Protocolo Empresarial, Etiqueta Masculina, Presentación Personal, El Traje Ejecutivo

1. ETIQUETA MASCULINA
PROTOCOLO EMPRESARIAL
ETIQUETA MASCULINA
“El buen ejecutivo se debe caracterizar por su comportamiento y
presentación personal impecables”
“La elegancia y el estilo están definidos por la sencillez, la discreción y
los buenos modales”
“No hay una segunda oportunidad para una primera impresión”
En el ámbito empresarial son indispensables unos adecuados hábitos de higiene y
un correcto comportamiento social para lograr una mayor proyección laboral. Un
buen ejecutivo debe preocuparse por su apariencia personal y por tener buenos
modales. Debe saber como desenvolverse no solamente en la oficina sino en el
aspecto social que implica las relaciones empresariales.
Según lo anterior, podemos señalar: pasamos la mayor parte del día en la empresa,
por tanto, comportarnos adecuadamente y cuidar con esmero la presentación
personal es imprescindible, máxime si se quiere generar un ambiente laboral
propicio y proyectar una imagen positiva frente a las directivas, pares, colegas,
subalternos, clientes y demás públicos institucionales. De este modo, para observar
esto hay que considerar:
LA PRESENTACIÓN PERSONAL
Proyectar una buena imagen no sólo es cuestión de vestuario. Nuestra imagen
exterior está muy condicionada por el cuidado e higiene personales. Un ejecutivo
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debe conservar siempre un aspecto agradable y limpio. Esto se consigue de la
siguiente manera:
• El Cabello:
Corto. Debe tener un corte clásico y discreto. No se ven bien las colas, las tinturas o
los cortes irregulares. El cabello se debe mantener limpio y libre de deficiencias
como caspa, resequedad o grasa excesiva.
• La Afeitada:
Debe ser diaria, de lo contrario, el ejecutivo se verá desordenado y desaseado. Si
usa bigote o barba, debe hacerse un arreglo y cuidado periódicos.
• Los Dientes:
Dicen demasiado de la persona. El ejecutivo debe mantenerlos sanos y limpios.
Debe procurar siempre un aliento agradable y fresco. Siempre se aconseja lavar los
dientes después de cada comida y visitar al odontólogo con regularidad.
• Las Uñas:
Deben cortarse periódicamente, mantenerlas limpias y organizadas. No es muy
recomendable usar esmaltes transparentes. Es preferible obtener un brillo natural,
usando implementos o productos especiales para el cuidado de las uñas.
• Orificios y Comisuras:
Al revisar nuestro aspecto frente al espejo debemos prestar especial atención a los
lagrimales, oídos, nariz y comisuras de los labios. Detalles primordiales de la
imagen que proyectamos.
• Los Aromas:
Es indispensable el uso del desodorante. El aroma de la loción debe ser suave y
discreto. Debe aplicarse sin exageración.
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EL VESTUARIO
El vestuario del ejecutivo en el entorno empresarial debe ser ante todo cómodo,
formal y resaltar su masculinidad. La chaqueta y pantalón, es el traje preferido por
la mayoría de los ejecutivos. Cabe recordar que la forma de vestir junto con
nuestros modales y comportamiento, es el reflejo de nuestra personalidad y la
proyección de la empresa que representamos. En cuanto al vestuario, hay que tener
en cuenta:
• La Chaqueta:
Elaborada en paños, mezclas sintéticas o telas ligeras en colores claros, oscuros,
mates o a rayas. Se debe llevar con mucha elegancia. Siempre la debemos llevar
limpia y bien planchada. Un pañuelo de lino o en seda, generalmente del mismo
color y textura de la corbata, y con un doblez especial, metido en el bolsillo
izquierdo de la chaqueta, podrá dar un toque de estilo y distinción, pero, en algunas
ocasiones podrá restar discreción.
Una manga muy larga o corta luce desaliñada. Es uno de los errores más comunes
en el hombre al portar una vestimenta ejecutiva. En cualquiera de los dos descuidos
arruina el traje. La elegancia en este punto marca que la manga de la chaqueta
caiga justo hasta el nacimiento de la muñeca, es decir, debe llegar a la altura del
huesillo de la misma; además, debe caer justo sobre el puño de la camisa,
permitiendo que sobresalga 1 centímetro.
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En cuanto a su longitud indicada, el saco debe llegar a la altura de la primera
falange del dedo gordo, con el brazo estirado a lo largo del cuerpo. Éste es un
detalle muy importante para hacer lucir bien el traje.
El saco debe tener los botones completos. El traje lucirá mal si la talla de la
chaqueta es incorrecta. Debe quedar ajustada y a la medida: ni muy estrecha ni
muy ancha. Cuando es muy ajustada, se forma una espantosa “X”, restándole
profesionalismo y elegancia al ejecutivo. En cambio, cuando es muy holgada, lo
hace ver como un niño que se puso el traje de papá.
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Cuando un ejecutivo se familiariza con las costumbres de la empresa, puede
quitarse la chaqueta mientras permanece en las instalaciones de la misma o en su
oficina; sin embargo, debe mantenerla puesta para recibir públicos institucionales
(clientes, proveedores, distribuidores, miembros de la comunidad, agentes del
gobierno, entre otros), salir a almorzar, asistir a reuniones con altos ejecutivos o
para atender a una dama que llega.
Así mismo, cuando asista a un evento, actividad o ceremonia realizada por la
organización, debe conservar la chaqueta: en el momento de sentarse se la debe
desabotonar y al ponerse de pie se debe abrochar el primer botón de la misma y
nunca se abrocha el botón inferior.
Cuando se lleva en el brazo, se debe doblar manga por manga, quedando los
hombros paralelos y colocar el cuello hacia fuera.
• El Pantalón:
Debe ser del mismo corte, material, textura y color de la chaqueta. Se debe
mantener limpio y planchado, con los dobleces definidos y bien marcados. Se
recomienda no atiborrar los bolsillos con objetos como llaves, monedas, papeles,
documentos o el celular, entre otros, de tal manera que se formen bultos o que
estos parezcan sonajeros. Es suficiente llevar una discreta y liviana billetera en el
bolsillo trasero derecho del pantalón.
Si el pantalón tiene pasadores, hay que usar correa, procurando que ésta no quede
por encima de uno o varios de estos. Las botas del pantalón deben caer sobre el
calzado, cubriéndolo, pero sin quedar arrastradas.
La chaqueta y el pantalón deben de tener una altura proporcional. Si esto se
descuida, las piernas pueden lucir más cortas o el talle muy largo.
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• La Camisa:
Las camisas pueden ser blancas, en colores planos (claros o tonos pastel) o a rayas,
de algodón o confeccionadas con telas ligeras o materiales sintéticos. Cuello y
puños rígidos. Preferiblemente de mangas largas. En caso de utilizar camisas de
mangas cortas, mantener siempre a la mano una chaqueta, la cual se debe llevar
puesta para atender personas o asistir a actos sociales o empresariales.
Los colores deben armonizar y contrastar con el color del traje (chaqueta y
pantalón). No se recomiendan las camisas de colores vivos, oscuros o brillantes. Si
el traje es a rayas, usar una camisa de color plano, evitando que ésta sea también a
rayas.
Se debe conservar limpia y bien planchada. La camisa debe permanecer con los
botones completos y por dentro del pantalón. Se sugiere no remangar en el
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transcurso del día ni soltar el botón del cuello. Así mismo, se debe evitar atiborrar el
bolsillo con papeles, documentos o bolígrafos. Sólo se recomienda llevar un
bolígrafo en el bolsillo de esta prenda.
• La Corbata:
Es un indicador definitivo del gusto y estilo del hombre. Es signo de elegancia y
distinción en quien la lleva puesta. Las corbatas deben armonizar y contrastar con la
camisa y el traje, siendo de colores vivos, planos, a rayas (transversales), con
rombos, texturas o grabados. Forradas para que no se arruguen. Sí se utiliza una
camisa a rayas, cuadros o con texturas, se debe usar una corbata de color plano y,
por el contrario, si se utiliza una corbata a rayas o con texturas, se sugiere una
camisa de fondo entero.
El ancho de la corbata varía según la moda. En cuanto al largo, se recomienda que
la punta llegue hasta dónde termina justamente el herraje del cinturón.
La forma y ancho del nudo también varían según las tendencias de la moda o el
diseño del cuello de la camisa. El nudo siempre debe permanecer ajustado, pero sin
apretar demasiado el cuello, de tal manera que genere incomodidades o dificultades
para respirar o proyectar la voz. Los nudos más conocidos son:
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El Windsor:
Es triangular, muy espeso y grueso. Es el nudo perfecto para las grandes ocasiones.
Se recomienda usar con camisas de cuello italiano o cuellos bien abiertos, pues
ocupa mucho espacio. Para este nudo hay que elegir una corbata larga y chaleco ya
que es goloso en longitud. Con este nudo es casi imposible que la corbata alcance
el cinturón:
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El Semi-Windsor:
Este nudo sirve para toda ocasión. Es el resultado de un nudo menos grueso y
espeso que su primo, el Windsor. Es sobrio y elegante:
El Nudo Simple:
También llamado Cuarto en Mano. Su nombre resume todo. Es el nudo de
todos los días, pero, denota premura o falta de cuidado para hacer un nudo más
elegante y elaborado. Es un nudo asimétrico:
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El Pratt:
Es un nudo simétrico y simple que utiliza menos longitud para atar que cualquiera
de los nudos Windsor; por tanto, el lazo es largo para hombres de estatura
pequeña. Es distinto a la mayoría de los nudos, pues se ata con el lado reverso
hacia fuera al ponerlo alrededor del cuello. Combina bien con la mayoría de las
camisas y es apropiado para cualquier ocasión:
El Nudo Pequeño:
Es un nudo básico, para cada día, muy simple. Ideal para los cuellos cerrados y con
botones. Se recomienda para las corbatas muy gruesas.
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El Nudo Onassis:
Es un nudo bello, elegante y sencillo de hacer. Hace falta una pinza especial para
poner bajo la atadura y dar el efecto de nudo. Estropea o arruga menos las
corbatas. Es ideal para ocasiones especiales:
El Italiano:
Es un nudo original, pues está en dos partes. Es grueso. Se recomienda usar con
original
camisas de cuello italiano o cuellos bien abiertos:
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El Nudo Doble:
Es un nudo para cada día, fácil de realizar y muy elegante. Es grueso. Para este
nudo hay que elegir una corbata larga. Se recomienda usar con camisas de cuello
italiano o cuellos bien abiertos:
El Atlántico:
Es simple y original. Para ejecutivos poco convencionales:
• Los Zapatos:
Es el complemento que mantiene la línea de elegancia. Deben mantenerse limpios y
en buen estado. De colores negro, café (diferentes tonalidades) y vinotinto, siempre
a tono con el traje. Hay que cuidar el estado de la piel, los cordones, el tacón y la
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suela. No se recomiendan los mocasines, pues su estilo es más informal, salvo que
acompañen un vestido casual o deportivo, propio para actividades más informales.
Se debe evitar ir de tenis al lugar de trabajo.
• Los Calcetines:
Las medias deben ser de la longitud de la pantorrilla o más largas, justo a dos
dedos por debajo de las rodillas. Deben ser delgadas o de material ligero. Evitar
usar medias gruesas, deportivas o con texturas o aplicaciones que contrasten con el
color base. Preferiblemente de colores planos y oscuros, tales como negro, azul,
gris o café, los cuales deben predominar en el armario. Evitar usar medias blancas.
LOS COMPLEMENTOS Y ACCESORIOS
El estilo masculino se caracteriza por no abusar de los complementos y los
accesorios y por la máxima sobriedad en ellos. Si el ejecutivo abusa de estos, le
resta discreción y elegancia. Aquí se debe recordar el principio visual y de diseño
minimalista: “entre menos más”. Quiere decir esto: entre más sencillez y
naturalidad en el estilo, generamos un impacto visual más agradable.
• Los Complementos:
El Cinturón:
Uno de los complementos más importantes en la elegancia y estilo del traje es el
cinturón, el cual debe de ser de piel y del mismo color que los zapatos. La regla
exige que la hebilla se ajuste en el primer o segundo orificio del cinturón. El herraje
debe estar sin ralladuras, lo mismo que la piel. Si se utilizan tirantes, se debe evitar
usar este complemento.
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El Portafolio o Maletín:
Es un complemento importante del traje. Es sumamente útil para guardar y llevar la
agenda, todo tipo de documentos y objetos pequeños. Confiere distinción y resalta
el orden y profesionalismo del ejecutivo. Debe ser de piel y del mismo color que los
zapatos y el cinturón. No se recomienda un maletín de material sintético como
complemento del vestuario formal masculino. Éste debe estar siempre limpio y en
buen estado. Se debe evitar guardar en él objetos grandes y pesados que lo hagan
ver abultado o deforme o que no lo dejen cerrar.
La Billetera:
Es un complemento poco vistoso ya que no es externo; no obstante, puede hacer
lucir bien o quedar mal a un ejecutivo a la hora de pagar una cuenta o sacar una
credencial, por tanto, debe estar en buenas condiciones. Se recomienda un diseño
de buen gusto y sencillo. Debe ser de piel. Evite saturar la billetera de objetos o
papeles, pues esto la haría ver abultada y deforme, llevando sólo en ella algunos
billetes, documentos de identificación y credenciales. Se recomienda guardar las
monedas en un monedero tipo masculino y de cuero, el cual se puede llevar en el
maletín.
• Los Accesorios:
Las Joyas:
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La única joya que puede permitirse un hombre elegante y con estilo es la argolla de
matrimonio, la cual debe ir en el dedo anular izquierdo. De este modo, se debe
evitar usar cadenas, pulseras o collares.
El Reloj:
Es el accesorio masculino por antonomasia. En cuanto al reloj, el estilo más
elegante es el de diseño sencillo. Para el traje formal se recomienda el de pulso de
cuero. Los diseños deportivos son ideales para la ropa casual o informal. El reloj
debe estar en buenas condiciones y marcando la hora exacta.
Mancornas y Pisacorbatas:
Aunque hoy no son muy recomendados estos accesorios, para el hombre que los
utilice se sugiere que sean discretos y sencillos.
RECOMENDACIONES GENERALES:
• Dependiendo de determinados factores laborales, como el cargo,
responsabilidades, cultura organizacional y entorno en el que se mueve el
ejecutivo, la presentación personal y el vestuario masculinos también han ido
tomando forma. Atrás se ha dejado la noción de “hombre trajeado”, el cual
siempre ofrecía la misma imagen. Se ha pasado a un concepto más innovador,
actual, moderno y urbano, pero, sin obviar estos cánones y “estilo clásico”.
• Elegir el cómo vestir depende, en gran medida, del tipo de empresa en la que
labore el ejecutivo, el cargo que ocupa y la filosofía corporativa. También es muy
importante observar el entorno en donde establece sus relaciones comerciales y
de negocios; no es lo mismo ir a visitar a un jefe de compras o ejecutivo de una
organización, que le recibe en su despacho, que ir a visitar a un jefe de compras
de un taller mecánico, de una obra civil o de una empresa agropecuaria, que en
muchas ocasiones, está con ropa informal o de trabajo; por tanto, para no
sentirse incomodo o que desentona, observe su entorno y en dónde realiza sus
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negocios. Haga caso del saber popular, al cual en esta ocasión se le ha hecho
una pequeña adaptación y que dice: “donde fueres, viste lo que vieres”.
• El clima incide a la hora de vestir, por eso, en países, regiones o ciudades más
cálidos o en verano, los colores que se suelen utilizar son los claros y, en
algunas ocasiones, la indumentaria se hace un poco informal. En cualquier caso,
el sentido común y la observación del entorno, le hará ir de la forma más
correcta y acorde con cualquier circunstancia.
• Los trajes más elegantes y clásicos son los de colores neutros como el negro, el
gris, el azul y el café, planos o con algún grabado como la raya diplomática,
“Príncipe de Gales”. Estos colores no deben faltar en el armario del ejecutivo.
• El traje masculino se compone principalmente de pantalón y chaqueta. El
chaleco cada vez pierde protagonismo; no obstante, su uso hace un vestir más
elegante y clásico. Si se utiliza se debe llevar siempre abrochado.
• El traje se utiliza completo: chaqueta y pantalón. Estas dos prendas deben ser
del mismo color, diseño y material. No se recomiendan los llamados “bocadillos”.
• Dar un toque de color a la indumentaria masculina es atrevido y divertido, pero
se deben evitar los colores excesivamente llamativos. Recuerde siempre la
sencillez y discreción en el estilo.
• Los hombres muy altos o muy bajos deben evitar los trajes llamativos. Si son
bajos de estatura, les convienen las chaquetas ligeramente pegadas al cuerpo. Si
son corpulentos, no les lucen las chaquetas cruzadas y muy ajustadas, pero sí
las solapas anchas.
• En el bolsillo exterior de la chaqueta no se debe llevar lapiceros, gafas, celulares
ni billeteras.
• Los hombres que tienen los pies muy grandes no deben usar pantalones
estrechos o botas entubadas.
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• Las camisas deben ser de manga larga, además, deben armonizar con el traje y
la corbata. El cuello de camisa más elegante es el inglés. Se recomienda el cuello
italiano para los nudos de corbata anchos.
• Mantenga camisas de varios colores en el armario. Esto le permitirá jugar y
hacer combinaciones con los trajes clásicos. Las camisas blancas, de color claro
o de rayas finas, combinan mejor con los vestidos tradicionales. No deben ser
más oscuras que el traje, aunque la corbata sí será más oscura que la camisa.
Todas las camisas que se lleven bajo la chaqueta han de ser de manga larga.
• A los hombres de cuello largo y delgado les convienen los cuellos altos por
detrás. Si por el contrario, tienen cuello corto y grueso, les lucen las camisas con
cuellos bajos y puntas no muy abiertas
• No lleve el cuello de la camisa abierto y procure llevar el botón abrochado.
• El nudo de la corbata debe estar bien elaborado, ajustado y centrado. Si no es
así, la imagen que ofrece el ejecutivo es desequilibrada. El extremo de la corbata
ha de tocar la hebilla del cinturón. El mejor tejido para una corbata es la seda y
se debe cuidar que vaya bien combinada con la camisa y el traje.
• Lo ideal es tener un buen surtido de corbatas de colores planos, con figuras y de
rayas. Recuerde que las corbatas con texturas se usan con camisas lisas y
viceversa.
• Las medias deben ser lisas, del color del pantalón. Los calcetines con texturas o
grabados se recomiendan para el traje informal.
• En cuanto a los zapatos, los colores más adecuados son el negro, el café y el
vinotinto. El estilo más convencional es el de cordones y horma estrecha. Los
mocasines están permitidos, siempre que su diseño sea discreto.
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• El descuido en los zapatos deja que desear del ejecutivo. La regla marca que los
zapatos deben estar siempre impecables. El mejor color es el negro, para trajes
oscuros, y el café para trajes claros y colores tierra.
• Si se usa cinturón, no se recomienda llevar tirantes y al revés. Nunca se usan las
dos cosas a la vez.
• No es recomendable el uso excesivo de joyas o complementos: la argolla de
matrimonio y un reloj acorde con la vestimenta, es suficiente.
• En cuanto a los pañuelos, siempre serán elegantes los de color blanco y muy
bien planchados.
• Mostrar un buen aspecto facial es muy importante actualmente. En el mercado
existen muchos cosméticos y tratamientos para lucir una piel tersa y sana,
indicados para el hombre.
• Es aconsejable, en cuanto al perfume, usar una colonia o perfume fresco y
discreto.
“Los hombres no deben ser demasiado meticulosos, sino que
encontrarán en el término medio el perfecto equilibrio de la
presentación personal. Cuando alguien exagera o descuida la apariencia
física siempre termina distrayendo el objetivo propuesto”.
Javier Álvarez Lozano
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Elaborado por:
Flawer Albert Zapata Uribe
Comunicador Organizacional y Relacionista Público
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