El documento habla sobre la igual dignidad de todas las personas. Explica que todos los seres humanos, tanto hombres como mujeres, fueron creados a imagen y semejanza de Dios, por lo que merecen igual respeto. Además, señala que aunque hombre y mujer tienen igual dignidad como personas, también tienen una complementariedad natural el uno para el otro. Finalmente, destaca que la Iglesia enseña que el desarrollo de las virtudes ayuda al ser humano a perfeccionarse como persona y vivir de acuerdo a la ética cristiana.
2. La dignidad es el
respeto que se debe a
algo.
A la persona humana se
le debe un respeto por
parte de todos, porque
cada ser humano tiene
un cuerpo y un espíritu
(es inteligente, tiene
voluntad, siente afecto
y es libre).
3. Nuestra dignidad
como personas
radica en haber
sido creados a
imagen y semejanza
de Dios.
4. El hombre y la
mujer han sido
creados por Dios con
igual dignidad en
cuanto personas
humanas y al mismo
tiempo, con una
recíproca
complementariedad
en cuanto varón y
mujer.
5. Dios los ha querido el
uno para el otro, para
una comunión de
personas.
Juntos están también
llamados a transmitir la
vida humana, formando
en el matrimonio «una
sola carne» (Gn 2, 24), y
a dominar la tierra
como «administradores»
de Dios".
6. El hombre ha sido creado a imagen de Dios, en el
sentido de que es capaz de conocer y amar libremente
a su propio Creador.
Es la única criatura sobre la tierra a la que Dios ama
por sí misma, y a la que llama a compartir su vida
divina.
7. El hombre, en
cuanto creado a
imagen de
Dios, tiene la
dignidad de
persona.
No es solamente
algo, sino alguien
capaz de
conocerse, de darse
libremente y de
entrar en comunión
con Dios y las otras
8. Cuando te haces más
imagen de Dios, te
haces más digno de
ser amado y
apreciado por Dios;
que nos entregó a su
propio Hijo.
Que quiere decir que
para Él valemos
tanto que no dudó
en permitir que su
hijo muriera por
salvarnos.
9. La Iglesia
interpretando
estas verdades nos
enseña.
El hombre tiene
que perfeccionarse
a sí mismo, Por la
práctica de las
virtudes que lo
llevan a
desarrollarse como
persona.
10. La ética cristiana dan
las pautas para obrar
correctamente: el
Decálogo leído en
clave positiva:
No matar - Si a la vida
No fornicar - Si al
verdadero amor
No robar - Si al
respeto del bien
particular y al bien
común
No mentir - Si a la
verdad
11. Leda a la persona humana el rumbo para
encaminar su vida al fin último.