1. Luis Cernuda
L uis Cernuda fue, desde pequeño, un
niño diferente, que se encontraba a
gusto estando solo, observando la naturaleza
padre era militar y mantenía a sus hijos en un
ambiente cargado de disciplina, ausente de
manifestaciones de calor y de cariño.
y la vistosas plantas con flores de los bonitos En estas condiciones el pequeño Luis
patios y plazas de Sevilla, su ciudad. se refugió en sí mismo, creándose un mundo
Podríamos afirmar que esta tendencia aparte en el que muy pronto empezaron a
a ser retraído y solitario se debía a las circus- crecer con fuerza sus dos grandes aficiones: la
tancias familiares en que nació y creció. Su música y la poesía.
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2. C uando tenía 9 años, se le presentó
por vez primera la ocasión de descu-
brir un mundo mágico: la biblioteca de su
y en cuyos lomos aparecían en letras doradas
los títulos de fascinantes aventuras y viajes.
Poco tiempo después cayó en sus
padre. Como le estaba prohibido entrar manos un libro de Gustavo Adolfo
allí, aprovechaba los momentos en Bécquer, el gran poeta romántico español. Se
que sus padres estaban fuera para sintió Luis tan fascinado por la lectura
entrar a escondidas y, contraído por de aquellos versos que determi-
la emoción, contemplar los hermosos naron para siempre el futuro de
libros, encuadernados en vistosas telas su propia poesía.
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3. A l morir sus padres, Cernuda se des-
pidió de Sevilla. Sin él saberlo la
despedida iba a ser para siempre. Las circuns-
cer personalmente a Emilio Prados y a
Manuel Altolaguirre, editores de la revista
Litoral, que habían editado el primer libro de
tancias que rodearon su vida así lo quisieron. poesía de Cernuda, Perfil del aire.
Corría el año 1928 y, por esas fechas, Posteriormente se desplazó a Madrid, donde
ya había escrito algunos libros y era licencia- estrechó lazos de amistad con otros poetas ya
do en Derecho. Con el dinero que había reci- conocidos, especialmente con Vicente
bido de la herencia de sus padres viajó prime- Aleixandre. En Madrid vivió hasta que empe-
ramente a Málaga, con el propósito de cono- zó la Guerra Civil.
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4. A comienzos de 1938, ya en plena
guerra, se trasladó a Inglaterra,
donde permaneció 10 años, dedicado a la
marche, pero me voy a volver a la pared para
que no me vea morir”. Momentos después, el
niño moría. Luis Cernuda dejó reflejada tan
enseñanza. Allí tuvo ocasión de vivir una tris- inolvidable escena en los siguientes versos:
te experiencia que nunca olvidaría. Fue en un Volviste la cabeza contra el muro
hospital, en Oxford, donde estaba internado con el gesto de un niño que temiese
un niño con una grave enfermedad. El chico, mostrar fragilidad en su deseo.
conocido de Cernuda, pidió verlo. Éste acu- Y te cubrió la eterna sombra larga.
dió y le leyó algunos poemas. Al terminar de Profundamente duermes. Mas escucha:
oírlos el niño le dijo: “Ahora, por favor, no se Yo quiero estar contigo; no estás solo.
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5. D
profesor
e Inglaterra pasó a Estados
Unidos, en donde trabajó como
en algunas universidades.
melancólico y hasta irascible en ocasio-
nes. Tenía pocos amigos y vivía prácti-
camente aislado.
Posteriormente se trasladó a Méjico En Méjico, etapa final de su
donde fijó su último lugar de residencia. peregrinar, murió de un ataque car-
Aquel niño de Sevilla, tímido e diaco cuando tenía 61 años de edad.
introvertido, se fue convirtiendo con Murió tal como había vivido: solo. A
los años y con las amargas experiencias su entierro no asistió prácticamente
que le tocó vivir en un hombre serio, nadie.
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