2. El teatro romano es una construcción típica
del Imperio Romano, generalizada por todas
las provincias del imperio, y que tenía la
finalidad de servir para la interpretación de
actos teatrales del periodo clásico.
El teatro en la época romana iba más allá de
lo que podemos esperar de un género literario,
para entroncar desde sus más remotos orígenes
con la religión, en especial la del dios Dionisio.
Y dentro de la religión, los teatros romanos
jugaron un papel esencial para la propaganda
dinástica y el culto imperial.
3. Gracias a la arqueología, conocemos cada día
mejor los espacios para las representaciones,
tanto en lo que concierne a las instalaciones
provisionales como a los teatros estables.
También a las remodelaciones diversas que
experimentaron ciertos teatros para
adecuarlos a otro tipo de espectáculos, lo cual
es especialmente frecuente en la mitad oriental
del Imperio, donde los juegos de anfiteatro, a
falta de edificios construidos a este propósito,
tenían lugar en los teatros .
4. Un apartado que no deja de despertar interés y
curiosidad es el dedicado a los montajes y a
los decorados, la maquinaria y los trucos
escénicos.
Un hecho bien documentado es el del uso del
telón que, a diferencia de los nuestros, no
bajaba, sino que ascendía verticalmente desde
una fosa situada delante de la escena.
5. Aparentemente, el teatro romano presenta las
mismas características literarias que el griego,
y sus formas principales serían también la
tragedia y la comedia.
La tragedia romana, presente prácticamente
desde los orígenes de la literatura latina, es
sin duda alguna un derivado secundario de sus
modelos griegos.
Hay una general coincidencia en que no
produjeron en su público el fenómeno catártico
que producía entre los atenienses la tragedia
6. La comedia tuvo, aparentemente, mejor
suerte.
En realidad hubo dos formas de comedia:
la fábula palliata, derivada directamente de
los griegos, y la fábula togata que representa
una adaptación a tipos romanos, una especie de
comedia costumbrista con panaderos y
tintoreros que se reconocen por las huellas de
su oficio en su vestimenta y en su propio cuerpo,
como el tinte en las piernas que causaba la
hilaridad del público
7. No cabe duda de que el valor literario principal fue alcanzado
por la fábula palliata, dado que escribieron comedias de este
tipo Terencio y Plauto.
Esta comedia culta se inspiró fundamentalmente en la comedia
nueva griega y, concretamente, en la obra de Menandro.
Parece, sin embargo, que el género más popular y de
mayorpervivencia en el mundo romano fue el mimo. El mimo
presenta como característica, al contrario de los demás
géneros, el hecho de que los papeles femeninos son
representados por mujeres. En el mimo y el pantomimo juega
un papel preponderante la expresión corporal y también las
acciones miméticas, es decir, imitativas.
El mimo, basado fundamentalmente en la acción, tiene
evidentemente un texto muy limitado que describía el
argumento.
El éxito de los géneros del mimo y del pantomimo a costa de la
tragedia y de la comedia, demuestra el inmenso arte de los
8. Éstos se derribaban después de que el
acontecimiento para el cual fueron erigidos
concluyera. Roma contó muy tarde con edificios
teatrales.
El primer teatro estable fue construido
por Pompeyo Magno que lo justificó como
anejo al Templo de la Libertad en Roma.
El teatro fue elemento indispensable de las
festividades religiosas y públicas, siguiendo en
ello las tendencias griegas. Las comedias
de Plauto y de Terencio son un ejemplo
9. Los edificios proporcionan cada vez mejores adelantos
para comodidad del público y eficacia escénica: cubiertas
de tela protegen del sol en forma de toldos, o bien de la
base del escenario se eleva un telón movido por
complejos sistemas de poleas y contrapesos.
Se añaden jardines (peristilos) y fuentes lujosamente
decoradas de manera que constituyen, más allá de la
propia representación teatral, espacios urbanos de
recreo.
10. El teatro representa a la sociedad en dos
niveles distintos. En el escenario, donde incluso
a través de personajes
pretendidamente griegos, se representa la
sociedad romana.
Un riguroso orden jerárquico hace patente la
división en clases de la sociedad romana.
Asimismo, las mujeres no son admitidas a todo
tipo de espectáculos, aunque sí a los más
populares.
Los actores gozan de gran fama aunque, como ha
11. La máscara es el factor
principal identificativo en las formas
tradicionales donde los papeles, incluso los
femeninos, son representados por hombres.
La rigidez expresiva de la máscara define al
personaje que se mueve, además, con una
gestificación codificada que el público
comprende más allá de que tenga una forma
realista.
El uso político del teatro: los ediles leen o se
hacen leer las obras para controlar su
contenido en aras no sólo de la moral pública
sino de la conveniencia política. De aquí el uso
de la mascara (debido a la censura).
12. Atacó el teatro romano, en parte porque los
actores y actrices tenían fama de
comportamientos libertinos, y en parte porque
los mimos satirizaban con frecuencia a los
cristianos.
Estos ataques contribuyeron al declive del
teatro así como a considerar a las gentes del
teatro y sus actores como inmorales.
Con la caída del Imperio romano en el 476 d.C.,
el teatro clásico decayó en occidente; la
actividad teatral no resurgió hasta 500 años
más tarde.