de las fases de la luna y del sol en las
estaciones, llevará a formas de danzas propiciatorias de la fertilidad de la tierra, imitando los
elementos, a veces acompañadas de sacrificios para aplacar la ira de los dioses.
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2. Grecia
Una de las musas del Olimpo griego es Terpsícore, es la musa de la música y la danza. En Grecia
la danza ya es considerada como un arte.
Homero habla acerca de la música, los cantos y danzas en corro, denominadas “hormos”, que
se realizaban en la antigua Grecia. En el centro de esos corros un músico interpretaba una
melodía con su phorminx (lira) y dos danzarines daban grandes saltos.
Phormix
Roma
Las danzas en corro tendrán ahora una denominación especial en latín, “ballistea”, de donde
procede la palabra “baile”.
Son muy admirados los “saltatores” (danzarines), los cantores y los músicos, que alcanzan un
gran virtuosismo, pero sobre todo se desarrolla la mímica, y sus ejecutantes son muy
aplaudidos. Los actores y danzantes en ocasiones utilizan máscaras, lo que va a seguir
ocurriendo hasta el Renacimiento.
Actores romanos danzando con sus máscaras.
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3. Se realizaban unas denominadas danzas en fábula, o míticas, que podrían considerarse como
ballets. Se hacían en un escenario y estaban sujetas a un argumento cuyo desarrollo seguían
las danzas en pantomima, es decir, con gestos, sin palabras que narren o expresen acciones o
emociones.
Edad Media
En la Edad Media (siglos V al XIV), con la llegada del Cristianismo, se acaban las fiestas paganas
romanas y se prohíben las danzas en los templos, las danzas pasan a realizarse delante de las
iglesias, en los pórticos.
El drama litúrgico (teatro de temática religiosa) que se inicia en el interior de la iglesia, pasa a
realizarse igualmente en el exterior, primero en el pórtico y luego en la plaza, delante de la
iglesia.
En este teatro religioso popular, el diablo es uno de los personajes más acreditados. Grandes
diablos con cuernos y de apariencia espantosa ejecutan danzas que tratan de asustar a los
espectadores. Son escenas muy cercanas a las ceremonias mágicas de los pueblos primitivos.
Solo el diablo y los ángeles danzaban en esta época. Los ángeles bailan en rondas, el diablo lo
hace solo con gestos intimidantes. La danza y el baile era el camino que lleva al infierno para
los cristianos.
El diablo va a derivar en otra figura, la de la Muerte y todo un género, ilustrado en múltiples
ocasiones, la danza de la muerte, Danza Macabra, gran invención del siglo XIV. Danza en cuyo
corro general entran todos los personajes, altos y bajos, pobres y ricos, para ser juzgados.
Pinturas y grabados de danzas macabras, inspirados tal vez por las epidemias de peste que se
extendieron por Europa durante el siglo XIV abundan en este tiempo. La vieja danza llega hasta
el Renacimiento en corros y procesiones.
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4. Trovadores y troveros, la nobleza
La poesía profana del Medioevo se inició en el último tercio del siglo XI con los trovadores en
el sur de Francia, siendo proseguida por los troveros, en el norte de Francia y por los
minnesänger en Alemania. Trovadores, troveros y minnesänger eran poetas músicos,
pertenecientes a la nobleza y que cantaban al amor cortés.
Otro personaje relacionado con los anteriores son los juglares. Éstos son músicos ambulantes,
van de aldea en aldea y de castillo en castillo divirtiendo a aldeanos y nobles con sus danzas,
juegos y habilidades. Los juglares pertenecen a las clases bajas y no son creadores, interpretan
música principalmente tradicional o compuesta por otros.
Entre las danzas que tenemos referencias está la treske, danza viva de carácter popular,
mencionada por el Arcipreste de Hita (autor del “Libro del Buen Amor”, pieza fundamental del
Mester de Clerecía). En el treske se golpea el suelo con el pié, y de ahí deriva la estampida
(“estampie” en francés y “istampitte” en italiano) trovadoresca.
Aquí tenemos una estampie, “Kalenda Maya” , cuyo autor fue un trovador provenzal,
Raimbaut de Vaqueiras.
Otro tipo de danza muy extendida fue el carol o carola, danza plural en fila abierta en la que
los danzantes, cogidos de la mano, se trasladan de un sitio a otro. También podía realizarse en
corro, en cuyo caso se denomina ronde-carole. El equivalente gallego es la muiñeira o
muñeira.
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5. Renacimiento
La sociedad refinada del Renacimiento (siglos XV y SVI) adopta la danza como uno de los
entretenimientos preferidos de la nobleza. Un buen cortesano debía tener una adecuada
formación musical y ésta incluía la práctica de la danza.
Aparecen los primeros escritos sobre la danza. El más célebre de ellos es el titulado
“Orchésographie” de Thoinot Arbeau, publicado en 1588. Utiliza las letras del alfabeto para
indicar los pasos y proporciona consejos tan útiles para antes de iniciar el baile como “escupir
y sonarse la nariz con moderación”.
Las danzas solían presentarse agrupadas en parejas contrastantes, una primera danza lenta en
ritmo binario, seguida de una danza rápida en ritmo ternario.
Uno de los pares de danzas más célebres fue la combinación de Pavana y Gallarda, ambas
relacionadas temáticamente. La Pavana era una danza de carácter procesional, lenta y
ceremoniosa. La Gallarda era más animada y con una coreográfica más complicada.
Esta partitura pertenece a una Pavana, la puedes interpretar.
La vinculación del arte dramático con la corte provocará la introducción de la danza en el
teatro, que comenzará a desarrollarse como un arte propio con unas reglas muy severas.
A partir de este momento podemos hablar de dos géneros de danza diferenciados:
- La danza de sociedad, danza cortesana o de salón.
- La danza teatral, que dará origen al ballet.
A las que habría que añadir la danza popular o folclórica, bailada por el pueblo.
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6. El primer ballet de la historia es el Ballet comique de la Reine, encargado por Catalina de
Medici para los esponsales del Duque de Joyeuse con Margarita Lorena y representado en
París en 1581. Interpretado por nobles aficionados, es la primera representación que combina
música, poesía, decoración y danza en un solo escenario.
Baile en la corte de Enrique III
LÍNEA DEL TIEMPO
Prehistoria 100.000 a. C. – 2.500 a.C.
Grecia 2.500 a.C. – 400 d.C.
Roma 500 a.C. – 476 d.C.
Edad Media Siglos V a XIV
Renacimiento Siglos XV y XVI
Barroco 1.600 – 1.750
Clasicismo 1.750 – 1.820
Romanticismo 1.820 – 1.900
Siglo XX 1.900 – 1.999
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