El documento resume el episodio bíblico de la multiplicación de los panes y los peces narrado en el Evangelio de Mateo. Jesús se compadece del gran gentío y cura a los enfermos. Ante la falta de alimentos, propone compartir los pocos panes y peces en lugar de comprar comida. Jesús bendice los alimentos y los reparte entre los discípulos para que se los den a la gente, logrando que todos coman hasta saciarse y sobren doce canastos.
Luisa de Marillac Animadora de las Cofradías de la Caridad
La esperanza cristiana de compartir
1. La espiritualidad cristiana consiste en ir dejándonos seducir por la alegre noticia de que hay esperanza. Hay esperanza para todos los pobres, porque son los preferidos de Dios y de todos los que tienen entrañas, y porque los pobres son los primeros que tienen entrañas tiernas y poderosas . Dios sufre con ellos, pero no se resigna a que ellos sigan sufriendo. José Arregi Texto: Mateo 14, 13-21 // 18 Tiempo Ordinario –A- Comentarios y presentación: Asun Gutiérrez . Música: Rachmaninov. Concierto para piano. Reproducción del pps: Vitanoble Powerpoints
2. Este texto de Mateo forma parte de lo que se llama “sección del pan”. El hecho de que la multiplicación de los panes aparezca hasta seis veces en los evangelios, y que lo narren los cuatro evangelistas, indica la importancia que tiene este episodio para las primeras comunidades cristianas, como revelación de la persona de Jesús.
3. 13 Jesús, al enterarse de lo sucedido, se retiró de allí en una barca a un lugar tranquilo para estar a solas. La gente se dio cuenta y lo siguió a pie desde los pueblos. La noticia de la muerte de Juan Bautista le impulsa a Jesús a hacer un alto en el camino. A veces, ante lo que nos sucede o ante lo que escuchamos, también necesitamos estar a solas para conseguir la serenidad y calma necesarias para ver con claridad y afrontar la realidad. Jesús deja su deseo para dedicarse por entero a la gente que le busca y le sigue.
4. Vitanoble 14 Cuando Jesús desembarcó y vio aquel gran gentío, sintió compasión de ellos y curó a los enfermos que traían. Jesús desembarca, deja la tranquilidad de su barca. Al ver la situación de las personas, se compadece, siente una profunda conmoción interior que revela la misericordia del corazón de Dios. No se queda en el sentimiento, sino que hace algo concreto a favor de quien le necesita. Muchas personas están desorientadas por el mundo, como la gente que seguía a Jesús, con sus múltiples carencias y necesidades. ¿Conozco la situación del mundo? ¿Sintonizo con las preocupaciones de la humanidad? ¿Qué hago para aliviar las necesidades de los demás? ¿Me desentiendo invitándoles a que se vayan a solucionar su situación?
5. Vitanoble 15 Al anochecer, sus discípulos se acercaron a decirle: -El lugar está despoblado y es ya tarde; despide a la gente para que vayan a las aldeas y se compren comida. Jesús no comparte el criterio exclusivista de quienes se consideran grupo elegido, con más derecho a estar cerca de Él y quieren alejar a los demás. Ante la falta de alimentos del pueblo, la propuesta de los discípulos es comprar . Comprar significa someterse a las leyes económicas que mantienen a la mayoría en la miseria. Jesús propone sustituir el deseo de comprar y de tener, por la alegría de dar y de compartir.
6. Vitanoble 16 Pero Jesús les dijo: -No necesitan marcharse; dadles vosotros de comer. Jesús pone la solución –compartir- en manos de sus seguidores y seguidoras. Es necesario que se impliquen y colaboren en su tarea. Dar de comer forma parte de la tarea del anuncio del Reino. La Providencia del Padre se realiza en la generosidad de sus hijas e hijos, a favor de sus hermanos. Hay alimentos para toda la humanidad. Hoy no haría falta multiplicar los alimentos, bastaría con dividirlos justa, solidaria y con equidad.
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8. 17 Le dijeron: -No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces. 18 Él les dijo: Traédmelos aquí. Si ponemos en manos de Jesús todo lo que somos y tenemos, por poco que nos parezca, puede producirse el milagro. La actitud de Jesús nos demuestra que el hambre no se vence con un milagro espectacular, sino con el “milagro” de la solidaridad y el compartir .
9. 19 Y después de mandar que la gente se sentase en la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, se los dio a los discípulos y éstos a la gente. El texto evoca la celebración de la cena del Señor en las primeras comunidades: vida compartida. Expresión de la comunidad cristiana auténtica. Participar en la Eucaristía supone la identificación de vida con Jesús, la puesta en práctica del amor mutuo. Hacer lo que Él hizo y vivir como Él vivió. E s la única manera de seguir su recomendación: “Haced esto en memoria mía”. Si falta fraternidad, si hay despreocupación por los demás, si no impulsa a hacer presente el proyecto de Jesús en la vida cotidiana, la celebración eucarística no tiene sentido.
10. 20 Comieron todos hasta hartarse, y recogieron doce canastos llenos de los trozos sobrantes. 21 Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Cuando se comparte y reparte hay de sobra para todos. Jesús no se preocupa sólo del pan material, también cura, escucha, enseña, consuela, resucita, regala esperanza y sentido de la vida y muestra un corazón lleno de ternura. Nos encarga actuar como Él, tratar de saciar el hambre de pan, de amor, de paz, de justicia, de ilusión, de alegría, de cultura... Su voluntad solamente se hace efectiva a través de nuestra forma de vivir, más austera y generosa, y de nuestra manera de compartir. Se cita sólo el número de hombres. Los varones mayores de catorce años debían peregrinar a Jerusalén. Las personas menores de catorce años y las mujeres no tenían obligación de hacerlo. No se las tenía en cuenta. Vitanoble Powerpoints