El documento describe un programa de formación para aspirantes a jueces de paz en el que jueces experimentados actúan como coaches para apoyar a los aspirantes durante su período de suplencia, ayudándolos a superar dificultades a través de comunicación personalizada. El coach no evalúa al aspirante sino que lo orienta y motiva para desarrollar confianza y desempeñar eficientemente sus funciones como juez suplente. El coach debe mantener cuatro reuniones con cada aspirante y brindar seguimiento cercano durante los tres ciclos